Una estancia convertida en un hogar para chicos en riesgo.
El padre Juan Carlos Molina está al frente de la Fundación
Pibes de la Patagonia, que sostiene un hogar de 30 chicos en
riesgo de 2 a 18 años en una estancia de la localidad
santacruceña de Cañadón Seco. En un predio de
10 hectáreas, estos jóvenes se educan y trabajan en
emprendimientos.
El hogar, bautizado Valdocco en recuerdo del barrio italiano
donde Don Bosco mantenía una casa para chicos, funciona en
una estancia cedida en préstamo por la empresa Repsol-YPF y
reciclada por el mismo Molina, junto a un grupo de voluntarios
y chicos del hogar.
"Tratamos de vivir como en una casa, no como en una
institución. Los chicos tienen responsabilidades, valoran lo
que es el trabajo y el sacrificio", contó a Infocívica
el padre Molina, quien además dijo que los chicos realizan
las tareas del hogar entre dos, para aprender a trabajar en
equipo.
Los jóvenes que llegan de toda la provincia, algunas veces
solos y otras, enviados por un juez de menores por violencia
familiar o problemas con las drogas, desarrollan
microemprendimientos que sirven como sostén de la propia
casa, como terapia y como aprendizaje laboral. Los residentes
de Voldocco se dividen entre la granja, la huerta, el criadero
de guanacos, el de conejos y los talleres artesanales de
dibujo, velas, jabones y tejido. En proyecto está el tambo,
por ahora sólo tienen cuatro vacas lecheras.
A cambio de su trabajo, los chicos reciben un pago en
"valdoccos", la moneda interna que existe en el
hogar y que les sirve para "comprar" desde champú
hasta pagarse una salida al pueblo.
Valdocco se caracteriza por ser el único hogar en Santa Cruz
que recibe grupos de cuatro o más hermanos. Actualmente hay
dos de seis cada uno, entre ellos, hay 3 nenas, las únicas en
todo el hogar, ya que aún no cuentan con la infraestructura
necesaria para albergar a mujeres.
El padre Molina cuenta con la ayuda de 20 voluntarios pero es
él quien vive con los chicos, asiste a las reuniones de
padres en la escuela y gestiona los subsidios y donaciones
para Valdocco. "Lo que queremos lograr son chicos justos,
solidarios y responsables, sin importar si son profesionales o
no", afirmó Molina.
Una historia de cinco años.
La Fundación Pibes de la Patagonia nació cinco años
atrás de manera ambulatoria, ya que Molina iba de un lado a
otro asistiendo a chicos en situación de riesgo. Recién el año
pasado, el sacerdote creó Valdocco y empezó a vivir en carpa
con un grupo de 15 chicos, hasta conseguir la estancia en
comodato.
"Nuestro trabajo reveló que en Santa Cruz también hay
problemas y situaciones de riesgo que no se atienden",
consideró Molina, quien durante muchos años se dedicó
sólo a su oficio de cura.
La Fundación Pibes de la Patagonia prefiere no recibir ayuda
en dinero, sino materiales. Gracias a un subsidio mensual de
la provincia de Santa Cruz, tienen asegurada la alimentación.
En este momento, precisan jaulas, alimentos balanceados para
animales, semillas para la huerta, insumos para poner en
marcha la enfermería y libros para armar la biblioteca.
Para mayor información, comunicarse con el padre Juan
Carlos Molina al (0297) 4499000 int. 34444 o por e-mail a valdocco@hotmail.com
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