21 de Julio de 2008
Al
cumplirse cuatro años de la muerte de 14 obreros en la mina de
Río Turbio en la provincia de Santa Cruz, la justicia decidió
procesar a tres ex directivos de la empresa. Sin embargo, no
avanza en las responsabilidades políticas que sembraron el
terreno para que esta ¿tragedia? sea posible: los organismos
del estado y la gestión privada del empresario Sergio Taselli,
calificado como 'otro Yabrán' por Hebe de Bonafini. Un
testimonio del momento de aquel Cromañón minero.
La causa que investiga el crimen de 14 obreros dentro del
yacimiento de carbón de Río Turbio parece por fin apuntar
hacia parte de los responsables verdaderos. El juez federal
Gerardo Caamaño dictó el procesamiento de los ex directivos de
la empresa, Fermín Lauro Garnica, Eduardo Schabner y Esteban
Loncaric, por el delito de homicidio culposo y sobreseyó a los
trabajadores Ramón Pazos, Gregorio Tolosa y Tomás Rodríguez,
quien habían sido inculpados del 'accidente'.
Exito empresarial
A pesar del rumbo que tomó el caso, el trabajador Raúl Wanzo
quien además es dirigente de la Asociación de Trabajadores del
Estado (ATE) advierte que todavía hace falta determinar las
responsabilidades políticas, señalar a los que pasaron por
alto los controles. Dice que la mina en 2004 trabajaba a
sabiendas de que había sido destruida por la gestión privada
de Sergio Taselli, una especie de 'vaciador serial' que entre
sus victimas incluye a las firmas Parmalat, Metropolitano y
Matarte.
Raúl recuerda que 'cuando el empresario se hizo cargo del
yacimiento generó mucho miedo en el sector de supervisores y
jefes, se rodeó de obsecuentes que pusieron en marcha su
estrategia: funcionar, pero con menos gente y menos gastos'.
Socios
Desde noviembre del 94 hasta mediados de 2002 cuando se le
rescinde el contrato a Taselli y vuelve al Estado, los
organismos de control documentaron todas las falencias en
materia de seguridad del yacimiento de Río Turbio. Inclusive
el Ministerio de Trabajo de la Nación realizó un informe de
más de ciento cincuenta páginas detallando cada falla, cada
violación a la seguridad laboral. Sin embargo, algunos
funcionarios miraron para otro lado mientras los trabajadores
y la comunidad intuían que un 'accidente' podía ocurrir en
cualquier momento.
El lunes 14 de junio de 2004 a las 22.30 un chispazo en uno de
los rodillos de la cinta transportadora que saca el carbón de
la mina a la superficie inició un incendio. Enseguida una
mezcla de gases tóxicos que se desprenden de las paredes de
los yacimientos de carbón hizo un muro que sepulto a 14
obreros a 600 metros de profundidad. Raúl recuerda que esa
noche trabajó y que fue uno de los que llegó al lugar. Vio
como salieron los 43 sobrevivientes. 'Yo tengo esa imagen que
me vuelve cada tanto, de los compañeros que salían de una
pared de humo con la boca llena de espuma y, a la vez, sentía
la angustia de contar los minutos y saber que era imposible
que otros pudieran sobrevivir'.
Poco de accidente tiene el episodio, la gestión privada exigió
extirpar puestos de trabajo y uno de ellos fue el del empleado
que se encargaba de controlar el funcionamiento correcto de la
cinta trasportadora. Raúl denuncia que 'la subsecretaria de
trabajo de la provincia fue habilitando y consintiendo que se
trabaje de todas maneras, siempre la desidia, o el arreglo
político para que todo funcione igual'.
A callar
El dirigente de ATE actualmente es el único querellante en la
causa por el vaciamiento del yacimiento de carbón de Río
Turbio contra Taselli. Opina que el gobierno provincial puso
plata para calmar la bronca de la comunidad. Cuenta que 'les
fueron dando trabajo a los familiares de las víctimas, a
algunos le pintaron la casa, les dieron ladrillos'. Dice que
en un pueblo chiquito como ese se ven todos los movimientos y
que el reclamo de justicia en parte de la sociedad se fue
acallando.
Para Raúl la muerte de los 14 obreros de la mina en Santa
Cruz, Cromañon y el incendio del avión de LAPA, muestran
coincidencias: corrupción, desidia y la precariedad como
situación generalizada. El Estado y el mercado, cuando
trabajan armoniosamente bajo la ley de la impunidad.
'Otro Yabrán'
Hace dos años la presidenta de la Asociación Madre de Plaza de
mayo, hasta Hebe de Bonafini, más allá de su reconocida
solidaridad con el gobierno, denunció a Sergio Taselli y sus
vínculos con el gobierno de Nëstor Kirchner. Dijo textualmente
Bonafini sobre Taselli, el 2 de febrero en Plaza de Mayo:
'No quiero pensar que sea amigo de alguno de los que están en
la Casa de Gobierno. Espero que no, porque si es amigo de
alguno de ellos tenemos que empezar a escupirlo. Y nosotras
siempre dijimos que los amigos de nuestros enemigos también
son nuestros enemigos. Si Taselli tiene algún amigo en la Casa
de Gobierno ése pasará a ser enemigo de los trabajadores de
Gándara, de los trabajadores de las minas –que también él las
negoció- y también pasará a ser enemigo de las Madres. Porque
Taselli es un atorrante; es peor que Yabrán, es peor que
Moneta y que todos estos atorrantes juntos. Ojalá que ninguno
sea amigo. Y si lo es ya empezaremos a decir lo que tenemos
que decir, que lo decimos ahora: los amigos de nuestros
enemigos son también nuestros enemigos. Las Madres no queremos
tener amigos que tengan amigos ladrones, chorros, coimeros,
que se hacen ricos a partir del trabajo de los hombres y
mujeres que trabajan en sus fábricas'.
Luego dijo a LAVACA 'Yo sé de lo que hablo. Este tipo fue el
que hizo todo el quilombo de las minas donde murió la gente. Y
ahora compra por un peso las empresas, y después no le paga a
la gente durante meses, la mata de hambre. Compra por nada,
remata por nada, echa a la gente'. (Aclaración: Taselli compró
las empresas como Gándara por un valor simbólico, y
supuestamente se hace cargo de las deudas, muchas veces las
liquida, aunque todas estas maniobras podrían definirse, por
así decir, como un verdadero río turbio).
-¿Por qué lo llamó otro Yabrán? (Alfredo Yabrán, empresario
telepostal cercano a la dictadura y luego al menemismo,
inesperadamente suicidado en mayo de 1998).
-Porque ¿qué hizo Yabrán con el Correo, o el otro, Moneta
(Raúl Moneta, conocido como uno de los tantos 'banqueros de
Menem', y actual accionista en diversos medios de difusión)?
Son tipos chorros, mafiosos, como que nadie los puede tocar. Y
este Taselli es igual o peor, pero fijate que nadie publicó
nada de lo que dije
-Lo de Taselli y su relación con el gobierno, ¿es una sospecha
o una certeza?
-Es seguro que hay alguien o algunos dentro del gobierno que
son amigos de él. Y se va a descubrir. Siempre se descubre.
Alguien le hace la palanca. Estos tipos siempre tienen una
palanca, un juez, un ministro, o el gobernador, y eso es lo
que no hay que permitir. Es un tipo del duhaldismo, pero
supuestamente Duhalde ya no tiene más poder. Entonces, ¿cómo
sigue haciendo lo que hace? Algún lazo tiene que haber con
gente del gobierno, y si no, que salgan a decir que no.
Las batallas de Silverio
Un testimonio conmovedor, publicado por LAVACA es esta carta
del abogado Dino Zaffrani, donde traza un perfil de Silverio
Méndez, uno de los mineros fallecidos en los túneles de Río
Turbio. Fue escrito cuando la suerte de Silverio aún era
incierta, bajo los escombros, el 15 de junio de 2004. La carta
además es un repaso en el momento de lo que venía ocurriendo y
del perfil de Méndez, descripto como un referente 'que ha
estado en todas: como militante, como delegado, dirigente
combativo y como simple trabajador.'
Este es el texto completo de la carta de Zaffrani:
'Río Gallegos, 15 de junio de 2004
Entre los 14 compañeros mineros atrapados dentro del
Yacimiento de Río Turbio a la altura del marchante 22 donde se
produjo el derrumbe, se encuentra Silverio Méndez. El es
jujeño y al decir de otros como él, '...he nacido entre las
piedras, doctor', se enorgullecía del mojón inicial de su
origen humilde, qué digo .....humilde. Silverio fue el
Secretario Adjunto de la Seccional ATE Río Turbio desde 1999
al 2003, disidente del ATE Degenarista. Ha estado en todas,
como militante, como delegado, dirigente combativo y hasta hoy
15 de Junio como simple trabajador en uno de los turnos que
ingresaron a la mina. El último turno de Silverio y sus 13
compañeros. Las peleó todas, encabezando asambleas, juntando
firmas, marchando a Río Gallegos para reclamar ante casa de
Gobierno por cada reivindicación y cada promesa incumplida.
Oponiéndose a la entrega menemista del Yacimiento al
concesionario Sergio Taselli en 1994, en la toma de la mina
aquel año y en las posteriores para que se fuera, exigiendo el
cumplimiento del pliego de bases y condiciones que jamás
cumplió ante la cómplice mirada del gobierno provincial de
Néstor Kirchner, que nunca lo controló como era su obligación.
Silverio no hablaba al bulto, lo hacía uno por uno
convenciendo a cada compañero y a fuerza de perseverancia se
había ganado el respeto entrañable de todos. Deja compañera e
hijos como el resto de los trabajadores que han quedado
atrapados. Ellos no han muerto por accidente, ni por
autocombustión de los gases dentro de la mina. Han dejado sus
vidas de laburantes desconocidos por la desidia y complicidad
de los gobernantes que antes eran menemistas y hoy se dicen
progresistas. Porque durante la década pasada no hubo control
a la voracidad de Taseli, el concesionario asociado de la
burocracia de Fatlyf (Federación de Luz y Fuerza), hoy trenes
Metropolitanos y Zapla, que no invirtió un miserable mango en
seguridad. Porque la mina como antes del 2002 y hasta hoy, no
tenía seguridad, igual que en las épocas de Taselli. Porque el
Estado se ocupaba simplemente del pago de sueldos. En ese
sentido el caso de Yacimientos Carboníferos Río Turbio se
convierte en una sentencia firme contra todas las políticas
privatizadoras y de entrega del país, que no han sido
revertidas por el actual gobierno. A esos mineros los mataron
por trabajar. Porque los hacían trabajar a la qué me importa.
En una asamblea reciente Silverio trató al entonces
interventor de la mina Eduardo Arnold de 'negrero',
reclamándole con pasión por estas cosas pequeñas como la
seguridad y la falta de inversión y el peligro de trabajar en
una mina que estaba literalmente parada, en riesgo permanente.
'Chiquito' Arnold, un tipo de honor, prefirió en vez de
ocuparse de estas cosas de laburantes, en ir a contratar a un
abogado para querellar a Silverio por calumnias e injurias. Y
como si esto fuera poco -como dicen en los colectivos los
vendedores ambulantes- le reclamó $ 50.000 de indemnización
por daño moral. A un trabajador reclamarle $ 50.000, ...vaya
honor.
Me tocó defender a Silverio como letrado. Finalmente Arnold
desistió de la querella, tal vez en conocimiento de que en
Santa Cruz le devuelven el dinero de tasa de justicia al
desistirla, como ocurrió con el entonces Gobernador -hoy
Presidente- cuando me reclamara $ 1.000.000 por acusarlo de
complicidad con Carlos Menem y Taselli al permitirle que
vaciara la empresa que hoy se llevó puesto a mi amigo
Silverio. Arnold y otros, antes menemistas, después
duhaldistas, hoy 'progres', es actualmente el Vicepresidente
de la Cámara de Diputados de la Nación y ha venido a Turbio a
derramar lágrimas de cocodrilo. Los compañeros y mi amigo
Silverio no ocupan ninguna banca ni juran por nada, sólo el
polvo, el monóxido implacable y la bronca le hacen compañía en
el fondo de la tierra y las piedras, de donde vino. La
historia de Silverio no figura hoy en la tele que se ocupa de
la liberación de Cristian y del superclásico Ríver-Boca.
Taselli sigue al frente de Trenes Metropolitanos que cobró
subsidios estatales del Secretario de Transportes, Ricardo
Jaime, quien no le rescinde el contrato no obstante lo
desastroso de la gestión ferroviaria privada en Buenos Aires
que también se cobró muchas vidas. Pero la muerte de Silverio
es un grito de vida y un dedo acusador a estos cachivaches que
simulan estar haciendo historia y a la hora de los bifes
rajarán en polvorosa'.Argenpress, Dino
Zaffrani es ex abogado de la Seccional ATE Río Turbio, amigo
de Silverio Méndez y dirigente del Movimiento Antiimperialista
y por la Paz Mundial (MAP)
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