10 de Abril de 2008
La Cámara de
Diputados aprobó en general, en la noche del miércoles, el
proyecto de ley que penaliza la trata de
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personas para
fines de explotación tanto sexual, laboral, extracción de
órganos o de sumisión a la servidumbre.
La norma fue aprobada en general por
157 votos positivos, 35 sufragios negativos y seis
abstenciones, mientras los legisladores continuaban durante la
noche analizando la ley en particular.
La iniciativa define el delito como
"la captación, transporte y/o traslado -ya sea dentro del
país, desde o hacia el exterior- la acogida o recepción de
personas con fines de explotación", y establece penas que van
de tres a quince años de prisión.
La diputada kirchnerista Vilma
Ibarra, impulsora del proyecto, justificó que la iniciativa
establezca una salvedad en el caso del consentimiento de las
personas mayores de edad, al referir que "existe la
posibilidad para una adulta de consentir la prostitución",
punto que fue central en la controversia de la ley.
Claudio Lozano de Proyecto Sur,
impulsó en el recinto la postura de la Asociación de Mujeres
Meretrices de la Argentina (AMMAR), manifestó dudas sobre el
tema del consentimiento, postuló incorporar "el reconocimiento
expreso para que las organizaciones sociales puedan
convertirse en querellantes" y por ello pidió el regreso del
proyecto a comisión.
Por su parte, los opositores Claudia
Gil Lozano (Coalición Cívica-Capital), Silvia Storni
(UCR-Córdoba) y Rubén Lanceta (UCR-Buenos Aires) denunciaron
ante la Cámara un supuesto contubernio entre la Policía
Federal y algunas redes de prostitución.
Gil Lozano planteó, además, la
necesidad de aprobar por ley la creación de un "comité de
protección para las víctimas" en el marco de la ley. La
diputada señaló también que "pensar que el tema de trata de
personas sólo tiene que ver con la prostitución es un error",
detalló que se vincula con otro tipos de explotación como la
laboral y remarcó que "la industria textil tiene grandes
firmas en la República Argentina" con "trabajadores esclavos
tirados en los talleres".
El reclamo de las feministas ante el debate de la ley, fue
realizado a través de una "carta abierta" a los legisladores
nacionales, firmada por Martha Pelloni, Marta Bianchi, Dora
Barrancos, Virginia Franganillo, Elena Tchalidy, Clelia
Iscaro, María Inés Barasesco, Marcela Durrieu, Diana Dowek,
Graciela Tejero Coni y Ana Suppa, entre otras.
"Las mujeres firmantes, políticas, feministas, militantes del
movimiento social de mujeres y de las organizaciones que
reúnen a las víctimas, estamos solicitando sea revisado el
proyecto para que cumpla con las intenciones que le dieron
origen", estableció la carta.
"Existen otros proyectos que resuelven más eficazmente la
penosa situación de las mujeres explotadas por los proxenetas
'protectores del negocio' a las que se obligaría, de
sancionarse el dictamen en tratamiento, a demostrar que no
hubo consentimiento y sí aprovechamiento de su
vulnerabilidad", continuó la misiva.
"En franca contradicción con la política de derechos humanos
que viene llevando adelante la Argentina, se revictimiza a la
persona explotada invirtiendo la carga de la prueba",
prosiguió la misiva.
"Pedimos se reabra el debate a fin de que además de la ley,
Argentina cumpla con una política real, visible y de probada
eficacia en relación a la persecución de tan infame delito",
concluyó. La carta también contó con la firma de Cecilia
Lipsczick, Piera Oria, Carola Caride, Susana Pastor, Cristina
Zurutuza, Susana Gamba, Dolores Fenoi, Susana Checca, Susana
Fioretti, Gladys Roldan, Norma Cabrera, Laura García Tuñón,
Alejandra Angriman, Mónica Capano, Ester Kandel, Elisa Rueda,
Alicia Ruso, Viviana Caminos, Gloria Shuster, Carla Fulgensi,
entre otras. Cámara de diputados de
la Nación
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