Una movida para que los chicos que tienen artritis vivan mejor

 

02 de Mayo de 2007

 

Varios padres se reunieron para abrir una filial de un grupo de autoayuda que funciona en el Garrahan.

La artritis reumatoidea (AR) no es una enfermedad que afecta sólo a los adultos. Los niños también pueden padecerla y como puede llevar a una discapacidad, varios padres se reunieron y están formado una agrupación destinada a ayudar a estos chicos. La idea es imitar el modelo de grupo que ya funciona en el Hospital Garrahan, en Buenos Aires.

La AR es una afección reumática que consiste en una inflamación del revestimiento de las articulaciones, daña cartílagos, huesos, tendones y ligamentos. Puede reducir la expectativa de vida, ya que produce una arteroesclerosis precoz que lleva a problemas cardiovasculares o infartos. Esto se puede evitar mejorando la calidad de vida de los enfermos y proporcionándoles los medicamentos adecuados.

Es para esto que están trabajando los papás que quieren armar la agrupación. "Necesitamos contención porque muchos de los chicos enfermos ya son adolescentes y no les es fácil asumir la enfermedad", dijo Laura Caballero. Su hijo tiene 16 años y le detectaron la artritis hace más de 3. Por su lado, Mariana Leiva, otra de las mamás, contó que su hija ni siquiera habla de lo que tiene. "Es normal la negación. Esto es porque se trata de una enfermedad que va inmovilizando las articulaciones y se la relaciona con la vejez", dijo Jorge Castro, médico especialista en adolescentes.

Si bien en San Juan no hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de chicos que tienen esta enfermedad, Castro dijo que se dan 10 casos por cada 10.000 chicos.

Para trasmitir la experiencia que los niños y adolescentes viven en el grupo que funciona en el Garrahan, la próxima semana vendrá el médico Ricardo Ruso, que trabaja en ese hospital. Según Castro, la importancia de un grupo de esta índole radica en que sirve para conseguir medicamentos, gestionar charlas, obtener información sobre avances científicos y dar a conocer la enfermedad. Es que la detección de la artritis reumatoidea en los niños es complicada. La enfermedad comienza con síntomas parecidos a los de la gripe, decaimiento, dolor difuso, cansancio y fiebre por las tardes. "El problema es que la mayoría de las veces se la detecta cuando ya está muy avanzada. Es por eso la importancia de los controles exhaustivos en los niños", agregó Castro. Además, la medicación es costosa y por lo general no la cubren las obras sociales. El medicamento que se usa para un tratamiento intensivo puede costar de 4.000 a 6.000 pesos por mes.

 

Los interesados pueden concurrir el 5 de mayo a calle Pedro Echagüe 145 Oeste. Diariodecuyo.com.ar, 30 de Abril de 2007.