La tarea en la sociedad del corredor inmobiliario


30 de Diciembre  de 2004
 
Es de suma importancia porque regula los precios de la plaza inmobiliaria y es el diagnóstico de la misma, tanto cuando ésta se halla en alza como en baja. Es el termómetro de la economía de la sociedad y especialmente de su patrimonio que son las propiedades.   Por ello se requiere, ecuanimidad, objetividad, respeto y buen servicio.
  
El operador inmobiliario cumple con una tarea fundamental, que es la de asesorar al comprador o al vendedor para la compra o la venta, sus palabras son muy escuchadas y tomadas en cuenta y los errores de apreciaciones formulados conducen a deformaciones del mercado.
 
La función debe basarse en la honestidad y en el buen trato al cliente. Por ello es necesario que el operador inmobiliario estudie en los cursos que da la Cámara Inmobiliaria Argentina para la capacitación y para la obtención del título pertinente que se logra mediante unb examen que se da dos veces al año ante la Cámara Nacional de Apelaciones. Y en la Provincia de Buenos Aires, ante el Colegio de Martillaeros de la zona o (ya es carrera universitaria) estudiar en la 
Universidad de Lomas de Zamora y/o Morón, dura tres años.
 
El martillero público, es un oficial de la Justicia que interviene en las subastas de los bienes que se ejecutan por diversos motivos. El trabajo de él está intimamente ligado con el Poder Judicial. Por ello también es parte de juicios donde se debe hacer evacuaciones de tasaciones y peritajes.
 
El corredor inmobiliario debe ser una persona permanentemente actualizada, como un médico, porque los vaivenes de la política y economía son particularmente sensibles al mercado inmobiliario, por eso es recomendable la lectura de dos diarios todos los días, además de la parte de clasificados de Nación y Clarín de la zona en que trabaja.
 
El corredor inmobiliario debe ser una persona esencialmente sociable, debe saber cultivar amistades y fundamentalmente lograr una simbiosis con el cliente, que exceda al mero trato comercial. Es el mayor caudal de riqueza con que luego ha de contar la inmobiliaria, los clientes, que se hacen amigos y a su vez traen amigos e inversionistas.
 
Todo ello basado en eficiencia y seguridad en el tratamiento de los negocios inmobiliarios.

El corredor inmobiliario no se debe limitar a hacer el boleto de compra venta, también tiene que preparar todos los elementos para que se haga la escritura traslativa de dominio y tiene que tener (en lo posible) fuentes de financiamientos para la compra venta. La responsabilidad del operador inmobiliario implica la confección de un buen boleto de compra venta y el correspondiente pedido de los certificados de dominio e inhibición para asegurar que la venta es sana.
 
A partir de allí cesa toda su responsabilidad. A veces, en lugar de hacerse el boleto de compra  venta se hace directamente la escritura del bien.

El corredor inmobiliario no se puede desentender de una locación, durante todo el tiempo que dure la misma, sino que debe asesorar y apoyar al locador y locatario, le traerá más clientes aunque el trabajo sea gratuito y una tarea ingrata, pués debe hablar con el inquilino cuando éste se atrasa y con el propietario cuando las instalaciones se entregaron en mal estado de funcionamiento o hay demoras en el pago del alquiler.


Extracto de "Manual del Operador Inmobiliario" de Marijan Pirsic. Año 1998