Habitat para la Humanidad otorga créditos
en materiales para los que viven en pésimas condiciones
Norma Niz y sus hijas estrenaron la semana pasada el anhelo
de años: tener una vivienda.![](../countries/casa.jpg)
El trabajo de la entidad se basa en el compromiso de la
comunidad.
Ya no recuerda cuándo empezó a soñar con la casa
propia. Mientras tanto, durante años, pagó un terreno
y fue comprando ladrillos, de a pares. Pero Norma Niz asegura
que fue protagonista de un milagro: el de tener un techo
propio en cinco meses.
En realidad, el "milagro" tiene nombre. Se llama la
asociación Habitat para la Humanidad Argentina, una entidad
internacional que tiene el doble objetivo de despertar la
conciencia de las comunidades sobre el problema de la vivienda
y de integrarlas en la solución de este tema.
Claro que ese milagro jamás hubiera obrado para transformarse
en una casita de ladrillos a la vista de no ser por la fuerza
y la perseverancia de Norma. Nunca dejó de soñar,
pero, mientras, compró los 8000 ladrillos que forman su casa
y pagó con esfuerzo los 4000 pesos del terreno que, promete,
va a llenar de flores. No deja de llorar. Le cuesta dominar la
emoción que vivió en estos tiempos.
Norma vive en Open Door, en Luján, con cuatro de sus cinco
hijos: Verónica, de 17 años; Valeria, de 14; Diana, de
11, y Ezequiel, de seis. Hasta hace poco vivían con la mayor,
Lucrecia, de 21, y el hijo de ésta, Lautaro, de cinco.
LA NACION los visitó después de que pasaran la primera noche
en la casa. "Vivíamos en una casita que me prestaba mi
hermano, pero se inundaba mucho... Los últimos tres inviernos
los pasamos en el barro. Había días en que no me daban ni
ganas de levantarme", cuenta hasta que la emoción le
impide seguir.
Norma tiene 46 años. Trabaja en una escuela por el plan
Jefas y Jefes de Hogar y realiza tareas domésticas en varias
casas. Su ex marido y Lucrecia, la mayor, la ayudan. "Le
pido a Dios tener fuerzas para trabajar y poder terminar de
pagar mi casa", dice, y sus ojos azules se iluminan antes
de agregar: "Y también poder disfrutarla con mis
hijos".
Habitat para la Humanidad ofrece una oportunidad a las
familias que viven en condiciones inaceptables de acceder a un
crédito en materiales para construir su casa, mediante la
ayuda mutua. Los beneficiarios, los voluntarios de la
asociación y la comunidad trabajan juntos para levantar las
casas. Funciona mediante filiales locales. La primera filial
en nuestro país fue la de Luján y la primera construcción
se inició en Santa Fe, en marzo de este año.
Los requisitos son inapelables: las familias seleccionadas
deben vivir en condiciones inaceptables, deben poseer el título
del terreno y la voluntad de trabajar en la construcción de
su vivienda y en las de otros miembros, además de estar
dispuestas a pagar un crédito -de 100 pesos mensuales- en 12
o 15 años.
Necesitan voluntarios y profesionales, además de donaciones
de materiales y de dinero para financiar las obras. Sus teléfonos
son 4793-4384 y 4792-2739, su página web es www.hpha.org.ar.
"Estamos evaluando que construir diez casas al mismo
tiempo baja los costos en un 30% y eso nos permitiría
incorporar el terreno (para las familias que no tengan tierra
propia) sin elevar los costos", explica Constanza
Ledesma, coordinadora de Desarrollo de Recursos de la entidad.
"Habitat es el facilitador, pero nuestro objetivo es
que la propia comunidad, localmente, encuentre la mejor solución
al problema. Nuestra idea es que se apropien del proyecto, que
se adueñen del programa y así poder expandir la
ayuda", agrega el presidente de la comisión nacional,
José Fernando Colacilli.
Por Cynthia Palacios
De la Redacción de LA NACION
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