FINANCIAMIENTO ELECTORAL
Y “ LA NECESARIA  CALIDAD
INSTITUCIONAL”

15 de Septiembre de 2008

Recientes investigaciones judiciales han puesto bajo la lupa el financiamiento de las campañas políticas. En consecuencia y para que a nadie le queden dudas sería deseable que el control judicial no se agote en el informe de auditoría contable y que cada uno de los donantes y los proveedores mencionados sean investigados en detalle.

Sobrevuela la figura de ‘testaferros’ frente a la aparición de donantes monotributistas con aportes en miles de pesos. Preocupa la ausencia o la subestimación de gastos clave como la folletería, la organización de eventos, el apoyo a fiscales, la contratación de encuestas, los viajes y los alquileres, entre otros, en algunos reportes de campaña. Llama la atención la diferencia entre la ficción de algunos gastos totales y la realidad de costosas campañas.

Porque las sospechas calan hondo y a fin de brindar una respuesta rápida y precisa a la ciudadanía, la investigación judicial debe darse con celeridad en el marco del debido proceso. Sería inútil contar con el resultado apenas tres meses antes de la próxima elección presidencial en 2011.

Parecer transparente no es tan difícil como serlo. La brecha entre la ficción de los informes de varios partidos y la realidad de las campañas desplegadas en 2007 lo demuestra. (Consulte el informe de Poder Ciudadano sobre la campaña presidencial de 2007 en
www.poderciudadano.org)

Por ello y cuando la realidad marca que con la ley no alcanza, la puesta en marcha de nuevas y buenas prácticas en el financiamiento de los partidos y sus campañas es urgente y necesaria.

Una reforma legislativa sería deseable en un contexto de vocación y compromiso político con la transparencia. Sin embargo, me remito a los antecedentes: en 2002 y luego de años de demanda, el Congreso aprobó la ley de financiamiento político bajo la presión de las cacerolas y a regañadientes. En 2006, una pequeña reforma significó un retroceso importante: los candidatos perdieron toda responsabilidad sobre el dinero de sus campañas.

El aumento de los controles partidarios sobre los donantes puede ayudar a evitar ‘sorpresas’: declaraciones de intereses, status impositivos y causas judiciales pueden ayudar. Recordemos que la corrupción también se reproduce en el marco de la legalidad y por eso, para combatirla, la ley es necesaria pero no suficiente.

Los partidos necesitan dinero para financiar sus campañas y los ciudadanos tenemos derecho a saber. La información es nuestra más efectiva herramienta para exigir a aquellos que quieren representarnos o que ya lo hacen que hagan su trabajo, sean responsables y nos rindan cuentas. De eso y sólo eso se trata la calidad institucional.Laura Alonso,
*Directora ejecutiva de Poder Ciudadano”

 

La salud de nuestros hijos no se vende"

Esta es una carta para la sociedad, escrita desde el corazón, en nombre de todos nuestros hijos afectados por el TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo). En representación de ellos, sus papás elevamos al Congreso de la Nación un proyecto de ley que contempla, regula y garantiza la cobertura de las necesidades especiales de nuestros hijos con TGD en los planos de la salud, la educación, la inserción social, la protección y cuidados especiales, en el presente y futuro, así como la detección temprana del trastorno junto con la capacitación de los profesionales que los atienden. Los chicos afectados por estos trastornos se multiplican de modo epidemiológico ante la desesperación de los padres y el desconcierto de las comunidades médica y educativa.
El miércoles 10, este proyecto fue votado por los asesores de los diputados de la Comisión de Salud del Congreso de la Nación, quienes, ante nuestra dolorosa presencia, decidieron incluirlo dentro de la Ley de Salud Mental, en lugar de ser tratado para su reglamentación a futuro como lo que debe ser: una Ley Nacional Autónoma para las personas con TGD. La próxima votación es mañana, martes 16, día en el que los papás haremos una movilización frente al Congreso pidiendo que "no se licue" la ley de TGD. Exigimos a los señores legisladores que la salud de nuestros hijos no se venda. El derecho de nuestros hijos a una vida digna no se negocia.
 

Carta de lectores Diario clarín del 14-9-08
Gabriela Nahabedian.
POR PAPAS DE CHICOS CON TGD www.tgd-padres.com.ar