22 de Mayo de 2008
El
juez federal Norberto Oyarbide sobreseyó a tres directivos de
la empresa de indumentaria Soho, acusados de contratar
talleres juez federal Norberto Oyarbide sobreseyó a tres
directivos de la empresa de indumentaria Soho, acusados de
contratar talleres de costura donde se empleaban inmigrantes
indocumentados, en condiciones de máxima precarización
laboral.
![](legislacion%2065_archivos/image001.jpg) |
Los argumentos de Oyarbide, que hace tiempo viene siendo
cuestionado por parte de la La Alameda, fueron que ese modo de
explotación sería herencia de "costumbres y pautas culturales
de los pueblos originarios del Altiplano boliviano, de donde
proviene la mayoría" de los talleristas y costureros, y que se
trata de "un grupo humano que convive como un ayllu o
comunidad familiar extensa originaria de aquella región, que
funciona como una especie de cooperativa".
El fiscal federal, Patricio Evers, y el abogado de la
querella, Rodolfo Yanzón, apelaron la resolución del
magistrado, que además es responsable de la investigación
sobre más de 85 marcas de primer nivel denunciadas por
utilizar un sistema neoesclavista de explotación laboral.
Para el cónsul de Bolivia, José Alberto González, según sus
dichos en Página/12, "basar una sentencia en ese argumento es
patético", y añadió "el juez debió haberse informado sobre la
naturaleza de las costumbres ancestrales, que nada tienen que
ver con los tristes sistemas de esclavitud".
Oyarbide interviene por una denuncia realizada por ex
trabajadores de Soho a través de la ONG La Alameda, con el
aval de Liga Argentina por los Derechos del Hombre, a partir
de inspecciones realizadas en 2007 por el Gobierno porteño y
la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.
En la investigación, el fiscal federal Luis Comparatore,
determinó que la empresa Gilmar SA, que comercializa la marca
Soho en los principales shoppings del país, terceriza la
confección de las prendas en talleres clandestinos, donde
trabajan extranjeros indocumentados.
Ahora, Oyarbide sobreseyó a los tres directivos de Soho
(Nelson Alejandro Sánchez Anterino, Gabina Sofía Verón y
Hermes Raúl Provenzano) con un argumento que ya había
utilizado la Sala II de la Cámara Federal porteña.
En aquella ocasión, los camaristas Martín Irurzun y Horacio
Cattani sobreseyeron a talleristas que habían sido procesados
por el juez federal Ariel Lijo. Los camaristas hicieron
alusión a la supuesta tradición cultural de los pueblos
originarios y al ayllu, una organización comunitaria del
pueblo aymara.
El otro argumento esgrimido por Oyarbide para sobreseer a los
imputados es que no se encontraría probada la finalidad de los
acusados de “obtener directa o indirectamente un beneficio”
económico.
Para ello, utilizó otro argumento de la Sala II, que cuestiona
"la ambigüedad" en la redacción de la ley 25.871, de
Migraciones.
Ese es el delito que les había imputado el fiscal a los
responsables legales de la firma Soho, tras determinar que
desde esa compañía se tercerizaban trabajos de costura en al
menos dos talleres donde habían detectado la presencia de
extranjeros indocumentados, que trabajaban doce horas por día,
con haberes de entre 500 y 900 pesos mensuales y vivían en una
piecita que les alquilaban los propios talleristas.
El abogado de la querella pidió la intervención de la Sala I
de la Cámara, que tiene un criterio opuesto a la que integran
Catani e Irurzun.
Los jueces Eduardo Freiler, Gabriel Cavallo y Eduardo Farah,
el pasado 30 de noviembre, le pidieron a Oyarbide que no
limite la investigación en los talleristas y que indague entre
las empresas "que pudieron haberse aprovechado de esta
actividad mediante el encargo de trabajos en estas
condiciones". Esa resolución se adoptó en otra causa que
investiga Oyarbide, en la que están procesados once
talleristas. Asteriscostv.com.ar.
NOTA DE
REDACCIÓN: Si
patético fallo, de un patético juez, funcional a los intereses
gubernamentales de todos, patético realmente.
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