¿Exclusión? en colegios de barrios privados

 
La reactivación de los emprendimientos inmobiliarios durante el año 2003 hizo que la matriculación en los colegios de las zonas de los countries esté llegando a la increíble cifra de casi 20.000 alumnos en los diferentes niveles.
Un poco mas del 14% corresponde a colegios que se hallan dentro de los emprendimientos propiamente dichos, que ya llegan a 9 sin contar los que se están construyendo y los que están en etapa de planificación que seguramente duplicará la cifra en un par de años.
Más de setenta hay en la actualidad en la zona de los countries.
Todos ellos cursan desde el jardín de infantes hasta el polimodal.
Dejaremos aparte de esta nota las universidades que no corresponden a nuestro interés aún.
 
Este hecho, es innegable, tiene su basamento más preponderante en la creciente inseguridad de los últimos años y la que persiste en este 2004 sin solución de continuidad.
 
Estos colegios lamentablemente se diferencian de los colegios normales de la Capital Federal en que sus matriculados conviven dentro de un aislamiento que los conduce de la casa al colegio y del colegio a la casa.
Correlativamente la educación de los niños es diferenciada a la normal y excluyente, no porque los educadores así lo quieran, sino porque las temáticas y la forma de vida centrada dentro de countries, etc. los obliga a enseñanzas diferentes.
 
Estas diferencias comienzan por marcarse según el sector social, económico, cultural o religioso, justamente la enseñanza privada favorece esta discriminación.
 
Si bien todo esto es un nuevo desafío educativo, implica serios riesgos para las generaciones futuras puesto que se basan sobre estructuras no reales a las de la sociedad global y no a la particular en la cual ellos conviven.
 
Es necesario aclarar que dichos colegios no son exclusivos de los barrios privados, etc., no, cualquier vecino de la zona puede incorporarse.
 
Pero la realidad es que se promueve una educación aislada de la realidad normal, peor aun, aislada de la terrible pobreza e indigencia que vive la Argentina.
 
Sabedores muchos colegios de tal discriminación tratan de corregir o menguar el riesgo con la promoción de actividades solidarias con los vecinos de la zona. Contradictoriamente, con ello mas denotan la diferencia de sus educandos con el universo real que los rodea y que ellos no palpan adecuadamente por no tener necesidades en su gran mayoría y sí lo notan todos aquellos que generosamente son ayudados por los colegiales.
 
Es muy común que la gente de los emprendimientos no fomente las amistades de los chicos de su familia y los pertenecientes a las familias de los alrededores.
Lo increíble es que las propias familias del country se dan cuenta de ello, pero prefieren aceptar esa situación si ello implica seguridad, y evitar la contaminación, especialmente la social, es decir consideran que hay mas perjuicios que beneficios para la familia en general el establecer lazos con los de afuera.
 
Pueden creer cuantos niños y adolescentes de los Countries no conocen lo que es el uso de un transporte publico? No un charter, el vulgarmente llamado colectivo?
 
Una profesora de un importante colegio de Pilar expresa orgullosa que el establecimiento le brinda a los chicos experiencias integradoras con el resto de la sociedad, a saber:
"cada vez que puedo organizo salidas al teatro, o a museos, que impliquen viajar en subte o en tren, porque son experiencias enriquecedoras para los chicos" Saque el lector sus propias conclusiones.
 
Una de las conclusiones más determinantes es que en los countries se fomentan practicas deportivas y competencias intercountries, pero no se permite que se integren los clubes de barrios de la periferia.
Sí pueden visitarlos de un colegio y ofrecerles alguna competencia no integradora como forma solidaria de acompañamiento, pero no incorporarlos a campeonato alguno.
 
Independientemente de la gran acción solidaria en que esta empeñado gran parte del pueblo argentino, en la mayoría de estos colegios hasta hay materias al respecto, que si bien son altamente beneficiosas, colateralmente expresan el propio mea culpa inconsciente.
 
La integración de los niños de los colegios se da con los otros que corresponden a sus colegios de origen por lo general en capital y zona norte, que cualquier otra posibilidad mas positiva para todo el mundo real que los circunda.
Es notable que haya muchísimos niños que pasan meses viviendo dentro de un country con salidas mínimas, cuando no nulas al exterior.
 
Esto lamentablemente no ayuda a fomentar culturas democráticas en los educandos.
 
Es necesario imaginar estrategias que permitan corregir esta desnaturalización de la enseñanza y este aislamiento que traerá diferencias culturales en las futuras generaciones.
 
Las opciones son múltiples, son variadas, hay sistemas de becas , programas de integración, etc.
 
Simplemente son los privados los que deben tomar la posta que ellos mismos han cimentado con sus logros, pero también con su peligrosa desigualdad de oportunidades.
 
La discriminación es el más grave de los problemas de crecimiento en democracia, aunque no es solo de los colegios y de los barrios privados, es un problema de todos los que queremos integrar una verdadera sociedad democrática.
Esta es parte de la política en que el Empresariado y la clase dirigente de la sociedad debe ponerse a trabajar sin esperar ayuda alguna del Estado demostrando la capacidad que en tantos otros países es moneda corriente.
 

* Los datos de la presente nota han sido extractados de diferentes diarios que han entrevistado a maestros de los colegios y de comentarios de sociólogos.