26 de Noviembre de 2007
Señor Director:
![](../../../../images/justiclenta.jpg)
"La lentitud que
ofrece el Poder Judicial en la tramitación de los expedientes
obedece a numerosas razones que, a pesar del caluroso reclamo
social, aún no fueron abordadas con la seriedad que amerita.
Podríamos citar, a
modo ilustrativo, exceso de vacaciones con las ferias
judiciales de verano e invierno, un inadecuado horario de
trabajo, falta de empleados, carencia de tecnología,
inapropiados espacios edilicios, exceso de delegación de
tareas y una incorrecta distribución de funciones que genera
un imposible sistema de control.
Sin embargo, estas
falencias no pueden, en modo alguno, ser atribuibles a los
jueces, fiscales, defensores oficiales o, incluso, empleados
judiciales.
"Ellos tienen la
ardua tarea de administrar justicia sin los recursos adecuados
que debería suministrar el Poder Ejecutivo para que seamos
acreedores de una correcta administración de Justicia. La
litigiosidad aumentó un 500 por ciento en los últimos 20 años
y, como vemos, nada cambia.
En el fuero Penal
de la Capital Federal cada empleado, salvo contadas
excepciones, es responsable de la tramitación de 100 casos, y
las estadísticas indican que, con el tiempo, se incrementará.
Se impone, además,
la necesidad de implementar herramientas procesales más ágiles
vinculadas con los principios de proporcionalidad e
inmediatez.
Huelga señalar que
las pésimas condiciones que padece el Poder Judicial son la
principal causa que motiva la fuga de brillantes empleados,
funcionarios y magistrados que renuncian a sus cargos para
optar por la actividad privada provocando un serio menoscabo
en la administración de justicia.
Es de esperar que
el nuevo gobierno aproveche su oportunidad porque sin Justicia
no se puede crecer ni tampoco creer."
Carta de Lectores del Diario La Nación
del 26-11-07. Rafael Cúneo Libarona, Abogado,
rafael@estudiocuneolibarona.com
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