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Pensadores y personalidades... |
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30 de Abril de 2007
La iglesia pide
transparencia
La Conferencia Episcopal Argentina, que preside
el cardenal Jorge Bergoglio, pidió hoy
una "gran transparencia" para el próximo acto
eleccionario y exhortó a "alejar las prácticas demagógicas y las
presiones indebidas como el clientelismo y la dádiva, que desvirtúan
su profundo significado y degradan la cultura cívica".
El plenario de obispos también exigió políticas de Estado porque
advirtió que " una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace
su economía sino, sobre todo, cuando madura en su capacidad de
diálogo y en su habilidad para gestar consensos".
La Iglesia dio a conocer un documento bajo el título Exhortación
sobre el compromiso ciudadano y las próximas elecciones, tras las
deliberaciones de la 93º Asamblea Plenaria del Episcopado, que
sesionó desde el lunes en la Casa de Ejercicios del Cenáculo-La
Montonera, de Pilar.
Las máximas autoridades de la Iglesia católica afirmaron que son
"conscientes de los pasos dados para superar la crisis en la que
habíamos caído. Sin embargo -aclara el documento-, no podemos dejar
de atender a la profundidad de la misma. Esta, si bien
tuvo consecuencias económicas y sociales muy
graves, viene de vieja data y tiene sus profundas raíces en el
individualismo y en el relativismo que distorsionan la concepción
de la vida humana y de la convivencia".
La Iglesia enfatiza que "de allí la necesidad urgente que todos los
argentinos y, especialmente los cristianos, descubramos mejor
nuestra vocación por el bien común, y así nos convirtamos 'de
habitantes en ciudadanos', corresponsables de la vida social y
política, a lo que nos ayuda el conocimiento y la aplicación de la
Doctrina Social de la Iglesia".
En referencia a las elecciones, los obispos de la Conferencia
Episcopal consideraron que "este año, marcado de manera particular
por las elecciones, es una ocasión propicia para que hagamos un
examen serio de nuestro comportamiento social".
También para que "analicemos cómo es el cumplimiento de nuestros
deberes y la exigencia de nuestros derechos, sea como simples
ciudadanos, sea como autoridades llamadas a ejercer la función para
la que son elegidas".
"El acto eleccionario requiere el conocimiento de las propuestas y
el pleno ejercicio de la libertad del ciudadano. Esto compromete al
que se postula, quien debe definir claramente su programa de acción
política, y al que debe votar, a informarse debidamente de la
probidad de los candidatos y de la dimensión ética de sus
propuestas", evalúan.
En el texto se sostiene, además, que "es obligación del ciudadano
controlar la gestión
del gobernante".
La declaración de la Iglesia plantea "algunos desafíos a tener
presentes", como "la vida" que "es un don de Dios y el primero de
los derechos humanos que debemos respetar. Corresponde que la
preservemos desde el momento de la concepción y cuidemos su
existencia y dignidad hasta su fin natural".
El documento aborda también "la inclusión", un tema sobre el que
señala que se debe " priorizar medidas que garanticen y aceleren la
inclusión de todos los ciudadanos".
"La pobreza y la inequidad, no obstante el crecimiento económico y
los esfuerzos realizados, siguen siendo problemas fundamentales.
Toda gestión social, política y económica debe estar orientada al
logro de una mayor equidad, que permita a todos la participación en
los bienes espirituales, culturales y materiales", afirma.
En el texto también se analiza "el federalismo", aspecto sobre el
que dice que hay "promover el verdadero federalismo, que supone el
fortalecimiento institucional de las Provincias, con su necesaria y
justa autonomía respecto del poder central".
"Los poderes del Estado se ennoblecen cuando consolidan la
estructura federal y republicana del País", subraya la declaración.
En cuanto a las "políticas del Estado", indica la declaración de la
Iglesia que "la experiencia nos ha enseñado que una sociedad no
crece necesariamente cuando lo hace su economía, sino sobre todo
cuando madura en su capacidad de diálogo y en su
habilidad para gestar consensos que se
traduzcan en políticas de Estado, que orienten hacia un proyecto
común de Nación. Este sigue siendo un fuerte desafío para nuestra
democracia".
La declaración evalúa también que el " país sufre todavía
fragmentación y enfrentamientos, que se manifiestan tanto en la
impunidad, como en desencuentros y resentimientos".
"Nos queda pendiente la deuda de la reconciliación. En este sentido,
el Papa nos recuerda que 'las condiciones para establecer una paz
verdadera son la restauración de la Justicia, la reconciliación y el
perdón", apunta.
Por último, los obispos sostienen que el "más vivo deseo es que el
período de conmemoración del bicentenario, que celebraremos entre el
2010 y el 2016, nos
encuentre fortalecidos en un espíritu común,
donde la reconciliación de los argentinos genere finalmente un
ambiente de verdadera paz y amistad social".
Agencias Télam y
DyN
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27 de Abril de 2007
La cínica inclusión
digital
“La inclusión digital es
cínica cuando muchos son analfabetos…No es sólo un tema
técnico, que se soluciona
distribuyendo PC en las escuelas…Internet debe aprenderse a usar
como instrumento crítico y no de manipulación…Hay una tendencia en
la web hacia
el solipismo: la gente se
reúne para no escuchar al otro…En América Latina es necesario dar
una nueva sustancia a la vida política. Pero es un tema árido”.
Bernardo Soj, historiador y sociólogo
uruguayo. Extracto Diario Perfil, 25 de Marzo de 2007.
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26 de Abril de 2007
“El fin del
industrialismo”
“Es menester que el
interior copie de la ciudad de Buenos Aires, no su mala educación,
sino su modelo productivo…Mientras aquí se sigue creyendo que la
globalización y la sociedad de la información son mitos
neoliberales…El actual crecimiento sin desarrollo
es la cara económica de
un progresismo sin progreso, que no mira al futuro…Ya no es lo mismo
producir alfileres que aviones, aunque la mentalidad industrialista
ponga todo en
la misma bolsa”.
Fernando A. Iglesias, columnista de Revista Noticias, 24 de Marzo de
2007.
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25 de Abril de 2007
"Ser extranjeros
hoy nos define"
Según el escritor francés
Jean-Marie Le Clézio, narrador viajero considerado "inclasificable"
por la crítica, el traspaso de fronteras representa la experiencia
contemporánea más universal
Su patria es la lengua francesa, y su hogar, la literatura. Sin
embargo, Jean-Marie
Gustave Le Clézio -uno de
los más conspicuos exponentes del quehacer literario galo y
trashumante de diversas culturas- afirma que esa lengua francesa,
que utiliza para escribir, "está alimentada por sus lecturas, los
ruidos de la calle y de un modo de mover los labios al hablar. Uno
no escribe sólo con palabras, también lo hace con los gestos".
Para no quedar fuera de la actualidad, el fascinante escritor opina
que la puja entre los candidatos presidenciales franceses Nicolas
Sarkozy y Ségolène Royal es una novedad
en sí, pues representan a
dos minorías en la política gala: el primero, porque desciende
de un inmigrante. Y la
segunda, porque es mujer.
La traducción de dos de sus más de 30 libros al español - El
africano y Urania , que vino a presentar a Buenos Aires- es una gran
noticia. La segunda buena nueva es que dos sellos independientes
argentinos -Adriana Hidalgo Editora y El Cuenco de Plata- se jugaron
a acercar su obra a los lectores locales.
El escritor, nacido en Niza en 1940, volvió al país luego de 24
años. Su última visita fue
en 1983. "Buenos Aires
era entonces una ciudad triste y gris, como ocurre después de las
guerras. Hoy la veo joven, alegre y muy moderna", dice este narrador
multicultural,
antes de que la
mundialización se inventara, y global, antes de que los capitales
viajaran sin pasaporte. Ha vivido en más países de los que puede
contar, menos en Francia, a la que vuelve cada vez menos. Su
residencia actual está en Nuevo México, Estados Unidos.
Le Clézio se presentará hoy a las 19 en la Feria del Libro.
-¿Por qué un hombre tan tolerante vive en el país que gobierna
George W. Bush?
-La cultura norteamericana es más abierta y menos racista que la
europea. Yo vivo en un Estado demócrata, que se ha opuesto a la
guerra de Irak y cuya preocupación es mejorar la vida de la gente.
Bush es un accidente en esa sociedad.
-¿Cómo vive usted su condición de "escritor inclasificable", según
alguna crítica?
-Ser inclasificable es confortable. La clasificación es difícil para
los seres humanos, aunque para los insectos es posible. Quizá me
consideran así porque no pertenezco a ninguna escuela literaria y
tampoco he vivido en el corazón de París. Además soy indiferente a
la crítica. No obstante, hay una crítica a la que no le interesa la
clasificación. Soy así y la crítica no me impide dormir.
-¿Qué obsesiones alimentan su literatura?
-Escribir es una de ellas. Un biólogo francés decía: "La verdad
tiene para mí el sabor de venganza". No quiero cometer el error de
equivocarme sobre ella.
-¿Qué le ha permitido descubrir de usted esa verdad que explora en
su obra?
-En mi primera etapa como escritor, la búsqueda de la verdad era un
trabajo difícil y exigente, tenía mucho de obsesivo. Descubrí la
autofascinación de la escritura, pero me enfermé. Estuve ausente de
mí un largo tiempo. Por eso me fui a vivir a la selva de Panamá, con
los indios, y pasé tiempo sin leer ni escribir, aislado por completo
de la vida intelectual. Después de ese experimento cambié por
completo la forma de investigar
sobre mí, lo hago con más
distancia. Empecé a considerar más a los otros.
-¿Qué le dio esa escritura?
-Lo que me había faltado: gozar del mundo, vivir el entusiasmo por
la vida, hallar el
placer de encontrarse con
los otros y el disfrute del mundo natural. Antes yo escribía sobre
el pequeño infierno de las ciudades. Luego me interesé por aspectos
más precisos de la vida.
-¿Cómo logra usted que uno se reconozca en esa condición de
extranjero que habita en El africano y en Urania ?
-La condición de extranjero hoy nos define como humanos, pese a que
vivimos en sociedades en las que el hogar, las fronteras y las leyes
sociales son importantes. Lo que se llama mundialización es el
invento de un ser humano nuevo que supera las fronteras y se
comunica de diversas maneras nuevas. Un extranjero es alguien que
puede imaginar los otros mundos y puede trasladarse a otras
civilizaciones. En el mundo actual no existe choque de culturas. Hay
un poder central del mundo industrial y tecnológico, pero las
culturas se resisten a ese poder y se afirman en su medio. Ese
enfrentamiento responde
al esfuerzo por
sobrevivir.
-¿Por qué Francia no vuelca su riqueza multicultural en la
literatura y en la prensa?
-Francia no tuvo la suerte de países como los de América Central o
del Sur, que aceptaron una inmigración sin prejuicios. Alemania,
España, Italia y Francia se congelaron en un autorrespeto de su
historia, y eso es ilusorio. Ahora construyen murallas mentales para
impedir la mezcla, pero ésta es una corriente natural. Son
sociedades que se vuelven más racistas, más xenófobas.
-¿Cómo recuerda el lenguaje de su infancia?
-Durante la infancia uno aprende un lenguaje que no olvida, es un
lenguaje sin palabras.
El niño no sabe qué es la
longitud del tiempo, porque vive con intensidad el presente. En
la infancia se pueden
hasta inventar palabras. El vocabulario no está encerrado en
enciclopedias. Lo más preciso es lo que se siente. Eso es un tesoro
infalible. Reproducción de LANACION.com.ar, 24
de abril de 2007.
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24 de Abril de 2007
Por políticos
que hagan por la sociedad
La Red de Acción Política
(RAP), es una organización que busca fomentar la interacción
constructiva entre la clase dirigente y la ciudadanía. Hasta el
momento, 67 políticos han recibido algún aporte de esta ONG en forma
de becas, cursos o seminarios especialmente dirigidos a atender los
flancos débiles de cada uno de ellos.
Además de brindar programas de capacitación globales, la
organización cuenta con un programa de "mentorazgo" por el que
trabaja en forma individual con cada político RAP, para determinar
las necesidades de su plan de acción política y articular, desde la
Red,
los apoyos necesarios
para llevarlo adelante.
La ONG también ofrece becas académicas. La candidata a vicejefa de
gobierno por Pro Gabriela Michetti, el diputado cordobés Daniel
Giacomino y el secretario de Planeamiento de Curuzú Cuatiá, Carlos
Rubín, han sido algunos de sus beneficiarios y, mediante ella,
asistieron al Programa de Gobierno para el Desarrollo de Líderes de
Comunidades
Locales que Juan José
Llach dirige en la Escuela de Dirección y Negocios IAE.
Aunque focalizada en el fortalecimiento de la clase dirigente,
también podría decirse que RAP es el modo que encontró su
presidente, Alan Clutterbuck -hijo del desaparecido empresario
Rodolfo Clutterbuck- para canalizar el impacto que el secuestro de
su padre dejó en su manera de pensar el país. Sin embargo, el
proceso que lo llevó a involucrarse en la búsqueda del cambio fue,
según él mismo dice, más lento.
"Todo el secuestro de mi padre fue complicado porque, más allá del
dolor en sí mismo,
la realidad es que lo
secuestró la famosa banda de los comisarios, que son delincuentes
que usaban su uniforme para delinquir. Un horror Además, se trataba
de gente que había participado en el Proceso y que privatizó ciertas
prácticas nefastas -explica Clutterbuck-. La verdad es que a mí esa
historia me viene acompañando desde el 88 en adelante, pero lo que
terminó de sacudirme fue ver cómo se terminó de destruir el tejido
social. De golpe hay gotitas que rebalsan el vaso y por ahí
diciembre de 2001 fue eso para mí."
Este licenciado en economía de 46 años recuerda que entre
cacerolazos y patacones empezó a preguntarse qué futuro quería para
sus hijos. Y descubrió que todas las respuestas posibles lo llamaban
a comprometerse más. Entonces, hizo un primer intento de la mano de
Patricia Bullrich, como miembro de su equipo. "Fue una experiencia
corta, de seis u ocho meses -dice Clutterbuck-. Yo no tenía vocación
de ocupar ningún espacio
de poder, pero la inercia
interna estaba más focalizada en el acceso al poder; desde la
disputa interna hasta la disputa externa. Y si no te interesa tratar
de disputar esa parte, sino ayudar a debatir ideas, a construir
alternativas, a generar propuestas, te encontrás complicado y no
sentís que aplicás tu tiempo de una manera eficiente."
Pero, lejos de desalentarlo, la experiencia lo llevó a intentar el
mismo objetivo pero por otro camino. Fue entonces cuando organizó
RAP junto con un grupo de voluntarios.
"Es claro que los partidos políticos necesitan fortalecerse,
mejorar, capacitar,
desarrollar liderazgos
-dice-. Y creo que quienes no tenemos la vocación de ocupar espacios
de poder, lo menos que podemos hacer es ver desde qué otro lugar
podemos involucrarnos. Hacer nuestro aporte y ayudar a esta gente
que, en definitiva, busca un país mejor. Porque dentro de la clase
política hay mucha gente buena. Entonces, uno
trata de acompañarla, de
ayudarla y de hacer que sean mejores en lo que hacen, porque eso nos
ayuda a todos."
En 2003, cuando se cumplió su primer año de vida, RAP había logrado
apoyar a doce políticos. La cifra creció a 25, 42 y 67 en los años
siguientes. Para 2007 se proponen
llegar a noventa.
Al momento de seleccionar a un político para sumarlo al plantel de
RAP, la ONG sólo
tiene en cuenta dos
detalles: que se trate de una persona con un umbral ético elevado y
de la que se pueda
presumir cierto protagonismo en los próximos quince o veinte años. Y
si bien cree que nuestra sociedad es muy proclive a prejuzgar (en
ocasiones sin motivo), Clutterbuck reconoce que el requerimiento de
honestidad acota el universo de
candidatos a políticos
RAP. "La experiencia argentina nos dice claramente que hay casos que
han sido cuestionados por la sociedad. Y si uno mira las encuestas
en las que la clase política tiene un porcentaje de aprobación de un
dígito, es claro que la sociedad ve que en muchos casos, o en
algunos casos, no hay vocación de buscar el interés general sino más
bien el uso del poder en beneficio propio."
Uno de los objetivos estratégicos más importantes para esta
organización es favorecer la amistad cívica entre los diferentes
políticos que va sumando, más allá del partido al que pertenezcan y
de su ideología. Para lograrlo, RAP organiza durante el año
diferentes actividades (talleres, seminarios, debates, etc.) que
facilitan el intercambio de visiones y experiencias entre
legisladores, intendentes y funcionarios de Gobierno.
-¿Podría imaginarse un futuro en el que RAP sea una especie de sello
de calidad política?
-Yo creo que sería peligroso porque eso implicaría decir que el que
está adentro tiene sello de calidad y el que no forma parte de RAP
no lo tiene. La realidad es que, en la actualidad, no tenemos la
capacidad financiera ni operativa para acompañar y cobijar a más de
los que hoy forman parte de la Red.
-Pero lo cierto es que sería saludable que en un futuro toda la
clase dirigente tuviera, por ejemplo, la costumbre de escuchar
varias campanas antes de tomar una decisión
-Sin lugar a dudas. De alguna manera, lo que buscamos con esto es ir
construyendo
capital social, cambios
culturales y, tomando algunos ejemplos, tratar de ayudarlos a
catalizar más este proceso. Obviamente, esperamos que la capacidad
de dialogar y
debatir no se dé sólo
entre los políticos de RAP sino entre todos.
Es probable que el notorio desprestigio que sufre la actividad
política en la opinión
pública sea una de las
causas por las que la búsqueda de apoyo financiero continúe siendo,
hoy, uno de los desafíos más importantes de la organización. De
acuerdo con sus propios registros, durante el año último la ONG
recibió aportes por 590.000 pesos, procedentes, en la mayor parte,
de aportes individuales que oscilan entre los treinta
pesos y los cinco mil
pesos mensuales.
"Tenemos que dedicar una parte enorme de nuestro tiempo para
convencer a la gente de que ponga una fichita en esto -se lamenta su
presidente-. A nosotros no nos interesa
tener una gran empresa
que aporte un montón de plata. Preferimos un modelo donde tengamos
muchos donantes de menor cuantía, tanto personas físicas como
empresas. Me parece que lo que ha pasado en el país invita a que nos
involucremos y tratemos de ayudar de alguna manera."
A pesar de las dificultades que implica la búsqueda de apoyo en una
sociedad como la nuestra, mucho más propensa a pensar en sus
derechos que en sus obligaciones, Clutterbuck -que confiesa ser un
optimista nato- divisa las mejores perspectivas para dentro de
veinte años.
"A nosotros nos encantaría ver consolidada, para entonces, una red
de unos
cuatrocientos políticos
en todo el país, veinte por provincia por ejemplo, que puedan
mostrar que se puede llegar de una manera distinta, gestionar de una
manera distinta. Tenemos que salir del pensamiento cortoplacista,
sobre todo los que venimos del ámbito empresario, y lo que hay que
hacer es pensar el país de los próximos veinte años, donde una
elección es apenas un pequeño hito en ese proceso. Pero siendo
conscientes de que
el proceso de
transformación de un país que no ha sufrido una crisis sino un
proceso de decadencia, llevará años.Column del 22-4-7 para Diario la
Nación , reproducción parcial. Por Lorena
Oliva para Diario La Nación, 22 de Abril de 2007.
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23 de Abril de 2007
La ficción en la
tumba
El 4 de septiembre de 1957 salió a la calle el número 1 de la
revista "Hora Cero Semanal" y, en ella, las primeras tres páginas de
una nueva historieta. Su nombre: El Eternauta. Desde ese momento y
durante los más de dos años que duró, la saga —con el guión de
Héctor Germán Oesterheld
y los dibujos de Francisco Solano López— torcería para siempre el
rumbo de la historieta argentina.
Cuenta la leyenda que, ante el surgimiento de la nueva publicación,
HGO había llamado
por teléfono a Solano
para preguntarle qué historia le gustaría dibujar. "Haceme una de
ciencia ficción", fue la respuesta. "El ya estaba gestando una
historia que se iba a llamar El Eternauta, pero la pensaba para una
novela", cuenta Elsa Sánchez, la viuda de Oesterheld. Sin embargo,
allí fueron los guiones a pedido del dibujante: la trama de una
invasión extraterrestre que tenía como epicentro Buenos Aires. Una
obra en la que "se sintetizan y culminan todas las búsquedas del
guionista Oesterheld en el campo de las posibilidades de la
aventura", según afirma Juan Sasturain en su libro "El domicilio de
la aventura".
¿Por qué tanto éxito? "Lo realmente logrado de 'El Eternauta' es una
combinación en una historia tan profunda y conmovedora como
atrapante y entretenida", sostienen Judith Gociol y Diego Rosemberg
en el libro "La historieta argentina". Además, por primera vez, la
acción ocurría en Buenos Aires. "Ver a los monstruosos gurbos
rompiendo todo en el subte que iba a Catedral era impresionante",
describe el guionista Carlos Trillo a Clarín.com. "Las batallas de
la cancha de River y del Congreso Nacional nos dejaban
boquiabiertos, igual que leer en las paredes de la ciudad los
carteles de la reciente campaña electoral, que decían 'Vote Frondizi'",
agrega.
"Yo tenía la suerte de leer 'El Eternauta' antes que nadie", explica
Elsa Sánchez a Clarín.com. "El escribía con unos signos que sólo él
entendía. Después los pasaba y me
los daba: 'Tomá, a ver si
te gusta'. A mí nunca me gustó mucho la ciencia ficción, pero esa
historia... ¡no lo podía dejar!", cuenta. "El Eternauta parece ser
uno de esos casos en que el protagonista se despega de sus autores y
vive sus propias reglas", dice Solano López. "En realidad, el ámbito
en el que se desarrolla la saga es una especie de virtual mesa
redonda en la que participan escritor, ilustrador, editor y público
lector. Un verdadero diálogo, con acuerdos, desacuerdos, encuentros
y desencuentros". ¿Es —como sostienen algunos— la mejor historia de
ciencia ficción de la Argentina? Para Judith Gociol, coautora de "La
historieta argentina" y de "Oesterheld, rey de reyes", que se
publicará a fin de
este año en España, al
menos "es comparable a los cuentos de Borges, de Bioy Casares".
Martín, nieto de HGO, afirma: "Creo que es muy simbólico que mi
abuelo haya estado
—con la figura de Germán—
dentro de la misma historieta, que ésta haya tenido ese final, la
desaparición de mi abuelo, esa búsqueda de la familia... Es todo una
ensalada, yo no puedo dejar de leerlo de una forma muy personal. Ese
Continum (una dimensión paralela
a la que viaja el
Eternauta) es ese limbo, ese estado de poca certeza en el que
vivimos todos nosotros".
Durante la década del '60, Oesterheld asumió un compromiso político
cada vez más claro
y firme. La versión de la
vida del Che Guevara, en 1968, y una reescritura de "El Eternauta"
con claras alusiones políticas contra los imperialismos, en 1969,
fueron sólo botones de muestra de las opciones ideológicas por las
que se había inclinado. En los
años '70, las cuatro
hijas del narrador se habían volcado a la militancia política en la
organización Montoneros, y él las había seguido. Redactó guiones
para publicaciones
como "Noticias" y "El
Descamisado", y fue miembro del comité de prensa de la agrupación.
Para cuando se produjo el último encuentro con Elsa, en el bar "La
Fragata", hacía tiempo que había abandonado su casa. "Al final,
cuando ya andaba clandestino, yo creo que él era un personaje de
esos a los que él estaba acostumbrado", cuenta su nieto. "Metía una
moneda en los teléfonos públicos y ¡dictaba el guión entero! Era una
cosa fascinante", añade.
El 27 de abril de 1977, Oesterheld fue secuestrado por un grupo de
tareas de las Fuerzas Armadas. Según la declaración de numerosos
testigos, pasó por los centros clandestinos de detención de Campo de
Mayo, "el Vesubio" y el "Sheraton". En este último, estuvo
junto con otros
intelectuales y artistas, como Roberto Carri y el cineasta Pablo
Szir. Allí le pidieron que se hiciera cargo de una historieta sobre
el ejército sanmartiniano. "Lo que hizo fue garabatear para ganar
tiempo", cree Martín. Y se pregunta cómo puede ser que a nadie se le
haya ocurrido hacer una película que recree la vida de su abuelo.
También habla de los distintos proyectos de llevar al cine "El
Eternauta", ya que ahora hay un proyecto de una productora italiana
para realizar un filme. Cree que una adaptación cinematográfica no
puede ser igual a la historieta, no puede ser una mera transcripción
del cómic en la pantalla. "Por ejemplo, creo que no puede no
incluirse en la película el final que tuvo mi abuelo, la
desaparición", dijo Martín.
Para que nadie continuara la historia del Quijote con aventuras
apócrifas, Cervantes decidió matar a su héroe. Oesterheld no lo
hizo. Quizá por aquello del prólogo a "El Eternauta": "El único
héroe válido es el héroe 'en grupo', nunca el héroe individual, el
héroe solo". Juan Salvo sigue vivo y, de alguna manera, él también.
Porque a historias como la suya no se les puede imponer desde afuera
un punto final, como las bestias pretendieron. Historias como la
suya siempre se guardan para el final un continuará...Por
Cristian Vazquez. De la Redacción de
Clarín.com
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20 de Abril de 2007
La locura de ser
escritor
“Uno tiene que estar un
poco loco para ser escritor. Uno escucha voces, imagina cosas…Nunca
"copio" a alguien de la vida real: sumo caracteres de varias
personas y genero otra”. Stephen King,
escritor. Diario Perfil, 15 de Abril de 2007.
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Lo que la civilización moderna nos
niega
"Los emigrantes son desesperados, gentes que se han cansado de tanto
esperar y que,
ya sin esperanza,
huyen...Yo elijo vivir donde todavía se pueda respirar y caminar.
Los
dos derechos humanos más
elementales, que la civilización moderna nos niega".
Eduardo Galeano, escritor uruguayo. Diario
Perfil, 8 de Abril de 2007.
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19 de Abril de 2007
Aprender de las
diferencias
“Hay que subrayar la
importancia de lo diferente, de aprender a vivir con lo que no nos
gusta…El rasgo que identifica y hace parecidas a todas las
dictaduras es la intolerancia…La bonanza económica por los precios
externos le asegura respaldo al gobierno argentino…Mucha gente se
pregunta para qué están los partidos, si cuando llegan al poder
hacen desastres”. Extracto de reportaje a Carlos Alberto Montaner,
periodista y escritor cubano exiliado en España.
Diario Perfil del 15 de abril de 2007.
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18 de Abril de 2007
Malvinas, sin
política del "paraguas"
Es sumamente posible que
el conflicto que la Argentina mantiene desde hace 174 años
con el Reino Unido por la
soberanía de las Islas Malvinas no encuentre una solución favorable
en lo inmediato (nadie puede desechar los acontecimientos
imprevisibles,
como la caída del Muro de
Berlín, por ejemplo).
Estamos entonces frente a un conflicto que necesitará de un largo
plazo de esfuerzo, perseverancia y paciencia para obtener un
resultado favorable. No apresurarse en
querer lograr el objetivo
inmediatamente es lo que se debe hacer; el problema es cómo
y a través de qué
mecanismos lo alcanzaremos.
Las Malvinas, podríamos afirmar, es una causa "maldita" para ambos
actores: para la Argentina, porque no logra obtener la soberanía, y
para el Reino Unido que debe
mantener relaciones
diplomáticas y comerciales con un país de la importancia de la
Argentina con un conflicto de magnitud en el medio y que por este
debe soportar, año
tras año, la humillante
decisión de ser llamado a negociar la soberanía por decisión de
las Naciones Unidas y que
debe explicar que su "colonialismo" no es "colonialismo" ya
que existen 2.500
británicos, descendientes de quienes las usurparon, que residen a
10.000 km y que quieren continuar siendo británicos... Colonialismo
puro y duro.
Las Malvinas "los molestan" y "molestan" e "incordian" a ciertos
sectores internos argentinos ya que crean precondiciones, establecen
agendas y promueven alianzas. Tienen la capacidad de no ser
olvidadas por quienes tienen la responsabilidad de
conducir los destinos
argentinos.
Tampoco lo puede hacer (si bien a un nivel de menor intensidad e
importancia) el
Foreign Office británico
que NO quiere el actual "statu quo", aunque lo oculte cuidadosamente
y envíe fuegos de artificios, como la probable "autodeterminación" o
la creación de un "mini
Estado", inventos literarios sin ninguna sustentación diplomática
que, lamentablemente, hay quienes creen, olvidándose que el gobierno
británico gasta
150 millones de dólares
anuales de su presupuesto en materia de Defensa en las Islas y que
su monarquía y su clase dirigente nunca han tomado seriamente los
intereses de sus habitantes, que han sido siempre utilizados en
función de los intereses de la metrópoli (recordemos que antes de la
guerra estaban dispuestos a entregarlos en un paquete
bien cerrado).
Sabemos por experiencia personal y profesional que nuestros aliados
en este conflicto
con el Reino Unido son
solamente los países en desarrollo, "los 77", los No Alineados, y
China, cuya importancia política diplomática es cada vez mayor. Vale
la pena tenerlo siempre presente cuando se establecen las alianzas.
Ningún país desarrollado (salvo España) defiende y apoya nuestra
demanda en los foros internacionales. Es decir, la pertenencia y
postura internacional de la Argentina ha quedado claramente ligada
por este tema a Latinoamérica, en primer lugar, ya que son los
países latinoamericanos quienes presentan y apoyan la resolución en
el Comité de Descolonización de las
Naciones Unidas, único
foro multilateral donde la Argentina tiene mayor capacidad de
negociación que Gran Bretaña (cosa que de acuerdo a lo que ha venido
publicando Clarín parecen olvidar algunos) y los países en vías de
desarrollo en segundo lugar.
Es decir, hay una
relación estrecha entre el destino de las Malvinas y el futuro del
mundo en desarrollo, les guste o no a algunos que no comulgan con
este tipo de alianzas y preferirían entregar las Malvinas bajo la
simulación de un largo período de abstención en el reclamo para
congratularse los poderosos.
Pero las cosas han cambiado mucho: los "europeos exiliados" que
éramos los argentinos, como los denominó Borges, nos transmutaron
después de Malvinas y sus muertos en argentinos nativos. Para peor,
la política de la seducción con Gran Bretaña (para congraciarse con
los Estados Unidos) solamente obtuvo una noche en Buckingham Palace.
La principal y más importante enseñanza que deja el conflicto
Malvinas al pueblo argentino es haber aprendido a partir del dolor y
de la humillante derrota (primero
militar, más tarde
económico-financiera) es que no pertenecíamos al "primer mundo". Y
que los británicos sólo cederán cuando nuestro poder internacional
sea mayor que el de ellos.
Para lograrlo debemos continuar de modo tenaz, perseverante y
paciente, a través de la negociación diplomática (fundamentalmente
en el campo multilateral de las Naciones Unidas), reparando
pacientemente la actitud demencial de la dictadura militar y
honrando sin vergüenza
alguna a nuestros caídos y a nuestros excombatientes.
César Mayoral, Embajador argentino en la ONU. Clarin.com, martes 17 de abril de 2007.
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17 de Abril de 2007
“Aquí el fascismo
es la izquierda”
Alejandro Rozitchner
escribió guiones para Antonio Gasalla y fue columnista tanto de
Mariano Grondona como de Mario Pergolini. Dice que los medios sólo
muestran una realidad y que la igualdad no existe
¿Hay una manipulación psicológica desde los medios de comunicación?
No creo para nada en la hipótesis de la manipulación. Creo que es
una hipótesis típica de la ignorancia progresista.
El caso de la televisión es muy claro: la televisión está dominada
por la masa y no la
masa por la televisión.
La idea de que podés vender cualquier cosa y que podés interesar a
cualquier persona con cualquier cosa es falsa. Probá pasar veladas
literarias en vez de fútbol a ver si tenés muchos anunciantes. Los
medios expresan una realidad.
¿Y por qué existe esa idea?
La verdad es que las masas son muy toscas, no porque todas las
personas sean boludas sino porque la suma que se produce en una masa
hace que cada individuo pierda sus características más propias,
pierda su realidad.
La noción de “pueblo” es siempre fascista: es un modo por el cual
los individuos pierden su realidad, pierden su diferencia, su
especificidad y se transforman en seres racionales, anónimos,
pensados, conducidos a una utilidad racional y política, que puede
parecer
muy noble pero que en lo
concreto ya hizo un desastre, que es despojar a cada uno de sí
mismo, de su posibilidad de desarrollo.
Yo no parto de la base de la igualdad, las personas no somos todas
iguales y la diferencia no es democrática: no somos todos iguales ni
valemos todos lo mismo; hay personas que valen más que otras, hay
personas más capaces que otras. Y esto tiene que ver con qué podés
hacer, qué podés sentir, qué podés inventar, qué podés vivir.
¿Qué es el “pobrismo”?
Es una idea que inventé para un artículo, es el cultivo de la
pobreza, es decir, la creencia de que la pobreza es un valor.
Muchos piensan que “si uno no tiene plata, es bueno. Si uno tiene
plata, es malo. Los
ricos son malos, los
pobres son buenos. ¿Por qué es pobre el pobre? Porque es bueno”.
Pero ser pobre no es ser bueno; ser pobre es ser pobre.
Si queremos lograr que haya menos pobreza tenemos que destruir esa
visión romántica, pura, religiosa y trascendente de la pobreza, como
si ser pobre fuera el resultado de no haber transado con el horror
del mundo sensual y mercantilista.
A mi juicio, ser rico (o dejar de ser pobre) es ser capaz de un
intercambio sensual con la realidad. Esto implica riqueza, tanto de
sentido como material. Riqueza es tanto un bello gesto como un
celular. Y ambas se relacionan y van juntas.
¿Cuál es la función de un intelectual en la sociedad?
Yo creo que si un intelectual no está mezclado con el mundo y habla
de las cosas que pasan y dice lo que se le canta y se anima a decir
cosas que en principio no parecen muy coherentes, si no hace esto,
un intelectual no sirve para nada. Si no transmite ganas de vivir y
muestra una mirada afirmativa de la realidad, no sirve para nada. Es
una manifestación más de pobreza, ya que no está a la altura de la
vida, de la exhuberancia
de la vida. Un
intelectual es un artista de las ideas, del sentido.
Muchos intelectuales consideran que su inteligencia se manifiesta en
mostrar desdén por todo. Es importante expresarse y bancarse las
consecuencias. Cuando uno se expresa destruye la ilusión de que a
todo el mundo le va a gustar lo que uno hace; pero es lo
mejor que puede pasar.
Muchas personas me escriben diciéndome que soy un fascista.
Yo creo que hoy en día el fascismo es la izquierda, no hay posición
más reaccionaria
que la de la izquierda.
La sociedad avanza, la izquierda no.
¿Qué libros le recomendaría a alguien?
Tus zonas erróneas, de Wayne Dyer; El Anticristo, de Friedrich
Nietzsche y Cambio. Formación y solución de los problemas humanos,
de Paul Watzlawick. Por Belén
Iannuzzi, Infobae.com, 15 de Abril de 2007
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16 de Abril de 2007
Un gobierno sin
planes crea coaliciones y adversarios
La oposición debería
estar agradecida. Tal vez agradecida al Gobierno antes que a élla
misma. A los líderes opositores les cuesta encender la maquinaria
electoral y, al mismo tiempo, provocar una atracción intensa en la
sociedad, capaz de torcer los pronósticos de octubre. Pero el
Gobierno, con llamativa recurrencia, ayuda con sus equivocaciones.
¿Cuáles? Varias, recientes y pasadas. No importa tanto su
enumeración como efectos que empezarían a detectarse en algunos
sectores de la sociedad. Se pone en tela de juicio la palabra
oficial quizás en una proporción que tiempo atrás no se ponía. Se
atiende más, también, el desprejuicio institucional del kirchnerismo.
Hay señas de algún cansancio por el estilo de refriega permanente
con que Néstor Kirchner sella a su política. Nada indica ahora que
la continuidad del proyecto presidencial —con él mismo o con
Cristina, su mujer— esté amenazada. Pero corren ráfagas de otro
humor.
La economía continúa siendo el capital más importante de que dispone
el Presidente para conquistar al electorado. Esa economía no deja de
fomentar expectativas. Las reservas récord acumuladas son una
auténtica fortaleza y un resguardo para cuando llegue alguna mala
hora. Pero aquellas expectativas se nutren de otra cosa: el propio
informe del
Fondo Monetario
Internacional acaba de anunciar que para este año el crecimiento de
la Argentina será el mayor de América latina, con un 7,5%.
Consultores privados estiman, incluso, que podría ubicarse medio
punto arriba por la inversión pública del tiempo electoral. Aquel
mismo texto menciona a la inflación como riesgo potencial.
La inflación se ha convertido, aunque suene paradójico, más todavía
en un conflicto político que económico para el Gobierno. ¿Por qué
razón? La incompetencia con que está manejando los índices y el
pleito con el INDEC sirvió para abrirle de par en par las
puertas a la oposición y
facilitarle el ingreso a un campo de debate que tenía vedado.
Roberto Lavagna, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy aprovechan para
criticar y sembrar dudas.
En verdad, no inventan nada. Quizás exageren los miedos acicateados
por la necesidad
del desafío electoral.
Pero el libreto lo confecciona con ahínco el Gobierno. Lo que acaba
de suceder con los últimos indicadores resulta asombroso. Kirchner
se conformó con el 0,8% de inflación de marzo porque encajó en sus
previsiones. Pero felpeó a Guillermo Moreno por el incremento
difundido del 3,6% de la canasta básica.
El INDEC, después de una notable presión del secretario de Comercio,
reconoció un error en el cálculo de aquel guarismo. Y la semana
pasada anunció la corrección: no hubo aumento de la canasta básica
sino una deflación del 0,2%. Pero el índice global quedó clavado de
todos modos en el 0,8%. Técnicamente imposible, según la opinión de
los especialistas. "El 0,8% era inconsistente con el 3,6% de la
canasta básica. Lo sigue
siendo con la novedad de
la deflación", advirtió uno de ellos.
El Gobierno ataca al INDEC como si en el organismo se estuviera
incubando alguna confabulación política. La oposición le cuelga la
etiqueta de mentiroso al Gobierno.
¿Quién está diciendo la
verdad? Conviene apartarse de ese forcejeo y reparar en un reflejo
social: la historia apunta que siempre existió una brecha entre el
índice oficial
de inflación y la
percepción de los bolsillos. Esa brecha se agigantó ahora, aunque
quizá
más en la sensación que
en la realidad. Ocurre porque habría perdido solidez la palabra del
poder.
El costado económico del conflicto es un dilema sin solución para
Kirchner. Ninguno de
los economistas que
consultó fuera de su pequeño círculo cerrado le aconsejó otro atajo
que no sea una suave desaceleración de la economía. O un retoque en
la paridad cambiaria. El Presidente se espanta ante esas
sugerencias. Pero conoce también que este sistema de administración
de precios tiene una vida limitada.
El costado político de aquel mismo conflicto no se remite sólo al
estoqueo constante de la oposición. La cuestión inflacionaria y el
INDEC empuja a un nivel de confrontación insoportable a Moreno con
Felisa Miceli. Al secretario de Comercio no le importa el prestigio
del organismo sino los deberes que le encomienda Kirchner. La
ministra de Economía comparte la idea de transformar algunas
metodologías del INDEC. Pero
imaginó un mecanismo de
consulta con académicos, para ahuyentar suspicacias, que Moreno
tiene fondeado. En ese territorio pesa el secretario de Comercio;
Miceli se siente muy a gusto cuando, como en estos días, encabeza
misiones fuera del país.
Hasta Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, se sorprendió cuando
los representantes
del agro le dijeron que
Moreno pensaba prohibir las ventas directas de carne en un radio de
300 kms del Mercado de Liniers. Hace semanas que Fernández viene
hablando con el sector y no conocía esa intromisión. El diálogo le
permitió al Gobierno entender que el precio de la carne no tiene que
ver sólo con los desmedidos márgenes de ganancia ni
con la especulación.
Existe una disyuntiva objetiva, sobre todo con los pequeños
productores ganaderos. Hacia allí iría una partida de subsidios
oficiales que estaba prevista en el Plan Ganadero anunciado hace
meses. Pero ese Plan Ganadero nunca
entró en vigencia.
Esos problemas de Argentina no son de hoy. Esos problemas y otros,
como los reclamos salariales, suelen recrudecer en las vísperas
electorales. Kirchner tiene el hábito de encerrarse cuando arrecian.
Y apuesta a veces a la estrategia del desgaste. Así se comportaba
cuando era gobernador de Santa Cruz. Pero la tragedia de Neuquén
hizo
sonar sus sensores. Los
conflictos prolongados, como los que están sacudiendo a varias
provincias patagónicas, no se solucionan ignorándolos ni menos con
el gatillo. Todavía no está clara la dimensión del precio político
que pagará Jorge Sobisch por la muerte del maestro Carlos Fuentealba.
Está yendo y viniendo un enviado que en nombre del Presidente
negocia en Río Gallegos para aflojar la crispación.
La decisión de negociar no tiene vínculo con la irrupción de Ricardo
Lorenzetti pidiendo que el Estado dé respuesta expeditiva a los
conflictos sociales que derivan en piquetes y en tensión extrema.
Kirchner reniega a raíz del protagonismo público que está teniendo
el jefe de la Corte
Suprema. El mismo impulsó aquel comunicado del máximo Tribunal
que reclamó con criterio
"mesura y equilibrio" al poder cuando se produjo la embestida contra
la Cámara de Casación. Sobrevuela cierto desconcierto en la Rosada:
Lorenzetti llegó al podio con la bendición de Cristina Fernández.
Lorenzetti pretende dejar claro que es la cabeza indiscutida del
Poder Judicial. Por esa razón habla más que sus colegas o se esmera,
al menos, de que Raúl Zaffaroni, Carmen Argibay y Carlos Fayt —los
más opinadores— no le hagan sombra. Pero también pretende —y está
bien— delimitarle la geografía al Poder Ejecutivo. Nada podrá
impedir, sin embargo, que prosiga la ofensiva del Presidente contra
cuatro integrantes de la Casación que demorarían los juicios a ex
represores. En el Consejo de la Magistratura el Gobierno contaría
con los votos para garantizar la destitución.
¿También los de la minoría radical? Es factible si, en los papeles,
se verifica que existió intencionalidad en la lentitud de los
juicios. Esa solidaridad con una iniciativa del poder, por aquella
cuestión, no inquieta ni al radicalismo ni a Lavagna. El ex ministro
prefiere gastar pólvora cuando el blanco lo merece: machaca con
ciertas formas hostiles del Presidente, con los zafarranchos en el
INDEC y sus efectos sobre la credibilidad
económica y sobre
aspectos institucionales que pasan inadvertidos para el gran
público.
Está dispuesto a llevar la objeción legal contra Daniel Scioli, para
que no sea habilitado como candidato en Buenos Aires, hasta las
últimas consecuencias. Y aunque sabe que,
por el contexto político,
está más cerca de perder que de ganar esa batalla en la Cámara
Electoral no ceja: "En definitiva, que esa jugada no le resulte
gratuita al Gobierno", se conforma.
Lavagna, en cambio, no se meterá en la Capital. No hará campaña en
el distrito hasta que concluya la elección entre Mauricio Macri,
Jorge Telerman y Daniel Filmus. ¿Macri lo apoyará en la
presidencial? Es aún una incógnita que depende del puerto a que
arribe la relación fregada entre el ingeniero y Ricardo López Murphy.
La gran competencia de Lavagna en el segmento opositor es, hoy por
hoy, con Carrió.
Pero la ex líder del ARI
tiene como prioridad la lucha en Capital para la cual se alió con
Telerman. La hipotética victoria le permitiría desarrollar con otra
perspectiva la coalición para octubre que la lleva como candidata. Y
que se asemeja todavía a un embrión. La mujer asegura que tiene
mejor intención de voto que Lavagna. El ex ministro sostiene lo
contrario y se ilusiona con el ballottage. Ambos se apoyan en
encuestas, similares a las que entusiasman a Kirchner o apuntalan el
proyecto de Cristina.
Vale una anécdota sobre las encuestas. Un consultor de primera línea
que trabaja para uno de los tres principales candidatos en Capital,
auscultó la opinión de los porteños
sobre a quién votaron
para la Presidencia en el 2003. Recogió un resultado sorprendente:
el 33% respondió que a Kirchner. El mandatario tuvo en Capital, en
aquel momento, sólo
el 19,5% de los votos.
En esa anécdota deberían reparar el Gobierno y la oposición. Las
encuestas valen como referencia. Hasta valdrían como diversión. Pero
hay conductas colectivas subterráneas que recién afloran el día que
se vota. Eduardo Van Der Kooy, periodista.
Clarín, 15 de Abril de 2007
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13 de Abril de 2007
La admiración en la
Cultura
Uno de los temas más
importantes y no reconocidos en el universo cultural es el de la
admiración o respeto del que suelen ser objeto muchas de las figuras
de las artes y las letras. ¿Cuál es el problema? Que la admiración,
siendo una especie de tributo o
expresión de respeto,
estanca la vitalidad y la producción de la cultura, dando lugar a
una especie de pasividad
inhibitoria y nociva. Vamos por partes.
Es común que uno se enamore de sus grandes, sea cual sea la
selección que haya hecho,
y que se complazca en
expresar ese amor bajo la forma de una admiración que, dependiendo
de la edad, va desde el endiosamiento hasta una especie de culto
respetuoso y refinado. A
veces se trata de un encandilamiento con la capacidad de algún
artista, cuya obra expresa una forma de la sensibilidad que permite
que uno desarrolle
la propia, relación
guiada por una saludable necesidad personal de desarrollo y
despliegue. Otras veces, más bien, se trata de un proceso de auto
anulación, en el que
el adorador se hunde en
la inhibición y por contraste en una despiadada versión de sí mismo.
Otra capa del asunto es que, por supuesto, los protagonistas
cultivan esos distintos juegos. Hay autores, como Sabato, que miran
al público desde un narcisismo extremo, invitando a la pobreza de un
culto, y hay autores, como Borges, que invitan más bien a la
diversión de compartir ideas y emociones. Las personas que más
necesiten postergarse, adoptar una posición religiosa frente a la
intensidad, tenderán más a encontrar en
Sabato a su figura ideal;
las que necesiten por el contrario potenciarse, crecer, expandir su
relación con el mundo, se sentirán más bien atraídas por el humor de
Borges y por su malicia liberadora.
¿Por qué digo que es este un tema central en el universo cultural?
Esta matriz afectiva determina la producción posible. Una cultura
rica tiene más que ver con la creatividad
que con el respeto. Hay
una paradoja siempre vigente y es la siguiente: los más respetuosos
de las figuras, los que tienden a cerrar su placer estético en una
forma reverencial, suelen ser las personas menos generadoras de
formas propias. A estos, la misma cultura no los reconoce tanto como
a aquellos que, en cambio, han faltado al respeto debido y han hecho
su propio camino, probando, sintiéndose dueños y mirando más lo suyo
que lo ajeno. Sí, por supuesto que todo artista se nutre de la obra
de otros y que su amor por lo generado por otros colegas valiosos le
resulta estimulante, pero en el caso de personas productivas la obra
ajena nunca es admirada al punto de la sequedad. Actúa más bien como
un fertilizante, no como un veneno.
Cuando una persona admira una obra, o a un artista, lo hace porque
experimenta en relación con ella una intensidad emocional de alguna
manera satisfactoria, y esta experiencia bien puede entenderse como
algo que pertenece a la obra o bien como algo que, surgiendo de la
interacción con ella, pertenece también legítimamente al receptor
mismo.
Si un adolescente se
emociona con una canción de Oasis, o una señora al leer a Sandor
Márai, ambos pueden creer que esa emoción es una cualidad de las
obras o pueden, de otra forma, abrir las puertas a las consecuencias
y continuaciones de esa emoción, entendiendo que son ellos los que
han completado a la obra al hacer posible la explosión del universo
que sugiere. Cuando una canción hace eclosión en uno lo hace porque
uno vibra en esa frecuencia y no porque la genialidad del artista
realizó en nosotros un
cambio sobrehumano. La
misma canción en otra persona no produce nada.
La frecuencia con la que en el universo cultural se admira
desaforadamente a las
personas y a las obras
valiosas arman una coraza de actitudes y valores que no son
útiles a la hora de
permitir la evolución de la cultura. Entre nosotros hay demasiada
valoración del pasado, y más de un artista no demasiado valioso
pasa, después de
muerto, a ser venerado
como un genio, ¿sólo porque es inalcanzable, como todo buen muerto?
Alejandro Rozitchner, periodista. Perfil.com |
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12 de Abril de 2007
“A mí no me gusta
ser obediente”
“Creo que es un disparate
convertir al Uruguay en un centro mundial de producción de celulosa,
porque las celulosa es devastadora. Acá se hizo el único plebiscito
del mundo que declaró que el agua es un bien público. Las
plantaciones forestales industriales nos van a dejar sin una gota.
Es un modo de traicionar la voluntad popular del plebiscito
expresado. Mucha gente piensa que soy un traidor a la patria por
decirlo, pero es lo que mi conciencia le dicta a mi lengua y
así quiero seguir siendo. Yo no nací para la obediencia”.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo. Diario
Perfil, domingo 8 de abril de 2007.
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Marc Augé y la aceleración de la Historia en la sociedad
“Sabemos muy bien que hay
muchos eventos en todas partes del mundo, que la sobremodernidad, la
aceleración de todos los factores constitutivos de la modernidad,
del siglo XVIII y XIX, propicia el exceso, de tal manera que
finalmente todo pasa como si no hubiera historia. Estamos viviendo
dentro de una ideología del presente, con acontecimientos que no
resignifican la relación con el pasado ni con la imaginación del
futuro. Visto así, no existe más la historia, la visitamos como
turistas, pero no tenemos el sentido de la relación entre el pasado
y el presente ni la finalidad de una idea del futuro que anime el
presente. Claro que en el fondo hay una historia, pero la
consecuencia es que no pensamos la historia; es el triunfo de la
ideología de la sociedad de consumo que define nuevos modos de
individualidad. Y como estamos inmersos en esta sociedad es muy
complejo analizar esta ideología, que se podría sintetizar con el
lema de que portarse bien es consumir mucho. Sin embargo, una de las
consecuencias es la ausencia de referencias, una vida sin
perspectiva y una incapacidad de pensar el tiempo.
(…)Tenemos una dificultad para pensar nuestro mundo que es un
aspecto importante de nuestra manera de vivir. Se dice de vez en
cuando que no podemos pensar la muerte, a pesar de que las pantallas
de la televisión nos ofrecen millones de cadáveres. Pero la muerte
no es un objeto de pensamiento porque una de las características del
consumo es la instantaneidad. Después del consumo no hay nada sin
otro consumo, es la repetición de nuestra forma de vida. Habría que
aclarar el contraste de esta ideología con lo que se pensaba en los
años ’60 y ’70, cuando había que pensar el futuro para cambiar la
sociedad. Ya no pensamos en cambiar la sociedad, pero cuando era
joven decir que había que cambiar la sociedad era un lugar común.
Ahora, si se habla de cambiar el mundo, de imaginar la utopía, se lo
califica de arcaísmo.
(…)Tal vez el único gran relato que existe es el del fin de la
historia de Fukuyama y es muy difícil, como lo ha observado
oportunamente Derrida en su libro Espectros de Marx, de entender si
Fukuyama, cuando se refiere al fin de la historia, habla de una
perspectiva o de una realidad. No hay un gran relato del liberalismo
y de manera concreta se percibe muy bien en los debates políticos.
Hace unos años que se dice que no hay debates, que no hay contrastes
entre la izquierda y la derecha, que no sabemos de qué se trata.
(…)Mucha gente no tiene acceso al consumo, y la posibilidad de tener
un consumo mejor es una perspectiva para ellos. Hay una cierta
homogeneización de la imaginación, tanto de parte de los que tienen
acceso al consumo como de parte de los que aspiran a volverse
consumidores. Pero el riesgo que enfrentamos no es el del consumidor
satisfecho, sino que el mundo se transforme en una pequeña minoría
que detenta el saber y el poder frente a la gran mayoría de
consumidores y de pobres.
(…)El problema del espacio, el problema de la relación social, es el
mismo problema. La dificultad es pensar la relación con los otros
porque el tejido social cambia muy rápido. En los años ’60, después
de las independencias, había discusiones para imaginar cómo sería
posible el desarrollo en los países subdesarrollados, entre las
opciones más liberales y más colectivistas, pero se preservaba una
imaginación del futuro a través de una relación entre los países ex
colonialistas y los ex colonizados. A fines de los años ’70,
principio de los ’80, se discutió la idea de la caridad, la Madre
Teresa, tal como en el siglo XIX las relaciones entre los ricos y
los pobres. Pero no hay más relación sino una coexistencia, en una
sociedad de individuos consumidores con espacios donde no existen
relaciones simbolizadas, relaciones sociales en el sentido fuerte de
la palabra. No son espacios donde se puedan elaborar nuevas
relaciones.
Por otra parte no estamos
viviendo en un mundo de libertad sino de senectud de esa libertad.
La política tendrá que tener en cuenta todo esto para no olvidar que
tenemos que vivir a la vez individual y colectivamente…Ni siquiera
estoy seguro de que el Estado tenga el monopolio de la violencia. La
paradoja es que el comunismo postulaba la desaparición del Estado
como un ideal, pero en el pensamiento de la izquierda actual aparece
la necesidad del Estado. Tenemos la impresión de que por detrás del
Estado operan fuerzas muy grandes que gobiernan el destino del
mundo. Son las grandes empresas las que gobiernan al mundo y no se
puede comprender los grandes problemas centrales a nivel
internacional si no tenemos en cuenta los intereses de esas
empresas. Toda la política exterior es una política que tiene que
ver con los imperativos económicos. Podemos pensar que incluso en
los estados democráticos hay un riesgo de que el Estado dependa de
las fuerzas económicas internacionales. Todo esto introduce un
malestar, incluso en los países de Europa, aunque se podría discutir
si Europa es una configuración política o regional. A menudo se
plantea la distinción entre “la izquierda de gobierno” y “la
izquierda pura”, pero resulta que es la derecha la que gobierna. El
problema del Estado es el corazón de los debates actuales de la
izquierda”. Marc Augé, antropólogo, autor de Los no lugares.
PAGINA12.com.ar |
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11 de Abril de 2007
“La adorable levedad de las listas”
“No sé si atribuírselo a cierta debilidad de carácter, o a un
defecto del entendimiento, pero con el paso del tiempo me encuentro
cada vez más seducido por las listas. No hablo, por supuesto, de la
lista del supermercado –aunque pensándolo bien...–, pero frente a la
más mínima insinuación me descubro confeccionando listados de todo
tipo: de los mejores recitales que vi en mi vida, de las mejores
películas de la década del 90, de los mejores libros para leer en
vacaciones. Hago listas para mí, para mi familia y para mis amigos.
Tal vez esta pequeña desviación tenga que ver con la misma neurosis
obsesiva que me predispuso a ordenar mi biblioteca alfabéticamente y
en secciones (ficción, no ficción, antologías, historia, filosofía)
y a llevar dos copias numeradas de ese catálogo, uno en la
computadora de mi trabajo y otra en la de mi casa. Aunque lo más
probable es que todo esto tenga que ver con que nunca pude
vanagloriarme de mi buena memoria, y que para recordar lecturas
hechas o películas vistas me veo siempre obligado a mantener un
registro y... elaborar diversos tipos de listados.
Pero no es mi intención hacer aquí un elogio de mis obsesiones, sino
hablar de dos libros que acaban de aparecer y que, de alguna manera,
ofrecen una coartada perfecta a cualquier amante de las
distracciones livianas y las ocupaciones inútiles: 1001 libros que
hay que leer antes de morir (Grijalbo) y Películas clave de la
historia del cine (Robinbook).
El primero es una adaptación de José-Carlos Mainer del mismo libro
publicado en inglés: Mainer mantuvo el espíritu de la edición
anglosajona y, a la vez, incorporó una buena cantidad de obra de
autores hispanoamericanos. El lector local no podrá evitar la
tentación de ver cuál es el peso del seleccionado literario
argentino en el resultado final. Y digamos que no encontrará grandes
sorpresas: Sarmiento, José Hernández, Arlt, Borges, Cortázar, Mujica
Láinez, Sabato, Marechal, Puig, Saer, Soriano, Tomás Eloy Martínez
y, un poco más acá, Piglia, Aira e incluso Fresán. Unos veinte
libros en total: cantidad nada despreciable. A pesar de mínimos
detalles, insalvables en un libro que comienza con Las mil y una
noches y termina con Sábado de Ian McEwan (¿cuatro títulos de
Virginia Woolf y apenas uno de William Faulkner?), las concesiones a
la literatura de masas son pocas –la inclusión de Paulo Coelho,
Isabel Allende y Carlos Ruiz Zafón–, y la selección se inclina por
las preferencias del estrato sociocultural que los anglosajones
llaman midcult.
En el prólogo del segundo libro, Películas clave..., de Claude
Beylie, vuelve a hacerse hincapié en la imposibilidad de agotar una
historia como la del cine o la literatura en un solo volumen. La
idea es, más bien, suministrar una lista ordenada de “películas
esenciales que señalen un cambio en la historia o la técnica, o sean
testimonio del estado espiritual de una época”. El tomo,
estructurado en cinco subsecciones (El arte mudo, La edad dorada del
cine sonoro, La posguerra, Las nuevas olas y Tendencias
contemporáneas) abre, como no podía ser de otra manera, con La
llegada del tren, de Louis Lumière, y se cierra con Mulholland
Drive, la última pesadilla de David Lynch. Cada filme se encuentra
acompañado de un breve comentario, y en algunos casos con agregados
de trivia e información contextual.
Queda claro no se trata de libros para eruditos o lectores
excéntricos, pero el resultado no deja de ser satisfactorio. Y el
fetichista amateur encontrará, en cualquiera de ellos, un perfecto
objeto de deseo”.Maximiliano
Tomas, Perfil.com. |
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10 de Abril de 2007
El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
En 1940, en la
soleada California, Theodor Adorno y Max Horkheimer escriben un
libro sombrío. Tratan de comprender, dicen, “por qué la humanidad,
en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, desembocó en
un nuevo género de barbarie”. La frase –hasta donde yo sé–- nunca
mereció las evidentes críticas que deben hacérsele. La Humanidad
siempre estuvo en un estado verdaderamente humano. De aquí que su
historia haya sido lo que fue y lo que está siendo y (peor aún) lo
que será. En ese libro algo caótico y con pasajes inspirados (me
refiero a Dialéctica de la Ilustración) Adorno y Horkheimer –algo
fabulosamente raro en dos pensadores que se dicen marxistas– se
dedican a añorar los tiempos que antecedieron a la Revolución
Francesa, y exponen luego una teoría por la cual toda la culpa la
tiene la Ilustración, cuya consecuencia fue ese desatino de la
revolución mencionada que acabó transformando la razón en razón
instrumental y avasallando la naturaleza y arruinando la relación
armónica del hombre con ella.
Si se piensa
la cuestión se verá que con la Revolución Francesa la burguesía
capitalista de ese país toma el poder político tirando al diablo el
régimen monárquico y decapitando a sus reyes. (Algo que, al menos en
la película amable de Sofia Coppola, a María Antonieta, por esas
cosas de San Cine, no le ocurre.) El teórico del Estado moderno
(capitalista) se llamó Thomas Hobbes y tenía tan mala opinión de los
lobos que –para decir que los hombres eran sanguinarios y se
faenaban los unos a los otros– dijo (célebremente): homo homini
lupus. Algo que ya decían los romanos, que no eran capitalistas pero
tenían el espíritu imperial que este sistema tuvo desde sus lejanos
orígenes en el siglo XV, cuando conquistó medio planeta y cuando
barrió a sangre y fuego, en tanto lo evangelizaba, los territorios
americanos. Ese genocidio (que sólo Bartolomé de Las Casas denunció)
parece haber llegado a la suma de cuarenta o setenta millones de
muertos. Lo cual, estadísticamente, es lo mismo. Porque una
estadística no le quita el sueño a nadie y ver un solo cadáver en la
calle porque lo arrolló un coche (algo que pasa todo el tiempo en la
bella Buenos Aires) provoca en la gente terribles reacciones:
mareos, vómitos, desarreglos intestinales, pesadillas la noche del
evento; evento que, quien lo ha visto, habrá de contar, durante la
cena, a los suyos con lujo de detalles para exorcizarlo. Los suyos
no lo escucharán porque lo estarán viendo por televisión con más y
mejores detalles, sangre del arrollado, un brazo por ahí, un zapato
que voló hasta la otra cuadra con el pie adentro, plano detalle del
pie al que le faltan tres dedos, ambulancia, familiares sufrientes,
declaraciones del automovilista (“yo no lo vi, venía hablando por el
celular con mi hijita que hoy fue abanderada, soy un buen padre yo”)
y un especial con otros accidentes, cadáveres múltiples, más sangre
y un periodista que preguntará indignado: “¿Hasta cuándo seguirá
esto?”.
¿Qué se
desprende de este minirrelato? Un millón de muertos es una
estadística; uno, una tragedia. Se trata de luchar contra esa
frialdad de la estadística. Hay una buena frase que dice: “No
mataron seis millones de judíos. Mataron uno y luego lo mataron seis
millones de veces más”. Con lo cual se busca que nos concentremos en
cada una de esas muertes y no transformemos el horror en
estadística. Del modo que fuere, nada de esto funciona con el líder
iraní Mahmud Ahmadinejad. (Cada vez me resulta más fácil escribir el
nombre de este líder islámico. Eso significa que ya me acostumbré a
leerlo una y otra vez porque el hombre es célebre. Lo cual es
grave.) Ahmadinejad tiene una versión muy personal de la frase “No
mataron seis millones de judíos; mataron uno y luego lo mataron seis
millones de veces más”. El sólo dice: “No mataron seis millones de
judíos”. Volvemos a la frase de Hobbes. Los romanos y él se
equivocaron. El hombre es peor que los lobos. Sobre todo en su
capacidad de crueldad. Los lobos pueden matarse entre ellos, pero
jamás un lobo torturará a otro. Es injusto con los animales decirles
“animales” a los torturadores, o decirles “bestias”: las bestias no
torturan, los hombres sí.
Si Adorno y
Horkheimer creyeron que la humanidad había llegado al extremo de la
barbarie no trataré de desmentirlos sino de añadir que está por
llegar a otro. La Segunda Guerra Mundial (con lo cual volvemos a las
estadísticas) dejó un saldo de cincuenta millones de muertos.
Cincuenta millones es una cifra que permite hacer algo con ella.
Transformar “cincuenta” en “sin cuenta”. En cada masacre, desde
“uno” en adelante los muertos son “sin cuenta”. “Sin cuenta” serán
los muertos si Estados Unidos –como seriamente amenaza– invade Irán.
El país del Norte tuvo hacia fines de la década del cuarenta e
inicios de la del cincuenta un ataque de locura colectiva. La Guerra
Fría la desató. Pero no sólo ella. Surgió el personaje perfecto para
encarnar esa locura: Joseph McCarthy, un senador republicano por
Wisconsin. La Historia no acontece a medias. Cuando se da, cuando
HAY verdaderamente “historia”, muchas cosas tienen que coincidir.
Que McCarthy haya sido republicano no significa nada. Hizo lo que
quiso y ningún político del partido demócrata pudo frenarlo. ¿Por
qué? Estados Unidos había entrado en una etapa de “histeria
paranoica”. Entre los sinónimos de “histeria” (nerviosismo,
convulsión, exaltación) hay uno que me interesa: enajenación.
Estados Unidos, durante sus etapas de histeria, se enajena de sus
valores. De los que dice “encarnar”. La democracia, las libertades
civiles, el individualismo. Los manda al demonio. Los tira por la
borda. Con McCarthy todos veían comunistas. Fue la fiebre de la
Guerra Fría. Hoy todos ven terroristas. Y tienen al McCarthy que
necesitan. Pero no es sólo un senador por Wisconsin, es el
presidente de la República. Lo terrible de esta “nueva” barbarie
(por usar los términos de Adorno y Horkheimer) es el factor nuclear.
Si Estados Unidos invade Irán lo que nos aguarda es eso que los
técnicos llaman una “guerra nuclear limitada”. Frase que encierra
una mentira evidente. No hay guerra nuclear limitada. Además, la
locura de la nueva guerra yanqui desatará todos los frentes
imaginables y aún más.
Por suerte,
la ciencia también está desbocada –casi tanto como la política, algo
que no es poco decir– y se encuentra a punto de crear una cosa que
se llama el hombre cyborg. Lo que nos llevaría a la siguiente
situación: en tanto la guerra nuclear limitada mata hombres en el
Islam, en tanto el Islam responde con actos terroristas y mata
hombres en todo el planeta, los científicos están a punto de superar
al doctor Henry Frankenstein creando infinitos Boris Karloff que
serán, posiblemente, el nuevo rostro de la humanidad futura. Nadie
sabe qué está haciendo, en ese terreno, el gigante chino, cuyas
reservas monetarias se calculan superiores a los 1,1 billones de
dólares, resultado de su originalísimo “comunismo democrático de
mercado”, definición dada por los mismos estrategas chinos y que a
mí, lo confieso, me parte la cabeza. El régimen norcoreano está
agazapado; exhibe buenos modales, pero lo nuclear le fascina: sueña
con ver estallar su uranio en el corazón de las bellas ciudades
occidentales. La resistencia iraquí es devastadora: coches bombas,
atentados, muertos que ya no se cuentan o que son estadística pura,
o sea, nada. En París (donde, según le dice Fred Astaire a Cyd
Charisse en Muñeca de seda, todas las noches una mitad de la
población le hace el amor a la otra) multitudes de jóvenes
inmigrantes, actuando como guerrilla urbana, armados con barras de
hierro, destrozaron la Gare du Nord (Estación del Norte) y asaltaron
todos los negocios que pudieron. Ingrid Bergman se abraza a Humphrey
Bogart y con lágrimas en sus bellos ojos dice: “El mundo se derrumba
y nosotros nos enamoramos”. José Pablo
Feinmann, PAGINA12.com.ar |
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9 de Abril de 2007
La religión, la cocaína de la sociedad
En su
nuevo libro, “La vida eterna”, el
filósofo Fernando Savater no sólo reformula el clásico emblema de
Marx,
sino que insiste en que las
sociedades democráticas
sean laicas,
donde no cuenta el
Opus Dei.
“¿Por qué la gente cree en cosas sobrenaturales? ¿Cuáles son las
raíces de la creencia religiosa?”, son algunas de las preguntas que
se plantea el filósofo español, autor de más de 45 libros. Luego de
sus interrogantes responde: “Pues, porque
parece chocante que a estas
alturas del siglo XXI haya personas que crean en cosas improbables
como las que fundamenta la religión”.
El tema central de la
nueva obra está a la vista, y Fernando Savater es categórico. “Marx
decía que la
religión
era el opio del pueblo, pero a veces funciona como la
cocaína,
una cosa
excitante, que incluso en
ciertas oportunidades sirve de
motor para cometer atrocidades
como el caso del terrorismo islámico;
y también para
hacer cosas extraordinarias,
hay personas que cuidan leprosos y se sacrifican”, asegura quien ha
sido un gran promotor de las actividades antiterroristas en su país.
La necesidad de que las
sociedades democráticas sean laicas “tiene que ver con la
separación entre la Iglesia y el
Estado, porque
la religión es un asunto
individual. Ahora, el país
que más se acerca es
Francia,
donde la religión es un asunto privado, porque
el Estado debe gestionar los
intereses públicos”.
Lo más probable es que
el libro ocasione más de alguna polémica, cuestión a la que ya está
acostumbrado Savater. “Pero bueno, el miedo a la
perdición de la muerte,
y el
complejo de culpa por nuestros
pecados, son la base de las
creencias
religiosas”, señala y luego
ahonda en uno de los temas que aborda asiduamente en su obra: la
ética. “Hay un capítulo que se titula
‘Vida eterna o vida buena’,
y trata de eso, de hasta qué punto la ética puede verse desmentida
por esa idea de premio, de una vida futura de inmortalidad”,
sentencia y se despide. El catedrático de Filosofía en la
Universidad
Complutense de Madrid debe
partir y cruzar la ciudad. En su viaje pasará frente a dos capillas
y una iglesia. Periodistadigital.com
-------------------------------------------------------------------------------------¿La
Argentina de Kirchner es igual a la De La Rúa?
El Estado no puede permitir,
en última instancia, que la violencia se resuelva con violencia.
Esto es lo que estuvo a punto de suceder en Entre Ríos entre
asambleístas y turistas que estaban lejos del sublevado litoral del
río Uruguay. La inexplicable tensión con Uruguay no se puede
resolver ya en un puñado de días. No obstante, una actitud menos
confrontativa por parte del gobierno argentino, y cierto ejercicio
de contención del Estado hacía los asambleístas, podría darle otro
contexto al conflicto. Al revés, hubo días en que el puente de Colón
estuvo cortado por siete asambleístas que eran contemplados por 12
efectivos de la Gendarmería.
¿Cómo encausar el conflicto social si, además, no hay certezas sobre
cuánto cuestan las cosas de vivir? Según el informe preliminar sobre
la inflación en marzo, el costo de la canasta básica de ese mes
aumentó el 3,6 por ciento y más del 13 por ciento en los últimos
seis meses. Con sólo duplicar esa cifra, se llegaría a la conclusión
de que la canasta básica sería ahora un 26 por ciento más cara que
hace un año.
¿Es así? ¿Es cierto eso o todo lo contrario? Nadie lo sabe desde que
el Indec está intervenido por el Gobierno. Tanto dibujo ha terminado
por engendrar un esperpento. Se trata de una derrota moral de la
administración, provocada tambien por decisiones carentes de
reflexión.
La canasta básica la consumen todos los argentinos, de todos los
estratos sociales, aunque afecta más a los más pobres. Constituye
también una fórmula importante para determinar cuántos argentinos
son indigentes.
El Estado argentino no se ha repuesto de la última crisis. El
gobierno de Kirchner sólo se ha limitado, hasta ahora, a hacer
anuncios, a crear fideicomisos y a hurgar en el paquete accionario
de las empresas de servicios publicos. Un fideicomiso ya llegó a los
tribunales por las denuncias de corrupción de la empresa sueca
Skanska. Las acciones estatales en las empresas de servicios sólo
producen funcionarios bien rentados y eliminan al Estado como
supervisor de la eficiencia y las inversiones.
El Estado no está, ni siquiera para dirimir entre los salarios y la
policía o entre la vida y la muerte. Joaquín
Morales Solá, extracto de su columna en el diario LA NACION del
Domingo 8 de Abril. |
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4 de Abril de 2007
La degradación a la persona
“Ha sido
uno de los mejores negociadores económicos y políticos de gabinete
que hubo en estos últimos tiempos. Un negociador básicamente es un
político. La negociación tiene un contenido político fuerte. Ahora
bien, la gente necesita un contacto y una transmisión afectiva que
yo no veo en Lavagna. Y es muy difícil salir de un gobierno en el
cual fue alguien tan importante para explicarle a la gente que está
absolutamente en contra de ese mismo gobierno. Además, Roberto es un
`pechito frío´”. Felipe Solá, entrevista con Jorge Fontevecchia,
periodista.
Perfil.com.
-------------------------------------------------------------------------------------Luis
Leante y su "fuerza expresiva"
Nacido en 1963 en Caravaca de la Cruz, en
Murcia (sureste de España), el prolífico Leante ha publicado varios
libros de relatos, novelas -como El vuelo de las termitas-, ensayos,
poesía y guiones cinematográficos. Su novela fue elegida entre más
de 570 trabajos en habla castellana que aspiraban a ser escogidos
por el jurado presidido por Mario Vargas Llosa para la décima
edición del premio. En su fallo, ese jurado destacó "la fuerza
expresiva con que se describen los paisajes y la vida de la última
colonia española en África, convertidos en escenario de una historia
de amor que marca la vida de los protagonistas" Leante, que estudió
filología clásica y trabaja como profesor de latín en un instituto
secundario de Alicante, recibirá más de US$170.000 dólares. En
ocasiones anteriores, el prestigioso premio ha recaído en manos del
peruano Santiago Roncagliolo, el español Manuel Vicent y el
argentino Tomás Eloy Martínez. Desde Valencia, Leante habló con
Julián Miglierini, de BBC Mundo.
¿Nos podría contar, en sus palabras, la
historia que narra "Mira si yo te querré"? La novela cuenta la
historia de una mujer de unos 50 años cuya vida entra en crisis por
una separación y la muerte de una hija y en medio de esa angustia,
por accidente, descubre en una fotografía que un amor de juventud
que ella tuvo probablemente no esté muerto. Y en esa situación en
que se encuentra lo único que se le ocurre es una huida hacia
adelante y averiguar qué fue de aquella historia se quedó rota y
decide viajar a Argelia a los campos de refugiados de Saharaui. Allí
busca a esta persona y al mismo tiempo se va contando la historia
del pasado, de cómo fue la relación entre estas dos personas, la
ruptura y lo que fue de cada uno de ellos en dos hilos narrativos
distintos.
¿A qué se debe la elección de la época y
el lugar en los que tiene lugar la novela? La época la elegí después
de dos viajes que realicé a los campos de refugiados Saharaui y
quería un poco "denunciar" -entre comillas- la situación de abandono
en que se encuentra aquella gente después de 30 años desde que la
colonia española desapareció. Quiero dar a conocer a la gente que
ellos siguen allí, que son víctimas del abandono de la comunidad
internacional, y que merece la pena pararse a pensar en aquella
gente.
¿Cuáles fueron las lecturas y los autores
que lo influenciaron en el proceso de producción de esta novela en
especial? En esta novela concretamente no hay un autor con nombre y
obra en el que pueda pensar, pero en general mi obra está muy
influenciada por los autores latinoamericanos. La literatura
latinoamericana es la que me llevó a la literatura, está un poco
pendiente en mi estilo, pero en general creo que soy el producto de
todas las lecturas. Yo soy una esponja que absorbo. Mario Vargas
Llosa y Gabriel García Márquez -no sabría decir cuál de los dos más-
son los dos primeros escritores que leí que desde entonces no han
dejado de sorprenderme. Pero casi cualquier autor latinoamericano;
para mí es la forma de escribir, las historias que cuentan, aunque
estos dos son los que más destacan.
Vargas Llosa fue el presidente del jurado
que eligió a su novela y tuvo palabras muy generosas con su obra.
¿Cuál fue su reacción? Me llamó y yo no entendía. Me llamó él
personalmente y tuve que reponerme un poco a esa conversación con él
para entender que en realidad acababa de hacer un poco de historia,
literariamente.
Usted, junto a un grupo de amigos en
Murcia, ha formado una editorial en Murcia, Ediciones Gollarín. Sí,
efectivamente, es una editorial muy pequeña que publica un par de
libros al año, son rarezas, cosas poco comerciales, pero seguimos
sacando libros. Dentro de dos meses sacamos una nueva novela. Somos
gente que amamos los libros por dentro y por fuera, gente a la que
le gusta la literatura a la hora de escribir, a la hora de leer e
incluso a la hora de editar. Es una aventura sin saber muy bien
adónde íbamos pero que está saliendo bastante bien y estamos
bastante satisfechos de las cosas que estamos publicando. También
queríamos intentar publicar cosas que en los circuitos comerciales
no era fácil que tuviese salida.
¿Escribía por las tardes o por las
noches? ¿Es disciplinado o caótico? Yo soy bastante disciplinado.
Cuando tengo entre manos una novela, escribo todos los días del año,
absolutamente todos -viernes, sábados y domingos- y si algún día no
escribo recupero al día siguiente, y tengo un horario que trato que
sea bastante riguroso. Yo escribo a partir de las nueve de la noche,
hasta que el cuerpo aguanta. BBCMUNDO.com
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3 de Abril de 2007
La izquierda y los derechos humanos
“En América Latina, la izquierda tiene la idea de que la lucha de
clases hay que provocarla (…) En la Argentina es un clásico que haya
una defensa unilateral de los derechos humanos”.Jorge
Edwards, escritor y pensador chileno. Diario Perfil
-------------------------------------------------------------------------------------El
Grupo Greco y como estafar al estado.....
Nada
cambia nunca. El Grupo Greco viene reclamándole una indemnización al
Estado desde 1987 y entabló juicios desde 1991. Los abogados del
Estado parecieron siempre letrados de los Greco: dejaron vencer los
plazos y muy pocas veces apelaron las decisiones judiciales. Una
nueva fórmula apareció en los últimos tiempos: en un proyecto de ley
firmado por el Presidente para pagar deudas a jubilados, a ex
empleados de YPF y a víctimas de la dictadura se coló, en el
Ministerio de Economía, un misterioso anexo que incluía pagos a los
Greco por 587 millones de pesos. Figuró como "pago a proveedores" y
el proyecto se abortó en el Senado por la insistencia de la
oposición.
Ahora hay
una sentencia firme de un juez para que se pague ese monto, que el
Estado nunca apeló. La ministra de Economía, Felisa Miceli, sostiene
que a los Greco no hay que pagarles nada. Quizá sea una buena idea,
irremediablemente tardía. ¿Por qué entonces justo en su ministerio
se agregó el anexo al proyecto enviado al Congreso por el Gobierno?
En un e-mail que el director de Deuda Pública, Jorge Amado, un
subordinado de Miceli, le mandó al senador peronista Jorge
Capitanich, aquél fue muy claro: en esos fondos habilitados por el
Congreso, afirma, "se incluye la deuda con el Grupo Greco; esta
última -agrega- está representada en seis formularios y se
alcanzarían a pagar sólo cinco de ellos. El resto se pagará cuando
se apruebe el nuevo presupuesto", concluye.
Otra funcionaria de Economía, Valeria Pomodoro, le informó luego al
Senado, desatado ya el escándalo, que el Grupo Greco no figuraba
entre los beneficiarios de ningún pago. ¿Cuál de los dos dijo la
verdad?
La orden del juez Francisco Soto no se apeló en tiempos de Lavagna
porque se consideró que la tasación que había hecho el Estado era la
correcta y que el magistrado había aceptado esa tasación. El Estado
siempre debería apelar las sentencias de pago, porque la Justicia
está en un limbo de sospechas demasiado viejo. A su vez, la
secretaria legal y administrativa de Miceli, Estela Palomeque, tuvo
el expediente en sus manos entre el 4 y el 22 de mayo de 2006 y
tampoco nunca objetó nada.
El procurador del tesoro, Osvaldo Guglielmino, el abogado de los
intereses de la Nación, también aconsejó no apelar en su momento. Y,
encima, en tiempos recientes hizo dos dictámenes diferentes sobre el
pago a los Greco: en el primero lo respaldaba abiertamente y en el
segundo sólo dejaba hacer. El primero desapareció del expediente,
pero una copia está en manos del abogado Ricardo Monner Sans, que
pidió a la Justicia que investigue a Guglielmino y a Miceli.
Conclusiones. Una: Miceli es culpable, por lo menos, de no controlar
su cartera cuando ya es poco lo que está bajo su control. La
caminaron, fue la deducción de importantes sectores políticos
del Gobierno. Esto es: simplemente la engañaron. Otra: ¿podría un
director de área como Amado, funcionario de carrera, agregarle por
sí solo un anexo a un proyecto con la firma presidencial? ¿Podría
hacer eso, cuando él le envió, campante, un e-mail a un senador
confesando las intenciones? ¿Hasta dónde llegan las complicidades en
Economía?
La tercera: Miceli hizo un planteo de nulidad del pago sólo cuando
ya la mancha del escándalo mojaba la página de los diarios. La
última: ¿por qué los senadores peronistas apuraron la aprobación de
una ley tan extraña? ¿Por qué intentaron que saliera, a fines del
año último, cuando ni siquiera figuraba en el orden del día?
El viernes, la ministra les dijo a altos funcionarios oficiales que
si los periodistas están preocupados por este oscuro trasiego de
dinero público, deberían sumarse al pedido de nulidad del Ministerio
de Economía. ¿Deberían dejar de escribir y llevarles sus
informaciones a los jueces? Si fue así, Miceli ya no recuerda quién
hace qué en la vida pública. Joaquín
Morales Solá, periodista.
-------------------------------------------------------------------------------------Crímenes
convenientes
María Marta García Belsunce
y Nora Dalmasso tuvieron vidas muy distintas pero muertes parecidas.
Las semejanzas no terminan allí: eran ricas, vivían en barrios
cerrados, bordeaban la edad madura, tenían actividades más allá de
las familiares y sostenían matrimonios acaso arduos. Y en el no
estar de la muerte comparten, también, un destino: quienes las
mataron permanecen impunes y nada indica que vayan a dejar ese
estado.
Las investigaciones posteriores a los crímenes también resultan
semejantes: hay demasiados errores y trastabilleos y pruebas que al
final no son y testigos que primero dicen una cosa y después otra.
También hay una sensación de cancha embarrada que flota sobre las
causas judiciales.
En el juicio que se le sigue a Carrascosa por el asesinato de su
mujer, la defensa insiste en acusar a un vecino de controvertida
conducta. Ahora, si Pachelo fuera el asesino ¿por qué los familiares
de la víctima —empezando por el viudo— están tan sospechados de
encubrir el crimen? ¿Fue para que el mismo al que hoy señalan
saliera indemne?
Lo de Nora Dalmasso también es toda confusión: que los sospechosos
eran 30, que eran 18; que la relación sexual fue consentida, que en
realidad fue violada; que hay pruebas tan contundentes como el
semen, pero las pruebas no sirven; que el asesino es un pintor que
iba a la casa, que es un personaje de la política. Hasta le van a
hacer una prueba de ADN a un cura.
Dos cosas aparecen claras: uno, que cuando corre plata todo tiende a
deslizarse en dirección a la impunidad. La ex estrella del fútbol
americano O. J. Simpson fue absuelto en 1995 —una fortuna en
abogados mediante— de haber matado a su ex mujer y a un amante. Pero
en el juicio civil, sí se lo halló culpable, por lo que O. J. debía
pagarle US$ 33 millones a los familiares de las víctimas. Michael
Jackson, con igual método logró demostrarle a la Justicia que nunca
abusó de ningún chico.
Segundo: lo peor es que los crímenes impunes de estas dos
desdichadas resultaron funcionales porque luego de producidos se
aquietaron las aguas. Como si sus asesinatos hubieran resuelto algo
que involucraba a uno o a muchos o la pulsión fatal hubiese
descargado una tensión siniestra que ya se hacía insoportable.
Reproducción
textual de la nota del periodista Marcelo Moreno. Diario Clarín,
domingo 18 de marzo de 2007. |
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30 de Marzo de 2007
La religión, la cocaína de la sociedad
En su
nuevo libro, “La vida eterna”, el
filósofo Fernando savater no sólo reformula el clásico emblema de
Marx,
sino que insiste en que las
sociedades democráticas
sean laicas,
donde no cuenta el
Opus Dei.
“¿Por qué la gente cree en cosas sobrenaturales? ¿Cuáles son las
raíces de la creencia religiosa?”, son algunas de las preguntas que
se plantea el filósofo español, autor de más de 45 libros. Luego de
sus interrogantes responde: “Pues, porque
parece chocante que a estas
alturas del siglo XXI haya personas que crean en cosas improbables
como las que fundamenta la religión”.
El tema central de la
nueva obra está a la vista, y Fernando Savater es categórico. “Marx
decía que la
religión
era el opio del pueblo, pero a veces funciona como la
cocaína,
una cosa
excitante, que incluso en
ciertas oportunidades sirve de
motor para cometer atrocidades
como el caso del terrorismo islámico;
y también para
hacer cosas extraordinarias,
hay personas que cuidan leprosos y se sacrifican”, asegura quien ha
sido un gran promotor de las actividades antiterroristas en su país.
La necesidad de que las
sociedades democráticas sean laicas “tiene que ver con la
separación entre la Iglesia y el
Estado, porque
la religión es un asunto
individual. Ahora, el país
que más se acerca es
Francia,
donde la religión es un asunto privado, porque
el Estado debe gestionar los
intereses públicos”.
Lo más probable es que
el libro ocasione más de alguna polémica, cuestión a la que ya está
acostumbrado Savater. “Pero bueno, el miedo a la
perdición de la muerte,
y el
complejo de culpa por nuestros
pecados, son la base de las
creencias
religiosas”, señala y luego
ahonda en uno de los temas que aborda asiduamente en su obra: la
ética. “Hay un capítulo que se titula
‘Vida eterna o vida buena’,
y trata de eso, de hasta qué punto la ética puede verse desmentida
por esa idea de premio, de una vida futura de inmortalidad”,
sentencia y se despide. El catedrático de Filosofía en la
Universidad
Complutense de Madrid debe
partir y cruzar la ciudad. En su viaje pasará frente a dos capillas
y una iglesia. Periodistadigital.com
-------------------------------------------------------------------------------------Fallas
de seguridad tapadas con las manos
Kirchner también
reaccionó ante las fallas en la seguridad aérea como si fuera un
problema nuevo que no es. A mediados del año pasado hubo un pico de
crisis que el Gobierno intentó esterilizar con el anuncio del
traspaso del control aéreo en un año a manos civiles. La semana
pasada adelantó ese traspaso y dio más aire a la Secretaría de
Transporte de Ricardo Jaime.
En ese conflicto se conjugan viejos problemas. La falta de inversión
de las aerolíneas, la disputa entre gremios aeronáuticos para ganar
espacio en las decisiones empresarias y el papel conflictivo del
subsecretario de Aerotransporte Comercial, Ricardo Cirielli, que no
se sabe si actúa de funcionario o de delegado sindical. Los
empresarios españoles se quejaron muchas veces por Cirielli.
Kirchner prometió apartarlo, pero allí sigue.
Kirchner dispone de un margen demasiado generoso para decir y quizás
no cumplir. Para decidir bien y también mal. La inversión y el
consumo continúan a todo vapor. La expectativa que generan
neutraliza el temor a la inflación comprimida. La economía tiene
todavía bien encapsulado a todo lo demás.
Eduardo Van der Koy, periodista
-------------------------------------------------------------------------------------Breve
resumen de un político decente
Los amigos le querían hacer una
fiesta grande. Habían pensado en el Luna Park, que más de una vez
había sentido estremecer sus paredes legendarias bajo el grito de su
apellido sonoro, en tiempos de fervores populares ya demasiado
lejanos. Querían invitar a estadistas y líderes extranjeros para que
vinieran hasta el fin del mundo a congratular a uno de sus pares, el
único de estas latitudes al que aceptan en sus clubes selectos. Pero
él no quiso saber nada. Pudoroso, se excusó de esos halagos con un
argumento imposible:
"Para qué vamos a hacer tanto lío
por una fecha familiar".
Raúl Ricardo Alfonsín cumplió 80 años.
Sigue viviendo en el viejo departamento de la avenida Santa Fe que
tiene desde antes de haber sido presidente y es, como siempre, un
hombre decente. Para alguien que llegó a las alturas a las que llegó
él, en este país, eso que debería ser común resulta absolutamente
excepcional. No es necesario hacer nombres: cualquiera sabe qué
resultado arrojan las comparaciones en este terreno.
Viendo las imágenes del finalmente sobrio festejo
que le hicieron sus amigos noches atrás, a Alfonsín se le notan
algunas señales del paso del tiempo en la carrocería. Pero su motor
funciona a pleno y su verbo sigue tan filoso como cuando sacudía
multitudes desde arriba de una tarima, en aquel breve tiempo en que
la política y los sueños de la mayoría volvieron a vivir un romance
intenso, incendiario, del que demasiado pronto sólo quedaron
cenizas.
Dijo, esa noche, que llegaba a los 80 sin
odios ni rencores, y que seguía haciendo planes para el futuro.
Cuando a alguien lo homenajean no es elegante andar hurgándole la
exactitud de sus dichos, así que vamos a dar por buenas esas
palabras de Alfonsín. Es probable que no tenga odios ni rencores,
pero seguro que mantiene viejos enconos y la furia que los años no
consiguieron limar. Esa furia hoy se le despierta cuando habla de
los correligionarios que andan medio flojos de convicciones y tienen
el oído fácil a la seducción de poderes y billeteras ajenas.
Alguna vez le dejaron en depósito todas las
ilusiones de una sociedad devastada y, la verdad sea dicha, salió
maltrecho de aquel compromiso fenomenal. Pero supo conservar
indeleble el respeto de sus conciudadanos, que es más de lo que
muchos de su especie pueden mostrar.
En el debe y haber, después de más de medio
siglo en la política, Alfonsín acumula una colección de errores, que
la gente se ha encargado de facturarle puntualmente; pero también
unos cuantos aciertos gruesos, por los que también le facturan sin
olvido, sólo que en este caso la cuenta se la pasan los
representantes del poder permanente.
En cuanto a sus planes para el futuro,
basta con echarle un vistazo a la actualidad. Con las mismas artes
de prestidigitador con que supo propinarle al peronismo la primera
derrota electoral de su historia; y más tarde prohijar la Alianza
que arrolló al menemismo después de haber pactado con Menem en
Olivos, ahora Alfonsín apuntala —a costa de tragarse algunos
disgustos— la candidatura de Roberto Lavagna buscando darle
sobrevida a un radicalismo que hace rato boquea en agonía.
Esa agonía es también la de la política entendida
como Alfonsín la entendió siempre, inspirada en un afán de justicia
y libertad, pero tarde o temprano contaminada de viejas mañas,
corrupciones, deslealtades y clientelismo. Una política, aquella de
Alfonsín, llena de los vicios de su época, pero que no necesitaba de
políticos haciéndose los graciosos en la tele, posando en las fotos
como artistas de farándula o diciéndole a cada audiencia exactamente
lo que esa audiencia quería escuchar, remedando a Groucho Marx
cuando decía
"estos son mis principios, si
no le gustan tengo otros".
Aquella forma de hacer política se reveló
impotente para cumplir sus propósitos e incapaz de reciclarse en
formas más dinámicas, transparentes y eficaces. Y nos dejó como
herencia esta política de hoy, donde la chequera tritura las ideas y
no es fácil encontrar políticos que resistan una investigación
patrimonial.
Pero Alfonsín, a sus 80, se resiste a
escribir sus memorias. Y sigue creyendo. Al final, de esa materia
están hechos los sueños.
Julio Blank, periodista. Reproducción de su
columna en el diario Clarín, domingo 18 de marzo |
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29 de Marzo de 2007
De las riquezas usurpadas por la miserabilidad política
“El gobernador
riojano, Angel Maza, ha pagado con su propia caída la ambición de
perpetuidad en el poder. Esa ambición no viene sola: generalmente
está acompañada, en el Norte miserable y a veces inviable, por la
ostentación de riqueza y de privilegios por parte de los
gobernantes. Maza había hecho construir en la residencia oficial una
pileta de natación propia de un millonario de la lista Forbes. Todos
los dirigentes riojanos son hijos políticos de Menem; lo que está
ocurriendo allí es un trámite sucesorio con herederos hostiles.
Kirchner se ocupó de seducirlos, no de renovarlos”.
Joaquín Morales Solá, periodista.
-------------------------------------------------------------------------------------El
orgullo de ser terrorista
El texto
publicado por el Pentágono, en el cual declara el detenido Khalid
Sheikh Mohammed, no es exactamente una confesión. Es un manifiesto
enumerativo de actos de los que se siente orgulloso. Se preocupa por
que le crean lo que reivindica, como la decapitación de Pearl,
señalando que si alguien quiere una confirmación hay fotos suyas en
internet en las que le sostiene la cabeza. Muestra una
autovaloración intacta: cuando habla de su mano, aquella con la que
procede a decapitar al prójimo, lo hace en términos de "mi sagrada
mano derecha". No se preocupa por sus actos, sino porque se escriba
bien su nombre. Se queja de ser mal citado en una entrevista. Sólo
se apiada cuando se acuerda de los niños. Sería interesante saber a
qué edad se cruza el umbral que lo torna a uno asesinable.
Habría un sentido, más allá del proceso penal y político
involucrado, en dar a conocer la confesión de Mohammed, que es
quebrar el silencio del terrorismo. La publicación busca
contrarrestar algo tremendamente perturbador, que es el silencio que
subyace a la gratuidad de sus actos. Más allá del valor de la
incriminación, se trata de un esfuerzo de traducción de las
motivaciones ajenas al propio universo. La destrucción del silencio
terrorista busca convertir al terrorista en un objeto de
comprensión. Porque no se puede siquiera despreciar lo que no se
comprende. Sin embargo, la confesión de Mohammed, si bien
inteligible en términos penales, sigue siendo ininteligible en
términos de significación. No es posible para nosotros comprender la
razón de este torrente de hechos, y no hay manera de incorporar a
nuestra mentalidad la razón por la cual una persona se estrellaría
contra una torre, sacrificando su vida en conjunto con las de tres
mil personas.
¿Será esa irreductibilidad de fondo lo que vuelve el proceso contra
sí? Se duda ahora de la veracidad de lo dicho, se cuestionan los
métodos con los que se lo ha obtenido, y se perfila como un extraño
boomerang de cuestionamientos para quienes lo han publicado. Así
como el terrorismo conoce a la perfección la idiosincrasia de
Occidente, y el modo de aprovechar su maquinaria mediática en su
favor, éste pareció el intento inverso, el de aprovechar en el
propio favor la maquinaria mediática que otorgaba la confesión. Pero
tal vez sólo haya servido para extender la incógnita que supone el
terrorismo para Occidente.
Enrique Valiente Noailles, periodista y filósofo. Reproducción de su
nota en el suplemento Enfoques, diario La Nación, domingo 18 de
Marzo de 2007
-------------------------------------------------------------------------------------¿Qué
pasa en santa cruz Sr.presidente?
Néstor Kirchner conjetura
sobre alguna confabulación en Santa Cruz. Los conflictos en esa
provincia han resultado siempre explosivos y traumáticos. Aquel de
los petroleros en el alba del 2006 dejó incluso un muerto. Pero
hacía muchos años, tantos que hasta casi se perdió la cuenta, que en
Río Gallegos no salía un gentío a protestar. El Presidente dio un
respingo.
Río Gallegos tiene una de las tasas de empleo más elevadas del país.
Sus niveles de pobreza son también los más bajos. ¿Cómo se entiende
semejante convulsión? Hay una multiplicidad de razones que podrían
explicarla. Las mismas, quizá, que acicatean problemas similares en
otras provincias donde las discusiones salariales se mezclan con el
tiempo electoral. Pero Santa Cruz es la tierra de Kirchner y todos
los focos de la atención política iluminan allí sin remedio.
Poco y nada se habló la semana pasada de las quejas docentes en
Corrientes, Salta y Neuquén. Menos aún del trastorno con médicos y
enfermeras en Catamarca. Persiste larvada, además, la crisis
política e institucional en La Rioja. Pero la única información que
fluyó con abundancia fue la que provino de Santa Cruz. También
Kirchner subió el valor de aquel conflicto: le dedicó tiempo
completo de su agenda y desde una tarima bonaerense enjuició a la
oposición.
Habría que empezar por precisar una cosa. La protesta de Río
Gallegos no fue detonada por el aumento salarial a los docentes que
dispuso semanas atrás el Gobierno. El piso de los docentes allá —aun
con su composición segmentada— está bien por encima del que anunció
Daniel Filmus y que repercutió en Buenos Aires y en otras
geografías. Pero esos docentes se reflejan en una realidad diferente
y es esa misma realidad la que suele alentar sus demandas.
La vara de la
comparación son siempre los trabajadores petroleros. El petróleo es,
por lejos, el tesoro que dispone Santa Cruz para financiar su
economía. Después de la revuelta de Las Heras, el salario de
aquellos trabajadores quedó boyando entre los 4 mil y 5 mil pesos.
Un docente de Río Gallegos gana casi $ 2.900. Esas desigualdades,
aun en las cimas salariales, fogonean los reclamos y a veces cierta
tensión. Pero a los petroleros les pagan empresas privadas y a los
docentes el Estado provincial. Unos pueden desembolsar, con
seguridad, más que otros.
Un problema adicional consiste en el pago de los salarios caídos por
huelga. Esa cuestión fue clave para el arreglo del conflicto en Las
Heras. Kirchner ordenó entonces ceder a la exigencia de los
petroleros. El presentismo resulta determinante en la conformación
final del salario docente. El Presidente asegura ahora que no
aflojará. Aquella es una norma general que impuso en sus épocas de
gobernador y que ayuda a neutralizar huelgas o, por lo menos, a
debilitarlas.
En el entrevero, la política siempre mete su cola. La gran
movilización fue en Río Gallegos y más raleadas en poblaciones del
interior. La ciudad capital está en manos de un radical, Héctor
Roquel. El intendente ha sido en promedio un hombre conciliador.
Aunque Kirchner sospecha que tejió ahora alianzas finas con los
docentes y empleados estatales que salieron a la calle. El
radicalismo está activo en la provincia y la mayoría se inclina por
respaldar la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. El ex
vicegobernador kirchnerista, Eduardo Arnold participa de esa
negociación. Detrás de él se han ido algunos fragmentos del PJ
provincial. Elisa Carrió aterrizaría en Santa Cruz en las próximas
horas. Con ese panorama Kirchner dispone de un solo candidato para
octubre: su hermana, Alicia.
Quizás el Presidente haya subestimado la crisis de hace un año donde
la revuelta de los petroleros terminó con la renuncia del entonces
gobernador Sergio Acevedo. Ese hombre, que formó durante años parte
del tronco kirchnerista, vive hoy en la lejanía, el anonimato
y el silencio. Kirchner
supuso que Santa Cruz podía continuar funcionando bajo la órbita de
su influencia a la distancia y la presencia de un simple
controlador. Por esa razón dejó a Carlos Sancho a cargo del
Ejecutivo provincial. Pero la gestión de ese funcionario de poco
carácter es pobre, vacía de convicción.
Una de las deudas políticas que tiene, que en verdad heredó, es la
falta de novedades sobre el asesinato del policía Jorge Sayago,
ocurrida durante el estallido de Las Heras. Hay detenidos, pero la
investigación está parada. Voceros de la oposición santacruceña
denuncian que se evita incriminar a algún responsable con llegada al
poder nacional. En aquella ciudad inhóspita y remota la situación no
está en calma: los que protestan no son hoy los petroleros sino los
pobladores comunes que se quejan por la falta y la mala calidad del
agua, contaminada con materiales pesados y químicos.
Sancho no es el único responsable, sin embargo, de la tirantez con
la Iglesia. Este es un problema que arrastra Kirchner desde el
inicio de su gobierno. Y no incluye solamente a Santa Cruz. Existe
sobre todo una relación deteriorada con el cardenal Jorge Bergoglio,
el jefe del catolicismo argentino. Hay entre ellos hondas
diferencias, pero habría también una puja de vanidades. El
Presidente se indigna porque en distintos puntos del país algunos
obispos se han colocado a la cabeza de luchas políticas (Misiones) o
de protestas sociales. Hacen aquello que por distintas razones no
está en condiciones de hacer la oposición. Bien o mal, es un
anticuerpo que genera todo sistema que funciona con anormalidad.
Kirchner y también la oposición tienen muchísimo por hacer para que
la democracia mejore.
Santa Cruz no es, en ese
sentido, una excepción. Juan Carlos Romanín llegó hace poco más de
un año al Obispado de Río Gallegos. Es un jesuita de la escuela de
Bergoglio, austero y concreto. Romanín le dio con su asistencia una
escala superior a la movilización callejera de la semana pasada. El
Presidente se desencajó porque había tenido con el cura un gesto, a
juicio suyo, de buena voluntad: estuvo el día de su asunción. "No
sirvió de nada", rezongó con amargura en las horas de mayor tensión.
Suceden más cosas. El párroco de Las Heras, Luis Bicego, tiene un
duro enfrentamiento con el Gobierno provincial y, por añadidura, con
la Casa Rosada. El gobernador Sancho lo responsabiliza de apañar
siempre a los sindicalistas petroleros más revoltosos. El sacerdote
hostiga al mandatario con severísimas opiniones en su contra. Hubo
hace meses otro episodio serio que transcurrió alejado del
escándalo. El párroco de Caleta Olivia, Enrique Lapadula, sostuvo
una áspera discusión con el senador kirchnerista Nicolás Fernández.
Lapadula fue trasladado a Puerto Deseado luego de recurrentes
apretadas del poder político.
El alboroto en Santa Cruz llegó en un momento inoportuno e impensado
para Kirchner. Estaba transitando sin grandes sobresaltos el primer
tramo del tiempo electoral. Aquel alboroto, en cambio, fue recibido
casi como una bendición por los opositores, esterilizados con las
buenas noticias que brinda la economía. El conflicto patagónico
revela que debajo de la alfombra de la bonanza subsisten
insatisfacciones de todo tipo, también políticas.
Lavagna sigue sin estridencias su derrotero. Salió bien parado del
plenario radical al que merodeaban previamente algunas amenazas. Las
corporizaba sobre todo Margarita Stolbizer. Pero la dirigente
trastabilló cuando en Entre Ríos respaldó la candidatura de Emilio
Martínez Garbino, de una coalición progresista, en lugar del
postulante partidario.
Eduardo Van Der Kooy, periodista |
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28 de Marzo de 2007
Presidente: no viole la constitución
El principio
de separación de poderes es una de las bases fundamentales del
Estado de Derecho ya que tiende a asegurar el objetivo más
importante del constitucionalismo, que es la conformación de un
gobierno limitado en resguardo de los derechos y libertades
esenciales de las personas. Así las cosas, al Poder Judicial le cabe
un papel básico en el control de los acto de gobierno de los poderes
políticos -Ejecutivo y Legislativo- a fin de que los mismos se
adecuen a la Constitución y a las demás leyes de la República.
Por lo tanto, todo el esfuerzo debe estar puesto para velar por la
mayor independencia de la Justicia, no por casualidad nuestro
preámbulo habla entre los objetivos del pacto federal que sustenta
la ley fundamental el de "afianzar la Justicia".
Llama la atención que el presidente de la República utilice un
discurso tan importante como el que impartió en el día de ayer para
increpar en términos enfáticos a los integrantes del Poder Judicial,
así como a incentivar al Consejo de la Magistratura para que proceda
a acusar y someter a juzgamiento para la remoción, dentro de los más
breves plazos, a miembros de la Corte de Casación Penal.
La Constitución claramente le prohíbe interferir en el accionar de
la Justicia. En efecto, el artículo 109 tantas veces violado por
parte de los primeros mandatarios argentinos determina con claridad
que "En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer
funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes
o restablecer las fenecidas".
No cabe duda de que manifestaciones como las proferidas por Néstor
Kirchner ayer violan de manera manifiesta el texto y el espíritu de
la cláusula constitucional transcripta.
Este tipo de actitudes interfieren gravemente en el normal
desenvolvimiento de la delicada actividad que deben desempeñar los
magistrados, que deben contar con la suficiente templanza,
equidistancia y objetividad a fin de poder desempeñar sus funciones
con independencia de criterio y alejados de las urgencias de los
poderes políticos.
Un sistema que desconozca estas pautas irá de a poco perdiendo los
atributos de una república enmarcada en los lineamientos de Estado
de Derecho.
LANACION.com.ar, domingo 25 de marzo
-------------------------------------------------------------------------------------Acercarse
a la Constitución
Más
allá de las nobles causas que inspiraron al jefe del Estado a haber
actuado como lo hizo en defensa de los derechos humanos y de la
memoria de los argentinos, su proceder operará en el sentido
exactamente contrario, pues por sus expresiones puso de manifiesto
una vez más una vocación muy débil para enmarcarse en los
lineamientos de su función, la de administrador general de la
nación, de naturaleza política.
Su función no es predominante pese a que ejerce la jefatura del
Estado si no ubicada en un nivel igual al de los otros dos poderes.
Sobre todo, en relación con la Justicia, le caben las generales de
la ley ya que sus actos deben ser objeto de manera permanente del
escrutinio y fiscalización por parte de los miembros del Poder
Judicial.
En aras de la salud de nuestras instituciones y del logro de la
consolidación de nuestra democracia, resulta fundamental que los
argentinos tomemos conciencia de nuestro rol de ciudadanos y, como
tales, nos cabe velar en todo momento para que el comportamiento de
nuestros representantes se encuadre siempre en las normas de la
Constitución de la Nación.
LANACION.com.ar, domingo 25 de
marzo -------------------------------------------------------------------------------------
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La quiebra hace
ricos a los empresarios...
“La economía es
muy extraña en Argentina, porque mientras las empresas van a la
quiebra, sus dueños cada vez tienen más dinero”.
Jorge Guinzburg, periodista
--------------------------------------------------------------------------------------------------La
persecución a los poderes y a la prensa
Al mismo
tiempo, no deja de ser llamativo que semejante empellón actual esté
sucediendo simultáneamente con la inauguración del año electoral. La
embestida contra los jueces no tendría por qué ser exclusiva contra
ese tribunal. El precedente de un gobierno hurgando en la
integración de los tribunales o en la opinión de los jueces podría
traer consecuencias de temor y de parálisis en la Justicia.
En la Justicia se están investigando varias causas más
contemporáneas, que afectan a las decisiones y los manejos de
funcionarios del actual gobierno. Puede que no sea ése el propósito,
pero podría ser la consecuencia.
Kirchner dijo en Córdoba que diría lo que dijo aun cuando sabía que
lo criticaría la "prensa tradicional". Sólo quedarían pocos jirones
de la República si nadie más que la "prensa tradicional" se
preocupara por un presidente decidido a zamarrear jueces y, si no
entendieran el mensaje, a echarlos como si fueran secretarios
indolentes. Joaquín Morales Solá,
periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------Aficiones
peligrosas
La afición por Chávez
no tiene, de todos modos, muchas explicaciones en un presidente tan
pendiente de las encuestas de opinión pública. Los dos líderes
extranjeros más valorados por los argentinos, según una reciente
medición del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales,
son Michelle Bachelet y Rodríguez Zapatero, con índices parejos y
muy altos de simpatía social. Con sus luces y sus sombras, ninguno
de esos dos líderes tiene nada que ver con las políticas y los modos
de Chávez.
Las consecuencias con los Estados Unidos son fácilmente predecibles,
han dicho importantes funcionarios en Washington. Ninguna oficina
norteamericana moverá un dedo en adelante, por ejemplo, para ayudar
a la Argentina en la renegociación de su deuda en default con el
Club de París. Ese problema es muy especial, casi único. Kirchner
quiere una refinanciación parecida a la que logró con el gobierno de
España, pero sin pasar por un programa con el Fondo Monetario. Tal
excepción necesita el apoyo de Alemania, Francia y los Estados
Unidos. Ninguno está de acuerdo con la propuesta argentina.
Felisa Miceli nunca frecuentó, al revés de todos los otros ministros
de Economía, a los responsables económicos de las principales
potencias del mundo. Ante esa ausencia de interlocutores, el
gobierno argentino intentó vanamente una gestión de Tom Shannon, una
paloma del Departamento de Estado, ante el decisivo Departamento del
Tesoro. Pero, al final, los actos de Kirchner terminan por debilitar
a los sectores más moderados y dialoguistas de Washington. Shannon
no militará más en esas filas y Burns expresó también una decepción
personal, porque él creyó en Kirchner.
El gobierno norteamericano no promoverá inversiones de sus
empresarios en la Argentina. Esa es otra conclusión, aunque siempre
cabe la decisión particular de las corporaciones. Burns se había
interesado por aumentar las inversiones norteamericanas en la
Argentina cundo estuvo en Buenos Aires, en febrero último. Según los
primeros datos sobre inversión extranjera en América latina en el
año 2006, la Argentina podría resultar quinta, luego de Brasil,
México, Chile y Colombia. Las explicaciones hay que buscarlas en la
política y no en la hasta ahora rebosante economía.
Joaquín
Morales Solá, periodista
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27 de Marzo
de 2007
Hacia el unicato
presidencial
“Néstor Kirchner cree en el
efecto fulminante, casi mágico, de sus tribunas de incendio. No hubo
inocencia en él, por lo tanto, cuando el sábado último la emprendió
contra los jueces de la Cámara de Casación. Ellos tienen en sus
manos muchas causas por las violaciones de los derechos humanos en
la década del 70. Si la presión pública es ya un hecho demasiado
grave, puede asegurarse que es aún más intensa –y quizá concluyente–
la presión soterrada que se está ejerciendo sobre esos jueces para
que abandonen sus cargos.
“Jubílense y no les pasará nada.” Ese es el mensaje que los jueces
Gustavo Hornos, María de Durañona y Vedia, Alfredo Bisordi y Eduardo
Riggi vienen recibiendo de niveles decisivos del poder. La tensión
que ellos viven personalmente es muy difícil de transcribir en pocas
palabras. Lo cierto es que ni siquiera han faltado los estallidos de
llanto en los últimos días en algunos de esos magistrados. Tales
episodios de tensión interna eran previos, por cierto, al maltrato
presidencial en Córdoba.
¿Quién es el mensajero oficial de tales bravatas? Según coincidentes
versiones que circulan en la Justicia, el mensajero es el diputado
Carlos Kunkel. Cuenta con la confianza presidencial y es, al mismo
tiempo, una especie de delegado de Kirchner en el Consejo de la
Magistratura, el organismo encargado de designar y relevar a los
jueces.
El oficialismo se reservó, en la última modificación del Consejo, el
control de los dos tercios necesarios para remover o nombrar jueces.
Las advertencias de Kunkel no carecen, entonces, de sustento
político para hacer posibles sus intimidaciones.
De cualquier forma, el "jubílense" de Kunkel fue reemplazado ayer
por el más expeditivo "váyase" que el ministro del Interior, Aníbal
Fernández, siempre más locuaz que cualquiera, le arrojó al juez
Bisordi. Bisordi había advertido que por el camino emprendido por
Kirchner se terminaría en la "suma del poder público".
¿Dónde han llegado los exponentes de la República? ¿Qué significa
este diálogo de tahúres entre jueces y funcionarios de una
democracia? ¿En qué país estamos ingresando en el que las más altas
autoridades de la Nación maltratan a un juez como si fuera un reo?”.
Joaquín Morales Sola, periodista
--------------------------------------------------------------------------------------------------No
les tenemos miedo
El
lugar, que hasta la semana pasada ocupaba el Ejército, es
considerado uno de los iconos de la represión, que en Córdoba estuvo
encarnado por el ex titular del Cuerpo de Ejército III, Luciano
Benjamín Menéndez, que se llevó las mayores silbatinas del público.
Actualmente, el militar está detenido con prisión domiciliaria.
Kirchner le dedicó uno de los párrafos más duros de su discurso.
"Desde acá, desde Córdoba, a ese general, que lo voy a nombrar como
presidente de la Nación que soy, señor... No te voy a llamar general
porque ni eso merecés. Señor Luciano Benjamín Menéndez: tené en
claro que sos un cobarde, tené en claro que los argentinos saben
quién sos y que estás escondido en tu casa. Tendrías que estar en
una cárcel común, donde tienen que estar los delincuentes y los
asesinos como corresponde", exclamó en medio de aplausos.
"A esos que torturaron y mataron allí, como ese mayor Barreiro, que
se escapó del país, otro cobarde, que nos viven amenazando, no les
tenemos miedo, no le tenemos miedo", insistió Kirchner” .
Diario La
Nación
---------------------------------------------------------------------------------------------------Lujos
que se da la argentina
Un lujo que la
Argentina no se dio nunca fue el de promover fricciones simultáneas
con los Estados Unidos y con Brasil. Kirchner se lo dio. Washington
también se dio el suyo: pocas veces antes protestó contra un
gobierno haciéndoselo saber a su embajador en público, cara a cara.
Nicholas Burns, el diplomático norteamericano de más confianza de
Condoleezza Rice, hizo exactamente eso con el embajador argentino,
José Octavio Bordón. Debió ser el momento más incómodo que Bordón
pasó en su vida.
¿Ignoraba el gobierno argentino que el acto de Chávez en Buenos
Aires, coincidente con la visita de Bush a Uruguay, molestaría de
tal manera a los Estados Unidos? Esa ignorancia es difícil, sino
imposible. Fueron muy claros los mensajes washingtonianos previos
sobre el malestar eventual ante los anuncios del acto de Ferro.
Consternación por el anuncio, fue la fórmula que repitieron.
Kirchner sabía, definitivamente, lo que hacía. Quizá por eso gran
parte de su gabinete estuvo en contra del acto de Chávez y le
advirtió al Presidente de su oposición. Muchos de los decisivos
funcionarios que se opusieron debieron luego, sin embargo, defender
en público la decisión de Kirchner. Así es el mundo kirchnerista,
sin matices.
¿Por qué lo hizo? Una versión oficial indica que Kirchner entendió
la gira latinoamericana de Bush como un intento de dividir a los
países del Mercosur. Bush estaba en Uruguay cuando sucedió la
provocación de Chávez. Desgraciadamente, la Argentina y Uruguay no
necesitan de Bush para estar divididos. Lo están, y las razones
pueden encontrarse sólo en el sur de América.
Kirchner suele decir que su relación con Chávez es de agradecimiento
por los favores que éste le hizo a la Argentina durante la crisis
energética de 2005, que, por otra parte, nunca se reconoció
oficialmente. Describe también al gobierno de Chávez como
"cívico-militar", una fórmula que el argentino desdeña, y lo entrevé
inspirado en ideologías y programas del primer Perón. Han pasado
60 años, suele concluir.
Otras versiones indican, sin embargo, que Kirchner le ha dado un
matiz ideológico distinto a su gobierno en los últimos tiempos y que
el acercamiento a Chávez responde a coincidencias políticas
profundas. Roberto Lavagna ha sostenido en público esa tesis. El ex
ministro argumenta que el entorno ideológico que lo rodea ahora ya
no es el mismo que antes.
Joaquín Morales
Sola, periodista |
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23 de Marzo
de 2007
“La imagen que se
da del país es muy pobre”
Carlos Malamud* revela matices en la relación bilateral
hispano-argentina.
-Más allá de escenificaciones, ¿hay en España inquietud por la
influencia del venezolano Hugo Chávez en América latina?
-Es un tema que preocupa cada vez más. Por su deriva autoritaria,
por su cada vez más agresiva política exterior; por sus aliados con
mala prensa, como el caso de Irán, o sus visitas a dictadores
asiáticos y africanos, y por su carrera armamentista. Otra cosa es
lo que se manifiesta de eso, porque la política española en la
región pasa por tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con
independencia de su signo político o ideológico.
-¿No importa el tamaño del sapo que haya que tragar?
-La idea es que, para la defensa de los intereses españoles y del
proyecto Iberoamericano, lo mejor es no cortar los puentes de
diálogo, incluso con gobiernos complicados.
-¿Dónde está el límite y cuán cerca está Chávez de él?
-El límite sería algo que ataque los intereses españoles. Por
ejemplo, expropiaciones de bienes de nacionales españoles.
-Eso ya ocurre con venezolanos...
-La reacción española sería con nacionales españoles y con los
intereses de sus empresas.
-Si se toca a las empresas, ¿Madrid salta?
-Si, pero depende de la manera en que sean tocadas. Porque, por
ejemplo, la anunciada nacionalización de Repsol por parte del
boliviano Evo Morales causó mucha preocupación. Pero se mantuvo
abierto el diálogo y se alcanzó una solución.
-Y
cómo se recibe el acercamiento de Kirchner a Chávez y el acto en
Ferro contra Bush.
-El presidente argentino es seguido aquí con atención y con
escepticismo a la vez. Es su origen peronista lo que explica parte
de sus derivas populistas. Y sobre todo sus aproximaciones y
alejamientos de Chávez o de Bush o de quien haga falta, según le
convenga a las circunstancias del momento. Es un hombre que tensa la
cuerda hasta donde puede y luego, si es necesario, se justifica ante
quien corresponda.
-¿Cuánto le queda de cuerda para tensar?
-Creo que el derrotero de la gira de Bush, que obvió deliberadamente
Buenos Aires, es un mensaje de que ya le está ocurriendo algo como
lo del cuento del pastorcito Pedro, el lobo y las ovejas. La
paciencia tiene un límite y Kirchner está cerca de colmarla
-Eso lo señala usted con Estados Unidos. Pero, ¿con España es lo
mismo?
-Con España no se ha llegado tan lejos. Pero aquí tenemos
diferencias entre las escenificaciones y las realidades. Nadie aquí
cree en los argumentos de Kirchner para con el diferendo por las
empresas españolas. Lo que ocurre es que la Argentina, por
acumulación de stock, es aún el país de la región donde España más
ha invertido. Y eso se cuida. Pero lo cierto es que, desde 2001, la
inversión española en la región ha ido a países más confiables, como
Chile, Brasil y México, lo que implica que, en términos relativos,
hay retroceso de la inversión española.
(…)-¿Cuánto afectó la relación bilateral el reclamo de Kirchner para
que se retire al ex embajador Carmelo Angulo?
-No creo que haya sido determinante. Confirmó, de algún modo, lo
lineal del razonamiento y los modos del Presidente.
-¿También los de España? Porque Zapatero lo hizo esperar más de 18
meses desde que Kirchner pidió el cambio hasta que se lo concedió.
-En tal caso, es una prueba más de que la luna de miel no era tal.
-Tres años después, ¿cómo se mira a la Argentina en España?
-La imagen está mediatizada por los excelentes récords de
crecimiento. La pena es que al mismo tiempo aparecen medidas que
despiertan dudas: el escándalo del INDEC, el tema de la inflación y
todo un manejo que genera perplejidad, sobre todo por lo que de
retroceso institucional significa. Tampoco ayuda este deshojar de
margarita entre el señor y la señora Kirchner para la presidencia.
La verdad es que, con eso y con el plan para prolongar la
permanencia en el poder, la imagen que se da del país es muy pobre
y, desde el punto de vista democrático, poco edificante.
-¿Qué impresión hay de la senadora Kirchner en España?
-Goza del mito de ser la versión más socialdemócrata del matrimonio,
una suerte de remedo de Hillary Clinton que ella se ocupó mucho por
crear jugando astutamente sus cartas aquí, donde se acercó al
gobierno y al partido socialista y participó en un debate con el ex
presidente Felipe González en la Casa de América.
-Lo recuerdo. Pero, en esa ocasión, Felipe corrigió la plana a la
senadora respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI) y le dijo
que, en vez de criticar, la Argentina debería hacer un poco de
autocrítica. Fue un matiz importante.
-Si, pero lo que queda de eso en el recuerdo mayoritario es la foto.
La imagen de ella junto a Felipe.
-¿Sería bien recibida entonces en España su eventual candidatura?
-Creo que los dos son lo mismo. Pero la idea de abrir camino para 16
años del matrimonio lo hace también a costa de un descrédito
institucional peligroso. La decisión de uno u otro tendrá que ver
con los números de la economía pero, sobre todo, con el estado de la
oposición: si sigue tan fragmentada y falta de ideas, ése será el
escenario.
Extracto de entrevista publicada en La Nación. Malamud*, historiador
y analista argentino residente en España.
---------------------------------------------------------------------------------------------------La
colonización espacial, por Sir Arthur C. Clarke
“(…) Me
siento muy feliz y muy agradecido a la gente que me considera el
inventor de los satélites para las telecomunicaciones y el principal
impulsor del ascensor espacial. Pero preferiría ser recordado como
un gran escritor.
(…) La
colonización del espacio es el próximo paso lógico en nuestra
evolución como especie. Es el gran paso sucesivo al que condujo a
nuestros antepasados, cuando eran peces, a salir del mar y asentarse
en tierra firme. Imagine un pez radicionalista que, hace mil
millones de años, decía a sus parientes anfibios: “la vida sobre
tierra firme no tiene nada que ver con la marina. Nosotros estamos
bien aquí donde estamos” Eso fue lo que hicieron los peces y siguen
siendo peces. Nuestros descendientes que vivirán en la Luna o en
Marte, ciertamente visitarán la Tierra de vez en cuando, con sus
trajes especiales para soportar la tremenda gravedad de la tierra y
sus máscaras antigás para filtrar los innumerables malos olores que
nuestro planeta aprendió a generar durante su larga historia de
millones de años. Pero no creo que quieran vivir en la tierra
permanentemente.
(…) Comparto la
teoría del astrofísico Carl Sagan: “O estamos o no estamos solos en
el universo. En ambos casos, nuestra mente permanece confusa.”
Personalmente, no tengo duda alguna de que el universo bulle de
vida. Una de mis
esperanzas secretas es encontrar un signo, cualquier signo, de
alienígenas durante mi vida. Preferiría un signo de vida
inteligente, pero me apuntaría asimismo a un signo de vida
bacteriana. Por otra parte, también puede suceder que una
civilización inteligente haya decidido evitar cualquier contacto con
nosotros, dadas las desesperadas condiciones a las que hemos
condenado a nuestro mundo. ¡A lo mejor, los terrestres fuimos
colocados en una especie de “cuarentena galáctica”!
(…) Creo mucho en los sistemas de reconocimiento vocal para el
ordenador y demás dispositivos, incluso por su valor social, porque
podrían ser utilizados incluso por los analfabetos. Sin embargo, hoy
en día todavía hay dificultades para conseguirlo. Funcionan bien, si
una persona está sola, pero piense en el caos de una oficina, en la
que todos hablen a la vez a las máquinas. Además, el software deberá
resolver el problema de la enorme diferencia de acentos con los que
se habla una misma lengua. Recuerdo, a este respecto, una anécdota
de hace unos años, mientras estaba intentando enseñar a un ordenador
a reconocer mi voz. Pues bien, la frase ‘hay que ayudar al partido’
(the party en inglés) se convirtió en ‘hay que ayudar al apartheid’,
un ejemplo evidente de lo ‘políticamente incorrecto’.
(…) El objetivo último de los dispositivos input-output será la
posibilidad de utilizar todos
los sentidos
del organismo humano y enviar señales directamente al cerebro. La
manera de hacer eso con exactitud se lo dejo a los biotecnólogos.
Por mi parte, en ‘3001’ describí el ‘braincap’ (un casquete para
colocar en la cabeza e interactuar entre el cerebro y el ordenador).
La popularización del dispositivo podrá retrasarse por el hecho de
que ponérselo exigirá raparse el pelo al cero. De ahí que, dentro de
unas décadas, la fabricación de pelucas se convertirá en un gran
negocio.
(…) Desde que
los ordenadores se convirtieron en máquinas fáciles de usar y más
accesibles, desaparecieron todos los temores sobre el símbolo de la
máquina que supera al hombre y domina la tierra.
(…)La
desaparición de la prensa se predecía ya con la llegada de la radio
y de la televisión, pero cada uno de los nuevos medios de
comunicación encontró su puesto y nosotros mismos tampoco hemos
tirado nuestros libros. Este medio antiguo sigue teniendo, de hecho,
un espacio en medio de los sitios web,
los videojuegos, los mensajes y otras tentaciones. Sin duda, el reto
es intentar atraer a todos los que se acostumbraron a la
gratificación instantánea derivada de los medios de comunicación
interactivos, pero la lectura de un libro será siempre algo
insustituible. Eso sí, la industria editorial tendrá que buscar
nuevas vías, pero no creo que la prensa vaya a desaparecer.
(…) Los países
del Pacífico han convivido siempre con los tsunamis, pero sólo el
del Océano Indico de 2004 catalizó la atención mundial sobre ese
tipo de riesgos. Poco tiempo después de la tragedia, subrayé que un
tsunami puede ser desencadenado no sólo por un terremoto submarino,
sino también por el impacto de un asteroide. Por eso, cuando se
habla de las amenazas procedentes del espacio, la gente parece
aliviada por el hecho de que las dos terceras partes de la tierra
estén cubiertas por agua. Pero precisamente eso debería preocuparnos
mucho más”. Entrevista a
Arthur C. Clarke, escritor. ELMUNDO.es
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22 de Marzo
de 2007
...O es que no te sale en pantalla
Le
pedí sus datos (es mi trabajo) y el hombre volvió a hablarme muy
bajito y le volví a pedir que me repitiese, si era tan amable, su
nombre y apellido. Muy malhumorado me dijo: Eduardoi F ¿O es que no
te sale en pantalla , pelotuda!, cuando se fue me pidió mi nombre y
apellido y amenizándome con el dedo me dijo “ acuérdate de mi nombre
, porque no lo vas a olvidar. Vas a tener un grave problema.
Acuérdate bien, porque esto no queda aquí...
Iara Gallego
iaragallego@yahoo.es
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The Esperpento Press:
1)
Por cada 100 abogados año bancados con dinero público sólo se
gradúan 2 matemáticos y un físico
2)
Luis D Elía fue a Irán y "vio" que "hay 500.000 judíos que conviven
en paz" (sic). Bastó sanear el dato: son 5000 y embretados en guetos
(flop)
3)
Solá la peleó, se jugó y le pagó a los maestros (no es poco en
tiempo tan necio)
4)
Amplían misterio de la santísima trinidad: el Papa Benedicto XVI
fundó primer equipo de esquí del Vaticano con sacerdotes y otros
píos del miniestado sin nieve (glup infinito)
5)
Dado año electoral el Congreso legislará a la esforzada velocidad de
una vez al mes (sic)
6)
A días de irse el hombre más viejo del mundo (Emiliano del Toto,
115, de Puerto Rico) se fue la mujer que lo seguía: Emma Faust
Tillman (114), de EE.UU.. Emma tuvo 13 hermanos, algunos longevos:
108, 105 y dos de 102 años
7) Así es el hombre: el Parlamento británico dedicó 800 horas al
debate sobre la caza del zorro y a Irak (y la caza de Saddam, of
course ) sólo 20 (glup de órdago).
"Si uno no tiene prejuicios, verá, en un día, lo que otros no verán
ni en 10 años" (Norman Mailer).
Esteban Peicovich, extracto de su columna en
el diario La Nación.
www.palabristas.com.ar
---------------------------------------------------------------------------------------------------Reflexiones
de las cosas de todos los días
“·Ayer este diario informó que tres de cada cuatro vuelos de
cabotaje parte con demoras de hasta 8 horas. Los retrasos perjudican
a más de 16.000 personas por día. La empresa que domina el 85% del
mercado reconoce la falta y por toda explicación alega que su flota
es antigua y escasa y que planean renovarla. Mientras tanto, los
pasajeros, que pagan religiosamente sus tickets, muy argentinamente
se joroban sin que nadie los resarza o los proteja.
·
Hablamos de los privilegiados que viajan en avión. ¿Qué decir
entonces de las mayorías dignas de un estoicismo más justificado que
día a día trepan a trenes sin horarios ni seguridad, completamente
rebalsados, en los que viajan en una situación semejante a la del
ganado en pie? En los micros de larga distancia no ocurre: lo que
suceden son accidentes —por fallas humanas y mecánicas— a
repetición, que dejan una cifra pavorosa de muertos y heridos.
·
¿Y el tránsito en Capital y GBA ahora que los buenos aires
económicos dispararon la venta de autos? ¿Usted, amable lector, ve
policías con la sana intención de adecentarlo, ordenarlo, dirigirlo
o más bien nota, como tantos, que camiones de reparto bajan
mercadería a cualquier hora, que los colectivos hacen subir y bajar
a los pasajeros en mitad de la calle, que bajo rotundos carteles de
prohibido estacionar hay cuadras enteras de coches estacionados?
· Para mejorar
las cosas, los piqueteros —que razonablemente aparecieron en los
años de penuria extrema— ahora siguen con sus protestas más o menos
folclóricamente, como en una especie de rutina que respeta
rigurosamente feriados y vacaciones pero que un par de veces por
semana desparrama el tránsito.
· Cortar, en
general, caminos y rutas ya es una costumbre extendida y además,
gratuita: no tiene costo alguno. Incluso los pobladores de tres
ciudades entrerrianas viven cerrando el paso de rutas
internacionales porque temen que una planta uruguaya les contamine
el río. Esta actitud no les ocasiona perjuicio alguno más allá de
alguna reconvención simpática. Raro que los vecinos del Riachuelo o
del Reconquista no corten nada, contaminados como están en la cruda
realidad. Quizá no lo hacen por falta de entrenamiento o de recursos
o porque padecen otras urgencias.
·
Mientras, la inseguridad se ha vuelto cotidiana. En cualquier
esquina del Gran Buenos Aires a un automovilista respetuoso del
semáforo le pueden pegar un tiro por diez o cincuenta pesos. O para
llevarse el coche. Y el arrebato, también en Capital, es cosa de
todos los días. La última moda de la abyección es matar jubilados
porque ya no pueden defenderse.
·
Por otro lado, patovicas de boliches y barrabravas campean sus
violencias, como si ponerles coto y ley constituyera un objetivo
inalcanzable —la piedra filosofal o la cuadratura del círculo— y no
el corte neto de conocidas cadenas de complicidades.
La sensación es que
vivimos en una sociedad en la que tienden a fallar los controles. Y
es extraño, porque, por ejemplo, el control impositivo se cumple con
el rigor que muestran los números exitosos de la recaudación.
Pareciera que después de las
muy negras
décadas de autoritarismo, autoridad hoy sonara como mala palabra. Y
ejercerla, algo así como un pecado represivo. Como si la opción de
hierro oscilara entre el reino del viva la Pepa o la coerción
salvaje. Y no es así. Que la armonía no es un cepo. Que el ordenado
respeto a las reglas de juego nos hace todo más fácil. E
infinitamente más grato”.
Marcelo
Moreno, periodista. Extracto de su columna en el diario Clarín. |
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21 de Marzo
de 2007
Una realidad impensada
En
la gira por Sudamérica del presidente de la primera potencia
mundial… Inventan que dicho mandatario omite venir a la Argentina,
el país en el que yo supongo que vivo, y me hacen creer que mi
gobierno lo toma con tanta naturalidad que, como única respuesta,
convoca una cumbre antiimperialista en la que el principal orador no
es ningún dirigente del gobierno de este, sino el de otro país
vecino. Y ese personaje-orador es interpretado por un actor al que
los productores del reality lo imaginaron muy excéntrico,
dicharachero, capaz de pasarse horas y horas hablando la unidad
latinoamericana mientras nombra a próceres que no sé si existieron y
trata de muerto al presidente de esa primera potencia mundial.Extracto
de la columna de Jorge Guinzburg en el diario Clarín
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Las pasteras son Gualeguaychú, no Entre Ríos
Para el
Gobierno, sin embargo, la votación del domingo robusteció la
disyuntiva que plantean las pasteras y el prolongado conflicto con
Uruguay. Si los votos permiten alguna lectura aproximada de la
realidad, podría convenirse que Gualeguaychú parece haberse
transformado en un mundo aparte de Entre Ríos.
La vida de esa población turística del sur de la provincia está
absorbida sólo por las pasteras. Eso explica la victoria de Martínez
Garbino, uno de los primeros dirigentes políticos que alertó sobre
los riesgos de la contaminación, que en el orden provincial cosechó
apenas el 8% de los sufragios.
Eduardo Van der Kooy, periodista
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El sueño del peronismo propio (I)
¿Es peronista? Sus rivales en el movimiento acusan a Kirchner de ser
un "infiltrado" que simpatiza con los Montoneros.
Puesto que desde hace por lo menos medio siglo nadie sabe muy bien
en qué consiste el peronismo –los fieles, que deben estar tan
perplejos como los demás, dicen que es un sentimiento, lo que no
ayuda en absoluto-, todo militante se cree con derecho a definirlo a
su modo particular. El resultado es el monstruo proteico que
conocemos, uno que para asombro de los acostumbrados a un mínimo de
coherencia puede encarnar sucesivamente el corporativismo de raíz
católica, una variante latinoamericana del neoliberalismo y el
capitalismo de los amigotes dirigista sin que haya ninguna necesidad
de que los líderes celebren debates estructurados en torno a los
presuntos méritos y deficiencias de dichas opciones. Según los
peronistas de derecha, el suyo es un movimiento derechista, en
opinión de los centristas, es esencialmente centrista, y a juicio de
los que se suponen progresistas, en verdad se ubica a la izquierda
del mapa ideológico.
Felizmente para quienes dependen del voto peronista, el que a pesar
de la trayectoria zigzagueante del movimiento y su aporte decisivo a
la ruina del país sigue siendo cuantioso, la mayoría de los
compañeros no se preocupan por tales detalles.
(…)Carlos Menem pudo dominar el peronismo durante casi diez años a
pesar de su conversión al capitalismo filoyanqui antes anatematizado
porque era una máquina de cosechar votos.
En
la actualidad, Néstor Kirchner disfruta del mismo privilegio aunque
jura abominar del menemismo -es decir, del peronismo de la década de
los noventa-, y no trata de disimular la admiración que siente por
los montoneros, miembros de una secta violenta que muchos
compañeros, entre ellos el mismísimo general Juan Domingo Perón,
quisieron enviar al matadero antes de que las fuerzas armadas se
encargaran de la represión. Siempre y cuando Kirchner sea el dueño
de los votos, podrá contar con la "lealtad" de la mayoría de los que
se creen, o dicen creerse, peronistas, pero en el momento en que
deje de poder garantizarles lo que necesitan para mantenerse en sus
cargos lo abandonarán a su suerte. Sucede que para los peronistas
genéticos no hay nada más despreciable que un perdedor: traicionarlo
es una tradición.
Kirchner sabe que es así: de otro modo, no le hubiera resultado tan
fácil desembarazarse de Menem primero y de Eduardo Duhalde después.
Con todo, al igual que su antecesor riojano, siente que le
convendría aprovechar la oportunidad que el destino le ha otorgado
para remodelar el peronismo, descartando, en cuanto sea factible,
aquellas partes que siguen resistiéndose a incorporarse a su
"proyecto" para entonces remplazarlos por otras que ha encontrado a
la deriva en el maremagno transversal en que flotan pedazos sueltos
del radicalismo y de un sinnúmero de partidos chicos, los más de
izquierda, que nunca llegaron a consolidarse. Se trata de una
aspiración respetable. En buena lógica, el peronismo ya debió haber
acompañado al general a su lugar en el más allá para que puedan
formarse un par de partidos similares a los de las democracias más
estables –y más prósperas– del Primer Mundo. Por desgracia, es
ínfima la posibilidad de que Kirchner tenga éxito en la empresa así
supuesta. En la Argentina, es mucho más difícil construir partidos
viables de lo que es gobernar. Huelga decir que el desdén por el
peronismo tal y como es que se ve reflejado en la estrategia
transversalista del Presidente enoja a muchos compañeros…James
Neilson,ex director Bs As Herald |
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20 de Marzo
de 2007
El odio y el amor incomprensible
El Presidente volvió a cargar contra George
Bush aunque hace rato que el mandatario estadounidense se alejó de
la región. Está convencido de que la impopularidad de Bush lo ayuda
en su campaña. En cambio, elogió a Hugo Chávez aunque no hay
constancia de que el caudillo sea por aquí demasiado popular.
Kirchner valora la ayuda financiera y algunos buenos negocios que
cree haber abierto con Venezuela. Eduardo Van
der Kooy, periodista
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Con permiso…Señor
Presidente
“La dirigencia bonaerense ha perdido control sobre su futuro
político. El gobierno nacional decide. Y todo tiene que ser dicho
con cuidado para que no se enoje el presidente”.
Gerardo Otero, ex ministro de Economía de
Felipe Solá, quien renunció en protesta por la imposición del
aumento salarial bonaerense.
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Perón = Triple A
En
un esfuerzo por salvar la responsabilidad de Perón en la muerte de
quince jóvenes izquierdistas, la historiadora Araceli Bellota me
acusa de no decir toda la verdad en mi artículo Perón, creador de la
Triple A. Agrega que acudo a “investigaciones ajenas” y que mi
argumento “tambalea por no hallar fuentes fidedignas”, aunque acepta
que en esa reunión se aprobó un documento reservado.
Este documento lo dio a conocer un solo diario, La Opinión (del
2/10/73), gracias a la primicia que obtuvo su director, Jacobo
Timerman. ¿Y qué decía la primicia? Que “todos deberán participar en
la lucha iniciada, haciendo actuar todos los elementos de que
dispone el Estado para impedir los planes del enemigo y para
reprimirlo con todo rigor”. En verdad, así empezó el terrorismo de
Estado. En un cónclave que presidió Perón, junto al gabinete
nacional, los gobernadores y el Consejo Superior Peronista.
Si
Perón arremetió contra la juventud de su partido y de otros grupos
de izquierda, si se organizó el terrorismo de Estado para
eliminarlos y si empezaron a caer izquierdistas muertos, antes y
durante su presidencia, ¿a quién hay que cargarle la cuenta? ¿Quién
era el jefe de gobierno? ¿Quién nombró a los comisarios Rodolfo
Eduardo Almirón, Alberto Villar y Juan Ramón Morales? ¿Y quién
ascendió a José López Rega? Todos fueron jefes de la Triple A.
¿Perón los nombró sin saber para qué? ¿No entendió lo que ocurría en
el país? Sus médicos, Norberto Giletta, Pedro Cossio y Alfredo
Bisordi, dijeron que “la lucidez fue permanente en el general Perón,
hasta el mismo instante de su deceso”.
Según la historiadora, Perón no tiene nada que ver con los muertos
de ese siniestro organismo. “Definitivamente no”, asegura. Y se
apoya en lo que le contó Juan Manuel Abal Medina en junio del 74,
asegurándole que “los lazos entre Perón y Montoneros nunca se
cortaron”. La verdad es que en esa fecha, los montoneros estaban
furiosos y no porque Perón los hubiera echado de la plaza, como cree
equivocadamente, pues lo cierto es que se fueron solos, descargando
su rabia: es lo que cuenta el entonces funcionario peronista José A.
Deheza: “Sin esperar el final del discurso, los montoneros plegaron
sus estandartes, dieron la espalda al palco y comenzaron a retirarse
de la plaza, coreando: «Aserrín, aserrán, es el pueblo que se va»”.
También advierte Deheza que, al pedirse un minuto de silencio por
Evita y los muertos por la Patria, “los sindicalistas se callaron y
los montoneros coreaban uno a uno el nombre de sus muertos notables,
agregando el consabido ¡presente!”.
Dice también que, en la reunión con Ana Guzzetti, no recordé esta
frase de Perón: “La guerrilla debe ser reprimida dentro de la ley”.
¿Cuál ley? No había nada que legalizara la pena de muerte, pero
existía la organización paraestatal dedicada a eliminar a los
izquierdistas. Guzzetti dijo, y lo repito, que “en dos semanas hubo
exactamente veinticinco unidades básicas voladas (...) y doce
militantes muertos, (...) todo hecho por grupos parapoliciales de
ultraderecha”. Perón mandó investigar a Guzzetti, no las muertes. Lo
vimos todo por televisión. No hace falta ninguna cinta grabada.
Finalmente, la historiadora supone que “olvido el contexto” cuando
señalo que en el gobierno de Perón se identificaron quince
cadáveres, sin contar los secuestros. Ella sostiene que, “sin
realizar distinción de ideología alguna, en ese mismo período
murieron más de cincuenta personas”. Pero yo me referí siempre a los
muertos de la Triple A, víctimas del terrorismo de Estado, durante
el gobierno de Perón.
Nada dice, en cambio, del somatén –preludio de las Tres A– que se
convirtió en un cuerpo represivo para eliminar a la izquierda. Quien
lo explica es Miguel Bonasso, al contar que Perón le dijo al
gobernador Oscar Bidegain: “Lo que hace falta en la Argentina es un
somatén”. Lo escuchó su hija, Gloria, y, según Bonasso, “la sombra
de aquella charla se extendería sobre los cadáveres que la Alianza
Anticomunista Argentina sembraría en los bosques de Ezeiza,
alimentando una sospecha que Gloria no podría confesarse nunca: la
idea de la Triple A no había nacido en la cabeza de López Rega, sino
en la del propio Perón” (del libro: El presidente que no fue).
Son investigaciones ajenas, es cierto, pero nunca desmentidas.
Hugo
Gambini, periodista. Extracto Nota Diario La Nación |
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19 de Marzo
de 2007
Lo oculto no es invisible
El crecimiento de la economía oculta muchas
cosas, pero no todo. El Estado y la política parecen, a veces,
pordioseros pudientes. Joaquín Morales Sola,
periodista.
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"Tenemos un
neofeudalismo"
Reflexiones del poeta y periodista Esteban
Peicovich…
“Hoy sucede algo muy extraño. A pesar de la
velocidad con que cambia todo, estamos en una situación histórica de
estancamiento. El vértigo de la vida moderna es pura ilusión. Lo que
percibo es que esta época repite lo mismo una y otra vez. El hastío
desplazó a la creación. No estamos modificando nada. Mientras que el
siglo XIX era soñador y el siglo XX, innovador, la época nuestra
está encapsulada, metida en sí misma, víctima de no sé qué
enfermedad colectiva, que impide a las personas salirse de sí
mismas”. (…)
“Yo no creo que el nuestro sea hoy,
estrictamente hablando, un país. Quiero decir, un país en serio. Lo
que tenemos ahora acá es un neofeudalismo con un jefe autoritario.
Además, estos señores feudales, y es lo más grave del asunto, se
parecen a Herodes, porque les importa sólo el poder y su propio
bienestar y desprecian a los miles de chicos que vagan hambrientos
por todas las ciudades de la Argentina”.
(…) “Tenemos el vicio nacional de pelearnos
permanentemente, y de arruinarnos la vida una y otra vez sin
aprender del pasado. Le digo más, y con mucha cautela: que no me
extrañaría que algún historiador comprobara que en tiempos del
virrey Cisneros estábamos mejor que bajo el mandato de Kirchner”.
(…) “Comían hasta los esclavos. Y los que
estaban en el poder hacían las cosas bien, porque, simplemente,
trabajaban. Un tipo como Vértiz, que fue virrey del Río de la Plata
entre 1778 y 1784, valía por mil Telerman, que mueve mucho las manos
delante de las cámaras pero no hace nada eficaz. Hoy hay avidez por
mandar y no por servir.
(…) “Habría que rescatar a nuestros
próceres (…) Bouchard salió con su barco a liberar esclavos en 1816,
imbuido de un sentido de la libertad que no tenemos ahora. Sin
embargo, nos hacemos la ilusión de que estamos muy bien porque, al
parecer, todo el país salió de vacaciones, cuando en realidad sólo
un grupo, una minoría, pudo viajar y descansar”.
(…) “Acá hay que salir a los campos, hay
que salir a las calles, hay que ir a las villas, pero no en son de
campaña. Digo salir de verdad. Mandar gente preparada a los lugares
más oscuros y olvidados para que pueda elaborarse en la Argentina un
verdadero contrato moral, un proyecto de país humano”.
(…) “La imbecilidad de los políticos no
es fruto de una organización genética desgraciada. No: padecen la
imbecilidad propia de los miserables, la de los egoístas miopes.
Después de esas camadas maravillosas que han sido nuestros
bisabuelos y nuestros abuelos, nos quedó toda una resaca de gente
muy menor... pero muy menor”. (…) “Lo urgente es que despierte
nuestra conciencia individual, para que después pueda emerger la
conciencia ciudadana. Usted, yo, somos personas, y pertenecemos a un
todo armónico que es el universo, la especie humana, y nos estamos
comportando como enemigos de la vida. Pensamos sólo en nuestro
bienestar, y que el mundo se pudra... Pero nosotros también somos el
mundo, así que nos degradamos junto con él”.
(…) “Kirchner es un converso político
tardío. En la época de la represión, tiró piedras desde lejos y
cuando la cosa se puso fea se fue al Sur. Para mí, toda su exagerada
actuación revisionista de ahora no es más que una forma burda de
tapar lo que sintió en su momento que debía hacer y no hizo. En el
Sur, es verdad que no regaló pan dulce y alpargatas... (…)Lo que él
regaló para ganar las elecciones en su provincia fueron estufas. Y
eso todo el mundo lo sabe. Así que si él ahora quiere revisar el
pasado, tiene que sentar en el banquillo a los capitostes de la
economía de entonces, a los banqueros, a los gobernadores, y a él
mismo, por todo lo que hizo mal.
(…) “Hoy la televisión, la publicidad, los políticos, las modas,
moldean a las personas. Nos quieren hacer pensar y desear las mismas
cosas. Eso es alienante. El ser humano, cada persona, es producto de
su conversación única con lo real, con sus miedos, con sus sueños,
con lo que le pasa a los demás y con lo que cada cual se dice a sí
mismo, en su fuero íntimo”. En entrevista con
La Nación
---------------------------------------------------------------------------------------------------Estábamos
mejor hace 200 años
Para el poeta y periodista Esteban Peicovich,
estábamos mejor hace doscientos años. “No me extrañaría que algún
historiador comprobara que en tiempos del virrey Cisneros estábamos
mejor que bajo el mandato de Néstor Kirchner”, arriesga.
Crítico de funcionarios y políticos que
anteponen el ansia de mandar al afán de servir, Peicovich dice que
el Presidente es un converso político tardío. “Para mí, toda su
exagerada actuación revisionista de ahora no es más que una forma de
tapar lo que él debió haber hecho y no hizo en su momento”, agrega.
Aunque sus respuestas son vigorosas, Peicovich habla con serenidad,
entrecerrando los ojos azules mientras reflexiona, como si no
estuviera donde está (sentado en un sillón de su departamento), sino
en algún punto elevado desde el que pudiera otear el pasado y el
porvenir.
Es que Peicovich ha visto mundo. Fue
corresponsal en el exterior durante dieciséis años. Dialogó largas
horas con Perón (al que califica de “tremendo pícaro”), con Borges,
con Robert Graves, con Anthony Burgess y con muchas otras
personalidades destacadas del siglo XX. Hizo programas de radio y de
televisión. Escribió libros de poemas y ensayos. Y aunque durante
décadas fue testigo de las "inmundicias" del poder, cree en el
hombre y no deja de sonreír casi nunca. "Tenemos que entrar en la
parte oscura de nuestro país como se entra en una maleza
impenetrable, y descender hasta muy abajo, como hizo Dante en la
Divina Comedia ", y evoca en voz alta los primeros versos del canto
del Purgatorio.
Peicovich nació en 1930. Fue redactor,
columnista, crítico de cine de Clarín y secretario de redacción de
La Razón . En 1963 recibió el Premio Nacional Kraft al mejor
periodista de diarios. Actualmente es columnista del diario LA
NACION. Entre sus obras se cuentan los libros Gente bastante
inquieta , Instrucciones al pavo real , Poemas plagiados y Borges,
el palabrista .
-En la última página del suplemento
Enfoques, de este diario, usted hace una síntesis semanal de los
sucesos relevantes del mundo. ¿Qué puede decirnos del espíritu de
nuestra época?
-Hoy sucede algo muy extraño. A pesar de la
velocidad con que cambia todo, estamos en una situación histórica de
estancamiento. El vértigo de la vida moderna es pura ilusión. Lo que
percibo es que esta época repite lo mismo una y otra vez. El hastío
desplazó a la creación. No estamos modificando nada. Mientras que el
siglo XIX era soñador y el siglo XX, innovador, la época nuestra
está encapsulada, metida en sí misma, víctima de no sé qué
enfermedad colectiva, que impide a las personas salirse de sí
mismas.
-En ese contexto, ¿cómo ve la situación del
país?
-Yo no creo que el nuestro sea hoy,
estrictamente hablando, un país. Quiero decir, un país en serio. Lo
que tenemos ahora acá es un neofeudalismo con un jefe autoritario.
Además, estos señores feudales, y es lo más grave del asunto, se
parecen a Herodes, porque les importa sólo el poder y su propio
bienestar y desprecian a los miles de chicos que vagan hambrientos
por todas las ciudades de la Argentina.
-Borges decía que los peronistas son
incorregibles. ¿Coincide con él?
-Creo que no sólo son incorregibles, sino
insalvables. Pero lo mismo puede decirse del partido conservador, de
los radicales y de casi todos los políticos que hemos tenido acá en
los últimos cien años. Tenemos el vicio nacional de pelearnos
permanentemente, y de arruinarnos la vida una y otra vez sin
aprender del pasado. Le digo más, y con mucha cautela: que no me
extrañaría que algún historiador comprobara que en tiempos del
virrey Cisneros estábamos mejor que bajo el mandato de Kirchner.
-¿En qué sentido?
-En primer lugar, comían hasta los esclavos. Y
los que estaban en el poder hacían las cosas bien, porque,
simplemente, trabajaban. Un tipo como Vértiz, que fue virrey del Río
de la Plata entre 1778 y 1784, valía por mil Telerman, que mueve
mucho las manos delante de las cámaras pero no hace nada eficaz. Hoy
hay avidez por mandar y no por servir.
-Ante la inminencia del bicentenario, ¿qué
sería adecuado que hiciéramos?
-Habría que rescatar a nuestros próceres. A
Alberdi y a Moreno, pero también a Bouchard, que salió con su barco
a liberar esclavos en 1816, imbuido de un sentido de la libertad que
no tenemos ahora. Al contrario, lo que ahora hacemos es explotar a
los pobres bolivianos y peruanos que vienen a nuestro país en busca
de un futuro. Sin embargo, nos hacemos la ilusión de que estamos muy
bien porque, al parecer, todo el país salió de vacaciones, cuando en
realidad sólo un grupo, una minoría, pudo viajar y descansar.
-¿Qué les queda por hacer a los políticos
honestos y a los hombres de buena voluntad que sueñan con una
Argentina justa y próspera?
-Acá hay que salir a los campos, hay que salir
a las calles, hay que ir a las villas, pero no en son de campaña.
Digo salir de verdad. Mandar gente preparada a los lugares más
oscuros y olvidados para que pueda elaborarse en la Argentina un
verdadero contrato moral, un proyecto de país humano. Pero desde
abajo. Desde los cimientos. Hay que liberar a las provincias del
país que están olvidadas y a merced de tiranuelos enquistados en el
poder desde hace décadas.
-Einstein dijo que sólo hay dos
realidades infinitas: el universo, y la imbecilidad humana. ¿Cómo
luchar contra esto?
-La imbecilidad de los políticos no es fruto
de una organización genética desgraciada. No: padecen la imbecilidad
propia de los miserables, la de los egoístas miopes. Después de esas
camadas maravillosas que han sido nuestros bisabuelos y nuestros
abuelos, nos quedó toda una resaca de gente muy menor... pero muy
menor. Necesitaríamos miles de Sarmientos para revertir nuestra
situación. Hacemos todo a los empujones, improvisadamente. Tenemos
que mirar nuestra realidad nacional con sentido crítico. Lo urgente
es que despierte nuestra conciencia individual, para que después
pueda emerger la conciencia ciudadana. Usted, yo, somos personas, y
pertenecemos a un todo armónico que es el universo, la especie
humana, y nos estamos comportando como enemigos de la vida. Pensamos
sólo en nuestro bienestar, y que el mundo se pudra... Pero nosotros
también somos el mundo, así que nos degradamos junto con él cuando
lo ignoramos, cuando pisoteamos a nuestro prójimo, cuando
maltratamos a la naturaleza.
-Kirchner está empeñado en investigar
sobre el pasado. ¿Lo calificaría de revisionista, de guardián de la
memoria o de sembrador de discordia?
-Kirchner
es un converso político tardío. En la época de la represión, tiró
piedras desde lejos y cuando la cosa se puso fea se fue al Sur. Para
mí, toda su exagerada actuación revisionista de ahora no es más que
una forma burda de tapar lo que sintió en su momento que debía hacer
y no hizo. En el Sur, es verdad que no regaló pan dulce y
alpargatas... ¡De ninguna manera, porque en el Sur hace frío! Lo que
él regaló para ganar las elecciones en su provincia fueron estufas.
Y eso todo el mundo lo sabe. Así que si él ahora quiere revisar el
pasado, tiene que sentar en el banquillo a los capitostes de la
economía de entonces, a los banqueros, a los gobernadores, y a él
mismo, por todo lo que hizo mal.
-Cuando usted dice que hay que avivar la conciencia individual antes
de apelar a la conciencia ciudadana, ¿a qué se refiere exactamente?
-Hoy
la televisión, la publicidad, los políticos, las modas, moldean a
las personas. Nos quieren hacen pensar y desear las mismas cosas.
Eso es alienante. El ser humano, cada persona, es producto de su
conversación única con lo real, con sus miedos, con sus sueños, con
lo que le pasa a los demás y con lo que cada cual se dice a sí
mismo, en su fuero íntimo. Y ahí están la filosofía, la música, la
poesía, para acompañar a las personas en ese diálogo interior y
exterior, en esa aventura de autoconocimiento sin la cual no hay
libertad posible, ni dignidad, ni dicha verdadera...
-¿Lo que usted propone, entonces, es que
seamos capaces de madurar como personas, para que luego seamos
capaces de crecer como ciudadanos?
-No hay otro camino. Las personas no se dan
cuenta hoy de que son mucho más de lo que muestra y propone el mundo
del espectáculo. San Pablo dijo: "Son dioses", y de eso no se da
cuenta la gente. Sí, cada hombre es un dios, un ser único. A cada
momento podemos hacer poesía, y no nos damos cuenta, y entonces
imitamos a otros como autómatas, y nos desvalorizamos ante nosotros
mismos.
-Como periodista, ¿dedicaría páginas enteras de un diario a la
literatura universal, la historia y la filosofía?
-El
50% del periódico lo dedicaría a eso, sin dudarlo. Pero lo
importante, sobre todo, es trabajar las noticias de un modo
literario, que es lo que hicieron los grandes escritores como
Dostoievski o Unamuno. Lo que importa en el periodismo no es el qué,
sino el cómo. Si se cuentan las noticias humanamente, con calidez y
conciencia, el lector hace suya esa novedad. De lo contrario, no hay
noticias, sino solamente datos. Y los datos no mueven a nadie.
Cuando no se logra que las noticias sean novedades, se apela a lo
lúgubre, a lo morboso. ¿Por qué no es novedad que ayer no haya
habido ningún incendio en Londres o que ningún obrero se haya caído
de un andamio? Hay una forma de contar esas buenas noticias de modo
novedoso, de convertirlas en notas de tapa de un periódico masivo...
-Chesterton
decía que el periodismo consiste en informar que lord Jones ha
muerto a personas que no sabían que lord Jones estaba vivo...
-Sí,
pero él, como gran periodista que era, se daba cuenta de ese vicio
del periodismo y contaba con maestría sucesos comunes.
Por Sebastián Dozo Moreno, Para LA NACION
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16 de Marzo
de 2007
Precios y valores
Señor Director: "El discurso
del presidente Kirchner en el Congreso Nacional, me recordó una obra
de Oscar Wilde, Lady Windermere s fan, donde Cecil Graham pregunta:
¿Qué es un cínico?, y lord Darlington responde: Un hombre que sabe
el precio de todas las cosas e ignora aún el valor de una sola."
Santiago Lucero Torres .DNI 22.675.489, Carta
de lectores, Diario La Nacion.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Economía
exitosamente bien, pobreza exitosamente bien
"Como ciudadano común, y muy
lejos de intentar entender la complicada y sorpresiva economía de la
República Argentina, especialmente en las últimas décadas, mi deseo
es formular una pregunta. "Según los informes que llegan por los
medios y otros conductos, nuestra economía está exitosamente bien,
con una recaudación impresionante y un franco crecimiento paralelo
con reservas extraordinarias. "¿Por qué, entonces, es que la pobreza
real es tan notable, tanto en la Capital y en la provincia de Buenos
Aires como en el resto del país?" Oscar
Niven, DNI 1.667.371
---------------------------------------------------------------------------------------------------“Es
difícil decir que los desaparecidos delataron”
“(…) Lo que contesto son posibles hipótesis sobre la
‘inaudibilidad social’ de los sobrevivientes. (…) Directamente en
democracia hay una imposibilidad de reconocer en algunos ámbitos
militantes la derrota contundente que les inflingió la dictadura.
Esos cuerpos sobrevivientes vuelven para contar y evidenciar la
derrota en carne propia. Por otra parte, se construye una dualidad
fuerte entre la figura del desaparecido como héroe y como mártir y
su opuesto, la figura del sobreviviente como traidor. ‘Si sobrevivió
algo habrá pactado, algo habrá dicho, a alguien habrá delatado’.
(…)Otra hipótesis, más coyuntural, tiene que ver con los organismos
de derechos humanos, todavía en dictadura o en los primeros años de
la democracia, que no reconocieron públicamente la condición
militante de los desaparecidos. En estos contextos los
sobrevivientes, no sólo relataban las metodologías de la tortura y
de los campos, sino que podían llegar a constituír un problema a la
hora de borrar esa condición militante. De acuerdo a los
testimonios, es totalmente falsa la idea de que todo desaparecido es
un héroe y todo sobreviviente, un traidor.
(…)Se omitió esa condición política del detenido. (…)Hoy, y a partir
de mediados de los 90, con el nacimiento de HIJOS, el escrache y el
relanzamiento del movimiento de derechos humanos con otra lógica, me
parece que surge la reivindicación de la condición militante de la
generación desaparecida.
(…)No creo que se niegue la condición peronista, sí la condición
militante. La mayor parte de los sobrevivientes, que son muy escasos
en relación a los miles de desaparecidos, son ex militantes
montoneros en su gran mayoría.
(…)Se vinculaba a los peronistas con lo nacional y con lo popular.
En cambio, los militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo que
le tocaban al Ejército, no eran considerados recuperables. Para la
lógica de ellos, ser marxista, una ideología completamente
extranjera, era ser irrecuperable.
(…)Lo primero que hay que hacer es poner en cuestión la rápida
asociación que se hace entre lo que es delatar bajo tortura y lo que
es colaborar abiertamente o pasarse al bando del enemigo. ¿Con qué
connotaciones se asocia la palabra ‘traicion’?. Para empezar, hay
que decir que es una acusación muy reiterada dentro de los ámbitos
de la militancia de izquierda, incluso mucho antes de la última
dictadura.
(…)En la medida en que a partir de 1975 se empezó a implementar como
método sistemático, la tortura se mostró eficiente para extraer
información de los detenidos, y sobre todo después de marzo de 1976
cuando la tortura se volvió ilimitada y sin control al mismo tiempo
se volvía completamente eficiente.
(…) Hoy se sabe que hasta un noventa y cinco por ciento de los
detenidos hablaron. (…)Ahí queda clara la eficiencia de la tortura.
Y tengamos en cuenta que la posición del ERP frente a la tortura era
cerradísima. La dirigencia del ERP afirmaba que la tortura se podía
resistir. (…) En Montoneros había ciertos acuerdos implícitos de que
la tortura se resistía veinticuatro horas, cuarenta y ocho como
mucho, y después se autorizaba a decir algunos datos. El tema se
complica, es difícil decir que los desaparecidos delataron.
(…)Esa idea sacrificial, la muerte del militante como vida de la
revolución, eso es muy fuerte. Es un entramado complejo. Para
explicar qué pasó y por qué fue asesinada tanta gente hay que tener
en cuenta el dispositivo del terrorismo de Estado. Pero también
está, en segundo pero muy importante plano, esa dimensión
sacrificial, esa ética del sacrificio, cierta idea de
indestructibilidad y del triunfo final como parte de un destino
histórico. (…)”
Ana Longoni, escritora e investigadora.
Extracto de entrevista en Diario Perfil. |
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15 de Marzo
de 2007
El usuario de
Internet...
No está simplemente mirando
como el de la TV, quiere interactuar. Maxi
Anselmo, creativo publicitario.
---------------------------------------------------------------------------------------------------El
término prestigio
Es, tal vez, el que mayor
lugar ocupa en la mente de todo manager que pilotea una compañía.
Claudio Destefano
---------------------------------------------------------------------------------------------------Palabras
y memoria II (más ejemplos)
(…)Palabras explosivas y a veces estremecedoramente ciertas, diga
quien las diga. Acaba de afirmar Henry Kissinger: “La diplomacia
debe comprender cuál es el mínimo por debajo del cual un acuerdo
pone en peligro la seguridad nacional, así como el máximo por encima
del cual resulta contraproducente esperar que la otra parte ceda”.
Armonioso apotegma para aplicarlo al diferendo argentino-uruguayo:
un esmerado razonamiento demuestra que la seguridad nacional
argentina no peligra con la fábrica de Botnia y esperar que la otra
parte “ceda” (¿qué debería hacerse, desarmar íntegramente la planta
casi terminada?) es visiblemente contraproducente.
(…)En otros
casos, palabras envenenadas crean un problema delicado a diario
argentino que viene entregando el diccionario básico de la lengua
española para niños editado por Espasa Calpe. Pero, Houston, tenemos
un problema. Ese diccionario define a la palabra judío como “avaro,
tacaño”. La DAIA reclamó ante el INADI y, entonces sí, se hace el
cambio. Ahora, canjea el fascículo por otro sin ese contenido
odioso, pero no se disculpa ante sus lectores. Califica al episodio
de “agraviante”, sin admitir errores. Pepe
Eliaschev, periodista. Diario Perfil. |
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14 de Marzo
de 2007
Ser reconocido...
Cada cliente se siente diferente y quiere ser reconocido y atendido
de acuerdo con sus necesidades especificas.
Mario Ascher
---------------------------------------------------------------------------------------------------No
soy lo que soy
Solo gracias a Harvard, porque también contribuyeron mi familia, la
educación que recibí en Argentina y mi experiencia laboral.
Juan Carlos de Pablo
---------------------------------------------------------------------------------------------------Palabras
y memoria I (políticos)
Palabra compleja y rebuscada: objetividad.
Denostada y
abominada desde la convencional sabiduría progresista, acaba de ser
santificada por Cuba. Les cancelaron sus permisos a tres
corresponsales acreditados en La Habana. El gobierno aplicó nuevo
reglamento para la prensa. Raúl Castro castiga a los periodistas que
“no se ajusten a la objetividad”. ¿Qué se diría si tamaño disparate
fuera promulgado por un gobierno “neoliberal”? En muchos casos,
palabras meneadas por políticos enjundiosos transportan mensajes
surrealistas.
Le preguntan a Elisa Carrió qué hará
respecto de la candidatura a jefe de Gobierno que su espacio, ARI,
presentará en las elecciones del 3 de junio. Responde: “Es claro que
yo puedo ganar en la Capital, pero no se puede dejar huérfana a la
Nación”. ¿Qué quiso decir? ¿Si se presenta como candidata a
presidente, los porteños nos quedamos sin padres? ARI debutó en la
Capital en las parlamentarias del 14 de octubre de 2001, quedando
segundo, con el 12 %, mientras que la Alianza obtenía el 19,5 por
ciento. En las presidenciales de 2003, Carrió repitió: fue segunda,
con el 20 %. En las parlamentarias de 2005, ARI reiteró: segundo,
con el 22 %. Carrió no se candidatea en la Ciudad de Buenos Aires
porque “no sé nada de baches”. ¿Y de hospitales, escuelas, vía
pública y vivienda? Aún no se lo preguntaron.
(…)Las palabras a menudo asesinan a
quienes las maltratan. El precandidato vicepresidencial del
Gobierno, el radical mendocino Julio Cobos, defiende con uñas y
dientes lo actuado por su munificente protector, el Presidente.
Resultado de una actitud largamente cocida a fuego lento, se
diferencia del partido que lo llevó al gobierno de su provincia con
argumentos graciosos y disparatados. (…) “A esta altura, es muy
difícil encontrar a un radical que pueda ser una alternativa seria y
responsable”. O sea: Lavagna es “foráneo” y se debería buscar
candidato adentro, pero como no lo hay, entonces, bueno, Kirchner.
(…)Las palabras, trajinadas y traicionadas, se prestan a mentiras
monumentales. Recuerda Rodolfo Terragno que la privatización de YPF
fue explícita y entusiastamente apoyada desde 1991 por Kirchner y
Oscar Parrilli, actuales Presidente de la Nación y secretario
general de la Presidencia. Pero Kirchner dijo algo diferente este 22
de febrero, en la Casa Rosada. Habló del “genocidio que pasó nuestra
industria petrolera, la increíble privatización (…) Si YPF hubiera
quedado en manos nuestras estaríamos recaudando (…) entre 20 y 25 y
hasta 30.000 millones de dólares por año”.
Cuenta Terragno que en el acto de la
semana pasada, al lado del Presidente, Parrilli aplaudía. “Ninguno
de los dos recordaba, al parecer, su participación en eso que
(ahora) el Presidente llama ‘genocidio’. Menem quería sancionar la
ley de privatización de YPF pero no podía. No tenía en el Congreso
los votos necesarios: (…) Kirchner ofreció la solución. Él había
asumido (…) la presidencia de la Organización Federal de Estados
Productores de Hidrocarburos (Ofephi) (…). Si la privatización era
reclamada de modo unánime por la Ofephi –argumentó Kirchner– se
vencerían muchas resistencias. Pero la solución tenía un precio: la
Nación debía pagar (acuerdos extrajudiciales mediante) sumas
multimillonarias que las provincias de la Ofephi reclamaban por
regalías supuestamente ‘mal liquidadas’.
(…)Cuenta que “el martes 22 de septiembre
de 1992, los gobernadores de la Ofephi se reunieron con Manzano (…)
y resolvieron montar un lobby. Acto seguido, Kirchner ofreció una
conferencia de prensa en la misma Casa Rosada. Desde allí pidió
apoyo para la privatización de YPF e instó a que los disidentes, al
menos, dieran quórum. Al día siguiente, Clarín publicó, con foto de
Kirchner, la noticia: ‘Provincias petroleras hacen lobby por la
aprobación’. (…) Esa noche, Diputados aprobó el proyecto de ley.
Parrilli (entonces diputado nacional por Neuquén) fue el miembro
informante. Durante el debate, sostuvo: ‘No pedimos perdón por lo
que estamos haciendo (...) Esta ley servirá para darle oxígeno a
nuestro gobierno y será un apoyo explícito a nuestro compañero
Presidente [Menem]’”. Prostituidas, diezmadas, agotadas, las
palabras expresan la decadencia de una sociedad.
Mientras Kirchner habla del “genocidio”
de los 90, hoy pisan fuerte las brasileñas Petrobrás, cerveza
Quilmes, Pepsi, Arco Iris, y viejas marcas argentinas como Topper y
Alpargatas, están por ser compradas por el grupo brasileño Camargo
Correa, que adquirió la cementera Loma Negra, así como ya es
brasileña Acindar. Desde la devaluación de 2002, Brasil ganó
prominencia notable en seis sectores de la economía argentina:
energía, carne, bebidas, cemento, acero para la construcción y
productos textiles. Hasta 2005 había invertido US$ 5.200 millones.
Desde entonces los verdeamarelhos compraron Quilmes, dos
frigoríficos y Loma Negra: casi US$ 7.000 millones, vertidos aquí en
solo cinco años. Palabras manoseadas y maltratadas: colchón de
piadosas fantasías con las que algún día tendrá que vérselas la
Argentina.
Pepe
Eliaschev, periodista. Diario Perfil
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13 de Marzo
de 2007
La pobreza: el impedimento de la democracia
No hay democracia que viva con grandes niveles de pobreza.
Enrique Iglesias Secretario General Iberoamericano.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Contrasentidos...
Mas de la mitad de la producción total de granos está dedicada a
soja y derivados, un producto cuya demanda local es prácticamente
nula?
Juan Carlos de Pablo, Economista
---------------------------------------------------------------------------------------------------DAVOS:
El mundo que despreciamos
No
hubo funcionarios argentinos en el foro. Los brasileños mandaron una
delegación que aprovecho cada oportunidad de negocios, hubo mucha
gente del Ministerio de Economía y también representantes de
Itamaraty....La representación de nuestro país quedaba, así, en
manos de sus propios empresarios emprendedores. Estuvo Eugenio
Burzaco de la Fundación Justicia y Seguridad, Eduardo Elsztain,
presidente de IRSA, Clarisa Estol y Saul Sang, presidente y director
del Banco Hipotecario Nacional. Enrique Pescarmona, presidente de
IMPSA, Sebastián Bagó de los famosos laboratorios Bagó...y...yo. Un
dato llamativo me pareció el del hotel en que me alojé en Closters,
un clásico refugio de tres estrellas pensado para esquiadores que
ahora lo habitan varios personajes tanto de la burguesía como del
establishment mundial. Lo raro es que las llaves de las habitaciones
se guardan en un ropero que está al alcance de cualquiera en el
pasillo que da a los dormitorios. Al principio me sorprendió por los
robos, pero al pasarlos días veo que los “amigos de lo ajeno” no
andan por acá. Es difícil perder las costumbres que te obliga a
tener un país con altos grados de inseguridad. Pero ver a líderes
mundiales en los pasillos diciéndole a uno un “good morning” es sin
duda algo raro, pero también otorga ciertas garantías. Los policías
se ven en las calles son todos muy jóvenes y hablan cuatro idiomas,
además de atentos, uno puede interactuar en su idioma natural. Por
ultimo me quedó una grata impresión del foro, pues durante las
sesiones, cualquier asistente puede levantar la mano y hacer un
comentario o preguntarle directamente a quien esté disertando acerca
de la ponencia. Alec Oxenford, Director,
Deremate.com, Revista Fortuna |
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14 de Febrero
de 2007
En la argentina, el primer plan genocida
La historia de la política indígena argentina es, ante todo, un plan
genocida...Hay documentos de 1879 que describen campos de
concentración y practicas de tortura....existe una predisposición a
aceptar que, el que manda, puede hacer lo que quiera.
Diana Lenton, especialista en Antropología Histórica.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Con
todo respeto...
Que la gran defensa mediática y del pueblo de Río Cuarto, por el
albañil (ahora devenido por los medios en "pintor" porque suena
mejor) no nos distraiga de caso de los cadetes policiales torturados
y otros lisiados, y no dejemos de lado tantos otros casos tanto o
mas importantes por su mayor daño y extensión y nos permita, mejorar
" el fallido cacerolazo" y lograr que se vayan todos, pero los
corruptos y que sean reemplazados por tantos hombres de bien que los
hay en gran cantidad en esta noble Argentina.
Marijan Pirsic
---------------------------------------------------------------------------------------------------Un
argentino del mundo!!!
El
argentino Jorge Valdano, ex jugador de fútbol y ex director general
de Real Madrid, explicó hoy, en una entrevista publicada en el
diario "La Repubblica", que fue objeto del "odio" de los hinchas
madridistas del grupo Ultrasur.
Valdano interpelado sobre si tuvo problemas con el grupo de los
Ultrasur comentó que el club no, los jugadores tampoco, pero él si.
"Yo era el objetivo de tres motivos de odio: soy sudamericano y los
racistas de la curva me llamaba sudaca. Soy un hombre de izquierdas
y no lo he escondido nunca, mientras ellos son de extrema derecha y
después futbolísticamente hablando, como entrenador de Tenerife,
quite al Madrid dos ligas, que fueron al final a Barcelona",
explicó.
El ex internacional argentino también comentó que sobre la violencia
de los hinchas en el fútbol, "Argentina es el peor ejemplo del
mundo".
"Los ultras violentos, los barrabravas, son a menudo el brazo armado
del club. Usados contra los futbolistas y contra los periodistas",
afirmó Valdano.
La entrevista se centra sobre los últimos episodios de violencia en
el fútbol italiano, en los que murió un agente de policía, y Valdano
dijo que la situación en España es más tranquila "pues se va al
fútbol para ver un espectáculo, para divertirse".
Y puso como ejemplo el último encuentro en el que el Real Madrid
perdió en casa con el Levante y la máxima protesta del público fue
la clásica "pañolada".
Sobre el fútbol italiano, Valdano consideró que la batalla campal
del último viernes tras el encuentro Catania-Palermo fue "el último
acto de un calcio que se estaba descomponiendo estéticamente y
éticamente".
Valdano señaló que a pesar del paréntesis de la victoria del Mundial
de la selección italiana, había dominado la escena del "calcio"
temas como el "dopaje médico y económico, la corrupción y los altos
niveles de violencia, que han contribuido a esta decadencia moral
del fútbol". Agencia EFE. |
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13 de Febrero
de 2007
Los metería a todos en cana...
A los piqueteros que cortan las calles, a los asambleístas que con
sus carpas cortan las rutas y puentes y los 200 estudiantes que
no permiten elegir a la autoridades, .....mas me preocuparía por
terminar con los niños
pobres en Santiago del Estero que poner una pelotuda
o una puta al frente del Fondo Nacional de las Artes... Cuando
Kirchner y Cristina me pidieron que acepte la Secretaria de Cultura
no quería, acepté porque les dije que iría si
me dejaban decir y hacer lo que se me venia en gana, me
respondieron que siempre viene bien un loco en el gabinete...
Torcuato di Tella, America TV, extracto de la
entrevista con Rolando Graña.
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Decir que
Perón
lo
desconocía
es querer tapar el cielo con las manos
El ministro Benitez le dijo al diputado Ortega Peña, que se veía
en la obligación de informarle que no estaba en condiciones de
garantizarle su vida,
aconsejándole irse del país para evitar
su muerte, a lo que Ortega Peña le dijo, ( ya había sufrido dos
atentados de la Triple A ) que si el se iba del país era traicionar
sus principios y sus enseñanzas y no podía ser traidor a ellas. Fue
arteramente ametrallado y muerto......decir que Perón no conocía el
accionar de la triple A escomo tratar de tapar el cielo con las
manos.....Isabel Perón es inimputable, una persona de tan poca
capacidad intelectual, una bailarina que Perón sacó a los veinte
años de Panamá, es como sacar una bailarina de "bailando por un
sueño" , era y es tan pobre su capacidad....la Triple A, no eran los
cuatro siniestros personajes que ahora se mencionan, no eran toda
una maquinaria aceitada, una fuerza para estatal asesina, subsidiada
por muchísima gente, empresarios, sindicatos,
etc, con muchos cuadros y todos ellos sin castigo alguno....Coronel
retirado Jaime Cesio. Programa "Desde el
llano" de Joaquín Morales Sola.
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El plagio,
descubierto por un chico de 19 años
La decisión de revocar el fallo que otorgó el Premio La
Nación-Sudamericana a la obra "Bolivia Construcciones", de Sergio Di
Nucci, por copiar una novela publicada en 1944, reaviva la polémica
sobre el plagio, una modalidad que involucra a algunos de los
autores más vendidos del país, como Felipe Pigna y Jorge Bucay.
Cuando hace más de dos meses el jurado decidió que la obra de Di
Nucci era la mejor entre los 244 originales presentados al certamen,
la crítica no tardó en avalar el veredicto con elogiosos comentarios
y la novela comenzó a circular exitosamente, superando los 2.000
ejemplares vendidos.
Sin embargo, un hecho fortuito cambió la suerte del libro y salpicó
el prestigio del certamen: "Bolivia Construcciones" llegó a las
manos de Agustín Viola, un joven de 19 años que pronto detectó las
coincidencias con un libro que había leído tiempo antes, "Nada", de
la escritora catalana Carmen Laforet.
Las semejanzas que presentaba la obra de Di Nucci con la novela,
publicada en 1944 y ganadora de la primera edición del premio Nadal
en 1945, fueron tan contundentes que la editorial convocó de
urgencia al jurado, integrado por Carlos Fuentes, Tomás Eloy
Martínez, Griselda Gambaro, Luis Chitarroni y Hugo Beccacece.
"Las distancias entre texto ajeno y propio, entre copia y
originalidad, son muy difusas", señala el jurado en un texto enviado
a los medios, donde destaca que "la manera en que se efectúa la
apropiación es la que determina su validez dentro del discurso
literario".
Si bien la novela de Laforet transcurre en la España posterior a la
Guerra Civil y la obra de Di Nucci narra las peripecias de un
inmigrante boliviano en Buenos Aires en la actualidad, las
similitudes resultaron contundentes para el jurado.
El jurado confirmó las semejanzas entre ambas obras en los pasajes
que van de la página 167 a la 200 de "Bolivia Construcciones", que
el escritor escribió bajo el seudónimo de Bruno Morales.
"Los fragmentos de ’Nada’, incluidos con mínimos retoques, no
significan una reescritura. La novela avanza, las situaciones siguen
porque Carmen Laforet las aporta. La ética de un escritor, su
honestidad intelectual, consiste en adjudicar a quien corresponda lo
que no es fruto de su propio trabajo", continúa el fallo.
Por su parte, Di Nucci se defendió de las críticas: "En muchas
entrevistas hablé de la reescritura como un principio constructivo
de la novela, que por algo se llama ’Bolivia Construcciones’",
indicó en diálogo con Télam.
"Hay escritores que pusieron en práctica ese procedimiento mucho
mejor que yo, como Juan Rodolfo Wilcock en sus primeras crónicas y
en sus últimas novelas italianas", alegó.
Di Nucci aseguró que "nunca" intentó perjudicar a la autora de la
novela original: "Quise mostrar a ’Nada’, no la quise ocultar, lo
cual hubiera sido muy fácil. Quise homenajearla, no cancelarla.
Por el contrario, quise que ’Nada’ tuviera más lectores y no menos",
destacó. La obra del escritor pasó a engrosar la lista de plagios
literarios, que en la Argentina tiene varios antecedentes, entre
ellos uno que involucra otra vez al diario La Nación, que en un
certamen de cuento de 1997 premió a Daniel Omar Azetti por su obra
"La ilusión que se escurre".
También por acción de un lector sagaz, pronto salió a la luz que el
autor había copiado "Un espejo que huye", un texto del escritor
italiano Giovanni Papini (1881-1956), dato que había pasado
inadvertido para el jurado integrado por Alina Diaconú, Jorge Cruz,
Graciela Melgarejo, Fernando Sánchez Zinny y Jorge Torres Zavaleta.
De la polémica sobre los plagios no estuvo exento uno de los autores
más vendidos de la última década, el prolífico Jorge Bucay, que en
octubre de 2005 fue acusado de incluir en su libro "Shimriti"
pasajes copiados de un texto de Mónica Cavallé, doctora en Filosofía
de la Universidad Complutense de Madrid. En aquel entonces se
detectó que más de 60 de las 270 páginas de la obra habían sido
copiadas de "La sabiduría recobrada", de Cavallé.
El libro fue retirado del mercado y Bucay mantiene desde entonces un
notable perfil bajo. A quien le fue mucho mejor, a pesar de las
acusaciones de plagio, fue al mediático historiador Felipe Pigna,
que fue acusado de copiar un texto de la periodista Amanda
Paltrinieri, quien en 2001 había publicado una nota sobre el cacique
inca Túpac Amaru en la revista Nueva.
Al parecer, el conductor del ciclo televisivo "Algo habrán hecho"
reprodujo el trabajo de Paltrinieri, sin citar la fuente y con
apenas algunas modificaciones, entre las páginas 165 y 168 de su
best-seller "Los mitos de la historia argentina", editado por el
Grupo Editorial Norma.
Como si fuera poco, Paltrinieri contó que en una entrevista
publicada por el sitio web "La Gran Ciudad", Pigna recordó que "el
capítulo que más impresiona a la gente" es precisamente el del líder
indígena y que se trata de páginas que escribió "con mucha bronca y
dolor".
El autor de los tres volúmenes de "Los mitos..." no tardó en defenderse:
"Se trata simplemente de la omisión de tres citas que una vez
advertidas fueron entregadas oportunamente a la editorial para su
inmediata corrección, lo que lamentablemente no ocurrió por motivos
ajenos a mi persona", advirtió por entonces.
Sobre los plagiadores en general, basta recordar el célebre retrato
que trazó algunos años atrás el escritor Jorge Luis Borges, que
construyó un relato singular sobre el plagio en "Pierre Menard,
autor del Quijote", en el que el personaje escribe la misma obra que
siglos antes había creado el español Miguel de Cervantes Saavedra.
Agencia Telam.
Las semejanzas fueron señaladas al
jurado por un joven lector, Agustín Viola, de 19 años, que acababa
de leer la novela española, publicada en 1944 y ganadora de la
primera edición del premio Nadal en 1945,
señala el diario La Nación en su edición de hoy. |
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12 de Febrero
de 2007
Juramentos "comercialmente" incumplidos
Recuerdo la promesa de casi todos los periodistas y medios de
difusión del mundo, al momento del asesinato de John Lennon, y a
sabiendas que el homicida mató para que su apellido quede en la
historia, se juramentaron no solo no escribirlo jamás, sino que
tampoco reproducirían su foto. Sin embargo, no me canso de ver su
foto, pronunciar y leer su nombre y apellido (encima en los
homenajes a Lennon), ahora hasta aparece una película de este
bastardo, que seguramente veremos muy publicitada. Lennon, como
tantos otros muertos defendiendo sus ideas y dando vida a nuestras
vidas no merece esto. Espero no se entienda como que quiero se
coarte la libertad de expresión, no ella es libre, me refiero a
todos aquellos que juramentan una cosa y luego hacen otra, por lo
demás la libertad no tiene limites más que el derecho del otro.
Marijan Pirsic
Imagina
Imagina que no hay cielo
Es fácil si lo intentas
Sin infierno bajo nosotros
Sobre nosotros sólo el cielo
Imagina toda la gente viviendo al día.
Imagina que no hay países
No es difícil hacerlo
Nada por lo que matar o morir
Y ninguna religión tampoco
Imagina toda la gente viviendo al día.
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno.
Imagina que no hay posesiones
Me maravillo si puedes
Ninguna necesidad por codicia o hambre
Una hermandad del hombre
Imagina toda la gente compartiendo todo el mundo.
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno.
John Lennon
Marijan Pirsic
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Cristina encarna la
perpetuación en el poder de los Kirchner
Alain Touraine, el prestigioso sociólogo francés,
le dijo el año pasado a
Cristina Fernández
que lamentaba su política "populista". Ahora, la primera dama no lo
invitó a la reunión que organizó en París con intelectuales
franceses.
En una entrevista
con el
Diario Perfil, Touraine habla del
"personalismo" y la
"hegemonía" del gobierno de Néstor Kirchner y
señala que la mayor inquietud que existe sobre el Presidente
argentino es su tendencia a "eliminar la oposición y asfixiar la
prensa". El prestigioso intelectual francés se refiere a una
"inquietante concentración de poder" en nuestro gobierno, y ve a
Cristina Kirchner como la posible heredera de ese "poder absoluto".
También se refiere a las perspectivas de crecimiento de la Argentina
y, desde una visión crítica, asegura que
el país no puede "postergar su
modernización" ni "continuar con esta deriva absolutista".
A continuación, la entrevista completa.
-¿Cómo evalúa el
gobierno de Néstor Kirchner?
Alain Touraine: El año pasado, cuando ví al presidente, elogié los
resultados económicos, pero le comenté que —a mi juicio— reflejaban
una situación excepcional de las exportaciones y una disminución del
peso de la deuda. Sin embargo, ese fenómeno no era el resultado de
cambios estructurales del aparato productivo. También evoqué algunos
puntos inquietantes.
-¿Cuáles?
Alain Touraine: El personalismo o la hegemonía del gobierno, que
está en manos de un puñado de personas. Luego de la reforma del
Consejo Superior de la Magistratura, el gobierno tiene el control
del Parlamento y de la Justicia, lo que significa una inquietante
concentración de poder. Ahora hay en ciernes un proyecto de
perpetuación.
-¿De qué manera?
Alain Touraine: Cristina Kirchner podría ser la heredera de ese
poder absoluto, a menos que la sucesión adquiera otra forma. Pero,
en todo caso, el grupo ya controla todos los resortes del poder. La
visita de la senadora a París me parece que se inscribe en el
contexto. Pero nada de eso cambia el problema de fondo de la
Argentina.
-¿Cuál es?
Alain Touraine: Paradójicamente, por el hecho de no haber
modernizado sus estructuras productivas, la Argentina —esencialmente
exportadora de materias primas— resulta más beneficiada que los
países industriales de este ciclo de la economía mundial. Lo mismo
ocurre con Chile, que depende del cobre. El verdadero problema de
Argentina reside en que, desde 1910 ó 1920, vive de las
fluctuaciones de su comercio exterior y de las reivindicaciones
sociales internas. Pero en el último siglo no tuvo una élite
dirigente capaz de gobernar su futuro desde el punto de vista
administrativo ni económico. Esa situación se agravó en los últimos
años con el éxodo de cerebros. La Argentina se dedicó siempre a
exportar y distribuir, y jamás a producir e innovar. Con excepción
de Frondizi, todos son responsables y Perón en primer lugar.
-¿Cómo ve el futuro?
Alain Touraine: Argentina no puede postergar su modernización (…) ni
continuar con esta deriva absolutista. La mayor inquietud que existe
sobre Kirchner es su tendencia de eliminar la oposición y asfixiar
la prensa. El caso argentino, de todos modos, es menos grave que el
de Venezuela. El déficit de democracia en Argentina es preocupante.
-¿Kirchner está
enojado con usted por sus críticas?
Alain Touraine: La última vez que lo ví nos separamos en los mejores
términos. Cuando Cristina Kirchner vino a París el año pasado, tuve
una reunión con ella. Al despedirme, le dije que lamentaba su
política «populista».
-¿Eso la disgustó?
Alain Touraine: En Argentina casi todo el mundo es peronista y
populista. No veo por qué pudo tomarlo mal. Sería erróneo pensar que
se trata de una crítica. Pero no puedo decir que juzgo al gobierno
argentino en forma entusiasta.
-¿Por eso no lo
invitó a la reunión de intelectuales que ella organizó en este
viaje?
Alain Touraine: Eso sólo ella lo sabe. Pero, si es así, no me quita
el sueño. |
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09 de Febrero
de 2007
La Guerrilla: crímenes de lesa humanidad
El
primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional,
Luís Moreno Ocampo, consideró hoy que
tanto los crímenes cometidos por la guerrilla, como los perpetrados
por la Junta Militar y la Triple A deben ser considerados delitos de
lesa humanidad.
En declaraciones a radio Continental, Moreno Ocampo señaló que la
Corte Penal Internacional establece que un crimen es de lesa
humanidad cuando se trata del "ataque sistemático y permanente" de
civiles y entendió que la Junta Militar, la Triple A y la guerrilla
cometieron ese tipo de delitos, que resultan imprescriptibles.
"En la Argentina hubo diferentes grupos que cometieron crímenes de
lesa humanidad", manifestó Moreno Ocampo, quien desde el 16 de junio
de 2003 ocupa ese cargo en el máximo tribunal penal del mundo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------“Repatriarnos no es todo”
“Cuando trato de
explicar la Argentina a un extranjero, que generalmente es un colega
científico, la charla siempre ronda alrededor de nuestro
inexplicable país con superabundancia de recursos naturales y
humanos, bajísimo analfabetismo, y varios premios Nobel en ciencia,
que nunca pudo desarrollar su potencial y brindar a su pueblo un
país a la altura de sus recursos. A estos recursos inexplotados hay
que agregar ahora la inmensa y poderosa comunidad profesional
argentina desparramada en el exterior, la llamada ‘diáspora de
profesionales argentinos’. Yo formo parte de esa diáspora. Si bien
nuestro país no puede repatriarnos a todos, aún puede usar este
formidable recurso. El truco está en imitar la forma en que países
como India, Irlanda, Armenia e inclusive Chile trabajan codo a codo
con sus diásporas de científicos y profesionales para cambiar el
perfil económico de sus naciones. Hace algunos años, organizaciones
que nuclean a profesionales de la diáspora argentina, como Anacitec,
CEGA y Aparu, junto con un grupo de científicos, tecnólogos,
economistas y empresarios argentinos de aquí y de allá, formamos
algo así como una ‘Logia Lautaro’ moderna: el experimento Ecodar
(Encuentro de Cooperación Diáspora Argentina). Nuestro objetivo era
lograr que la diáspora argentina dejara de ser un recurso perdido
para transformarse en un recurso clave para el desarrollo del país,
catalizando la transición hacia una ‘economía del conocimiento’.
Esto es: pasar de ser un país agroexportador, dependiente del
monocultivo y los coleteos de los mercados internacionales, a ser un
país creador de tecnologías donde los avances científicos den lugar
a empresas que puedan retener y recuperar a la gente más formada,
generando empleo de alta calidad en el país, y con un efecto
‘derrame’ en la economía.(...)Desde Ecodar cooperamos activamente
con entes estatales, como Raíces, la Secretaría de Ciencia y Técnica
y la Chancillería, pero todo con empresas nacionales de base
tecnológica. Ejemplos bien recientes: Ecodar ayudó a una pyme
argentina de software a conseguir contratos con el Banco Mundial en
un concurso donde superó a competidores como Oracle y Microsoft, y
también a sendas empresas argentinas de tecnología médica y de
vacunas para ganado para ingresar en la fase final de una selección
que permitirá la radicación en un país europeo y de esa forma
facilitar el acceso de sus productos a la Unión Europea. La mano que
podemos dar desde afuera es clave, sobre todo para el salto
cualitativo que supone insertarse en el concierto global. El
obstáculo principal sigue siendo algo muy criollo, el lado oscuro de
la argentinidad. El economista ruso Yevgeny Kuznetsov explica que el
éxito o fracaso del concepto de diáspora como capital de desarrollo
depende, en gran parte, de la capacidad de los gobiernos para
canalizar las iniciativas de las redes de las diáporas
profesionales.
Quienes apostamos a
Ecodar, ingenieros como Emilio Bunge, físicos como Adolfo Nemirovsky,
periodistas como Diego Melamed, economistas como Gabriel Yoguel y
emprendedores como Emiliano Kargemian, estamos convencidos de que
algún día en nuestro país se va a valorar y apoyar esta iniciativa.
Por ahora, lo que me apena es sentir el poder real y el potencial
latente de los argentinos de afuera. Ver un país que todavía depende
de la soja, y está dormido arriba de un yacimiento de petróleo: los
miles de argentinos de la diáspora profesional que quieren
transformar la nostalgia en acción y esperan ser convocados.
Mientras tanto, nos quejamos de la falta de nafta y los piqueteros.
Y nos afanamos no por ser mejores...sino los unos a los otros.
Enrique Mesri, Revista Noticias, Doctor en Ciencias Químicas(UBA).
Profesor e investigador de la Universidad de Miami, Estados Unidos.
Co-fundador de Ecodar. |
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08 de Febrero
de 2007
La hipocresía de la política
Mientras Montoya y el Gobierno , miran
para otro lado, no responden, no contestan y gastan millonadas en
propagandas por todos los medios de difusión para erradicar el
"trabajo en negro" que, paradójicamente el propio estado cobija en
casi el 50% de sus empleados, los colectiveros de la línea 60 lo
expusieron por todos los medios y nada. Hasta tanto llega la
hipocresía general que se puede leer en la fecha el siguiente
informe: Según el Índice de Salarios que difundió el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), las remuneraciones de
los empleados en negro acumularon un aumento a lo largo del año
anterior que llegó al 20,64 por ciento. Así, lograron una mejora
en su salario real -esto es, el poder adquisitivo de su
remuneración- del 9,83%, que también fue la mayor entre los tres
grupos que se divide el indicador: formales, informales y
públicos. Como siempre el Gobierno, dice una cosa y hace otra.
Marijan Pirsic.
---------------------------------------------------------------------------------------------------India
"fascinada" con América Latina
Seema Chishti, editora asociada del periódico indio Indian
Express, cuenta cuál es la imagen de América Latina y sus líderes
en el continente indio. ¿Qué se sabe de América Latina en India,
como ella dice, "más allá de Cien años de soledad"? El trabajo
entre las regiones muchas veces está relacionado con las
tecnologías de la información. A la imaginación popular india le
ha tomado un tiempo para que América Latina signifique más que
realismo mágico, Shakira, samba o la atracción de la camiseta
verde amarela. Uno todavía puede ver a la animada ciudad de
Calcuta detenerse por completo como lo hizo el año pasado, cuando
Brasil fue eliminado del Mundial de fútbol. Quizás se lloraron
tantas lágrimas en Calcuta como en Sao Paulo. Pero ahora es más
que un sentimiento emocional de simpatía por otra región en
desarrollo, más que una "solidaridad tercermundista". Es
fascinación lo que los países de América Latina generan en India.
En 1983, una India conservadora se conmovió cuando el legendario
líder cubano Fidel Castro envolvió a la primer ministro india
Indira Gandhi en un fuerte abrazo durante una visita a Nueva
Delhi. Los nobles objetivos socialistas de la India de los setenta
y ochenta ayudaron a forjar un vínculo político con el desafío que
Fidel Castro hacía de su gran vecino. Y usted, ¿qué quiere saber
de India? ¡Pregunte!
Interés
Hoy, en este siglo, mientras América Latina se deshace de su deuda
externa y sus jóvenes democracias están lideradas por gobiernos
pragmáticos de la izquierda, India mira a la región con sus gafas
de "superpotencia" económica. Las palabras clave son comercio y
complementariedad. Por
ejemplo, para superar su dependencia de los combustibles fósiles,
India ha adoptado el uso del etanol -el derivado del azúcar- como
combustible de la manera en que lo hace Brasil, el segundo poder
agrícola más importante del mundo después de la Unión Europea.
Además, se comparten tecnología informática y "trucos" de mercado,
y se venden productos a la creciente clase media brasileña con
poder adquisitivo. Otra colaboración entre india y América Latina
tuvo como protagonista a Tata Consultancy Services (TCS), una de
las firmas de tecnologías de la información más conocidas de
India. TCS instaló un centro de capacitación regional para América
Latina -conocido como el Centro de Desarrollo del Conocimiento
(CDC)- que es albergado en Montevideo por el Laboratorio
Tecnológico de Uruguay (LATU). El CDC servirá como un lugar de
entrenamiento para todo el personal de TCS en los países de la
región, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay
mismo, entre otros.
Palabras
Pero más allá de eso, el presidente venezolano Hugo Chávez es
todavía uno de los pocos líderes del tercer mundo cuyas
declaraciones alcanzan las primeras páginas de la prensa india. No
siempre es venerado, pero nunca es ignorado.
Hugo Chávez visitó India en marzo de 2005.
Se habló mucho del momento en el que sostuvo un libro de Noam
Chomsky en Nueva York, y sus referencias al diablo durante su
discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Aunque no se
conoce mucho sobre las políticas de su gobierno, sus comentarios y
palabras dramáticas sobre Estados Unidos siguen fascinando a los
indios. Cuando Chávez estuvo en India hace casi dos años, el
centro de estudiantes de una universidad tradicionalmente
izquierdista de India lo recibió con una ovación. Y uno no contaba
como un verdadero liberal de izquierdas si no había formado parte
de esa ovación. El gobierno de India juega a lo seguro cuando
trata de lograr un equilibrio. Por ejemplo, cuando se tuvo que
elegir entre Venezuela y Guatemala para alcanzar el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, y dada su nueva ecuación de poder
con Estados Unidos, el gobierno indio apostó a lo seguro para no
quedar mal con nadie. "Amigo Lula"
El gobierno indio se siente mucho más cómodo con otro importante
líder de izquierda de la región: Luiz Inácio Lula da Silva. El
presidente brasilero no es un gran tema de conversación como
Castro o Chávez, pero sus orígenes como lustrabotas
definitivamente generan interés. El gobierno de India se siente
"cómodo" con Lula. Durante la primer reunión del IBSA - el grupo
de tres países: India, Brasil, y Sudáfrica- en Brasilia, el primer
ministro indio alabó a Lula y a su compromiso con los mercados
libres y la empresa con una "cara humana". En general, mientras
que Pelé, Gabriel García Márquez y Fidel Castro siguen siendo los
nombres latinoamericanos más conocidos en India, la relación es
ahora más profunda. Todavía toma 20 horas viajar de India a
América Latina y viceversa, pero los comentarios sobre "economías
emergentes" y el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) dan
conciencia de que no sólo nos une nuestro pasado anti-colonial,
sino también las esperanzas compartidas de un futuro renaciente.
Eso es lo que evoca interés en la maravillosa región
latinoamericana y ayuda a superar la distancia continental.
Seema Chishti, especial para BBC Mundo desde
India
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07 de Febrero
de 2007
La
sublevación de Gualeguaychú
Los cortes de los puentes son intolerables para los uruguayos,
sean oficialistas u opositores, y ningún diálogo podrá avanzar hacia
una negociación si la Argentina no hace algo para contener la
sublevación del Litoral. Toda negociación significa concesiones, y
los asambleístas también deberán hacerlas , dijeron el viernes en la
cresta del oficialismo argentino. Joaquín
Morales Solá, periodista.
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Porque
hay impunidad con ellos
Siempre me hice la pregunta, eran solo cuatro los integrantes de
la tristemente célebre Triple A?
Aquella que tantas muertes sembró en nuestro país.
De todo tipo de ciudadanos, inclusive de
peronistas, como ellos mismos también se autotitulaban,
( pero nazis, bien de derecha ) pues después de cada vil asesinato
dejaban un planfleto explicándolo y vivando a Perón,
Isabel y las Fuerzas armadas, ah y contra los zurdos
izquierdistas, peronistas o no. Marijan
Pirsic.
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Que pasó y pasa, la justicia es
ciega?
1) A uno lo detienen en España porque un diario Español
lo denuncia.
2) A otro lo detienen aquí, pues porque , muy orondo, tomaba sol en
el balcón de su departamento sin empacho de esconderse para nada.
Claro también fué un diario quién lo ubicó, la justicia, nada, solo
el juez expresando su agradecimiento.
3) A la otra la detienen o piden detenerla allá, porque saben que
nunca vendrá?
Que extraña paradoja, la libertad e impunidad
de estos genocidas, que, hasta tuvieron el lujo de que se enjuice a
asesinos de la peor calaña ( como ellos ) pero luego del periodo de
acción de la Triple A ( aunque se sabe, siguieron con los militares
y otro, hasta siguió igual "trabajando en España ) , quienes los han
protegido, quienes los protegen o mas claramente: quienes son sus
cómplices?
Vamos más a fondo? quienes eran los ideólogos y a quienes les
convenían estos asesinos?
Pero bueno, todos lo sabemos, los pactos de las mafias son
siniestros. Marijan
Pirsic, editor. |
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06 de Febrero
de 2007
Cortes
a Uruguay, e intento de diálogo en su país
Los "ambientalistas argentinos"
(cuantos ?) fueron a acercar posiciones con el pueblo Uruguayo , no
se sabe subvencionados por quien,?. Mientras
continúan manteniendo los cortes de rutas ( sic ), en cambio en el
Uruguay se les permitió circular sin de corte de paso alguno.
Arriba Argentinos, Canal 13.
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La
primer versión de la historia
Sí, el periodismo es la primer versión de la histloria, fue Phil
Graham [dueño del Post hasta su suicidio, en 1963] quien lo dijo. Es
verdad. Y los libros son la segunda versión. Siempre pensé que si
alguien viniera de Marte y pasara un año en Estados Unidos, diría
que el mejor trabajo es el de los periodistas porque se levantan
cada mañana para responder a las preguntas "¿qué está ocurriendo?",
"¿por qué?". Y, además, por definición, hacemos cosas que no son
rutinarias, ni aburridas. Es la sensación de que cualquier cosa
puede pasar. Bob Woodward, periodista.
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Nestor
Grindetti dixit
Escho a los empresarios hablar tan bien del presidente que
pareciera que no hay problemas...la inflación está
contenida, no como dicen los
números de Moreno, pero no vamos hacia la hiperinflación....la
energía es un corset para el crecimiento y no va a haber respuestas
en el corto plazo.....Revista Fortuna. |
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05 de Febrero
de 2007
¿Dónde está la izquierda?
Permanece en silencio.
¿Qué dicen los sindicatos? Están mudos. ¿Qué proponen los
intelectuales? El abonado al que usted llama está fuera de servicio.
Como tantas otras cosas, en cierta manera
también la esencia de la izquierda se ha evaporado, pluralizado. Por
lo tanto, se pueden distinguir cuatro formas de ser "de izquierda":
la izquierda proteccionista; la izquierda neoliberal ("la tercera
vía"); la izquierda que vive encerrada en su ciudadela; la izquierda
cosmopolita. Ulrich Beck. Sociólogo Alemán.
-------------------------------------------------------------------------------------Los
jóvenes murieron por un ideal I
Asistir a una escritura mentirosa de la historia argentina es
preocupante y despierta la necesidad de refrescar la memoria. Hoy,
la mayoría de los jóvenes y muchos de los mayores desinformados
creen que los guerrilleros de los años 70 fueron héroes.
No creo en la teoría de los dos demonios, pero tampoco en la de los
demonios y los santos inocentes. Y con esto no me refiero a los
miles de jóvenes que murieron en pos de un ideal, de una utopía,
sino a sus comandantes e ideólogos.
Los decretos del gobierno democrático de Isabel Perón que
ordenaron “aniquilar [reducir a la nada, según el diccionario de la
RAE] el accionar de la subversión” son posteriores a la muerte del
presidente Juan Domingo Perón, aunque reflejan su pensamiento,
expresado en enero de 1974, cuando le dijo a un grupo de
legisladores del PJ: “Un crimen es un crimen, cualquiera sea el
pensamiento o sentimiento o la pasión que impulse al criminal.
Puestos a enfrentar la violencia con la violencia, tenemos más
medios posibles para aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio,
porque no estamos aquí de monigotes".
La ira de Perón se justificaba: setenta y dos horas después de
la limpia elección que lo había consagrado para ejercer su tercera
presidencia, los Montoneros asesinaron a José Rucci, su brazo
derecho en el gremialismo nacional y, pocos meses después, el ERP
atacó el Regimiento de Azul, matando al jefe, su esposa, oficiales y
soldados. Otra bofetada en el rostro del teniente general Perón,
milico por excelencia.
Los militares, al "reducir a la nada" el accionar de los
elementos subversivos, cumplieron con el deseo del presidente de la
Nación que, elegido por dos tercios de los votantes, representaba la
opinión de la mayoría del pueblo argentino. Con esto no digo que
Perón y el pueblo argentino estuvieran de acuerdo con los métodos
que después se emplearon sino con el fin buscado.
Se discute hoy si la presidenta Isabel Perón y los ministros que
sobreviven y que fueron firmantes de los decretos mencionados deben
ser juzgados como instigadores y cómplices del accionar de la Triple
A y de los excesos en la represión por parte de la dictadura
militar. En esta nota no me voy a referir a esta organización
delictiva de derecha sino, específicamente, al rol de las Fuerzas
Armadas.
El gobierno peronista de Isabel (una señora y un partido que no son
santos de mi devoción) no actuó como "monigote" y cumplió con el
mandato constitucional de preservar el orden interno.
Ningún gobierno democrático puede admitir el accionar de ejércitos
(así se autotitulaban ERP y Montoneros) cuyo principal objetivo era
obtener el poder, para lo cual, previamente, debían aniquilar el
accionar de las Fuerzas Armadas y de seguridad. ¿Cómo iban a
hacerlo? Como lo intentaron: robando, secuestrando y cobrando
rescates, asesinando y cometiendo actos de terrorismo hasta reducir
al enemigo "a la nada".
Además de las muy obvias banderas -"un mundo mejor", por ejemplo-,
los guerrilleros enarbolaron dos: terminar con la proscripción
electoral del peronismo y con los gobiernos militares que habían
usurpado el poder. Sin embargo, de haber triunfado, los movimientos
guerrilleros hubieran caído en las dos mismas iniquidades que
motivaron su alzamiento: proscripciones y gobierno de facto.
Imaginemos una hipótesis: cientos de miles de utópicos jóvenes
argentinos, enamorados de la memoria del Che Guevara, hacen suya la
recomendación de "Crear uno, diez, cien, mil Vietnam " y,
acompañando románticamente la lucha guerrillera, vencen a las
Fuerzas Armadas. El ERP queda dueño del norte del país y Montoneros
del centro. Ejército, marina y aeronáutica cobardemente se repliegan
al norte de la Patagonia. Segunda hipótesis: las fuerzas
guerrilleras someten completamente a las legales y se adueñan de
todo el país. Gobierna una junta de gobierno presidida por Santucho
y Firmenich. ¿Qué hubiera sido de la Argentina en manos de estos
"santos inocentes", que lo más probable es que al segundo día se
enfrentaran entre sí a los tiros? La tercera hipótesis, la más
trágica: una guerra civil con cientos de miles de muertos.
Por Héctor Olivera , nota para el diario La
Nación: El autor es investigador del Departamento de Historia
de la UTDT ,Hombre de cine, el autor de esta nota ganó notoriedad
por sus películas sobre temas políticos, como La noche de los
lápices y La Patagonia rebelde. En esta nota, cuenta las amenazas
que recibió en tiempos de la Triple A.
-------------------------------------------------------------------------------------Los
militares "prácticos" II
No puedo dejar de
testimoniar aquí un hecho del que fui protagonista a mediados de
1975. Recibí un llamado de un ex cadete del Liceo Militar General
San Martín invitándome a almorzar, junto con otro compañero de la
cuarta camada (yo era de la sexta), una invitación que no podía
rechazar: como director había hecho dos películas muy irritativas
para el Ejército Argentino, lo que me significó una amenaza de
muerte de las tres A.
Una vez un coronel me comentó, muy amigablemente: "Hablando con unos
camaradas llegamos a la conclusión de que era un milagro que no
fueras «boleta», no tanto por La Patagonia rebelde (nos
pareció que habías tratado muy respetuosamente al teniente coronel
Varela y en esas circunstancias nosotros hubiéramos hecho lo mismo
que él) sino por Las venganzas de Beto Sánchez . ¿Cómo se te
ocurrió poner a un ex colimba humillando y amenazando a su jefe de
instrucción? ¿No te diste cuenta de lo pernicioso de esa propuesta?"
No tengo recuerdos muy nítidos sobre la primera parte del almuerzo.
El restorán estaba situado en las calles San Martín o Reconquista,
sugestivamente muy cerca de la SIDE. Nos sentamos a una mesa alejada
y la conversación tuvo un algo de interrogatorio: el bueno,
simpático y el malo, antipático. Se habló un poco de la situación,
de por qué yo había hecho esas películas y, en fin, si eran obra de
un bolche o de un idiota útil. Por suerte, mi imagen de burgués de
ideas liberales, incorregible votante de los radicales, hizo
prevalecer la segunda hipótesis, de lo contrario no estaría hoy
contando este cuento.
En cambio, me acuerdo muy bien de la sobremesa. Con bastante vino
tinto adentro, el bueno, dicharachero, enunció la política a seguir
con "los subversivos". "¿Qué podemos hacer? ¿Juicio sumario y
paredón, como el Che Guevara?" El malo, sin dejar de mirar las
volutas de humo de su cigarrillo, interrumpió: "No, eso lo pueden
hacer ellos: entre bolches no hay cornadas". Siguió el bueno:
"¿Garrote vil como quería el pobre Franco? Tch, intervino hasta el
Papa. Por su lado, Pinochet nos aconsejó que no cometiéramos su
mismo error cuando los exhibió en el Estadio Nacional. ¿Meterlos
presos en una cárcel? ¿Para qué, para que vengan los políticos y los
dejen en libertad, como en mayo del 73?" El malo: "Sí, en libertad
para que nos sigan matando." Y, mirándome fijo, agregó: "No pibe,
los tenemos bien catalogados: son dos mil. Capucha y zanja".
Lo extraordinario de este recuerdo es que, en ese momento, lo de
capucha y zanja no me impresionó, porque en 1975 se vivía una
Argentina caótica, con secuestros, bombas a la vuelta de cualquier
esquina y asesinatos por izquierda y por derecha, y la idea de estos
militares retirados de que "antes de que nos maten a nosotros los
matamos nosotros a ellos" era compatible con la ley de la jungla que
se había instalado en la Argentina de los setenta.
Cuando, durante el democrático gobierno del doctor Alfonsín, la
Conadep sacó a relucir la barbarie en la que terminó la represión de
la dictadura militar, leí en el diario del juicio a los comandantes
en jefe el episodio llamado "La noche de los lápices" y sentí la
obligación moral y profesional de hacer, con este tema
paradigmático, una película que resultó, sin duda, la obra más dura
y conmovedora que haya hecho el cine argentino sobre el tema
desaparecidos. Y de la que hoy me ratifico plenamente.
Finalizo señalando que hay dos hechos históricos indiscutibles:
por un lado, no todos fueron santos inocentes; por otro, las Fuerzas
Armadas cumplieron con el deber constitucional de salvaguardar las
instituciones, aunque lo hicieron mal, tan mal que de ser los
vencedores pasaron a ser los vencidos. Por
Héctor Olivera , nota para el diario La Nación.
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02 de Febrero
de 2007
Violación escandalosa del Estado de Derecho
Ya lo decían las paredes del
barrio de mi infancia: Perón vuelve. Debí esperar la adultez para
comprender lo que en realidad querían decir: Perón siempre vuelve.
No importa que acaben de enterrarlo. Vuelve igual. No es complicado
comprender las razones de las piruetas del Gobierno, que después de
la amable requisitoria de las 62 Organizaciones: “No jodan con
Perón” pasó del “No hay impunidad para nadie” a un más prudente “El
Gobierno es prescindente”, seguido por el latiguillo: “La oposición
usa con fines electorales el juicio a Isabel”. Aún más
significativas fueron las declaraciones del diputado Carlos Kunkel,
participante en 1974 de aquel diálogo entre la Juventud Maravillosa
y su líder en el cual el General anunció lo que se venía: “Puestos a
enfrentar la violencia con la violencia, tenemos más medios para
aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio, no estamos aquí de
monigotes”.
En un reportaje que siguió al “No jodan”, Kunkel se tomó el trabajo
de sostener que “Perón ni remotamente tuvo que ver con la Triple A.
Y la señora de Perón, no creo”. Después se produjo un curioso
diálogo (Periodista: “Perón elogió a los militares que defendieron
el cuartel de Azul contra el ERP”, Kunkel: “¡Pero más vale! No te
cuento qué habría hecho yo si hubiera tenido posibilidades de
hacerlo”). Al fin, la bocca della
verità kirchnerista aclaró que no hablaba por hablar: “[el
Presidente] no debe tener una línea de razonamiento muy distinta a
la mía”. No hubo desmentidas.
Una lectura lleva a suponer que el Gobierno reculó ante el “no
jodan” sindical. Una menos lineal permite imaginar que concluyó que
esto no terminaba en Perón sino en los Montoneros, por lo que era
mejor usar a Perón y su esposa como escudos.
En efecto, muchos argentinos han empezado a preguntarse si es
legítimo condenar los infames crímenes de los setenta excepto los
cometidos por guerrilleros. Sostener que los crímenes de lesa
humanidad, y por lo tanto: imprescriptibles, son sólo aquellos
cometidos por el Estado, como han hecho el Gobierno y la Corte
Suprema, va en contra del Estatuto de la Corte Penal Internacional
del que la Argentina fue uno de los primeros firmantes y que tiene
rango constitucional, que dice: “Se entenderá por crimen de lesa
humanidad... la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo
1º [asesinato, exterminio... encarcelación, persecución de un
grupo... actos inhumanos] contra una población civil de conformidad
con la política de un Estado o de una organización”. Y nadie puede
desconocer que todas y cada una de estas aberraciones fueron
cometidas por dos organizaciones: el ERP y los Montoneros.
Finalmente: los indultos, todos ellos, constituyen una violación de
los principios sobre los que se asienta una república. Cuando un
presidente absuelve a un criminal viola el estado de derecho, cuya
cláusula fundacional es que todos los ciudadanos están sometidos a
la ley. Además, que una disposición del Poder Judicial sea reducida
a la nada por el PEN constituye una violación escandalosa de la
división de poderes. De estas elementales razones se desprende que
si Kirchner fuera quien dice ser, debería anular todos los indultos
y declarar nula su propia capacidad de indultar. Nada de esto ha
hecho. Nada de esto le exige hoy la oposición.
Fernando Iglesias, autor de "¿Qué significa hoy ser de
izquierda?"
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Como nos roban a nuestros jóvenes
El tema de la "fuga de cerebros" desde el subdesarrollo al
desarrollo, desde los países pobres a los países ricos- siempre es
noticia de primera plana. Se trata de uno de los tantos aspectos
del dilema mayor que hoy plantean los flujos migratorios a nivel
global.
También es una de las consecuencias mas injusta de ese gran tema; la
menos solidaria, la que se transforma, cuando se concreta como una
forma de "inmigración escogida", en uno de los mayores actos de
explotación: esto es, el país pobre paga la preparación de los
técnicos, de los universitarios, de los científicos los que luego
vuelcan sus conocimientos, su riqueza intelectual, en beneficio de
los países ricos.
Hace un tiempo en varios diarios sudamericanos apareció un aviso del
gobierno de la provincia canadiense de Quebec, con una oferta de
trabajo a ciudadanos que quisieran radicarse en esa provincia.
Para poder calificar en dicho programa los requisitos eran tener
estudios técnicos o universitarios, entre 20 y 40 años de edad y
conocimiento de francés o inglés (ser bilingüe).
En concreto, una especie de leva o enganche de lo mejor de la fuerza
laboral de un país. Una " oportunidad" para jóvenes bien preparados;
un negocio redondo para quien los recibe ya listos para producir, en
el momento optimo, pero pésimo para quien invirtió en su
preparación, para quien pagó sus estudios.
Por un lado no es admisible que pueda negarse a nadie su derecho
a irse de un país donde no tiene posibilidades de trabajo y en donde
apenas puede sobrevivir. Impedirle a cualquier ser humano, y en
particular a los jóvenes, salir o irse en busca de otras
oportunidades, de un mejor futuro, máxime cuando en su país se le
cierran la mayoría de las puertas, constituye un atentado contra las
libertad de esos individuos. Significa quedar prisionero en el lugar
en que nació, que su país pase a ser una cárcel. Pero la moneda
tiene mas de una cara. Otra es que si es justo para un país, y más
para un país en desarrollo o pobre que para salir de ese estado
invierte en la educación de sus jóvenes, que cuando estos llegan a
la etapa de volcar sus esfuerzos y sus conocimientos, de producir,
de aportar a la seguridad social, de pagar impuestos – con los que
se pagarán los estudios de otros más jóvenes- se vayan del país.
En Uruguay,
por ejemplo, el costo promedio para el Estado- los contribuyentes-
de un profesional universitario es de 50 mil dólares. Esto sin
contar otros estudios que muchos jóvenes cursan en el exterior
usufructuando becas pagas por ese mismo Estado o en el marco de
financiaciones y programas externos que son para beneficiar al país
, y no para el propio provecho de esos jóvenes que luego no
retornan.
Esto es
mas o menos parecido en le resto del continente y todas estas
inversiones que se pierden no las compensan las remesas.
Hay ,
además, una tercera cara y es la de los países que reciben a estos
inmigrantes y que aplican una política de " inmigración escogida",
ya sea a través de programas como los de Quebec, estableciendo
"cuotas" condicionadas, exigiendo contrato de trabajo, todo lo que
significa que abren las puertas a lo que necesitan , les conviene y
les beneficia. Ponen como prioridad el tema de la "inseguridad",
caen en prácticas discriminatorias y se quejan de los inmigrantes
ilegales olvidando que ellos, en definitiva, personifican la
consecuencia lógica del ajuste internacional del mercado laboral.
Los
países desarrollados son defensores y aplican y piden libertad a
nivel global para el mercado financiero, en lo que les conviene, lo
hacen para el comercial, pero para ese tercer mercado – el
laboral- no solo son planificadores al extremo sino que lo hacen
sin atender los daños que causan a los otros. Quienes se van en
busca de trabajo al mundo desarrollado es porque no lo tienen en su
propio mundo y en gran parte no lo tiene por efecto de las políticas
proteccionistas – agrícola, laboral, etc- de los países más ricos.
No hay que buscar tanto, ahí esta el problema y la tarea es
encararlo, y a la vez dejarse de hablar tanto de solidaridad, de
ayuda y de manifestar preocupación por la crisis social ignorando
cuales son algunas de sus principales causas.
Danilo Arbilla, Revista
Noticias |
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01 de Febrero
de 2007
Moreno y sus arbitrariedades
Las palabras definen las cosas y hasta describen,
por sí solas, los conflictos. ¿Podría ser una simple casualidad que
las funcionarias del Indec relevadas sean la directora nacional de
Estadísticas y la directora de Indices de Precios de Consumo?
Una tenía la obligación de elaborar el sistema estadístico para
seguir los movimientos sociales y económicos de la Argentina; la
otra debía investigar las convulsiones de la inflación.
Esos resultados son los que se reflejan luego en las primeras
páginas de los diarios, convertidos en biblias de lectura cotidiana
durante los desayunos presidenciales.
Guillermo Moreno tenía al Indec entre ceja y ceja desde que se hizo
cargo de la gendarmería de los precios. Nunca pudo vulnerar el
secreto de clave nuclear que rodea el método y los productos que
sirven para medir el costo de vida. Pero es probable que haya
encontrado una diagonal para llegar a esos enigmas; de hecho,
cualquier sensación social indica que la inflación es mayor ahora
que la que se expresa en los informes del Indec. No es necesario que
ningún dirigente opositor se haga cargo de develar lo que ya es
manifiesto.
Cuando se topó con la terquedad de los funcionarios de carrera del
Indec para conservar esos secretos, Moreno apeló a su método de
siempre: zamarreó a los empresarios por ineptos. Después de todo,
les dijo, esos datos misteriosos servirían para controlar los
precios que se miden y no el resto. Los empresarios debieron cumplir
con Moreno, como siempre han cumplido con Moreno.
El Indec tiene una historia contradictoria. La impresión de la gente
de a pie nunca acompañó los informes sociales y económicos del
organismo estatal más serio dedicado a la elaboración de
estadísticas. Sin embargo, conservó al mismo tiempo un ponderable
prestigio entre la dirigencia política y económica. Ese prestigio
fue obra, sobre todo, de sus funcionarios de carrera más que de los
designios de la política siempre pastelera.
En tiempos democráticos, desde Bernardo Grinspun hasta Roberto
Lavagna han tenido sus entreveros con el organismo que, en última
instancia, mide la eficacia de la gestión de los ministros de
Economía. Domingo Cavallo tuvo con el Indec, como era su costumbre,
peleas dignas de una ópera. Con todo, ninguno de ellos se atrevió a
tocar su estructura más allá de algún cambio en la conducción
política. Nunca llevaron el cuchillo hasta el hueso; esto es, hasta
los técnicos que llegaron por concurso a sus cargos o que
ascendieron luego de una larga carrera interna.
Los frenaron dos conclusiones. Pagarían de inmediato un alto precio
político por meter mano en un organismo prestigioso y, además,
perderían la posibilidad de dar buenas noticias porque en adelante
nadie les creería a sus estadísticas. Kirchner, Felisa Miceli o
Moreno (nadie sabe quién fue el verdugo) decidieron que son más
importantes las primeras páginas de los diarios de mañana que la
perspectiva de quedarse frente a una sociedad descreída de los
informes oficiales sobre la inflación y los movimientos sociales. A
Kirchner le preocupa mañana; ya les llegará su hora a los días
posteriores.
No son dos elementos desenhebrados los relevos en el Indec y la
fuerte presión sindical por los aumentos salariales. El mensaje del
Gobierno a los sindicalistas consiste en que no pueden soñar con un
aumento superior al del año último, cuando la inflación era
imprevisible y estaba en ascenso. El aumento salarial promedio del
año último fue del 19%, fijado de hecho por el primer convenio
firmado por el gremio de los camioneros. Pero Hugo Moyano se desbocó
en los últimos días (llegó a hablar de un aumento del 30%) y
proclamó que su lucha salarial sería sin techo, sin piso y sin
plazos. Un libertario en estado puro.
El Gobierno no se metió todavía de lleno en esa pelea, porque no
sabe aún cuáles son los márgenes de la victoria o de la derrota.
Fuentes empresariales aseguraron, no obstante, que el ministro de
Trabajo, Carlos Tomada, puso el termómetro entre los patrones. Su
preocupación era saber hasta dónde estaban dispuestos a llegar con
la bondad de sus bolsillos. Le dijeron que pensaban en un aumento
que reflejara la inflación del año último más dos o tres puntos.
Estirando interpretaciones y generosidades, podría llegarse a un
aumento promedio del 14 o el 15 por ciento. "¿Por qué debería ser
más alto si las expectativas inflacionarias de 2006 eran mayores que
la de este año?", preguntó un alto funcionario del gobierno
nacional. El problema es que justo ahora el Indec empezó a analizar
una inflación que habría estado en enero por encima de los gustos
oficiales. Salarios e inflación son ecuaciones decisivas, según
Kirchner, para el estado de ánimo social en el año que prepara, con
la dedicación propia de sus obsesiones, para conservar el poder. En
el año electoral que se acaba de estrenar no sólo quiere domar el
potro de cualquier respingo inflacionario; quiere, también, mostrar
mejores índices de pobreza, de indigencia y de desocupación. Eso no
se hace, fácilmente al menos, con funcionarios técnicos que nada le
deben a nadie.
El problema es que el eventual descrédito del Indec podría tener más
consecuencias de las que el poder previó en sus arrebatos: su datos
sirven, por ejemplo, para establecer el índice CER de indexación y
hasta para pagarles los intereses a los acreedores que le creyeron a
las promesas del Estado argentino. Una rectificación a tiempo
mostraría un Presidente mejor que el que podrían exhibir los mejores
informes del paraíso.
Joaquín
Morales Solá, Diario La Nación |
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31 de Enero de 2007
"Cuando los
argentinos piensan una cosa, ya creen que está hecha"
“El problema de los argentinos es
que cuando piensan una cosa, ya creen que está hecha y resuelta”,
dice el catalán Toni Puig Picart, asesor en comunicación del
Ayuntamiento de Barcelona e impulsor del concepto de “marca
ciudad”, que puso a la tierra de Miró y de Gaudí en la primera
división de las ciudades europeas.
Especialista en gestión cultural y en marketing público, Puig
Picart es autor, entre otros libros, de Se acabó la diversión y La
comunicación municipal, cómplice de los ciudadanos (Paidós, 2003).
Ahora pone la lupa sobre Buenos Aires para descubrir sus
fortalezas y debilidades.
“Esta ciudad debe dar un gran salto cualitativo y plantearse qué
quiere ser en el futuro, porque no se trata solamente de arreglar
las cosas para que sigan funcionando, sino de dar soluciones a la
cantidad de problemas irresueltos que, evidentemente, existen”,
dice quien después de estudiar teología, filosofía y arte, y de
crear, en 1974, la innovadora y desenfadada revista Ajoblanco,
decidió, a principios de los 80, dar un sorpresivo salto a la
gestión pública, a la que llegó para quedarse.
“Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña, me
convocó y me dijo: «Lo que has dicho en la revista, hazlo, y
cuando tengas problemas con algún funcionario le respondes: el
intendente está de acuerdo». Comprendí que para lograr cosas tenía
que salir del círculo intelectual, trabajar con jóvenes y con los
agentes sociales y culturales de la ciudad, y con semejante
respaldo a mi favor, la experiencia funcionó de maravillas", se
entusiasma el creativo español.
Desde ese lugar, Puig Picart fue protagonista del derrotero que
siguió Barcelona: de una ciudad postergada a primer destino de
España. Su experiencia es interesante en tiempos en que la
Argentina está viviendo un momento extraordinario en cuanto a
recepción de turistas extranjeros.
-¿Qué atrae a los europeos a un lugar tan lejano como Buenos
Aires?
-Venimos aquí fascinados porque sabemos que más abajo no hay nada.
Este es el último confín de la Tierra. También por la amabilidad
increíble, que ya no se encuentra en ninguna otra gran ciudad del
mundo, y por la creatividad, la inteligencia, la innovación. Los
bares, los restaurantes, la cultura: el mejor teatro de mi vida lo
he visto en Buenos Aires, desde lo más underground hasta lo más
culto. La oferta es impresionante. Aquí he visto exposiciones que
no se ven en ninguna otra parte, y si das una conferencia, se
llena. En moda, en diseño, en creatividad, hay gente que se
atreve. No tienes que ir a Milán para comprar moda... ¡tienes que
ir a Palermo Viejo! ¿Cuántas ciudades pueden ofrecerte todo esto?
Yo creo que lo más importante de una ciudad es que el visitante se
sienta acogido y esto en muy pocas grandes ciudades del mundo del
tamaño de Buenos Aires lo encuentras. Hoy la gente quiere ciudades
amables, cómodas, para enamorarse, para sentir emociones. Este
tiene que ser el proyecto de Buenos Aires, porque es lo que
ustedes saben hacer.
-¿Cree que lo estamos logrando?
-Buenos Aires todavía tiene que decidir qué quiere ser dentro de
20 años. Debe diseñar su futuro. ¿Quiere ser la Nueva York de
América del Sur? Así como el norte latino está en Nueva York, el
peso del sur económico y cultural, ¿quieren que esté en Buenos
Aires? Ahora está en San Pablo, me parece, pero esa ciudad tiene
un problema tremendo: la criminalidad, la delincuencia.
-¿Cómo lo lograron ustedes?
-Barcelona era una ciudad de segunda o tercera división en Europa.
No éramos París ni Londres, ni ninguna de las grandes capitales
europeas. Más bien fuimos una ciudad dejada de la mano de Dios
durante muchos años, postergada por el franquismo. Pero en un
momento dado nos propusimos revertir la situación, y lo
conseguimos. Para eso hace falta una decisión política, por
supuesto, pero una decisión de ese tipo no la puede tomar sólo un
intendente. El gran ejemplo de Barcelona es que nosotros tomamos
las decisiones políticas con el consenso de la ciudadanía, de las
asociaciones civiles y de los empresarios, que no querían ser más
ricos, sino que la ciudad funcionara mejor, porque si la ciudad
funcionaba mejor sus negocios funcionarían mejor. En Barcelona
tenemos ahora 12 millones de pernoctaciones al año. No somos
capital, no tenemos nada, pero somos la ciudad de Europa adonde
los europeos quieren vivir. La gente nos visita y lo que hemos
hecho es simple: aeropuerto cerca de la ciudad, vuelos baratos,
una urbe acogedora y cómoda, con buenos servicios. No se trata de
una cuestión de turismo solamente. Allí hay rediseño de la ciudad,
hay propuestas. Yo veo que Buenos Aires tiene condiciones
similares, porque aquí hay un talento emergente increíble.
-En algún momento usted dijo que Buenos Aires había perdido el
rumbo
-Yo creo que no. Incluso ustedes, con el corralito, ganaron en
humildad. Antes yo los veía muy desconectados, como que estaban
aquí por casualidad, siempre soñando con irse, con viajar. A
partir del corralito y de la feroz crisis que vivieron se han
sentado en Buenos Aires y han comprendido, finalmente, que ésta es
su casa y que quieren que funcione mejor. Y se han enamorado,
incluso, de su país, de la Argentina, y esto es muy importante,
porque le da un plus a esa inteligencia que siempre han tenido.
Pero tienen que reforzarla con voluntad de hacer las cosas. Porque
el problema de los argentinos es que cuando piensan una cosa creen
que ya está hecha, resuelta. No es difícil: hay que empezar. No es
un milagro: es la voluntad de los ciudadanos y los políticos de
tener una ciudad agradable para vivir. Tienen que pensar qué
quieren ser y trabajar para lograrlo.
-Usted es un visitante asiduo de Buenos Aires. ¿Cómo la encuentra?
-No se puede tener una ciudad que funcione más o menos, y ésa es
la impresión que tengo de Buenos Aires. Yo creo que se necesitan
un intendente y un equipo de gobierno que tengan visión para
definir cuál debe ser la Buenos Aires de dentro de veinte años y
para encarar desde ya problemas que nunca se han resuelto. Lo digo
con cariño, porque he estado muchas veces aquí. Algunos
explotaron, como Cromagnon, que sacó a relucir el tema de la
seguridad de los edificios, pero hay muchos más: cartoneros,
delincuencia, transporte. No soy de aquí, pero me doy cuenta de la
cantidad de problemas irresueltos que hay en esta ciudad. Porque
se trata no solamente de arreglar las cosas para que sigan
funcionando, de cubrir baches, sino de dar soluciones.
-Los porteños han perdido el orgullo de su ciudad: piensan que
está sucia, deteriorada, con un tránsito caótico, con gran
polución visual...
-Todo puede revertirse. Entiendo que Buenos Aires es complicada,
porque la ciudad es muy grande y tiene muchos puntos conflictivos,
pero en pocos años esta ciudad puede ser una maravilla.
-La tendencia al éxodo hacia los countries y barrios cerrados, ¿no
juega en contra?
-Ese es un problema. Por eso, primero tienen que atajar la
violencia. La delincuencia es barbarie, no es democracia, y el
político que no ataja la violencia no está cumpliendo con el
mandato democrático de protección a los ciudadanos que lo
eligieron. En Barcelona la gente que se había ido de la ciudad
está regresando. Se habían ido a los countries, pero eso es una
tristeza, un aburrimiento, es optar por ser eremitas, monjes de
clausura. La vida está en las ciudades. Pero, claro: las ciudades
tienen que ser seguras. Es cierto que en el mundo de hoy en todas
partes los ciudadanos se sienten inseguros. En Barcelona también.
Primero, por el trabajo efímero. En todas partes el trabajo para
toda la vida se terminó y la gente educada en la cultura del
trabajo, que siempre creyó que el trabajo nos hace ciudadanos y
nos da identidad, ahora duda, teme, no sabe qué pasará el mes que
viene y eso va formando la sociedad del estrés, de las pastillas.
La gente se siente mal, piensa que no hay futuro y esto,
naturalmente, genera ansiedad.
-¿Qué fue lo que determinó en Barcelona el regreso de la gente a
la ciudad?
-En las ciudades, como en todo, funciona la ley de la oferta y la
demanda. La gente se va cuando no le ofrecemos nada mejor. Por eso
hay que atraerla con buenos servicios: limpieza, barrios
remodelados, iluminación, trenes subterráneos y autobuses que
cumplan sus horarios, seguridad personal y una ciudad con una
buena oferta cultural. Cosas tan simples como ésas. En Nueva York,
en los 80, se marchó todo el mundo. La ciudad estaba en una crisis
tremenda, el ayuntamiento en quiebra... Los homeless
estaban en todas partes. Pero la tendencia se revirtió y ahora
todos sabemos que la gente rica de Nueva York vive en el centro de
la ciudad, frente al Central Park. La ciudad funciona. Nueva York
no es los countries de Nueva York. La gente volvió. A todas las
ciudades que funcionan, la gente regresa. Un caso es Girona, una
ciudad muy pequeña, de 80.000 habitantes, con un casco antiguo
genial, gótico, abandonado, donde no vivía nadie. Tuvo un
intendente que dijo: voy a hacer de Girona la Florencia de
Cataluña. Y lo logró. Ahí está el casco gótico restaurado por los
judíos americanos, la universidad, la inteligencia, y la gente ha
vuelto a vivir en las casas que habían abandonado sus abuelos y
sus padres. En Madrid, la gente que se había ido está regresando.
El concepto clave que debe utilizar un gobierno municipal es
cuidar a los ciudadanos, cuidar la ciudad. Cuando la gente siente
que no la cuidan, se va. Carmen María Ramos,
diario La Nación del día de la fecha
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30 de Enero de 2007
La basura en
estado critico
De las 27.800 cuadras de Buenos Aires, hay
4.175 en estado crítico por la basura. El dato no surge de ninguna
denuncia: son cifras del gobierno porteño. Para los vecinos de una
ciudad que tiene el estándar de vida más alto del país y vive una
explosión continua de consumo y turismo, la suciedad en las calles
es quizás el mayor flagelo cotidiano junto con la inseguridad.
No alcanzan recolectores ni barrenderos, siempre hay algo que
explica las calles sucias. Desde la escasa cultura de vecinos y
comerciantes que sacan la basura a cualquier hora porque
consideran que lo público es ajeno y un problema de otros, hasta
el desparejo resultado de las concesiones otorgadas a lo largo del
tiempo a empresas de limpieza y recolección, con contratos que han
tenido su transparencia y también su turbidez. Desde los escombros
y obstáculos que hay a cada paso, mal controlada del
crecimiento exponencial del negocio de la construcción, hasta la
desaprensión con que muchos cartoneros desparraman aquí y allá la
basura que no les resulta redituable.
El Gobierno de la Ciudad está lanzando una campaña para ponerle
límite a la agresión de la basura. Podrá decirse que se acuerdan
ahora, que es año electoral. Es cierto, se acuerdan ahora. ¿Acaso
sería mejor que no lo hicieran?
Nadie ganó una elección por recoger la basura, aunque quizás una
ciudad sucia ayude a la mala fortuna el gobernante.
Extraña paradoja la de los candidatos a gobernar Buenos Aires.
Entre ellos, que son o han sido académicos de prestigio,
embajadores, ministros, funcionarios culturales, miembros del más
próspero empresariado o de la resistente aristocracia porteña,
gente fina y educada, en la campaña no les quedará más remedio que
hablar de lo que se mete en bolsas oscuras, lo que se saca de casa
a la noche, lo que a veces se pretende barrer bajo la alfombra.
Julio Blank, reproducción de su nota editorial en el diario Clarín
de la fecha
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El altruismo
cerebral
Si antes era
el alma humana la sede insondable de cuestiones tales como el
bien y el mal, la sede de la pasión y también de la compasión,
la ciencia contemporánea tiene una tendencia a localizar y
materializar estas cuestiones en el cerebro. Mediante escáneres
cerebrales, científicos estadounidenses descubrieron la
activación de una porción del cerebro que predice las conductas
generosas o egoístas en las personas. El aumento en la actividad
del "sulcus posterior superior temporal" predice la probabilidad
de que una persona sea altruista. De la batalla épica entre los
ángeles nos trasladamos al pequeño teatro eléctrico de neuronas,
circunvalaciones y dendritas. Acaso haya una secreta esperanza
de que, en el reverso de la noción de alma, el cerebro sea
finalmente descifrable. Y cuanto mayor es el misterio que nos
rodea, más circunscripto es el espacio en que se le busca una
respuesta.
Aunque no tardará en ser localizada también en el cerebro, el
alma es siempre incómoda como hipótesis, porque es abismal y
está habitada simultáneamente por tendencias opuestas. Uno puede
recordar que el altruismo del caso Emaús nació de la alquimia
entre un religioso y un asesino. "Conocí a Georges, que había
tenido una vida terrible y sólo pensaba en quitarse la vida",
dijo alguna vez el Abate Pierre, una de las figuras más
populares de Francia, fallecido esta semana. "Eres libre de
suicidarte si quieres, pero antes de hacerlo, ¿por qué no me
ayudas a montar una casa para los desesperados, para la gente
sin techo, sin trabajo?", le dijo. Georges, en una mutación
probablemente difícil de reducir a parámetros químicos, se
convirtió con este pedido en uno de sus más estrechos
colaboradores.
Aunque quién sabe si no tuvieron al unísono un súbito aumento de
la actividad del sulcus posterior superior temporal. Lo que
opera detrás de estas interpretaciones que localizan con
precisión en el cerebro cuestiones que tradicionalmente erraban
por el espíritu humano, tal vez sea una voluntad de corregir la
realidad, el sueño de detectar con exactitud la zona del mal,
para extirparla quirúrgicamente del mundo. O implantar
definitivamente el bien mediante una inoculación química
precisa. Pero la realidad también se encuentra en mutación
constante, se muestra finalmente irreductible, y como un
espejismo, tiende a alejarse a la misma velocidad con que se la
intenta apresar. Enrique Valiente Noailles,
reproducción de su nota, en el Diario La Nación del día 28-01-07
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29
de Enero de 2007
Un secuestro con aparición mediática presidencial
Gerez apareció varias horas antes del discurso de
presidencial, el Gobierno lo sabia, y lo que se vio por la pantalla
fue simplemente un ejercicio de pura manipulación...
Buena parte del entorno del albañil está siendo investigada.
Jorge Lanata,
escritor
---------------------------------------------------------------------------------------------------No
jodan con Perón (IV)
No es complicado
comprender las razones de las piruetas del Gobierno, que después de
la amable requisitoria de las 62 Organizaciones.” No jodan
con Perón” pasó del : No hay impunidad para nadie” a un más
prudente: “ el Gobierno es prescindente”, seguido con el latiguillo:
“la oposición usa con fines electorales el juicio a Isabel”, mas
allá fue Carlos kunkel ( uno de los integrantes de aquel dialogo
entre la juventud maravillosa y su líder en la cual Perón anunció
lo que se venia: “Puestos a enfrentar la violencia con la violencia,
tenemos más medios para aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio,
no estamos aquí de monigotes”) en un reportaje que siguió al “ no
jodan..” se tomó el trabajo de sostener que “Perón ni remotamente
tuvo que ver con la TRIPLE A , y la señora de Perón, no creo”
después se produjo un curioso dialogo ( periodista: Perón elogió a
los militares que defendieron el Cuartel de Azul contra el ERP..
Kunkel, pero mas vale! No te cuento que hubiera hecho yo si hubiese
tenido la posibilidad de hacerlo ) aclarando que el Presidente no
debe de tener una línea distinta a la mía. No hubo desmentidas.
Fernando Iglesias. Escritor.
---------------------------------------------------------------------------------------------------La
juventud maravillosa ahora en el Poder
No hay una nueva
inflexión respecto de la línea general que siguió este gobierno
desde 2003. Si confirma el hecho que desde el comienzo buscó
identificarse con una generación que había sacrificado su vida en
los años 60 y de algún modo quiso retomar la empresa frustrada de
ese entonces pero sin los medios y sin la radicalidad de los
70.Pienso que era el esfuerzo por darle una nueva ocasión a esa
generación de la que la pareja presidencial forma parte. La
recepción de la insigni de Cámpora confirma esta orientación. Se
podría decir:¿Quiénes están en el Gobierno? . Bueno, están en el
Gobierno los que se fueron de la Plaza el 1ª de Mayo de 1974. Y en
ese momento ellos decidieron irse voluntariamente en la creencia
que, la vaciaban y mostraban ante el pueblo peronista imaginario que
ellos no solo representaban un contingente importante, sino que
representaban la verdadera continuidad con el peronismo. Es decir,
que la tradición peronista se continuaba en la juventud antes que en
el propio Perón. Esto estaba implícito en este gesto. Me parece que
esta idea está presente en el actual Gobierno y forma parte de eso
la reivindicación de Cámpora como el símbolo de aquella ocasión que
le permitió a esa generación ser parte del gobierno de aquel
momento y de éste. ...Hay una reanudación de aquella empresa de los
años 70 pero en otros términos: Montoneros está en el Gobierno, sin
partido armado y sin revolución. Carlos
Altamirano, referente de la izquierda Argentina |
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26
de Enero de 2007
Que amplitud
idiomática...!!
En pocos años,
se ha convertido en la palabra más repetida por los argentinos.
Especialmente los que no superan los 40 años. Los chicos la
pronuncian estilo ametralladora. Hoy ha perdido todo contenido
ofensivo. Y contribuye, nada sutilmente, a aumentar la pobreza del
vocabulario de todos los días. Tres hombres de entre 30 y 40 años
entran a una confitería céntrica. Ya vienen
conversando a un nivel bastante fuerte, aunque sin gritar. Enseguida
se nota que son empleados jerarquizados de una empresa cercana al
local, y posiblemente alguno de ellos sea el jefe de los demás.
Discuten. Alguno se exalta. Otro trata de calmar los ánimos.
Y el tercero parece gozar de la situación. Tanto, que intercala un
par de veces algún minúsculo chiste. Pronto se descubre que sólo
quiere que se rían de sus humoradas, pero que sigan discutiendo. Y
que lo miren como a un interlocutor válido.
Cerca de esa mesa, y sin proponérmelo, empiezo a contar. Es
inevitable. Empiezo a contar los boludos de la mesa.
–Pero sí, boludo. Son 300 tipos, y quieren cobrar cash.
–No, no, cash no, boludo. Los arreglamos como antes. Una factura a
90 días con todo incluido y se van contentos.
–No, no es así. Ya no quieren más esperar tres meses, ni tampoco
dos, boludo. Te lo digo porque hablé con ellos, y se pusieron duros.
La discusión sigue. Y el boludo, mágica palabra neutra,
despojada ya de toda la connotación ofensiva o negativa que supo
tener en el pasado, salpica casi todas las frases del trío. Cuando
aparece al final, sale disparada casi saltando sobre sus vocales.
O-u-o. Con suave acento sobre la u. Ha habido un asombroso proceso
de imitación, muy veloz e indiferenciado, a lo largo de los últimos
años. Como suele ocurrir con las palabras de moda.
En cambio, cuando el boludo aparece al principio de la frase,
parece más intencional. Pero nunca es intencional. Es una simple
boludez, digamos, repetida y vaciada de boludez propiamente dicha,
que sirve para llenar espacios y tiempos, reafirmar alguna cosa
(pero no tanto), y hasta para teñir la conversación de un poco de
cariño. Porque el boludo del porteño de hoy
es casi cariñoso. Y es que existe una
confraternidad sutil que se crea a través de llamar boludo al otro.
Como una coincidencia generacional. Los más grandes siguen
recordando que alguna vez se pelearon a la salida de la escuela
primaria porque alguien los llamó boludo en un recreo. En cambio,
hoy demarca una suerte de cofradía. No importa que los que
boludeen en Buenos Aires sean millones. Será, en todo caso,
una cofradía de millones. * * * Entra al café una mujer y se dirige
de inmediato a la mesa, donde siguen discutiendo por el cash, las
tasas de interés, los cheques voladores y algún misterioso personaje
que mencionan en voz huidiza. Uno de los
tipos, el que parece el jefe, la ataja apenas se sienta: “¿Y, boluda?
¿Fuiste a verlo a ese Gómez esta mañana?”. La mujer lo mira sin
mucho entusiasmo y le contesta con cierta dejadez: “No, boludo. Ya
te dije que los lunes no va a la oficina”.Pronunciada por mujeres,
la palabreja de moda adquiere un toque ligeramente distinto. Y
dirigida hacia las mujeres, suena con un toque de extraña
imposibilidad que la hace divertida. Pero es absolutamente neutral:
casi se diría que boludo, en masculino o femenino, es el equivalente
actual del decadente “che”. Millones de “ches” han pasado a ser
boludos en los tiempos que corren. * * * Seis chicos están jugando a
la pelota en un parque. Gritando, como siempre han hecho en esos
casos. Pero ahora el diálogo es un poco más monocorde:
–¡Pasála, boludo!
–¡Pateá, boludo!
Y el chico patea
–¡Bien, boludo!!
Porque ser boludo hoy no significa absolutamente nada.
Los hombres y la mujer se levantan de la mesa. Siguen discutiendo,
pero ya con menos ganas. A pocos metros, tengo ganas de decirles que
les conté 123 boludos. Pero me callo. Hubiera
sido un boludo. Edgardo
Ritacco, Gerente de Medios de Editorial Perfil. |
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25
de Enero de 2007
Respetar
las bases de la democracia
Creo que lo que le convendría a Kirchner es hacer un reconocimiento
de la misma dignidad a la oposición que al oficialismo; un
reconocimiento de los partidos políticos como instituciones de la
democracia. ¡El los llama corporaciones! Y se niega a hablar con los
partidos políticos. Convendría también una actitud totalmente
diferente de los legisladores oficialistas, que en el Congreso no
quieren cambiar ni una coma de los proyectos que llegan del Poder
Ejecutivo, que son casi todos los que se votan. En fin, Kirchner
debería respetar las bases de toda república democrática.
Raul Alfonsin,
ex-presidente.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Hacer
política demonizando al oponente
El kirchnerismo quiere alejarlo de la
Capital, donde el presidente de Boca sigue teniendo posibilidades de
ganar, aunque no sin cierto esfuerzo. La segunda es una razón más de
fondo: Kirchner no sabe hacer política sin demonizar a sus
oponentes. Ganó demonizando a Menem y a la Alianza, venció a Duhalde
demonizándolo y necesita demonizar ahora a una figura creíble para
vencer con contundencia en las urnas. Macri parece, desde la lógica
oficial, mucho más fácil de vapulear que su ex ministro de Economía,
a quien no podría acusar de nada que no salpicara su propio living.
Jorge Fernández
Díaz, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------Cuando
los jueces coinciden para la desidencia
Ricardo Gil Lavedra, Julio Strassera, Horacio García Lema, Gabriel
Cavallo, Gregorio Badeni, Félix Loñ, Gastón Chillier (y algunos
otros nombres de primer orden que prefirieron el off the record) son
categóricos. El repentino avance de las causas que durmieron por
años en los juzgados de Acosta y Oyarbide y la decisión de procesar
y extraditar a "Isabelita" -con pocos elementos probatorios en su
contra, hasta donde se sabe- son los principales puntos que animan
una discusión candente. Y que alimentan, obviamente, todo tipo de
especulaciones sobre la influencia que pudo o no haber tenido el
Gobierno en este extraño caso de renacimiento súbito de dos causas.
Aunque todos los juristas consultados consideran la causa a cargo de
Oyarbide algo más razonable -en cuanto al objeto de investigación y
la imputación a "Isabelita"- que la que se tramita en Mendoza,
ninguna de las dos se salva.
Laura Zommer,
para La Nación Domingo 21.01.07 |
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24
de Enero de 2007
La publicidad
y los adolescentes
Antes la publicidad no se dirigía a los adolescentes, y ni
siquiera a los jóvenes, porque, simplemente no tenían plata para
gastar. Paradójicamente, fue a partir de los picnics de los 60, que
organizaban los jóvenes que se rebelaban contra el sistema, los
primeros adolescentes en llamar la atención del mercado. Se reunían
de a miles y compraban de todo durante esas aglomeraciones. Por su
parte, los periódicos underground de San Francisco vendían millones
de ejemplares a los más jóvenes, y cuando se organizó el festival de
música y arte de Woodstock, en 1969, que reunió a 400.000 jóvenes
hippies que estaban en contra de la guerra y a favor del sexo libre,
las drogas y el rock and roll, se convirtió en otro de los
acontecimientos históricos que ubicaron a los adolescentes en
favoritos del mercado capitalista. En esta sociedad, la palabra se
convierte en producto y deja de ser comunicación. A partir de la
revolución industrial, se impuso una actitud mercantilista en el
mundo, que privilegió el dinero, el poder, y la explotación, y
despreció todo aquello que tenía que ver con la creatividad
desinteresada y el pensamiento reflexivo. Fíjese que una frase muy
usada en los últimos cien años es "el tiempo es oro". ¿Quién, en su
sano juicio, puede creer que esto es verdad? Ya los filósofos de la
antigüedad decían que el hombre es tiempo, de manera que esa frase
es absurda. Rodolfo Alonso, escritor y poeta.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
No manchen la memoria del general
Está, candente, la extradición a Isabelita. Ahora sus abogados
tratan de probar que está loca o tonta. Pero lo que hizo o dejó a
mediados del 70 hacer entonces no fue de tonta ni loca. En medio del
grotesco y la superstición su apuesta por López Rega fue una
consciente y devastadora elección por el Mal. Estos rancios
fantasmas hoy conmueven al país y al peronismo. El jefe de las 62
Organizaciones Peronistas —uno de los eficaces desorganizadores del
papelón de San Vicente— habló de "persecución política a Isabel" Y
dijo que "quieren hacer aparecer al gobierno de entonces como el
responsable por la Triple A y no fue así". ¿No? ¿Cómo habrá sido,
entonces? La Triple A, dirigida por el superministro López Rega e
integrada por militares y policías, ¿no tenía relación alguna con el
Estado? ¿Podía ignorarlo la titular de ese Ejecutivo ejecutor,
discípula amada de El Brujo?
Pero el tema va más allá aún y las aguas se agitan, borracosas. El
diputado Díaz Bancalari advirtió: "No manchen la memoria del
General". Ramón Puerta opinó que a Isabelita "se la vapulea por ser
portadora de apellido". Y el prestigioso sindicalista Armando
Cavalieri salió a decir que la Tripe A "fue un accidente dentro de
nuestro movimiento". Un tropezón, digamos, que costó alrededor de
1.500 asesinatos y desapariciones forzadas. Lo que temen, en
realidad, muchos peronistas es que medio de tanta investigación se
relean los discursos e intervenciones públicas últimas de Perón
quien, en sus desvelos por terminar con la guerrilla que lo acosaba,
prefirió palabras irrevocables, fatales: "Nosotros vamos a proceder
de acuerdo con la necesidad, cualesquiera sean los medios. Si no hay
ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer y lo vamos a hacer
violentamente." ¿Inequívoco o me equivoco?
Síntesis de la columna periodística del periodista Marcelo Moreno en
el Diario Clarín.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Necesaria
relectura de la violencia política
Por obra de la Justicia, comienza la revisión de la violencia
política y el terrorismo durante los años 1973-76. Los jueces
deberán ceñirse a aquello que no está cubierto por las
prescripciones, es decir, los hechos que puedan ser encuadrados en
el concepto de terrorismo de Estado. Harán lo que puedan, y estará
muy bien.
Pero lo más importante es que esta revisión judicial posibilita
otra, que no estará atada ni por los límites jurídicos ni por la
necesidad de trazar una línea absoluta entre culpables e inocentes.
En cambio, es de esperar, estará regida por la necesidad de
comprender, explicar y, luego, juzgar de una manera amplia y madura.
Las prácticas terroristas son evidentes para quienes vivieron
aquellos años o leyeron alguna de las buenas reconstrucciones sobre
el período. Están los muertos de la Triple A; antes que ellos,
otros, como los de Ezeiza, el 20 de junio de 1973. Todo lleva al
mismo origen: López Rega y Perón.
Están, por otra parte, los muertos de las organizaciones armadas.
Los del ERP, aunque no tan conspicuos, no fueron pocos. Los de
Montoneros arrancan con Aramburu en 1970, alcanzan su culminación de
dramaticidad y sinsentido con Rucci, en 1973, y se prolongan con
creciente espectacularidad a medida que la organización se
desarmaba. Hay, sobre todo, una historia, que lleva a antes de 1970,
y que incluye a Vandor, a Vallese, a Rosendo García, a los fusilados
en los basurales de José León Suárez. En suma, no hay dudas de que
en la segunda mitad del siglo XX al menos, el terrorismo fue
incorporado de manera amplia a las prácticas políticas y se fue
convirtiendo en un recurso natural, para sus ejecutores y para el
público.
De todo esto, la Justicia sólo investigará la parte correspondiente
al terrorismo de Estado. Tal deslinde entre dos tipos de terrorismo,
el particular y el estatal, por así decirlo, fue sin duda muy
importante en 1983, cuando se juzgó el período iniciado en 1976. Se
subrayó entonces la apropiación del Estado por la corporación
militar y su utilización clandestina en contra de la sociedad.
Tal distinción era entonces fundamental en términos de principios
—sobre ella se construiría la noción de Estado de derecho— y también
en términos políticos, pues posibilitó los acuerdos necesarios para
la construcción de la democracia. Según la versión convenida, una
sociedad inerme e inocente estuvo en la línea de fuego del Estado
terrorista. Pocas preguntas se hicieron acerca de lo que cada uno
había hecho o había defendido antes de 1976. Ese acuerdo político,
probablemente virtuoso en su momento, es el que ha bloqueado hasta
ahora el debate sobre los años previos, decisivos sin embargo para
entender qué es lo que pasó entonces.
La cuestión es saber si, en el período anterior a 1976, "terrorismo
de Estado" significa lo mismo que en nuestros días, y si tiene
sentido, en relación con esos años, trazar una línea clara de
separación entre el Estado y la sociedad, como enseña la tradición
jurídica hoy vigente. Una mirada sobre la evolución de ese Estado, y
su relación con los intereses de la sociedad, conduce a conclusiones
diferentes.
A lo largo del siglo XX, y claramente desde 1930, el Estado aumentó
progresivamente su capacidad de regular las acciones de la sociedad
y los conflictos de sus intereses. Simultáneamente, se dedicó a
distribuir prebendas, franquicias, privilegios: monopolio de la
representación sindical o de las obras sociales, regímenes de
exención impositiva, retenciones a la exportación, devaluaciones,
por mencionar las más gruesas. Una decisión estatal —a veces la
simple resolución de un ministro— aseguraba a un grupo o a una
persona una renta privilegiada.
Para defender lo conquistado, que podía perderse por otra resolución
gubernamental, las organizaciones y corporaciones avanzaron sobre el
Estado e instalaron sus hombres en los lugares en los que se
decidía.
Las prebendas crecieron, se hicieron más personales, y la relación
entre los beneficiarios y el Estado que concedía se hizo cada vez
más estrecha e íntima. ¿Cuántos dirigentes sindicales defendieron
sus privilegios con métodos directos, amparados por autoridades
complacientes? ¿Cuántos empresarios, como Gelbard, tallaron imperios
merced a adecuadas concesiones y los perdieron cuando cambió la
coyuntura política, por obra de amenazas o violencia directa?
Lo cierto es que, a medida que transcurrieron las décadas —y como
parte de procesos más generales que debemos explicarnos— el uso del
Estado terrorista estuvo al alcance de quienes se organizaron para
lograrlo. En estos años que nos disponemos a revisar lo hicieron las
facciones peronistas. Una con más éxito que la otra, pero ambas
apuntando al mismo objetivo: dirimir sus conflictos utilizando los
resortes de un poder estatal fragmentado y ampliamente colonizado
ya. La línea que separa un terrorismo de otro se hace así
problemática.
El Gobierno actual ha impulsado las causas judiciales del período
posterior a 1976, pero a la vez ha introducido un fuerte sesgo en la
valoración de la violencia política y el terrorismo. En la retórica
oficial, parte de sus responsables ha vuelto a ser algo así como "la
juventud maravillosa". Es posible que ahora pueda modificarse esta
mirada parcial. Para ello, el concepto de terrorismo de Estado debe
ser revisado, no ya en los estrados judiciales sino en el de la
opinión. Ceñirse a la letra jurídica —como inevitablemente deberán
hacer los jueces— conlleva el riesgo de mirar sólo una parte de lo
sucedido y con ello, bloquear la posibilidad de comprender un
fenómeno —la violencia política y el terrorismo— al que pocos
permanecieron ajenos en su momento.
Luis Alberto Romero,
Historiador. Docente titular (UBA), director Centro de Historia
Política (Universidad Nacional de San Martín) |
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23
de Enero de 2007
Kirchner lo hizo...
Mientras el padre de Axel marchaba contra la inseguridad en Mar del
Plata, Lavagna y los radicales optaron por debatir con el
oficialismo sobre la violencia de los 70. El ex ministro pareció
asociar a Kirchner con "los montoneros que Perón echó de la Plaza de
Mayo" y el radical Federico Storani pidió un debate integral en el
Congreso sobre aquella época. Es cierto que el kirchnerismo busca
restarle méritos a Raúl Alfonsín en su defensa de los derechos
humanos y que algunos pretenden hacer creer que la historia de la
lucha contra el terrorismo de Estado empezó con Kirchner. Aun así,
si la estrategia del Gobierno es discutir el pasado para no debatir
los problemas del presente, ciertos sectores de la oposición le
están dando insólitamente una gran mano al oficialismo.
Fernando
Laborda, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------La
estupidez del poder
El
peor enemigo de la verdad no es la mentira, sino la estupidez. A la
mentira se la puede rebatir con argumentos, datos, testimonios. En
cambio la estupidez se resbala por los pliegues de la razón y es
capaz de resistir cualquier explicación lógica. Pero existe un
estadio de la estupidez que es aún más peligroso: la estupidez del
poder. Cuando la estupidez es producto de la inseguridad y de la
intolerancia, y viene acompañada por la prepotencia del más fuerte,
suele volver caricaturescos a sus portadores, pero no menos
terroríficos. Estúpidos históricos como Mussolini o Hitler pueden
resultar patéticos a la distancia, pero su poder absoluto transformó
su locura en actos criminales. La estupidez
del Gobierno argentino registra un preocupante in crescendo.
Destruyó a su propio partido, compró a opositores claves, demolió a
la oposición, mantiene atemorizados a los empresarios y silenció a
casi todas las voces críticas del periodismo.
La desembozada avanzada contra Noticias es
estudiada hoy por una decena de entidades defensoras de la libertad
de expresión en el mundo, y comenzó a poco de iniciada la gestión de
Néstor Kirchner: La primera señal
fueron las iracundas respuestas públicas de distintos funcionarios,
incluyendo al propio Presidente, contra esta revista.
En los viajes al exterior, se excluyó a Noticias
de la lista de medios invitados. Ese beneficio no sólo incluye
viajar en el Tango 01 (algo que esta revista no habría aceptado
porque el Gobierno no tiene estipulado un costo por su uso como bien
del Estado), sino los trámites para acompañar en cada visita a la
comitiva oficial. Al poco tiempo, se nos
prohibió el ingreso a la Casa Rosada. Una medida inédita desde la
recuperación de la democracia. El Gobierno
retiró la publicidad oficial de nuestras páginas y al mismo tiempo
redobló la entrega de millones de pesos a medios adictos a los que
fue sumando a una suerte de holding periodístico estatal. Un
ministro llegó a decir: "Para qué les vamos a poner publicidad, si
ustedes nos van a seguir criticando". En ese punto, que desnuda la
intencionalidad con que se utiliza ese dinero, tenía razón. Todos
los funcionarios del Poder Ejecutivo tienen expresamente prohibido
hablar con nuestros periodistas. Sus teléfonos y agendas son
controladas por la SIDE. Los contactos que aún se mantienen se
realizan a través de insólitas medidas de seguridad para no poner en
riesgo a las fuentes, como si viviéramos en un Estado totalitario.
El Presidente rechazó cada uno de los pedidos de entrevista que se
le formularon. Casualmente o no, la AFIP
mantiene controles permanentes sobre la editorial; que son
correctos, sobre todo si se hicieran con la misma intensidad en
todas las empresas. El año pasado, se usaron
fondos de la SIDE para cubrir la Ciudad de Buenos Aires con afiches
contra el fundador de NOTICIAS, Jorge Fontevecchia.
En la causa judicial que NOTICIAS tramita ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA contra el fallo de la
Corte Suprema menemista que condenó a esta revista por revelar que
Carlos Menem tenía un hijo al que negaba el derecho a la identidad
(algo que ahora la Justicia dio por probado), el Gobierno ordenó a
sus abogados tomar partido a favor de la tantas veces criticada
mayoría automática de aquella Corte. Enrique
Albistur, secretario de Medios y repartidor de la Caja de la
publicidad pública, se transformó en el instrumento más burdo de los
ataques oficiales. Llegó a pedir la prisión de Fontevecchia y de
otros periodistas y directivos de la revista. Desistió tras una ola
de repudios nacionales e internacionales. La campaña sucia del
Gobierno dio un nuevo paso la última semana. Buenos Aires y otras
ciudades del país amanecieron empapeladas con afiches que
reproducían la tapa de uno de los medios de comunicación que utiliza
el kirchnerismo para operaciones políticas. Allí se acusaba a
Fontevecchia de haber sido "propagandista de Videla, Massera, Bussi
y Galtieri" y, como para que no queden dudas, también de ser
"vocero" de la dictadura militar. La campaña costó $ 300.000
(imposible de ser costeada por un medio que vende doce mil
ejemplares, cuesta $ 3,50 y casi no recibe avisos privados) e
incluyó una abundante cantidad de spots en radio y televisión. Por
si hiciera falta algo para demostrar que no se trató de una
promoción para vender más ejemplares, la revista también se regalaba
en los aeropuertos. La caradurez del Gobierno llegó al punto de que
la cartelería utilizada para pegar los afiches está concesionada a
una empresa propiedad de … sí, del secretario de Medios "Pepe"
Albistur. El resto de la difusión corrió por cuenta de algunos
periodistas adictos, como Eduardo Feinmann. Curioso, el oficialismo
utiliza para este tipo de trabajo sucio a hombres desprestigiados
con los que Kirchner tendría vergüenza de sacarse una foto. El dueño
de los medios que suele utilizar se llama Sergio Szpolski, de un
largo historial que incluye un procesamiento por la escandalosa
quiebra del Banco Patricios, negocios con Manzano y Hadad y, por
supuesto, ser el beneficiado de la mayor caja de avisos oficiales
del periodismo de revistas. Sobre la acusación en sí, Jorge
Fontevecchia responde en esta edición con una historia que los
lectores más antiguos conocen y que incluye la única condena penal
que tuvo en su vida, por denunciar en 1978 la corrupción de la
policía de Camps; su detención en el centro clandestino "El Olimpo";
la media docena de clausuras de la antecesora de Noticias
durante la dictadura; las bombas a la planta impresora; las
acusaciones –primero de marxista y después, durante la guerra de
Malvinas, de espía inglés-; su asilo en una embajada momentos antes
de una nueva detención y su exilio final hasta el regreso de la
democracia. Extraña relación la de los genocidas con alguien que,
según el kirchnerismo, fue su vocero.
En otra nota, decidimos utilizar el mismo estilo
investigativo de los hombres del Gobierno para demostrar cómo
seleccionando una mínima porción de la verdad se puede construir una
gran mentira. Y así probar que Noticias hoy
es oficialista. Por una trágica coincidencia,
todo esto sucede cuando se están por cumplir 10 años del asesinato
de nuestro fotógrafo José Luis Cabezas. La brutalidad del poder
puede tener distintas caras y niveles de gravedad, pero no deja de
ser brutalidad. En cualquier caso, nuestra respuesta seguirá siendo
la misma: hacer lo que sabemos hacer, periodismo.
Editorial
Revista Noticias del 20.01.2007-01-20 |
|
22
de Enero de 2007
Cabezas: sus
verdaderos asesinos
Resulta más cómodo destinar decenas de páginas al drama de
Cabezas y reclamar vehementemente su esclarecimiento, que correr los
riesgos de publicar investigaciones concretas, con nombre y
apellido, sobre comisarios manchados por el delito, sindicalistas
corruptos, empresarios sospechados de prácticas mafiosas y sus
vinculaciones con el Gobierno o, peor aún, investigar posibles
delitos del propio Poder Ejecutivo y sus allegados. Esta columna
apareció publicada en la revista Noticias el 1o de marzo de 1997
cuando la noticia de su muerte hacía eclosión en los medios.
Jorge Fontevecchia, fundador de la revista
NOTICIAS
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Respetar las leyes
internacionales, o no?
Pero qué ocurrirá en la eventualidad de que la Corte
Internacional condene a la Argentina a desalojar las rutas a Uruguay
obstaculizadas? En la Casa Rosada se admite que el uso de la fuerza
sólo victimizaría a los asambleístas de Gualeguaychú, que lograrían
apoyos a su modalidad de protesta que hoy no tienen en todo el país.
El problema radica en que la propia carta de las Naciones Unidas
estipula que todo miembro de la organización se compromete a acatar
cualquier decisión de la Corte Internacional. Establece también que
en el caso de que una de las partes en un litigio dejare de cumplir
las obligaciones derivadas de un fallo de la Corte, la otra parte
podrá recurrir al Consejo de Seguridad para que lleve a efecto la
ejecución del fallo o imponga sanciones al país rebelde.
Fernando Laborda, periodista.
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La obesidad ya no es sinónimo de
status
La noticia se las trae: el pasado 20 de noviembre, 15.000
argentinos se reunieron frente al Congreso no ya para protestar por
el hambre en el país sino para pedir que se apruebe una ley de
prevención y tratamiento de la obesidad..............
En el resplandeciente mundo de las tecnologías digitales y los
medios de comunicación globales, los seres humanos desnutridos son
aún 800 millones, esto es: 13% de la población mundial total. Su
distribución refleja la relación directa entre hambre y
subdesarrollo: los hambrientos son el 33% de la población en los
países más pobres, el 16% en los países en desarrollo y el 0% en los
avanzados, según datos del PNUD. .....
Basta aplicar las ideas de Darwin para entender las causas de la
actual epidemia de gordura galopante. En un mundo de escasez
alimentaria en el que el acceso a las calorías era decisivo para la
supervivencia, las especies cuyo paladar privilegiaba los alimentos
de alto contenido calórico gozaron de una ventaja competitiva que
les permitió terminar prevaleciendo sobre las especies que preferían
comidas con bajo tenor energético. De allí que para nosotros, hijos
de aquellos glotones padres, todo lo que es rico engorda.
Digámoslo así: un mundo de escasez es aquél en el que los ricos son
gordos y los pobres son flacos. La era de la post-escasez comienza
cuando sucede lo contrario: los ricos son flacos y los pobres son
gordos. Una tal simplicidad revela, sin embargo, algunas claves
básicas del cambio de escenario. El mundo de la escasez es un mundo
tangible, en el que la riqueza material define el universo social:
quienes disponen de más alimento son más gordos, exhiben más su
gordura, más prestigio social poseen. Pero sucede que:
1) Cuando el desarrollo tecnoeconómico es potencialmente capaz de
ofrecer una vida libre de la miseria y el miedo, la relación directa
y proporcional entre los recursos disponibles y el grado de
realización y felicidad personal y social se quiebra. Una persona
que pasa de ganar 1.000 pesos mensuales a ganar 2.000 mejora
perceptiblemente sus opciones de vida. Una que pasa de 20.000 a
40.000, mucho menos, a pesar de que el salto es mucho mayor
cuantitativamente. Los primeros 23 países en el Índice de Desarrollo
Humano del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo), que mide las condiciones para el desarrollo personal
que ofrecen los países, superan unánimemente los 20.000 dólares
anuales per capita. Sin embargo, el más rico de todos (Luxemburgo,
con 62.298 dólares anuales per capita) está solo cuarto en la tabla,
detrás de Australia (3º) e Islandia (2º), cuyos PBI per capita
Luxemburgo duplica. Todos los investigadores que han estudiado el
tema coinciden en que por encima de los 20.000 dólares anuales per
capita las condiciones de vida de una sociedad nacional mejoran muy
lentamente, si es que lo hacen.
2) El repetido lamento de que los aumentos del PBI no se reflejan en
las condiciones de vida significa probablemente algo más que una
crítica merecida a las políticas neoliberales: a medida que se
avanza en la post-escasez, ulteriores aumentos de recursos provocan
mejoras proporcionalmente menores. Por eso, a pesar de lo que la
vulgata anticonsumista sostiene, en los países de riqueza más
estable y antigua, como las democracias nórdicas o Inglaterra, el
consumismo es mucho menor que en países new-rich como Italia y
España y países de inmigrantes como los Estados Unidos y Argentina.
En éstos, aún cercanos real o simbólicamente a una miseria reciente,
la exhibición de opulencia se considera signo de éxito. En aquéllos,
expresa una falta de sofisticación social. Personalmente, me ha
tocado acompañar a una pareja, él estadounidense y ella francesa, en
Amsterdam, mientras se escondían de sus amistades en el momento de
subirse a un taxi para no parecer exhibicionistas. Fuera de las
anécdotas, movimientos como el hippismo sesentista o los actuales
furitas japoneses, con su desprendimiento de los símbolos materiales
y su rechazo al consumismo, representan el ala extrema de una misma
tendencia a la austeridad, incomprensible para un aldeano del Siglo
XIX o para las clases medias en ascenso de cualquier punto del
planeta.
3) En la era de la post-escasez, la pobreza relativa (la
desigualdad) se torna simbólicamente más significativa que la
pobreza absoluta. Cualquiera que revise las estadísticas de la
Argentina de los noventa encontrará una mejora inopinable de la
situación de los menos protegidos. Basta considerar los registros
del INDEC y de la ONU. Uno de los más expresivos es el índice de
mortalidad infantil del INDEC, que pasó de 25,6 (por 1.000 nacidos
vivos) en 1990 a 17,6 en 1999, una reducción de más del 30%. Según
el PNUD, la esperanza de vida subió en ese período de 71,0 a 73,4
años; el grado de alfabetización de adultos pasó de 95,3% a 96,8%;
la población con acceso a asistencia sanitaria adecuada, de 72% a
85%, y la tasa de mortalidad materna bajó de 140 a 41 muertes (por
100.000 nacidos vivos). Sin embargo, dado que los más ricos
mejoraron más y más rápido que los más pobres, tuvo lugar un
simultáneo incremento de las desigualdades, de resultas de lo cual
se considera casi universalmente que la década tuvo un saldo
negativo para quienes poseen menos recursos. Lo mismo sucede a nivel
mundial, donde la veloz salida de la pobreza de cientos de millones
de indios y chinos, el fenómeno de fin de la escasez más explosivo
de la Historia, no basta para contrarrestar la percepción,
estadísticamente comprobable y éticamente comprensible, de que las
desigualdades mundiales se incrementan, de lo que resulta la
inaceptabilidad social e inviabilidad política a largo plazo del
modelo unidimensional de globalización en curso.
4) En una era de post-escasez en la que los recursos producidos se
perciben como suficientes aunque mal distribuidos, la idea de
sacrificar la naturaleza a las necesidades de la producción,
presupuesto básico de la era industrial, ya no se acepta con
facilidad. Un desarrollo ecológicamente sostenible es exigido
incluso en países donde la pobreza continúa siendo la principal
fuente de sufrimiento humano, y aún por las mismas personas que la
soportan. ..........
5) Como Bertrand Russell enunciara, a medida que el avance
tecnológico se dispara crecen los beneficios de la cooperación,
disminuyen los de la competencia y aumentan los riegos del
conflicto. El 11 de septiembre demostró que el bienestar de todos es
parte de la calidad de vida de todos, y que la infelicidad y
frustración de los otros, no importa cuán distantes estén social o
geográficamente, afecta negativamente el propio bienestar. El
universo de suma-cero de la era de la escasez, en el que la
supervivencia dependía de la lucha violenta por el control de
recursos escasos, empieza a acabarse. Acaso habría ya desaparecido
por completo si las corporaciones petroleras no hubieran tenido
tanto éxito en prolongar la dependencia de los combustibles fósiles
mediante el sabotaje del desarrollo de fuentes alternativas y la
promoción de las acciones petropolíticas de Saddam Hussein, George
W. Bush, Vladimir Putin, Osama Bin Laden, Hugo Chávez y Mahmud
Amadinejad, entre muchos otros. Abolir la esclavitud resultó
altamente conveniente para que en Silicon Valley no hubiera hoy una
plantación de algodón. Acudir a la reconstrucción de Alemania con el
Plan Marshall, como se hizo después de la Segunda Guerra, fue una
estrategia más inteligente que imponer compensaciones por los daños
de la guerra, como se hizo después de la Primera. Aún en el más
competitivo de los mundos, el financiero, una caída de la Bolsa de
Tokyo causa incerteza y pesar en Europa y Wall Street, lo que
demuestra que hasta la más despiadada hipercompetencia se da en un
marco de interdependencia. Por su parte, los riesgos de conflicto,
que afectaron inicialmente a pocos individuos y después a miles y a
millones, ha extendido el carácter de mortal a la misma humanidad. Y
a medida que más y más poder destructivo puede quedar en las manos
de menos y menos hombres, la seguridad general depende de la
abolición de la opresión política y de la pobreza extrema en todos
los puntos de un planeta empequeñecido por la tecnología y su
velocidad.
6) En la era de la post-escasez, una porción decreciente de los
recursos sociales es dirigido a la satisfacción de necesidades
humanas básicas, como el agua, el alimento y la habitación. Apenas
pocas generaciones atrás la casi totalidad de los seres humanos
trabajaba directa o indirectamente para producirlos y reproducirlos.
Hoy, la mayor parte de la producción económica mundial está
direccionada a satisfacer necesidades no esenciales y a generar
productos y servicios que pocos años atrás no existían, como la
televisión, las computadoras o Internet. En los países avanzados,
quienes se ocupan de producir alimentos han pasado de ser la mayoría
a representar menos del 5% de la población, y una misma drástica
reducción acontece en el aporte que hacen las actividades
agropecuarias al PBI. Y lo mismo está ocurriendo progresivamente con
la industrialización clásica y el trabajo manufacturero,
reemplazados por el trabajo intelectual y por la producción y manejo
de informaciones, conocimientos, innovación y comunicación como
principal fuente generadora de valor. De allí el consiguiente
desmedro del poder de la clase obrera y de la burguesía industrial,
hoy relegada a segundo plano en las tablas de las principales
fortunas del mundo, encabezadas por alguien que jamás fabricó un
objeto: Bill Gates.
7) Dado que sólo tiene valor de cambio aquello que escasea (como
cualquiera puede comprender observando que –en tanto abunde- el aire
es gratis), la abundancia de alimentos, primero, y de objetos
industriales, después, derivadas de la revolución técnica, llevan a
la obsolescencia de las formas económicas encargadas de su
producción. A su vez, elementos que eran percibidos como lujos
elitistas empiezan a ser considerados hoy como necesidades humanas
básicas, como ha ocurrido inicialmente con el derecho a la educación
y con el acceso a tecnologías de la comunicación y redes
informáticas, más tarde. No es extraño. Cuando la producción de
inteligencia se torna la fuente central de valor, casi toda
desocupación es desocupación intelectual, es decir: se hace
inexistente a medida que aumenta la calificación de la fuerza de
trabajo, y la educación se transforma en un derecho tan primigenio
como el derecho a la comida y la vivienda.
8) En la sociedad de consumo que resulta de las condiciones de
post-escasez, una economía orientada a la producción es reemplazada
por otra orientada por la demanda. El proceso económico no comienza
ya por un industrial que produce un objeto y trata de venderlo
masiva y localizadamente, sino por una encuesta de marketing que
detecta necesidades económicamente sostenibles, produce lo
solicitado just-in-time y vende en nichos de mercado de dimensión
global. El crecimiento exponencial de la economía de la publicidad
expresa otro cambio profundo: los deseos reemplazan a las
necesidades como motor de la economía. Así, las reglas de la
masividad y de la maximización cuantitativa, prototípicas de la era
industrial, se hacen impertinentes y obsoletas.
9) En la era de la post-escasez, lo intangible reina sobre lo
material, hasta el punto de que la marca que produce la gaseosa de
mayor venta en el mundo y su fórmula química son infinitamente más
valiosas que las fábricas que la producen, los depósitos que la
almacenan y los camiones que la transportan. Aún en el marco de la
producción industrial, quien posee la marca y la fórmula consigue el
capital para financiar las fábricas, los depósitos y los camiones.
Quien tiene las fábricas, depósitos y camiones pero carece de la
marca y la fórmula se funde en pocos meses, y tiene que vender al
que posee la marca y la fórmula.
10) Donde asoma la post-escasez, el status social no depende de
condiciones naturales, locales, pasadas y materiales sino de valores
virtuales orientados al mundo y al futuro. Objetivos de pura
supervivencia económica se hacen menos relevantes que la capacidad
crear sentido para la propia vida. Los estudiantes se preguntan
menos ¿en qué especialidad obtendré un trabajo bien pago? y más ¿qué
trabajo me gustaría hacer el resto de mi vida? Y ésto, no en el
Primer Mundo sino en la mismísima Argentina empobrecida de estos
días, en que los estudiantes eligen masivamente el periodismo, el
diseño y las ciencias sociales, pese a su mercado de trabajo
saturado, en vez de ingresar a ingeniería o informática, carreras
para las que existe un creciente mercado laboral.
11) Valores como la diversidad y la diferencia reemplazan
gradualmente al espíritu de manada que creó el industrialismo. Y el
derecho individual a ser diferente y elegir el propio estilo de vida
sin intervención de la familia, la iglesia y el estado se torna un
derecho humano esencial. La circunstancias del nacimiento, que ayer
determinaban casi todo, se tornan un condicionamiento fuerte pero no
insuperable en casi todos los sentidos, hasta el punto en que hasta
el sexo se convierte en una cuestión de elección personal.
12) Cuando la existencia está materialmente garantizada (al menos,
en el corto plazo), cuando la mayor parte de la humanidad se levanta
cada día sabiendo que ese día tendrá algo para comer, un techo en el
cual cobijarse y una cama donde dormir, circunstancia que apenas un
siglo atrás era un privilegio de minorías, entonces el trabajo no
puede ser el centro único de la vida humana y los sujetos se definen
más por lo que eligen hacer (soy pintor, soy bailarían de tango, soy
jugador de tenis), que por lo que están obligados a hacer (soy
oficinista, soy portero, soy obrero de la construcción). Así, las
ideologías calvinistas de la satisfacción diferida, cuyo extremo fue
el Arbeit-macht-frei de Auschwitz, y la idea del sacrificio de la
propia vida a la Nación, cuyo extremo fue la tumba del Soldado
Desconocido, son percibidas como una manera irracional de poner el
medio por encima de los fines. En tanto gentes de mentalidad
obsoleta claman por la tan mentada crisis de valores, Stajanov y el
Soldado Desconocido, aclamados héroes de los tiempos
nacional-industriales, no pueden ser ya el centro generador de
sentido para los jóvenes. El ideal de un trabajo repetitivo y
estable, de ocho horas por día, once meses al año, durante cuatro
décadas, seguido por la jubilación, ha pasado de ser el objetivo de
la lucha social de abuelos y padres a la pesadilla de la que los
hijos huyen cuando pueden, prefiriendo la desocupación a desempeñar
tareas bestializantes que se reservan a emigrantes escapados de
experiencias vitales aún peores. Para no hablar del servicio
militar, cuyo rechazo universal ha traído el reemplazo del ejército
de leva por el profesional. ¿Una visión rosada del mundo? Desde
luego. Pero basta considerar la situación social en el planeta para
comprobar que es hoy mucho mejor a la que existía en la Inglaterra
decimonónica que lideró la ola industrialista que se esparció por el
mundo en dos siglos. Por cuanto inaceptables, los niveles de
desnutrición, analfabetismo y explotación existentes en el universo
postindustrial y global son inferiores a los que existían en la más
avanzada nación de la era industrial-nacional, como cualquiera que
se tome el trabajo de leer "La situación de la clase obrera en
Inglaterra" de Friedrich Engels, "El capital" de Karl Marx o las
novelas de Charles Dickens, comprende inmediatamente.
Presumiblemente, la situación mundial mejorará cuando se apliquen al
planeta los mismos paradigmas que las naciones industriales
utilizaron para sí mismas: no sólo el desarrollo de un marco
tecnoeconómicamente avanzado sino la simultánea construcción de
ciudadanía e instituciones democráticas en su interior. En tanto,
que percibamos como moralmente inaceptables los actuales niveles de
bienestar, incomparablemente superiores a los de cualquier era
precedente, forma parte de una moral de post-escasez en la que la
opresión política y la miseria económica no son tomadas como
condiciones inevitables de la vida humana sino como circunstancias
excepcionales y transitorias. En 1998, el economista indio Amartya
Sen ganó un Premio Nobel aplicando las premisas de la era de la
post-escasez a escala nacional. Sen demostró consistentemente que no
hay hambrunas donde hay gobiernos democráticos ni gobiernos
democráticos donde hay hambrunas. Ahora bien, siendo la era de la
post-escasez, por definición, una era global, ¿no es tiempo de
aplicar el paradigma de Sen a la dimensión global, sosteniendo que
no habrá hambre en el mundo cuando la democracia y sus instituciones
sean tan globales como ya lo son los procesos económicos y sociales
de la modernidad globalizada? Fernando
Iglesias, Escritor |
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19
de Enero de 2007
Los jueces y el "benefactor" madonna
La
sana crítica y, sobre todo, el sentido común no parecen haber sido
los ingredientes esenciales de cuanto se ha dicho y actuado acerca
de Emilio "Madonna" Quiroz y su descabellada intervención en la
batalla campal producida el 17 de octubre último en la localidad
bonaerense de San Vicente, durante el traslado de los restos de
Perón. Todo lo contrario, a tal punto que, según el peculiar punto
de vista del chofer del gremio camionero -coincidente con el de
alguno de sus abogados defensores-, habría que considerarlo un
benefactor que por haber disparado un arma de fuego impidió males
mayores. Es éste un criterio por de más peregrino que, al parecer,
fue compartido por los magistrados que le concedieron la
excarcelación a Quiroz -el juicio continúa-, quienes decidieron que
tan extemporánea conducta tipificaba abuso de armas y no intento de
homicidio. Esa conclusión atenta, precisamente, contra el sentido
común. No se ha tenido en cuenta que quien empuña un arma de fuego
debe saber y admitir que se trata de un instrumento susceptible de
matar a quien tenga la desgracia de recibir el impacto de sus
proyectiles y que éstos no siempre obedecen a la intención y la
mejor o peor puntería de quienes los disparan. Por ejemplo, en el
caso de rebotes o, todavía más frecuentemente, de los disparos
realizados con propósitos festivos durante las celebraciones de fin
de año -balas perdidas-, que tantos episodios con desenlaces
trágicos, o poco menos, han sabido provocar. De allí, entonces, que
nadie tiene mayor respeto por las armas de fuego que aquellos que
las conocen y, por lo tanto, observan al pie de la letra la
invariable regla que impone manejarlas con precaución. Mal, pues, se
puede interpretar que la intervención de Quiroz tenía por objeto
"tranquilizar los ánimos", incluso admitiendo que ésa hubiera sido
la peregrina intención del tirador. Por otra parte, ha sido factible
fundamentar esa conclusión con sólo observar en forma detenida las
imágenes que del hecho difundió profusamente la televisión, en
contra de las cuales sólo se ha esgrimido el torpe argumento de que
"fueron editadas". A excepción de los ejercicios militares, las
armas de fuego sólo deben ser disparadas por los civiles
expresamente autorizados por el organismo de fiscalización en
circunstancias determinadas y enumeradas por la legislación vigente:
legítima defensa, legítimo ejercicio de la autoridad y tiro
deportivo.
Los cientos de miles de telespectadores que tuvieron más de una
oportunidad de presenciar, como si hubiesen estado en San Vicente,
los gravísimos incidentes que dieron pie a este episodio, pudieron
comprobar que el desmadre de Quiroz no puede ser encuadrado en
ninguna de esas circunstancias. Y si las actuales corrientes de la
jurisprudencia imponen considerar dolo eventual a hechos de
conducción imprudente, no parece razonable que se exima de esa
calificación a un episodio en que sólo el azar o la buena suerte
impidieron que, en un escenario de corridas y confusión, alguien se
cruzase en la línea de fuego, con las consecuencias previsibles.
Editorial Diario La Nación del día
17.01.07 |
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18
de Enero de 2007
Pensadores
y no pensantes
El presidente uruguayo,
Tabaré Vázquez, descartó hoy un
encuentro con Néstor Kirchner por el conflicto por las plantas de
celulosa y reiteró que para negociar, exigen que se levante el
corte de rutas. "Hay que esperar los resultados de la facilitación
del rey (de España) Juan Carlos", sin perjuicio de lo cual
"Uruguay no va a negociar nada hasta que no se levante el corte de
puentes", subrayó Vázquez en declaraciones a radio El Espectador.
El presidente uruguayo subrayó que Botnia se seguirá "construyendo
y el año que viene va a empezar a funcionar". En tanto, aseguró
que Ence se instalará "seguramente en Colonia una vez que cumpla
con todos los trámites. "Stora Enso -una tercera planta- va a
hacer lo propio en el departamento de Durazno. Lamentamos mucho
esta situación con Argentina pero para negociar, Uruguay exige que
se levante el corte de los puentes", recalcó el primer mandatario
uruguayo. Vázquez afirmó que no se reunirá con Kirchner en Río de
Janeiro. "Nos vamos a encontrar porque vamos a estar en el mismo
ambiente, pero no está agendado ningún encuentro bilateral",
señaló.
En tanto, el vicegobernador de Entre Ríos,
Pedro Guastavino, ratificó hoy que "no se desalojará por la
fuerza la ruta" que une las ciudades de Gualeguaychú y Fray
Bentos, si la Corte Internacional de Justicia, con sede en La
Haya, se pronuncia en contra de los cortes. Guastavino recordó que
"el Presidente fue muy claro cuando dijo que no va a levantar la
mano contra otro argentino" y que la postura del gobierno
provincial "es la misma". Tras participar de un acto junto a
Kirchner en Casa Rosada, Guastavino manifestó que aún no se puede
asegurar que la decisión de la Corte sea contraria a la Argentina
porque "la argumentación fue sólida al plantear que el Tribunal
Internacional era incompetente en el tema". Respecto a los cortes,
el vicegobernador sostuvo que "es un tema absolutamente
secundario, que llevó Uruguay a la Corte" y que esperan que el
tribunal "ratifique su incompetencia". Si bien no existirá una
reunión entre los mandatarios, el gobierno de Uruguay
alentará una reunión a nivel de ministros para reclamar el fin
de los cortes de rutas fronterizas por parte de los vecinos
entrerrianos que rechazan la instalación de las fábricas en la
costa oriental. El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, anticipó
ayer que espera reunirse con su par argentino, Jorge Taiana:
"Podría convertirse en un encuentro histórico, porque es la
oportunidad para que la Argentina recomiende a la Asamblea de
Gualeguaychú que cesen los bloqueos". Según indicó, esa reunión
será mañana, poco antes de que los presidentes Néstor Kirchner y
Tabaré Vázquez lleguen a la ciudad carioca. "La libre circulación
de personas y de bienes es uno de los principales enunciados del
Tratado de Asunción -acta fundacional del Mercosur-. Sin embargo,
sólo una centésima parte de las personas que solían cruzar el
puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos lo han podido hacer
últimamente, lo que pone de manifiesto la gravedad de la
situación", subrayó ayer Gargano. De todos modos, fuentes del
gobierno argentino desestimaban anoche la posibilidad de un avance
en la negociación política durante la cumbre, mientras que los
vecinos de Gualeguaychú
advirtieron que sólo se irán si Botnia relocaliza su planta.
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La
Argentina racista y Xenofoba
Un abanderado nazi a 16 pesos, un
muñequito de Hitler con pedestal a 60 pesos, un ejemplar de "Mi
Lucha" a 48 pesos. Es el precio que tiene la difusión nazi en
Buenos Aires. Al menos una docena de comercios ofrecen esa
mercadería sin que las autoridades hayan creído necesario hacer
algo al respecto. Lo muestra la investigación hecha por un
periodista de Clarín. Esto contiene dos
denuncias: la del hecho en sí mismo, que supone la posible
comisión de un delito configurado en nuestro Código Penal; y la de
la reiterada tolerancia social hacia esas expresiones del
fanatismo ideológico y el odio racial. El
informe anual de la DAIA dirá, en pocos días más, que en 2006 hubo
un crecimiento fuerte de hechos de antisemitismo en el país. Pero
las expresiones nazis, punto culminante de los totalitarismos que
la Humanidad se supo proporcionar a lo largo de los siglos, van
mucho más allá del antisemitismo: ofenden y amenazan todas las
formas de la libertad, sin distinciones de cultura, raza o
religión. Nuestra sociedad, mal que nos
pese, fue y sigue siendo permeable a la prédica del racismo y la
xenofobia. Y, empujada por su propia historia, cíclicamente se
mostró dispuesta a escuchar el discurso del orden. Una encuesta
publicada por Clarín en agosto reveló que en Buenos Aires, que se
precia de cosmopolita y progresista, el 51% de los creyentes está
de acuerdo con la pena de muerte, contra la mayoría de los
mandatos religiosos. El Latino barómetro,
un estudio regional serio y sistemático, indicó hace dos años que
el apoyo a la democracia en nuestro país era del 64%. Eso suponía
que un 36% de nosotros estaría dispuesto a resignarla si eso les
garantizara seguridad y pusiera a salvo su economía. En esa
Argentina, la real, puede ser buen negocio vender muñequitos de
Hitler. Julio
Blanck, jefe
editor de Clarín
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17
de Enero de 2007
Marginal
o escritor de culto?
Escribir me
ayudo un montón, me saco del supermercado, me hizo conocer gente. Yo
aprendí que con la literatura podía liberarme, que podía contar mi
mundo. Washington Cucurto
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El celular
omnipresente, nosotros ausentes
Hoy se
habla más por teléfono móvil que en vivo; se vuelcan más palabras
por la red de celulares que en la red de la vida.
No es ya raro que una mucama lo mantenga incrustado en la oreja
mientras pasa el plumero y habla sin parar en voz baja para que la
dueña de casa no la oiga. Es una suerte que el sonido del mar como
fondo mejore en la playa el derrame de los gritos humanos en los
aparatitos. Sé que hay partos donde captan el llanto del recién
nacido para que sus abuelos en alguna otra parte, por celular, lo
escuchen al instante. En un supermercado los miembros de un grupo,
cada uno perdido por su lado, se comunican entre sí para orientarse
en las góndolas. Y de esa forma se hablan por primera vez desde que
entraron; y con un entusiasmo que no sienten hablando cuerpo a
cuerpo.
Es fácil sentirse un intruso ante ese intruso que se entromete en
nuestro encuentro con alguien. Y sin embargo su inclusión está más
legitimada que la de uno presente. Este año nuevo hubo mesas donde
se brindó y se festejó más a quienes se atendía por celular que a
los que estaban en la casa. Hoy se sale a comer y se pone el
celular al lado del plato. El que lo hace luce tan natural como un
pistolero que nunca pierde de vista el armamento. De pronto suena
una musiquita: corresponde al teléfono de mi compañero de mesa. Cada
cual elige su ruido sin pensar en el ruido que les gusta a los
otros. Con la determinación con que John Wayne empuñaba el revólver,
él pone el celular en su oreja. Y habla. Entonces me resigno a mi
papel de escenografía. Igual que el tentáculo de un pulpo el celular
succiona al que se involucra. Y lo pone en otra órbita distinta. En
el restaurante va cundiendo un contagio: decenas de comensales
tienen el telefonito en su oreja y hablan. No quisiera creer en una
orden prodigiosa a la que todos obedecen al unísono. También en el
baño habrá alguien sentado atendiendo una llamada. En tales
circunstancias no quisiera ser el atendido. Hay ciertos restaurantes
ingleses -no sé aquí- donde no se permiten los celulares. Y si un
cliente espera una llamada debe entregárselo a un servidor, quien
cuando el teléfono suene invitará al cliente a atenderlo
privadamente. En la mesa no. Pero mi acompañante parece feliz
prescindiendo de mí. No debe sentir igual entusiasmo dialéctico
conmigo. También en las otras mesas los conversadores se animan. Es
como si el celular los empujara a un derroche de locuacidad que en
el diálogo cara a cara nunca alcanzan. La telefonía móvil logra el
milagro de que seres que de ordinario apenas si se expresan con mil
palabras, de pronto adquieran el triple, aunque sean las mismas,
repetidas. Es cierto que es útil que personas que se buscan logren
comunicarse en cualquier parte. Pero la dependencia desata
charlatanismo. Acaso el celular produzca algún encantamiento que en
la relación social se ha vuelto ausente. Están esas parejas que
comen sin casi hablarse. Basta que alguno de ellos atienda el
telefonito para que les brote una locuacidad que debería asombrarlos
mutuamente. Con excepción de los bebes y de los muy pero muy pobres,
ya la mayoría lo tiene. Cuando lo tengan todos casi no habrá más
conversaciones fuera del teléfono, gratis. Salvo en algún acto
íntimo donde se sigan usando susurros y monosílabos en vivo. Y
siempre que esos amantes todavía tengan algo vivo para decirse.
Orlando Barone, su columna diario La Nación. |
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16 de Enero de 2007
El marketing del revisionismo
Cuando se prioriza la búsqueda de la verdad, no hay marketing,
El juez debe tener elementos.
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Saber
mirarlo al presidente
Hay que ver lo que Kirchner hace, no
lo que dice. Joydeep Mukherji...hoy no se puede copiar lo que hace
otro país en mejor situación. La preocupación
no son los controles de precios, sino como continuar para que no
sean una política para siempre. Joydeep
Mukherji, economista indio y director de
Standar & Poor's
---------------------------------------------------------------------------------------------------El
"loquito", "la tonta" y el "inocente"
En
términos de reconstrucción histórica, el peronismo orgánico lo
presentó a López Rega como un "nefasto criminal" pero se le negó la
funcionalidad política, de la que hizo uso para enfrentar a los
grupos de izquierda del peronismo. Es decir, López Rega fue
funcional a una idea muy clara del PJ: la noción del enemigo. Un
enemigo que compartían, que había ganado la calle, e intentaban
disputarle el control del Movimiento. Fue una alianza política, que
Perón avaló al colocar a López Rega en el Estado. Tanto López Rega
como el PJ querían que Isabel Perón fuera vicepresidenta, frente a
la eventual muerte de Perón, para aferrar el poder del Estado. Y
tanto el PJ -que tenía el predominio del aparato sindical más que el
aparato político- como López Rega querían eliminar a los
"infiltrados" de izquierda, porque ya después de la matanza de
Ezeiza en junio de 1973 no había margen de negociación política.
Otra muestra de esa alianza política entre el PJ y López Rega es
que los jefes de la Juventud Peronista República Argentina (JPRA),
que López Rega armó desde el Ministerio de Bienestar Social, pasaron
a formar parte de la estructuras orgánicas del Partido
Justicialista, como rama juvenil. O el dinero que López Rega
entregaba desde el Ministerio de Bienestar Social a la CGT. Y además
está el documento reservado del propio PJ del 1º de octubre de 1973,
que se declara en "estado de guerra", llama a atacar al enemigo en
todos los frentes e insta a conformar un servicio de inteligencia en
esa lucha y utilizar el Estado contra los "infiltrados marxistas del
Movimiento". Lo que dice el PJ en ese documento es lo que termina
haciendo la Triple A. La Triple A es la expresión brutal de un
peronismo asediado ideológicamente.
Yo jamás encontré un documento en el que el Partido Justicialista, a
nivel orgánico, condenara una acción de la AAA. Y creo que es
momento de hacerlo porque la AAA ha perseguido y matado a muchos
peronistas. -En el caso de Perón, las responsabilidades son
políticas. Perón tiene un discurso muy duro contra la izquierda, un
discurso de amenaza, de escarmiento, de castigo, que luego, las
filas del peronismo, en respeto a esa verticalidad, toman muy en
serio. En las reuniones que hacía Perón en Olivos, donde se baja su
discurso político, y que luego publicaba la revista Las Bases
, participaban muchos dirigentes y grupos que hoy están denunciados
en el expediente como integrantes de la AAA. También, el hecho de
colocar como jefe de policía al comisario Alberto Villar, sindicado
como una de las cabezas de la Triple A. En el caso de Isabel, le
cabe haber conducido un Estado desde donde se engendró el
terrorismo, como indica el juez Oyarbide en su resolución de
declarar delitos de lesa humanidad, y por ende imprescriptibles, a
esos crímenes y desapariciones.-Está escrito en el tomo dos del
libro de su correspondencia. Pero, cuando Perón lo escribe, está
pensando la resistencia a la Revolución Libertadora. Dividir al
peronismo en dos fuerzas: una institucional, que negocie, y otra,
clandestina, que realice acciones ilegales, en forma insurreccional,
para presionar sobre el poder político. Pero el problema es que esta
concepción también se aplicó en su tercer gobierno, cuando las
fuerzas legales del Estado se convirtieron en ilegales para reprimir
a sus opositores del mismo Movimiento. Un Estado no puede tener
"cuevas" de bandas ilegales. Durante el peronismo hubo alrededor de
seiscientos desaparecidos. Siempre me pregunté si no merecían
justicia. Si los responsables institucionales de esas desapariciones
no merecían ser enjuiciados. Creo que es un tema que se ocultó
durante muchas décadas, incluso en el Nunca Más , que no le
dio relevancia histórica y no los investigó. El Nunca más
admite que hay 600 secuestros "antes del golpe militar pero es a
partir de ese día que son privadas ilegítimamente de su libertad
decenas de miles de personas". Creo que esa frontera del 24 de marzo
como inicio del terrorismo de Estado hoy está mucho más diluida. Lo
que hoy se rompió, o caducó, es el pacto político de la democracia
del 83 de no investigar los crímenes de la AAA ni las desapariciones
en el gobierno constitucional. Fue una manera de "indultar" de hecho
a la AAA. Buena parte de los compañeros de militancia de Kirchner en
los setenta fueron muertos por la AAA. La Triple A fue muy fuerte en
La Plata. No creo que el tema le resulte indiferente, ni que
paralice una investigación judicial sobre la Triple A o sobre
Isabel. La reacción de aquellos dirigentes que compusieron el
Partido Justicialista de esa época puede ser diferente, pero no creo
que altere la alianza con Kirchner. Marcelo
Larraquy, escritor ,entrevista en la Nación de Carolina Arenes |
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15 de Enero de 2007
Humillar a los benefactores
Kirchner que, luego de construir el poder suficiente, se puso a
humillar a sus benefactores, cumpliendo así con una recomendación de
Nicolás Maquiavelo, Jaimes Neilson,
periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------Perdí,
los bonaerenses votan a los que los destrozan
Me condiciona y
me limita. Yo presenté un debate y la gente lo ignoró. Tal vez deba
mejorar o cambiar mi discurso, pero no a cambio mis convicciones.
Igual, no entiendo por qué los bonaerenses siguen votando a los
gobiernos que los destrozaron. Es algo patológico. Solá fue ministro
en 1987. Hace 20 años que está en el poder. Deshicieron la
provincia, siguen importando candidatos como Cristina, [Carlos]
Ruckauf o ahora [Daniel] Scioli, y los votan. Está claro que mi
estrategia no funcionó. Haber armado una campaña larga es el mayor
error político que cometí. Sólo con tenacidad no se puede. Se
necesitan medios económicos para quebrar semejante aparato.
Ricardo Lopez Murphy.
---------------------------------------------------------------------------------------------------La
"solución final esta en todos los países"
Hannah
Arendt. En el caso Eichmann, se explica que la cuestión de la
solución final, que involucró a tanta gente, obedeció a que esa
gente creía que le estaba prestando un gran servicio a su país y que
por eso tenía que hacer algo contrario a sus normas, para salvar a
la patria. Eso es aplicable a distintos países en circunstancias
aberrantes. -No soy especialista en política argentina, pero, desde
que tengo uso de razón, en la Argentina siempre han habido grupos
que creen tener la respuesta. A veces se visten de militares, a
veces de civiles. No hay demasiada diferencia, porque no vienen de
Marte, sino que son grupos sociales empujados por otros que, a su
vez, pertenecen a la misma sociedad y creen tener la solución para
el conjunto. Jueza Inés Weinberg. |
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12 de Enero de 2007
Somos
solidarios...???
La provincia de
Tucumán ha sufrido uno de los temporales mas grandes de su historia,
de tal forma que no hay antecedentes.
La ciudad quedó partida en dos, hay muertos y mas de 25.000
evacuados y las perdidas, aparte de ser millonarios, sumergen aun
mas en la indigencia a los ya pobres.
Sin embargo los diarios Capitalinos no se han hecho eco
prácticamente de tan calamitosa situación que produjo la emergencia
de la provincia.
Menos aun (como no es casual) el gobierno central, tampoco ha
respondido la ciudadanía toda, como alguna vez pasó en Santa Fe.
Que nos pasa argentinos?. Marijan
Pirsic.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Lo
que kirchner quisiera olvidar
Alarmado,
quizás asustado, por la desaparición del albañil y militante
político Luis Gerez, el presidente Néstor Kirchner aprovechó la
ocasión para arengar al país por la cadena nacional de radio y
televisión sobre sus "ideales y convicciones" que, dijo, se basan en
el respeto que siente por los derechos humanos y en su voluntad de
asegurar la aplicación irrestricta de la ley, de ahí la ofensiva
vigorosa que no bien se instaló en la Casa Rosada emprendió contra
los militares y policías implicados en la represión ilegal de los
años sesenta. Se trató de un mensaje estimulante pero,
desgraciadamente para Kirchner, lo que vino después resultaría ser
tan grotesco que Carlos Menem y Luis Patti no serían los únicos
propensos a sospechar que el episodio fue armado por el Gobierno con
el propósito de hacer creer que de no haber sido por la intervención
contundente de Kirchner, Gerez ya estaría muerto.
No es demasiado
probable que todo haya sido cuestión de una maniobra genial urdida
por los expertos en propaganda negra del gobierno nacional, pero
tampoco lo es que Patti, como pretendió el Gobierno, haya hecho algo
tan inenarrablemente estúpido como ordenar el secuestro de un
testigo en su contra o que Gerez, un "militante kirchnerista" para
más señas, haya debido su vida a su jefe como afirmó luego de
reaparecer pocos minutos después de terminar la alocución
presidencial. Por ser la credibilidad de todos los protagonistas de
este asunto oscuro tan escasa y los intereses políticos en juego tan
patentes, sorprendería que un día supiéramos la verdad verdadera
sobre lo que ocurrió. Y ya que han transcurrido más de tres meses
desde que se perdieron noticias sobre el paradero de Jorge Julio
López, es posible que su destino siga siendo un misterio para
siempre: por lo pronto, quienes insisten en que fue secuestrado por
procesistas con el propósito de intimidar al Gobierno no cuentan con
evidencia concreta de que fue así, pero esto no ha sido óbice para
que la presunción de que sí fue víctima de alguno que otro grupo de
tareas en las sombras se haya convertido en un dato supuestamente
confirmado de la realidad política del país. Cuando hablaba a los
que sintonizaron debidamente sus radios y televisores, Kirchner
atacó con su dureza habitual a los "interesados en echar un manto de
olvido sobre los actos criminales que cometieron" los militares y
sus amigos en su guerra sucia contra las organizaciones terroristas.
No tiene por qué preocuparse ya que a esta altura nadie puede
ignorar lo que hicieron. Pero sucede que hay otro contingente de
represores estatales igualmente feroces cuyas atrocidades muchos,
entre ellos, el propio Kirchner, quisieran mantener bien cubiertas
por un manto espeso de olvido con la esperanza de que a nadie se le
ocurra tratar de averiguar quién ordenó reclutarlos y organizarlos.
Se trata de los asesinos, torturadores y extorsionistas que
trabajaron para el gobierno de Juan Domingo Perón primero y después
para el de su viuda, Isabelita, antes de colaborar con la dictadura.
Por asombroso que parezca, hasta hace muy poco pareció que con
algunas excepciones los responsables de iniciar la guerra sucia y de
estrenar la metodología aberrante que la caracterizó no tendrían que
responder ante la Justicia, aunque sólo fuera la de la historia
porque ya están muertos, sin que Kirchner moviera un dedo para
corregir la anomalía así supuesta. Esta situación nada satisfactoria
cambió cuando el juez federal Norberto Oyarbide decidió que, por
haber sido la Triple A un organismo estatal, los crímenes que fueron
perpetrados por sus integrantes deberían considerarse tan
imprescriptibles como los cometidos por los militares y policías que
están en la mira de Kirchner. De este modo, pues, Oyarbide puso en
marcha una máquina jurídica que, a menos que alguien logre frenarla
a tiempo, debería producir una investigación plena de algo
monstruoso que, desde comienzos de los años ochenta, la clase
política del país ha preferido tratar como si fuera una mera
anécdota sin importancia. De efectuarse una investigación, la
resolución de aquel juez habrá sido una muy mala noticia no sólo
para Rodolfo Almirón, un asesino profesional de la Triple A que
vivió tranquilamente en España durante mas de treinta años hasta que
un diario de aquel país optó por entrevistarlo en su casa en
Valencia, sino también para Isabelita Perón y, en buena lógica, para
todos los peronistas, comenzando con su mandamás actual,
Kirchner.Según la historia consensuada por las elites políticas y
mediáticas, la Triple A fue obra exclusiva del "brujo" José López
Rega que, es de suponer merced a sus poderes ocultos, se las arregló
para formarla y dirigirla desde el ministerio de Bienestar Social
sin que los Perón se enteraran de nada, Juan Domingo por estar
enfermo y su esposa porque era congénitamente ingenua, una pobre
mujer que no tenía tiempo para pensar en asuntos tan desagradables
como el asesinato sistemático de individuos de ideas a su juicio
raras. Aunque ninguna persona racional podría tomar en serio esta
versión infantil de lo que sucedía en el país antes del golpe de
marzo de 1976, peronistas, radicales, izquierdistas y hasta
conservadores han fingido creerla porque de lo contrario les sería
imposible negar que el primer jefe formal de la Triple A, una
organización estatal, o sea, gubernamental, fue el general Perón, y
que por lo tanto le cabe a él, no al general Jorge Rafael Videla, el
honor dudoso de haber planeado e iniciado la represión ilegal en la
Argentina. La razón por la que incluso algunos enemigos jurados del
peronismo optaron por pasar por alto el papel central que desempeñó
Perón en la tragedia no es ningún secreto. Lo hicieron "en aras de
una supuesta reconciliación", como dijo Kirchner al aludir a quienes
están a favor de los mantos de olvido. De haber elegido el
presidente Raúl Alfonsín impulsar el juicio de los delincuentes de
la Triple A, a los jueces les hubiera sido casi imposible dejar a
salvo a Isabel y, lo que hubiera sido más explosivo todavía, la
figura de su marido fallecido, el gran ídolo del pueblo peronista.
Por motivos prácticos, los radicales decidieron que sería mejor
amnistiar tácitamente a los peronistas más emblemáticos. De lo
contrario, hubieran tenido que enfrentar no sólo a los militares
sino también a los peronistas que, no lo olvidemos, en aquel
entonces no estaban tan convencidos como sus jefes actuales de que
sería inmoral tolerar la impunidad.
A pesar de sus convicciones e ideales, Kirchner no ha intentado
resolver la contradicción supuesta por el hecho indiscutible de que
la Triple A fuera creada por el líder máximo de su propio
movimiento. Su resistencia a hacerlo puede entenderse. No le sería
fácil explicar cómo puede seguir calificándose de peronista cuando
sabe muy bien que la guerra sucia empezó cuando el fundador del
movimiento estaba en la Casa Rosada y que sería francamente absurdo
suponer que ni Perón ni su esposa nunca se dieran cuenta de lo que
sucedía en su derredor. El Presidente tiene razón cuando habla de lo
fundamentales que son los derechos humanos para que la Argentina se
recupere de sus muchas heridas, las más –aunque no lo dice–
autoinfligidas, pero se equivoca por completo si cree que el
problema se limita a la conducta de ciertos miembros, casi todos
retirados, de las Fuerzas Armadas, las fuerzas de seguridad y
algunas policías provinciales. Es mucho más profundo. El desprecio
por la dignidad ajena está arraigado en buena parte de la derecha,
de la izquierda y, desde luego, del movimiento amorfo y en ocasiones
anárquico que él mismo lidera. Si Kirchner
realmente quiere que no haya impunes, tendría que comenzar en casa
depurando el PJ de todos los vinculados, directa o indirectamente,
con el empleo de métodos represivos ilegales. Y mal que le pesara,
la lista de expulsados tendría que comenzar con el mismísimo general
Juan Domingo Perón, el hombre que hizo más que ningún otro para
abrir las puertas al horror que nos vino encima en los años setenta
del siglo pasado. Si bien Perón murió hace más de tres décadas, su
espíritu sigue incidiendo en la vida argentina actual, motivo por el
que le correspondería a un presidente auténticamente resuelto a
dejar atrás un período aciago intentar exorcizarlo.
¿Lo hará? Es poco probable. Es una cosa ensañarse con militares que
aunque están vivos no parecen estar en condiciones de causarle
dificultades insuperables, pero sería otra muy distinta, y para un
político peronista mucho más peligrosa, enfrentarse en público con
el fantasma de Perón a sabiendas de que muchos compañeros saldrían
en defensa de quien a su entender fue el hombre más grande de toda
la historia nacional con, en opinión de algunos, la eventual
excepción del general José de San Martín.
James Neilson,
periodista y analista político, ex director de “The Buenos Aires
Herald".
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11 de Enero de 2007
Al final... siempre kirchner
La onda de Lavagna también puede mojar las orillas del poder. Allí
exhiben encuestas que muestran al ex ministro con posibilidades
electorales bajas. Tampoco su hipotética unión con Macri
garantizaría el volumen que cada uno tiene hoy en forma individual.
Las encuestas son todavía un reflejo débil. Pero parece claro que
Lavagna incomoda al Gobierno ante la sociedad más que el ingeniero.
Es un hombre salido de esas entrañas. Otro
dilema que deberá enfrentar Kirchner es el del reloj. El Presidente
deseaba esperar hasta julio para proponer la candidatura de Cristina
y estimaba que la desorientación opositora se lo iba a permitir. La
aparición temprana de Lavagna fue un gesto que no tenía calculado.
Ahora deberá prestar atención a los movimientos de los otros
dirigentes que lo quieren destronar.
Ninguno de todos esos disturbios le importará si no lo obligan, al
final, a archivar la candidatura de su esposa y a reponer su propia
reelección.
Eduardo van der
kooy, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Gualeguaychú,
¿batalla naval?
Los asambleístas entrerrianos han obtenido numerosas victorias
contra las pasteras. No hay autoridad que interfiera sus ilegales
cortes de ruta, lograron que una de las plantas modificara su
ubicación, parecen arbitrar la política con Uruguay y han llevado la
relación con ese país hermano a niveles de tensión y aspereza
inéditos en el último siglo y medio. Desde su punto de vista tan
particular, es tas desdichas constituyen éxitos. Pero van por más. Y
buscan impedir la libre navegación entre las dos orillas.
A la salida de la asamblea que tomó tan sabia decisión habló
una mujer, que ofició de vocera. Se trata de una señora de mediana
edad, cuidado cabello rubio, ropa discreta, voz suave y aspecto
hogareño. Sin embargo, su lenguaje la desmentía: hablaba de "hacer
inteligencia", de logística, del "factor sorpresa", de táctica y
estrategia. La familiaridad con ese lenguaje bélico alarma un poco:
más que el de una vecina ambientalista parece resonar el discurso
artillado del general Karl von Clausewitz, que se batió en muchas de
las campañas contra Napoleón y teorizó con fama en el libro De la
guerra. Después de semejantes palabras no es extraño pensar, como
agita Uruguay, que en que Arroyo Verde velan las armas.
Marcelo Moreno,
periodista. |
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10 de Enero de 2007
El honor dudoso de haber iniciado la represión ilegal
Sería
imposible negar que el primer jefe formal de la Triple A, una
organización estatal, o sea, gubernamental, fue el general Perón, y
que por lo tanto le cabe a él, no al general Jorge Rafael Videla, el
honor dudoso de haber planeado e iniciado la represión ilegal en la
Argentina.
James
Nielson, periodista y analista político, ex director de “The Buenos
Aires Herald".
---------------------------------------------------------------------------------------------------Aguas
controladas
Influenciados por el boom de las terapias alternativas, del yoga y
el Feng Shui, Daniel Brue (UCR) y compañía decidieron darle un marco
legal al uso terapéutico del agua termal. Sumergidos en la vorágine
del trabajo parlamentario, intentan "promover, orientar, regular y
controlar" el termalismo. Según explican, las aguas termales "no han
logrado consagración académica", lo que conlleva "un evidente atraso
con relación a otros países". Como solución proponen crear cursos de
Hidrología Termal para capacitar a interesados. Control de fuga de
cerebros. En trámite.
Revista Noticias.
---------------------------------------------------------------------------------------------------El
inicio de la represión , mucho antes del “Proceso”
Otro de los personajes que ostentaba armas por los pasillos del
Ministerio de Bienestar Social era Felipe Romero. Habías nacido en
Italia, inició su militancia en Tacuara, y luego prosiguió su
actividad política con los nacionalistas del MNA. Siempre aparecía
pegado a Luis Palmas de las Carreras. Hacia 1973, Romeo no se
desprendía de su Magnum 440, que tenía desde antes de que Clint
Eastwood la popularizara en la película Harry el sucio. Romeo
ofreció sus servicios al Ministerio con el propósito de cumplir su
sueño de publicar un diario nacionalista, para el que nunca había
podido reunir fondos. Los obtuvo con López Rega. El ministro
necesitaba un arma más poderosa que Las Bases, y le confió a Romeo
la dirección de El Caudillo, un semanario que nació por una decisión
del Consejo Superior del Movimiento para contrarrestar las críticas
de El Descamisado al gobierno peronista.
El Caudillo fue financiada en su mayor parte con avisos de Bienestar
Social, que promovían el espíritu de paz y unión de las familias
argentinas. Felipe Romeo, al que apodaban “la Viuda” en honor a su
devoción por Hitler, solía llegar al Ministerio con cuatro o cinco
custodios y algunas mujeres que mantenía. Si lo que Romeo buscaba
eran instrucciones, entraba al despacho de López Rega, aunque ya
tenía claro dónde estaba el enemigo. No esperaba que nadie se lo
señalara. Pero cuando lo que necesitaba era plata, se sentaba en el
despacho de Rodolfo Roballos, el director administrativo.
El Caudillo salió a la calle el 16 de noviembre de 1973,
decidido a representar en forma pública la esencia del documento
reservado del Consejo Superior Peronista. En el primer párrafo de su
editorial explicaba su razón de ser:“Hace mucho que estamos en la
lucha. Por eso sabíamos de antemano que no bien el General llegara
al país intentarían copar la revolución popular que tanto nos ha
costado. No esperaron mucho. El primer día nomás quisieron
apropiarse del palco de Perón. Así les fue. Los sacamos reculando.
Podríamos, nosotros sí, hacernos los burros y dejar que se quemaran
solos. Pero, como el pueblo lo exige, preferimos desenmascararlos y
quitarles la capucha a estos recién llegados. Así lo hicimos. Les
dijimos las verdades en la cara y los llamamos, para darles nombre y
apellido, ‘traidores infiltrados’.”A través de la revista, López
Rega también atacaría a Gelbard: pronto dejarían de ser aliados y el
empresario se convertiría en otro de sus enemigos. El editorial del
primer número firmado por Felipe Romero ya alcanzaba al “poder
financiero” que sostenía a los “infiltrados”. Las críticas se
extendieron a Jacobo Timerman, director de La Opinión, por hacerle
“el caldo gordo” a la Tendencia. A los dos los consideraban parte de
un aparato sinárquico, fuerza de la oligarquía financiera
internacional, que comandaba el “frente opositor” a Perón. La guerra
que emprendía la revista también atravesaba el campo cultural, y
alcanzó a dos periodistas del “repugnante panfleto marxista
Satiricón, que promociona la cultura anal y la masturbación: Mario
Mactas y Carlos Ulanovsky”. Los periodistas, que habían sido
contratados por el Ministerio de Educación para hacer El Diario de
los Chicos, fueron los primeros amenazados de muerte de una larga
lista: “O Taiana los hace renunciar o el pueblo peronista los va a
colgar”, proclamó El Caudillo. En muchos
casos, esas sentencias tendrían carácter de profecías, que hacían
honor al lema de la revista: “El mejor enemigo es el enemigo
muerto”.La columna más temible se titulaba “¡Oíme!”, una doble
página que representaba un modo más o menos brutal de marcar al
enemigo. En los primeros números, los blancos eran temáticos –una
“piba” guerrillera, el barbudo de las manifestaciones, un compañero
confundido–, pero luego, cuando la Triple A empezó a sembrar la
calle de cadáveres carbonizados, los ¡Oíme! tuvieron nombre y
apellido. Las coincidencias entre los señalados por El Caudillo y
los muertos serían feroces. Nada de lo que Perón soñó para su tercer
gobierno se había cumplido. Desde el mismo día de la asunción, el
General vivió agobiado por las presiones. Había contraído muchos
compromisos, algunos de ellos contrapuestos, para volver a la
Argentina. Y había perdido el control de las fuerzas de izquierda y
derecha del Movimiento que empezaba a imponer a los tiros sus
opiniones. El 19 de octubre, a una semana de haber asumido el
gobierno y poco antes de condecorar a Licio Gelli con la Orden del
Libertador San Martín, Perón ya daba muestras de desaliento. Le
escribió a Jorge Antonio, que seguía viviendo en Madrid, entre otras
razones, porque no podía darle garantías por su vida si decidía
trasladarse a Buenos Aires.“¡Qué bien estábamos en Madrid cuando
estábamos tan mal! Es lo que puedo decir desde aquí. Yo tengo la
obligación de unir a todos los argentinos, pero algunos insensatos
no lo entienden y las ambiciones y puñeterías de los apresurados me
llenan de amargura. Gelbard anda bien, pero lo tenemos muy
controlado. López Rega, enloquecido, me crea cualquier cantidad de
problemas; así le irá. Usted no venga todavía; de estar aquí lo
jugarán con uno u otro grupo y Usted se debe al país y al Movimiento
que lo necesitan...”Perón no envió la carta por correo. La llevó en
mano el coronel español Enrique Herrera Marín, una de las amistades
desde el exilio en República Dominicana, que había llegado de visita
a Buenos Aires. Según el testimonio directo, Herrera Marín traía un
plan de represión. El 21 de noviembre de
1973, por la madrugada, Perón tuvo una crisis cardíaca. El médico
Cossio era inhallable; Domingo Liotta, funcionario de Bienestar
Social, había viajado de visita a China. El jefe de la custodia,
Juan Squer, recurrió a un médico clínico que vivía a la vuelta de
Gaspar Campos. Cuando el doctor Julio Lagleyze llegó a la
residencia, encontró a López Rega asistiendo a Perón con un tubo de
oxígeno portátil. El presidente tenía dificultades para respirar. El
médico lo observó y diagnosticó un edema pulmonar. Le pidió al
ministro tubos de goma para atar las manos y los pies de Perón, a
efectos de reducir la circulación y aliviar el trabajo cardíaco, y
llamó a un servicio de emergencias. Isabel le acercó una caja de
medicamentos y le preguntó si alguno servía. Lagleyze encontró
ampollas con aminofilina, e inyectó el remedio en el brazo del
General. Al rato llegaron los médicos de la clínica de Olivos. Perón
todavía estaba agitado. Unos minutos después, llegó el doctor Cossio,
lo encontró en la cama y le recomendó que se durmiera. Había sido
sólo un susto, dijo. En realidad, una taquicardia paroxística le
había provocado un edema pulmonar supraventricular. Este imprevisto
obligó a suspender el viaje a los Estados Unidos que Perón
proyectaba para visitar a Richard Nixon, con el propósito de
reacomodarse a los nuevos tiempos que corrían. En Uruguay gobernaba
José María Bordaberry, un presidente civil dominado por los
militares; el general Augusto Pinochet acababa de aplastar la
experiencia socialista de Salvador Allende en Chile, y comenzaba a
percibirse, en su concepción y sus efectos, la estrategia de
represión a la izquierda que había elaborado Washington para el
continente. En el último trimestre de 1973,
las relaciones entre la Argentina y Estados Unidos fueron
rediseñadas en los encuentros entre el canciler Vignes –un miembro
de la P2– y el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger.
Bajo el eufemismo de “Nuevo Diálogo”, la Argentina se había
propuesto ser una suerte de “vocero de Estados Unidos” en América
Latina. [...] Tras la crisis cardiaca, el argumento oficial para
explicar lo ocurrido fue lo mismo de la otra vez: una gripe. Dos
días después, Perón, secundado por López Rega, apareció en
televisión: —Algunos me echaron con gato y todo, pero están
equivocados: no estoy listo todavía. El 26 y
27 de noviembre de 1973, los cables de la embajada norteamericana
hicieron una evaluación más compleja. Informaban que aun cuando se
tratara de minimizar la seriedad de la situación, el ataque había
sido severo y la vida de Perón había corrido peligro. Consideraban
que el equipamiento de la residencia era inadecuado para afrontar la
emergencia médica, y tenían la información de que los médicos le
habían recomendado a Perón que trabajara sólo dos o tres horas por
día. En términos políticos, la embajada se inclinaba por la versión
de que Perón ya estaba fuera de juego y que sus recaídas ponían a la
Nación en constante alerta: la muerte del Presidente podía ocurrir
en cualquier momento. Y en caso de que sobreviviera, existían serias
dudas de que fuera capaz de hacer mínimos esfuerzos para resolver
las divisiones dentro de su movimiento, combatir al terrorismo y
lidiar con los problemas económicos, entre otras cuestiones. Sobre
la sucesión, una vez ocurrido el deceso o la renuncia por motivos de
salud, las especulaciones eran múltiples. [...]
Para diciembre de 1973, el ministro podía presentar con orgullo su
balance de gestión en la función pública: la construcción de
vivienda en el barrio de Villa Corina de Avellaneda, la inauguración
de las piletas populares de Ezeiza, la puesta en marcha del plan
“Venecia Argentina”, que preveía la realización de un complejo
turístico en las islas del Delta que podría albergar a ocho millones
de personas [...] Para festejar la Navidad, López Rega, imitando la
costumbre de Victoria Montero en Paso de los Libres con su horno de
barro, mandó a elaborar 120 toneladas de pan dulce para distribuir
en asilos y hospitales. Pero la obra de Bienestar Social –un
“Ministerio con Vida”, como decía su Departamento de Prensa– que
coronó el año 1973 fue la instalación del árbol de Navidad más alto
del mundo; para ello se utilizó la estructura del Obelisco, en pleno
centro de Buenos Aires. En un reportaje televisivo a la prensa,
mientras recorría los puestos de las provincias que presentaban sus
productos autóctonos, y rodeado de quince de sus custodios, López
Rega dijo: Es un motivo de alegría ver que se
ha podido concluir esta obra, que es una obra de arte de ingeniería,
una obra única en el mundo. Todos los hombres mancomunados han
demostrado que esta Argentina Potencia que proclama el General Perón
es una realidad, vista en el Obelisco, en el centro de la Plaza de
la República, como un símbolo de esperanza para todo el futuro del
año que viene. Esta obra se hizo con el corazón y no con la mente.
Aquí, bajo este árbol luminoso, se acuna el nacimiento del niño
Dios. Una semanas antes, la Triple A había firmado su primer
atentado. El primer atentado que se auto adjudicó la Triple A
–primero denominada Acción Antiimperialista Argentina– fue una bomba
colocada en el encendido del Renault 6 del senador radical Hipólito
Solari Yrigoyen. El día anterior, en su oficina, había recibido un
sobre que contenía un papel que sólo decía AAA. En ese momento no
entendió qué significaba. El senador acababa de votar en contra de
un proyecto de Ley de Asociaciones Gremiales que favorecía la
centralización de la recaudación de las obras sociales de cada
sindicato, y multiplicaba las trabas para el funcionamiento de la
oposición. Los técnicos de la policía informaron que la bomba
plástica era similar a las utilizadas por la OAS francesa. El
senador sufrió quemaduras en las piernas. Para esa época, también
habían sucumbido las esperanzas de Valori de asistir al
alumbramiento del Plan Europa. El 14 de diciembre de 1973 fue a ver
a Perón a Olivos y logró ingresar a la residencia, pero un miembro
de los servicios secretos le dio un consejo discreto: que se fuera
urgente del país. Había un plan para matarlo cuando estuviera ante
la tumba de su hermano Leo en el cementerio de Castelar, al que
pensaba ir por la tarde. Esa misma noche, Valori viajó a París. En
entrevista con el autor, confesó que a esas alturas “había un comité
de negocios en la Argentina formado por Gelbard, López Rega, (el
almirante) Eduardo Massera y Licio Gelli, con la complicidad de
Isabel Perón. En esa época, Perón ya no cortaba ni pinchaba”. Para
terminar, su última decepción fue con el embajador argentino en
Italia, Adolvo Savino. Según Valori, él mismo lo había hecho
designar en Roma, pero luego Savino lo traicionó y se convirtió en
un hombre clave de los negocios de Gelli con la P2 (entrevista con
el autor). En la actualidad, Valori es titular de distintos
organismos del Estado italiano.
Extracto del libro Lopez Rega: La Biografía,
de Marcelo Larraqui. |
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09 de Enero de 2007
España un modelo a seguir
Vivo en España y considero a España un modelo a seguir. Y cuando
hablo de España lo hago en general, no a la España del PP o la del
PSOE, porque todos saben que poco cambia cuando se cambia de partido
político en España. Comento esto porque hay gente que cree que yo
opino que Kirchner es demasiado de izquierda, cuando lo critico por
ser populista, pero en realidad pienso lo contrario.
Martín
Varsavsky, Empresario, de “Bitácora de un emprendedor”.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Gregorio
Badeni, un constitucionalista,
una entrevista
“En la Argentina, los partidos políticos desaparecieron y en su
lugar hay facciones políticas, es decir, grupos de personas que
siguen a una figura carismática y que se dispersan cuando esa figura
desaparece. Esto atenta contra los principios de la Constitución
nacional, que establece que los partidos políticos son fundamentales
para la existencia del sistema democrático”. “Hoy el individuo
piensa más en el progreso material que en su responsabilidad como
ciudadano”.Tiene la opinión de que el presidente Néstor Kirchner
debió haber sido elegido con la mitad más uno de los votos, según lo
establece la Carta Magna. "La Constitución no debe claudicar frente
a los hechos políticos", sostiene. Badeni dice que la esposa del
Presidente, Cristina Kirchner, hubiera debido renunciar a su banca
de senadora cuando su marido fue elegido como primer mandatario,
para evitar el nepotismo, "que siempre ha sido un factor negativo
para los sistemas democráticos". Las mejoras que se anunciaron
cuando se proyectó la reforma de la Constitución de 1994, tanto en
el plano institucional como en el social, no se concretaron. Basta
con advertir los altos niveles de pobreza y las continuas protestas
sociales. La reforma no mejoró la situación del país. Es más, creo
que esa reforma fue un error, porque no se le dio suficiente tiempo
a la consolidación del sistema constitucional, de 1983 en adelante.
Pero la reforma se hizo y tenemos que respetarla. Yo fui adverso a
la inserción del Consejo de la Magistratura, porque ésa es una
institución propia de los sistemas parlamentarios, y no de los
sistemas presidencialistas. En nuestro país, el mecanismo de
asignación de los jueces funcionaba relativamente bien. Con la
intervención del Consejo de la Magistratura se dilata sensiblemente
el nombramiento de los jueces y tenemos una gran cantidad de
vacantes. Por otro lado, el Consejo es un organismo corporativo,
integrado por jueces, abogados y legisladores y no por el ciudadano
común, y nuestra Constitución se opone a todo lo que sea
corporativo. Pero el esnobismo constitucional que inspiró la reforma
del 94 quiso trasplantar a nuestro país instituciones europeas
extrañas a nuestra tradición histórico-política, y ahora estamos
padeciendo las consecuencias. Para que funcione nuestro sistema
constitucional tienen que existir tres libertades: la económica, la
social y la política. Ahora bien: en el siglo XX, los valores
espirituales que contenía la Constitución, como los ideales de
libertad, progreso, dignidad, respeto a los demás, tolerancia y
pluralismo, se fueron desdibujando en función de ciertos valores
materiales. Ya la bandera no representa aquellos ideales, sino,
simplemente, el progreso material del individuo. Así que el valor
simbólico y espiritual de la Constitución se ha desdibujado. El
egoísmo individualista de los políticos se impone a su deber de
preservar la libertad y la dignidad del ser humano y de los grupos
sociales. Tendría que coincidir la ética del hombre común,
con la del estadista con la del político, pero esto no sucede. Hay
que distinguir, como lo hizo Santo Tomás de Aquino, entre la
política agonal, signada por las luchas de poder, y la política
arquitectónica, que busca el bien común. En la política agonal, la
finalidad es la conquista y la conservación del poder, de modo que
los principios de la ética individual no se trasladan al campo
político ni al campo social. En cuanto a la política arquitectónica,
que sí se inspira en principios morales, considero que ya hace
varias décadas que está ausente en la vida política Argentina. Lo
que hoy nos parece malo, dentro de veinte años puede cambiar
completamente y adecuarse a los valores que consideramos positivos
para la sociedad. Creo que el último que tuvo un plan de país y
visión de futuro fue Arturo Frondizi. Desde un punto de vista moral,
la senadora Kirchner debió haber renunciado a su banca de senadora
cuando asumió su esposo como Presidente. Yo creo que ella tendría
que haberse apartado de la política. El nepotismo siempre ha sido un
factor negativo para los sistemas democráticos. La designación de
familiares para ocupar cargos públicos no les hace bien a la
democracia ni a las instituciones, porque genera una imagen
completamente negativa en la sociedad. La idea de que el gobierno
está para servir al pueblo se convierte en la idea de que el
gobierno está para servirse a sí mismo. No debería ser necesaria una
ley para establecer esa prohibición. La prohibición tendría que
nacer espontáneamente de la ciudadanía. Pero en verdad es muy
difícil que sea comprendida una conducta como la de Roque Sáenz
Peña, aunque haya sido una conducta que respondía a fines
esencialmente republicanos. (La renuncia a su banca de senador
cuando asumió su padre como Presidente). En nuestra Constitución, la
idoneidad moral es la que se corresponde con un sistema de tipo
republicano. Los que tienen que juzgar la idoneidad de quienes son
elegidos para ocupar cargos públicos son los ciudadanos.
Lamentablemente advertimos que ciertos funcionarios políticos
incurren en faltas éticas graves y no son pasibles de sanción
alguna, sino quizás, a veces, de una leve crítica por parte del
periodismo o de unos pocos ciudadanos. Tenemos un Presidente
Constitucional, si nos ajustamos estrictamente a la letra de la ley,
sí, porque no fue elegido por la mayoría que impone la Constitución,
como consecuencia de que no se realizó la segunda vuelta. La falta,
en ese caso, residió en una mala redacción de la ley electoral. La
ley debió prever, como se previó en 1972, que si una de las dos
fórmulas mayoritarias no se presentaba en la segunda vuelta, ésta se
podía realizar de todos modos, entre la primera y la tercera fuerza,
siempre para obtener la mayoría que exige la Constitución. Pero
muchas veces el incumplimiento de un texto constitucional queda
avalado por los hechos políticos que se producen y por las
decisiones que emanan de los tribunales. Ningún tribunal, y menos
aún la Corte Suprema de Justicia, cuestionó ese acto electoral. Ni
tampoco se registraron cuestionamientos de parte de ninguna
agrupación política sólida. Ello fue quizá por el momento delicado
en el que se produjo la elección del Presidente. Estábamos en una
situación muy particular, en la que había que buscar rápidamente la
unidad para consolidar y permitir la subsistencia del sistema
democrático. Algo similar había ocurrido en las elecciones de 1973,
cuando la fórmula Cámpora-Solano Lima no había llegado a obtener la
mitad más uno de los votos. Había unos centésimos que faltaban para
ello, y el radicalismo optó por no presentarse a la segunda vuelta.
Esto es algo muy malo para una nación, porque altera la esencia del
Estado de Derecho, en el que la ley se debe cumplir a rajatabla. Si
algo no está bien, hay que modificar la ley, pero hasta que eso no
acontezca la ley debe cumplirse sin concesiones. La Constitución no
debe claudicar frente a los hechos políticos. Debemos tener la
suficiente inteligencia, la suficiente capacidad de adecuar los
hechos políticos a la normativa jurídica. Insisto: esto hace a la
esencia de un Estado de Derecho. La elección de candidatos
presidenciales entre miembros de un mismo partido ,es un grave
problema que tenemos hoy en día. Yo creo que hoy en la Argentina no
hay partidos políticos, sino facciones políticas, es decir, grupos
de personas que siguen a cierta figura carismática, y nada más.
Cuando la figura política desaparece, la facción también se
disuelve, a diferencia del partido político, que sobrevive a sus
representantes. Siempre se dijo que en la Argentina existía un
régimen multipartidista, lo cual es cierto. Históricamente, siempre
hubo dos, pero también incluso tres, grandes fuerzas políticas bien
organizadas. En los últimos quince años, en cambio, advertimos que
se impuso una especie de partido cracia y
atenta contra el espíritu de la Constitución. La Constitución
establece que los partidos políticos son fundamentales para la
existencia del sistema democrático. Gregorio Badeni es doctor en
Derecho y licenciado en Ciencia Política. Ejerce la docencia
universitaria desde 1969. Actualmente, es profesor titular de
Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la UBA y de
Régimen Jurídico de la Información en la UCA. Es miembro titular y
actual presidente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y
Políticas. Es autor de 13 libros individuales, de 24 libros
colectivos y de más de 480 artículos publicados en diarios y
revistas nacionales y extranjeros.
Sebastián Dozo Moreno,
La Nación |
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08 de Enero de 2007
Juzgar por matar para luego matar
En una experiencia que no parecía posible, la
Edad Media ingresó en YouTube y pudo ser transmitida por internet,
mediante el video casero del ahorcamiento de Saddam Hussein. Sin
duda se trató de una extraordinaria paradoja: se juzgó a un hombre
por asesinato, se lo condenó por asesinar a cerca de 150 personas,
para luego a su vez asesinarlo.
Enrique
Valiente Noailles, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------"Populista",
es gastar el dinero público y hacer políticas para los votos
Afuera de la Argentina se caracteriza al gobierno de Kirchner
frecuentemente de populista. Personalmente, creo que "populista", es
decir gastar el dinero público y hacer políticas con el objetivo
prioritario de obtener votos, puede tener lados buenos y malos. Es
absurdo decir que los gobiernos simplemente no tienen que intervenir
en la economía y que intervenir en si es malo como dicen los
neoliberales. Los gobiernos, deben intervenir para crear equidad,
igualdad de condiciones y cuando no lo hacen surgen serias
injusticias. En el mismo Estados Unidos el "anti trust" consiste en
toda una infraestructura legal para impedir el poder monopólico. En
el caso de Argentina, por ejemplo, las "intervenciones" de Kirchner
apoyando mejoras en la educación y la salud pública son políticas
que demuestran que recolectar impuestos e invertir en la sociedad es
algo muy necesario. Pero históricamente, la Argentina, estaba
demasiado regulada, los gobiernos eran muy intervencionistas y el
país necesitaba una cierta dosis de liberalización. Pero esta,
cuando llegó de la mano de Menem en los 90, se hizo tan rápido y
combinada con una moneda fuertísima y una tasa de endeudamiento
insólita que el resultado fue caos y desgracia para la mayoría de
los argentinos. La retirada del gobierno sobre la economía dirigida
por Menem y Cavallo creó una enorme inequidad, el PBI creció
enormemente pero la desigualdad aún más. Y además mucha de esta
prosperidad era prestada como se vio en el desastroso default. Es en
ese entorno post default que entra Kirchner como el salvador
antimercado, que se va al otro extremo, y dirige una política en la
que resulta que la gente cree más en el gobierno como regulador de
precios que en el mercado. No recuerdo otro país en el mundo en el
que el gobierno envíe inspectores a los comercios a decir cuanto
tiene que costar la ropa o la comida, como ocurre hoy en día en la
Argentina. El Clarín de hace unos días, diario de más tirada en
Argentina, tiene un titular en rojo en la portada que dice "Intentan
frenar una suba de precios de fin de año". En este artículo el
subtitular dice "Quieren que la carne baje en los mostradores desde
el lunes. También apuntan a frenar el alza del pollo acordando con
exportadores de maíz. Y negocian valores indicativos para la canasta
navideña". ¿Por qué puede ser que en Argentina hagan falta precios
regulados y en ningún otro país que yo conozca no? Supongo que por
dos razones. La primera demagogia pura de un gobierno populista que
quiere hacerse amigo del votante haciéndole creer que los
empresarios y comerciantes de su país son unos estafadores, y que si
ellos no los defienden el mercado va a fallar y el argentino medio
será explotado. La idea que promueve el gobierno de Kirchner es que
el mercado fracasa y ellos intervienen para salvar al ciudadano,
algo que simplemente no es verdad. No es que yo piense que el
mercado siempre funciona. Hay industrias que, por su naturaleza
monopólica, tienen que ser reguladas, como por ejemplo la
distribución de energía. ¿Pero la ropa? No me puedo imaginar al
gobierno español de Zapatero llamando a Amancio Ortega para decirle
que baje el precio de sus pantalones, ya que en España existe el
libre comercio y es H&M que se ocupa que Zara no suba el precio de
los pantalones. H&M y muchas otras marcas. Pero en la Argentina eso
es lo que ocurre, Kirchner personalmente se mete en estos temas y
organiza boicots a empresas como ocurrió con Shell. Supermercados y
tiendas varias reciben visitas de inspectores al mejor estilo
fascista que controlan que no suban los precios, cuando en el resto
del mundo esto es totalmente innecesario porque no hay mejor policía
para el mercado que la libre competencia. Pero en la Argentina,
curiosamente, la libre competencia no es tan libre, no sólo porque
al regular precios se distorsiona el mercado, sino porque la
Argentina tiene un absurdo y corrupto sistema de aduanas que hace
que los productos que entrarían a competir y bajar los precios no
entren o paguen tarifas absurdas y todo tipo de impuestos.
Si la Argentina desmantelara sus aduanas y solo se ocupara de
que no entren substancias ilegales tipo drogas, la entrada de
productos de países vecinos como Brasil haría que los precios de
alimentos y otros productos de primera necesidad no suban de precio.
Pero como otra de las políticas populistas es llevarse mal no solo
con empresarios y comerciantes, sino con otros grupos supuestamente
malintencionados como los extranjeros, la relación entre Kirchner y
Lula ha sido pésima. Creo que Kirchner debe ser uno de los pocos
presidentes que frecuentemente maltrata a sus países vecinos, Chile,
Uruguay, Brasil. Todos salvo la querida Bolivia del perdido
populista Evo Morales y la lejana Venezuela de Chávez, un gran
ejemplo de país fracasado cuyo producto bruto por persona es
insólitamente un tercio del ya sufrido argentino medio, pero que
Kirchner curiosamente... adora. Así es como Menem se llevaba bien
con todo el mundo y su política fue un rotundo fracaso. Malos
vecinos. Muchos argentinos liderados por Kirchner creen ahora que
"llevarse bien con los vecinos es malo" y la Argentina estrangula
injustamente a Uruguay, por ejemplo, por supuestos temas de
contaminación ambiental cuando la Argentina contamina mucho más al
planeta por habitante que Uruguay. Se supone que Brasil, Uruguay,
Paraguay y Argentina tienen una especie de UE llamada Mercosur y que
en esta zona los productos, servicios, personas tendrían que
circular libremente. Pero no, en vez de abrir a la economía
Argentina y eliminar la aduana con Brasil y otros países vecinos y
tener menos poder (en Europa al desmantelar las aduanas los
gobiernos locales entregaron el poder de regular la mayor parte de
su economía), Kirchner prefiere controlar el tráfico de mercancías
con Brasil y otros países con un ejército de burócratas aduaneros y
luego tener otro ejército de burócratas controlando los
supermercados, ya que los burócratas aduaneros pararon justamente a
la mejor arma para controlar los precios, las mercaderías más
baratas. Esa es la esencia de los gobiernos populistas y este es el
lado oscuro del gobierno de Kirchner: desconfianza a los
comerciantes, desconfianza a los empresarios, desconfianza a las
empresas multinacionales, desconfianza a los países vecinos,
desconfianza a los países lejanos y poderosos, desconfianza a sus
empresas. Todo esto es lo opuesto que hace falta a la Argentina para
crear un entorno de éxito. Para llegar a ser lo que la Argentina
puede ser, un país con el ingreso medio similar al español y no un
cuarto del mismo, pésimamente distribuido.
Martín
Varsavsky, Empresario. La columna fue extraída del blog “Bitácora de
un emprendedor”:
spanish.martinvarsavsky.net |
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05 de Enero de 2007
Somos caballos y nos
gobiernan caballos
Esmeralda y
Corrientes, 5 de la tarde. El calor es insufrible y los estruendos
de la calle felizmente se demoran en las dobles ventanas del
restaurante del Maipo. En ese primer piso sofisticado, en blanco y
negro, y con las luces más bajas por el calor, Enrique
Pinti resume, con su típica inteligencia pragmática y deslumbrante,
esta nueva obra que fascina a los porteños. —Mirá,
El pingo argentino es un
espectáculo que yo venía rumiando desde hace tiempo
–explica Enrique–. Aunque, bueno, las que rumian son las vacas... En
fin, relinchando para mis adentros. Yo considero que el
caballo es una cosa muy argentina y nos define en varios sentidos.
Primero, porque somos como caballos en muchos momentos de la vida.
Segundo, porque elegimos caballos. Tercero, porque nos gobiernan
caballos... Y toda esta lista es como un insulto al
caballo, que es un animal muy noble y también representa a lo mejor
de la Argentina. El purasangre argentino, de fama mundial, ese
caballo que hace que vengan los ingleses a buscarlo para sus juegos,
con familias reales que se mueren por ellos, es un poco este país.
La gente lo considera un país enorme, maravilloso, increíble, con un
montón de recursos. Un país purasangre, como también lo es el “pingo”.
Fijate, está el costado del turf, de Gardel, de
Leguizamo, que pinta de cuerpo entero al hombre porteño y que
finalmente es la imagen que da vueltas por el mundo. —El “paquetón”
en el Hipódromo... —Desde ya, y mezclado con la
corrupción que significa drogar a un caballo para que gane. O sea
que el caballo también aparece en las primeras transfugadas
argentinas. Por supuesto que es también el del indio, el del gaucho
y el del arado primitivo que forma la riqueza del país. El del
malón. Por eso, para mí, el caballo es un símbolo muy
importante. Y si bien en el espectáculo yo no analizo todos estos
aspectos, sino algunos, me pareció que unir la realidad argentina
con un caballo no era para nada absurdo. Cuando me
preguntaban: ¿Pero qué vas a hacer? ¿Qué estás preparando?, yo no le
podía contar todo esto a la gente. Después lo fui organizando y
vuelvo a relatar entonces la misma historia que he contado toda la
vida, desde Salsa criolla, y aún antes. Eso de la paradoja
permanente: ser un país rico, pero anotándonos como uno pobre;
subdesarrollado en ciertas cosas y muy avanzado en otras.
País contradictorio con un perfil muy importante en ciertos
temas y ninguno en otros. Un país sin demasiado apego a sus
tradiciones, como sí tienen otros países del Tercer
Mundo. Una tierra con aspecto cosmopolita, cosa que a
veces nos ayuda y otras, nos hunde... —Todos
los temas que tenés siempre en el corazón... —Sí,
pero utilizando la metáfora del país-pingo-purasangre
montado por gente pesada, muy pesada. Gente que no lo
deja avanzar ni en un sentido ni en otro. Inapropiada. Yo, entonces,
me personifico en ese jockey que no es un jockey: es un jinete con
chaqueta roja, tal como se ve en los afiches, y que tiene una mezcla
de inglés por cómo está vestido; de futbolero, porque lleva un gorro
con visera azul y blanca; de bacán, y al mismo tiempo de lumpen.
Está “puesto” sobre ese caballo, pesando 125 kilos y haciéndolo
morir. Es el lastre que lleva el caballo, el pingo argentino: ¡que
es el país! El pobre purasangre que está siempre jineteado, como te
decía, por gente pesada... Lo notable en Pinti es que con Salsa
criolla –excelente espectáculo– comenzó a hacer pensar a la
gente. Y hoy no solamente lo logra, sino que el público espera sus
observaciones y enojos como una flecha en el camino. —Sí –reflexiona
Enrique–, contar la historia... Yo creo que las cosas
hay que contarlas muchas veces. Cuando éramos chicos,
nuestras abuelas nos contaban
Caperucita Roja, La Cenicienta,
Blancanieves,
Pulgarcito o lo que fuera, 50
veces. Adorábamos que lo volvieran a relatar. Según lo contara tu
abuela, tu tía o tu papá, el cuento sonaba distinto, porque cada uno
de ellos daba una imagen diferente. O porque lo actuaban o lo
contaban muy rápido o simplemente acentuaban tal o cual escena. El
mismo cuento contado por esa cantidad de gente era el mismo cuento
y, a la vez, ¡tampoco era el mismo! Y yo vengo contando, desde
Salsa criolla, de muchas maneras, la historia argentina. El
Cabildo, la Escarapela, la Bandera. Qué pasó con Belgrano, con San
Martín, con Sarmiento. Y cada tanto vuelvo a hacer una revisión
diferente y lo cuento desde un distinto lugar, ¡con la sensación de
no haberlo contado nunca! Ojalá que al público le pase lo mismo y no
me diga: “¿Otra vez sopa?”.
—¡Con vos nunca es “otra
vez sopa”! Todos los que te seguimos sabemos que cada noche agregas
algo de tu vivencia personal al espectáculo... —Sí, por
supuesto. Siempre tengo “espacios” en los que yo puedo,
digamos, variar de acuerdo con lo que ocurra. En este
caso, por ejemplo, el monólogo de entrada del jockey, ahí, con el
caballo, narra todo lo que pasó desde el año 2000 hasta 2007 en el
mundo; porque el siglo XXI ha empezado, y no sólo para nosotros,
como el culo, con el tema del “corralito”. Es más:
cuando uno ve todo lo que pasó del 11 de septiembre al 11 de
marzo... Irak, Irán, bueno, todo eso, el “corralito”, que era algo
trágico para nosotros e incomprensible para el resto del mundo,
aparece como una cosa grotesca sin las consecuencias terribles que
tuvieron estos otros acontecimientos. Parecería como que
en un lado ocurre la “gran historia” (trágica, tremenda, injusta,
sangrienta, horrible), y en estos lares nuestros, en cambio, se
desarrolla la “historia bochornosa”, ¡la que te roba los ahorros y
te rompe la alcancía! Cosas tan raras... Y afuera dicen: “Pero ¿cómo
puede ser? Ustedes, que no tienen los problemas enormes que tienen
otras sociedades, consiguen lo más difícil y no pueden tener lo más
fácil, que es la mínima confiabilidad de un sistema que diga ‘bueno,
la plata la voy a poner en el Banco para que esté bien segura’”.
Sobre todo, si son los bancos nacionales... En fin, a
nosotros nos azotó 2001, pero si lo comparamos con lo ocurrido en el
resto del mundo... Entonces, yo hago una especie de análisis y en
ese primer monólogo, lo del mundo puede seguir. Y lo de aquí; es
decir, lo que escribí en septiembre de 2006, tiene menos vigencia y
lo voy a tener que cambiar. Porque, mirá, hay cosas que quedan
siempre fijas. Por ejemplo, el bochorno de cada una de
las personas que gobierna. No me refiero solamente a los
presidentes, sino a los destacados ministros de áreas como
Educación, Salud, Interior y, sobre todo, ¡Economía! Hay cosas que
no se borran. Por ejemplo, el autoritarismo de Kirchner cuando, como
dicen los gallegos, “se le va la olla de la cabeza” y empieza a
gritar; a llegar tarde a todos lados; a mandarse faltazos a las
citas, etc. Todo lo que sabemos sobre su mala educación. Eso va a
quedar por más que él haga cosas mejores o peores, según mi modesto
entender. Por lo tanto, yo tengo una sección dedicada al Presidente,
al que identifico como un Pingüino que se cree Luis XIV y que mira
lo más fijo que puede y que se enoja con todo el mundo. Es el
“pingüinis irritábilis”. Y la Reina Cristina... bueno, ¡es algo más
que una marca de medias! ¿No te acordás, cuando éramos chicos, que
era una marca, con una mujer divina sentada sobre un caballo que
mostraba las piernas? —Por supuesto. Y venían en sobre
rojo... —Entonces, esas características que son
aparentemente exteriores te indican una manera de encarar el poder
desde el Gobierno. Y esto, claro, figura en el monólogo. Y no va a
variar. Lo que seguramente, en cambio, va a permanecer,
para bien o para mal (y esperemos que sea para bien, pues al país le
conviene) es la observación de cuánto meten la pata los funcionarios
de manera imperdonable o no. Pero no solamente me ocupo
de ellos, sino también de la oposición, que es un abanico lamentable
de estúpidos que, con todo respeto, porque yo tampoco me creo tan
pícaro, dan pena. Y dan pena porque cuando quieren discutir los
errores u horrores del Gobierno, discuten mal, porque lo hacen desde
la reivindicación de otras teorías que han fracasado
estrepitosamente en nuestro país. Entonces, cada vez que Kirchner se
manda un delirio populista, ellos vienen con un delirio privatista
de cuarta categoría, que ya se hizo en el país bajo todas las
posibilidades: con dictadura, con democracia, con un gobierno más
social, con otro más autoritario. Desde el señor
Alsogaray y el señor Frigerio, ya todo se hizo. Y si no lo hicieron
ellos, lo intentaron a través de sus representantes o de la gente
que pusieron en el poder, ¡nunca funcionó! —Y, según vos, ¿qué
tendría que hacer, entonces, la oposición? —Te voy a
explicar. Como nunca funcionó, cuando uno tiene que oponerse a un
delirio populista o a una barbaridad cualquiera, tiene que moverse
con medidas muy concretas que no se hayan aplicado nunca en la
República Argentina. ¡Aunque estén en los libros de economía! Pero
¡es que no se puede decir alegremente, como dice Menem: “Hay que
volver al uno a uno y dolarizar!”. De sólo pensarlo se te paran los
pelos... Y los otros, los que no se atreven a decir semejante cosa,
se refieren sinuosamente a “ese tipo de cambio”. Entonces, otra vez,
etcétera... Te digo: una de las pocas cosas importantes que tuvo la
devaluación es que trajo alrededor de cinco millones de turistas y,
por consiguiente, un desarrollo que significa puestos de trabajo y
una buena imagen de la República Argentina, porque yo viajo por el
mundo y todo el tiempo me dicen que se quieren comprar un
departamento en Buenos Aires... —En cada esquina aparece
un gringo... — Están por todos lados, porque
de verdad descubrieron que éste es un país fantástico.
Tenés una entrada maravillosa que es Buenos Aires y después tenés el
Sur, donde parece que te atienden muy bien. Tengo un montón de
amigos españoles que han venido a hacer todo lo de Caleta Olivia y
lo de las ballenas y dicen que no solamente las ballenas son
extraordinarias sino: “¡Hombre! Nos tratan bien. Con gentileza.
Hemos ido a muy buenos hoteles. Todo el mundo tiene una sonrisa
amable”. Y yo me pregunto: ¿pero qué pasó?, ¿los operaron? Yo tenía
una visión completamente distinta: “A ver, ¿qué quiere?, ¿qué le
importa?”, etcétera. Todo lo que sabemos. Parecería que una de las
pocas cosas positivas que trajo esa crisis es que alguna gente se
puso las pilas. Como te decía, empezando por Buenos Aires,
maravillosa, cosmopolita, increíble. Si me gusta la ópera, tengo el
Teatro Colón que, olvidando a todos los intendentes que querríamos
matar, visto de afuera es una cosa impresionante, aunque a nosotros
nos parezca que tendría que estar mil veces mejor. Y al que le
gustan las comedias musicales y no entiende inglés, puede ver aquí
Los productores, Chicago, Cabaret o lo que quieras, con una puesta
en escena espectacular. También te digo que la gente gay viene a
Buenos Aires porque consideran que es una ciudad “amigable” para
ellos, con hoteles específicos y todo. A mí me parece que todo eso
se pudo hacer por el 3 a 1. La primera razón por la que vino esta
gente es porque es barato. —En general...
—Sí, ya sé: están los vivos de siempre, que empiezan a
ajustar los precios sin entender que entonces todo ese turismo va a
dejar de venir. Entonces, digamos que una de las cosas
que trajo ese dólar presumiblemente demasiado devaluado se traduce
en bandadas de turistas que no arreglan el problema básico de la
Argentina. Pero cuando escucho a la oposición decir que el sistema
de cambio no sirve, me agarro la cabeza. ¿Les servía más el 1 a 1
porque se podían ir “pa´fuera” y cerrar las industrias nacionales?
¡Realmente no entiendo a la oposición! Se les ve mucho el plumero,
como dicen los gallegos. En seguida se nota lo que quieren hacer.
—Por ejemplo, ¿qué quiere hacer Macri? —¿Macri?
No sabe. ¡Lo que él quiere es ser presidente! Eso sí es cierto. Pero
no sabe si aliarse con Lavagna o con López Murphy o con algún
peronista o qué sé yo... Sabe que él solo no da. Necesita aliarse y
no sabe con quién. —¿Y la doctora Carrió? —
Lilita dice cosas que a mí me desorientan.
Por ejemplo, decir que el problema del campo no se resuelve porque
Kirchner está resentido contra los ganaderos porque son ricos, es
una cosa que nunca pensé escucharle a Lilita. Lo puedo escuchar de
una María Julia, pero no de ella. “¡Está resentido porque odia a la
gente millonaria!”: eso lo puede decir la gente millonaria, los
representantes de la Rural. “Claro, ¡este tipo nos tiene bronca
porque está en una chiripiorca comunista con Chávez y nosotros, que
de alguna manera significamos la oligarquía!” Pero que Lilita diga
que es por eso... En fin... Creo que la actitud del Gobierno con el
campo es absolutamente desacertada: las retenciones no tienen razón
de ser porque el tipo que está en el campo tiene la vaca a un
precio, y todos los intermediarios son los que se están haciendo
millonarios con eso. La gente de campo, al lado de lo que gana el
resto, termina cobrando dos pesos por la crianza y la manutención de
ese animal. Te repito que las retenciones están absolutamente de
más. —¿Y los radicales? —Los radicales, como
dijo nuestro amigo Nik, ¡se dividen como para demostrar que el átomo
también se divide! Cuando quedan dos o tres en el padrón, resulta
que aparecen los pro-K, los contra-K, los requetecontra-K, y ahora
algunos se van para el lado de Lavagna. En fin, no se han dado
cuenta de que son un grupito y que no pueden avanzar hacia ningún
lado. —Supongo que tu “pingo” también ve que el
“pingüino” va rumbo a la reelección. —Aparentemente, sí.
Lo que pasa es que el pingo está muy confundido porque
por un lado dicen que va a estar Cristina y no va a estar él. ¡Lo
cual no se lo cree nadie! Eso implica dos cosas: primero, una total
pobreza de la paleta política para que la gente elija otra cosa
fuera de lo real e importante que significa una alternativa
superadora; y segundo, es muy peligroso, porque la acumulación de
poder y la eternización en el poder no son cosas buenas.
Nuestra Constitución otorga 4 años y 4 más, y me parece que 8 años
no es una tragedia como si fueran 12. Lo de Misiones demuestra que
hay capacidad de reacción. Cuando una provincia argentina se plantea
tranquilamente que lo de la reelección perpetua es una barbaridad,
es una buena señal. A lo mejor se le puede ocurrir a Chávez. Pero
Chávez tiene otro esquema, otra historia y viene de otro lado. A
nosotros, después de tanta dictadura y veintipico de años de
democracia, no se nos puede decir tranquilamente que tiene que haber
una reelección permanente, ¡porque eso es la antítesis de la
democracia y no tiene ningún sentido! Enrique se indigna. Y con
razón. Pero también queremos llevarlo a esos recuerdos de infancia
en el que una solícita mamá lo esperaba todas las tardes, al
terminar la escuela, con el Vascolet y las vainillas. —Ese fue el
tiempo de un chico que nunca se imaginó que podría ser un referente
–explica ante nuestra insistencia con lo de la referencia–, pero sí
alguien del espectáculo. Cuando tenía 7 u 8 años, soñaba que iba a
tener un éxito extraordinario, ¡con la gente aplaudiéndome de pie!
Lo que pasa es que yo pensaba también en grandes representaciones
como Hamlet o Romeo y Julieta o comedias musicales. ¡Qué sé yo! Me
aplaudían, en mis sueños, por mis interpretaciones, pero nunca me
imaginé que los monólogos tendrían tanta vigencia. Por ahí en el
’68, cuando yo estaba en Nuevo Teatro, apareció alguien que tiraba
las cartas y me dijo: “Tu opinión va a pesar mucho en la política
del país. Tené cuidado, porque esa opinión también te va a generar
inconvenientes, enemigos. Te van a perseguir (lo cual no ocurrió,
gracias a Dios)”, pero pensé que el tipo estaba loco. Nunca me
imaginé que podría ser un referente. De todas maneras, yo no soy un
referente verdaderamente intelectual, filosófico e importante. La
gente me toma como un cronista de la realidad con cierta agudeza y
sagacidad. No más que eso. Y me encanta que sea hasta ahí nomás. Yo
soy sólo Enrique Pinti,
en un reportaje de Magdalena
Ruiz Guiñazú |
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04 de Enero de 2007
Arbitrariedades
presidenciales
Habría que
detenerse un instante en el discurso de Kirchner. Esas palabras
marcaron las claves políticas del momento dramático y reiteraron
ciertas arbitrariedades que el Presidente comete con la historia.
Veamos cuales: volvió a presentar las leyes de Obediencia Debida y
Punto Final como una claudicación de Raúl Alfonsín. Cree que esas
normas y el final de Semana Santa (1987) signaron el fracaso del
caudillo radical. Contrapone a esa debilidad su determinación para
enfrentar ahora a los sectores que desafían su política sobre
derechos humanos. Una deducción señala que López y Gerez son
testigos en juicios contra ex comisarios de Buenos Aires (Patti y
Etchecolatz). Esa deducción no alcanzaría para formar una opinión
definitiva. Pero Kirchner resolvió incluir en el mensaje televisivo
a modo de señal el nombre del ex intendente de Escobar. El
Presidente disfruta de un fin de año generoso. Una economía con
cifras que galopan. Un tiempo electoral que despunta promisorio.
Aunque los casos de López y Gerez deberían servir de lección: la
política nunca tiene un curso previsible.
Eduardo Van Der Kooy, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Las
mutaciones constantes de los políticos
Extraño caso el de Daniel Scioli. Ha sido menemista, duhaldista y
kirchnerista sin que nadie haya tomado mal sus sucesivas
metamorfosis, lo que en el antropófago mundillo político de la
Argentina es un auténtico milagro. Además, pocos dudan que Scioli,
con el desparpajo que siempre lo ha caracterizado, podría aliarse
mañana con Mauricio Macri, Ricardo López Murphy, Roberto Lavagna,
Elisa Carrió o cualquier otro presunto presidenciable de la derecha,
izquierda o centro, aunque tal vez en adelante no tenga ninguna
necesidad de acoplarse a tales figuras puesto que parece ser
perfectamente capaz de recoger por sí solo los votos suficientes
como para mantenerse en la cumbre. De tomarse en serio las encuestas
de opinión, Scioli ocupa el tercer puesto en la liga política
nacional detrás de los integrantes de la pareja presidencial, pero
es legítimo sospechar que no le costaría mucho trepar al segundo y,
de cansarse la gente del estilo atrabiliario patentado por Néstor
Kirchner, erigirse en el más popular de todos.¿A qué se debe tanto
éxito? En parte a la amabilidad que le permite congeniarse con una
variedad extraordinaria de personas, desde empresarios
norteamericanos hasta progresistas criollos que se sienten en guerra
contra el imperio, desde las damas de la oligarquía más rancia hasta
los toscos intendentes del conurbano bonaerense. A diferencia de su
jefe actual, Scioli no suele ofender a nadie. Antes bien, les brinda
a los interlocutores de turno la impresión de que entiende muy bien
sus preocupaciones y que se dedicará en seguida a solucionar los
problemas que los obsesionan. Se trata de un talento que para un
político profesional es muy útil y que muchos procuran cultivar,
pero que a juzgar por su trayectoria el vicepresidente tiene
inscrito en su código genético. Otro motivo
del éxito evidente de Scioli consiste en que sus congéneres
propenden a subestimarlo, a imputar su ascenso a nada más que la
suerte. Puede que estén en lo cierto quienes piensan así y que en
efecto Kirchner haya obrado bien al aceptarlo como compañero de
fórmula en el 2003 por querer verse acompañado por un hombre que
nunca jamás soñaría con tratar de hacerle sombra, pero la verdad es
que a esta altura sorprendería que Scioli no haya fantaseado con
aprovechar su buena imagen aspirando a algo más que la
vicepresidencia seguida, es de suponer, por la gobernación de la
Provincia de Buenos Aires. Al fin y al cabo, se creen
presidenciables muchos políticos cuyos índices de popularidad apenas
llegan al diez por ciento del ostentado por él. Scioli jura que no
le interesaría subir otro peldaño, pero ocurre que hasta los
políticos más ambiciosos siempre hablan de esta manera.
Se dice que Kirchner es muy consciente de que tarde o
temprano la moda política cambiará y que después de la fase –que
espera resulte ser insólitamente prolongada– de predominio
populista, progresista y centroizquierdista que estamos viviendo
vendrá otra signada por el regreso de los conservadores liberales,
razón por la cual preferiría dar un paso al costado al fin del año,
dejando las tareas gubernamentales en manos de Cristina, para poder
concentrarse hasta el 2011 en reestructurar el PJ para que aquel
revoltijo variopinto refleje mejor sus propias prioridades. Sean
ciertas o no las versiones en tal sentido, el presidente no se habrá
equivocado si da por contado que el péndulo ideológico continuará
oscilando y que, tal y como están las cosas, es probable que los
próximos que sean beneficiados por sus movimientos sean los
centroderechistas. Para Kirchner y sus colaboradores, el eventual
repliegue así supuesto ha de ser motivo de inquietud: aunque sus
propias credenciales progresistas distan de ser convincentes, han
insistido tanto en exhibirlas que les sería difícil transformarse en
conservadores confesos. En cambio, para Scioli el asunto carecería
de importancia. Como ha mostrado en muchas ocasiones desde que
Carlos Menem hizo de él uno de los logros más notables de lo que
después se daría en llamar la transversabilidad, Scioli sabe flotar
por encima de las corrientes ideológicas. Si los vientos soplan
hacia la izquierda, los deja llevarlo a dicha zona política con la
misma tranquilidad que manifestaría si comenzaran a soplar hacia la
derecha. Puede suponerse que en el fondo tiene mucho más en común
con Mauricio Macri, digamos, que con Kirchner, pero no es hombre
para sentir angustia por pormenores de esta especie.A inicios de su
gestión, los kirchneristas, instigados por Cristina que es la
ideóloga de la familia, intentaron expulsar a Scioli del redil.
Fracasaron. El intruso optó por mantener un perfil bajo a sabiendas
de que sus verdugos en potencia no se arriesgarían provocando una
crisis constitucional fenomenal que podría costarles muy pero muy
caro. A partir de entonces, merced a la afabilidad por la que es
famoso, Scioli consiguió consolidarse hasta tal punto que, luego del
balde de agua helada que le tiraron los misioneros, a Kirchner se le
ocurrió que sería una idea genial postularlo para suceder en Buenos
Aires a Felipe Solá, la víctima más eminente del nuevo tabú
reeleccionista. Aquella maniobra sembró pánico en las filas
opositoras porque temieron que Scioli podría arrasar sumando los
votos de macristas convencidos de que pese a su cargo actual es en
realidad un centroderechista a los proporcionados por los peronistas
movilizados por la maquinaria clientelista bien aceitada del
oficialismo. También desconcertó a los porteños que hasta entonces
creían que Scioli se conformaría con probar suerte en su ciudad.
Todos concuerdan en que fue muy astuto de parte de Kirchner
persuadir al vice que le aguardaba un destino bonaerense. No sólo
logró desbaratar los planes de los macristas y otros que pensaban
que con Solá eliminado tendrían una buena posibilidad de adueñarse
de un distrito clave, sino que también tendió una trampa sutil a un
hombre que andando el tiempo podría ocasionarle muchos dolores de
cabeza. Por cierto, Kirchner no tiene intención alguna de repetir el
error de Menem que, cuando entregó Buenos Aires a Duhalde, le
aseguró que tendría bastante dinero como para manejarla con
comodidad además, claro está, de construir para su propio uso un
aparato político imponente. Si Scioli gana en la provincia, cuyas
finanzas ya están haciendo agua, dependerá por completo de la
largueza de la Nación, es decir, del ocupante de la Casa Rosada, de
suerte que no le convendría en absoluto emular a Duhalde tratando de
convertirse en un barón territorial con la capacidad de enfrentarse
con cualquier presidente. Además de salir
airoso del trámite electoral, antes de mudarse a La Plata Scioli
tendría que superar una barrera constitucional que en un país cuyos
dirigentes fueran más respetuosos de las reglas le impediría
presentarse. Pero aunque Chiche Duhalde y otros caciques opositores
están protestando con furia porque a menos que Scioli fuera un niño
tan prodigioso que alcanzó la mayoría de edad a los trece años no
tiene ningún derecho a aspirar a ser gobernador de su provincia, es
de presumir que los abogados kirchneristas sabrán demostrar que
sería groseramente inconstitucional tomar al pie de la letra lo que
dice con claridad la Constitución bonaerense. E incluso si, para
asombro de muchos, los bonaerenses deciden anteponer sus leyes a la
voluntad de Kirchner, éste por lo menos tendría la satisfacción de
ver caer a tierra a Scioli, si bien entendería que gracias a la
capacidad excepcional del vicepresidente para sobrevivir con
elegancia a desastres que hundirían a otros mortales, podría
recuperarse del traspié con rapidez inverosímil. Para Kirchner y su
esposa es sin duda frustrante la presencia cercana de un hombre como
Scioli cuyo atractivo se basa en que en opinión de los demás sus
atributos son radicalmente distintos de los suyos. No finge ser
progresista. Nunca es agresivo. Se lleva bien con Menem y, hasta
hace poco, con los Duhalde. No tiene por qué sentir odio por los
militares: es de suponer que como tantos otros adolescentes de su
condición fue amigo del Proceso durante al menos algunos meses. A su
modo, Scioli es un porteño típico de la clase media adinerada,
aunque para no levantar ampollas prefiere definirse como "un
muchacho de barrio" sin ambiciones exageradas. Sea como fuere, es
innegable que la imagen que proyecta el ex deportista le ha servido
para convertirse en una de las estrellas más relucientes del
firmamento político nacional, una que, de apagarse ciertas otras,
podría brillar todavía más, lo que no necesariamente sería bueno ni
para él ni para el país porque gobernar la Provincia de Buenos
Aires, para no hablar de la Argentina, requiere cualidades que acaso
no posea. Si en realidad es tan liviano como le gusta hacer pensar,
los resultados de una hipotética gestión sciolista serían a lo mejor
mediocres; a menos que le sonriera la coyuntura, podrían ser
catastróficos.
James Neilson,
periodista ex-director del Buenos Aires Herald. |
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03 de Enero de 2007
Un demonio no sirve para salvarnos
de otro
La dinámica de
los conflictos circulares –los de pareja son el ejemplo más simple–
tiene un denominador común: cada parte sostiene que la otra la atacó
primero. Desatadas las hostilidades, se hace muy difícil discernir
quién comenzó, y poco importa ya. Como tampoco importa que la
guerrilla de Montoneros y ERP (un verdadero demonio) haya atacado
primero a las Fuerzas Armadas, como esgrimen los trasnochados que
piden amnistía, porque el Estado no puede convertirse en un demonio
para “salvarnos” de otro. Como se desprende de esta introducción, no
comparto el maltrato al que Kirchner sometió a Alfonsín y a los
integrantes de la Conadep, incluyendo el cambio del prólogo del
Nunca más, a causa de la teoría de los dos demonios. Pero me alegra
enormemente que la Argentina cuente hoy con fuerzas suficientes para
juzgar a todos los beneficiados por las leyes de Obediencia Debida y
Punto Final (el primer condenado de estos juicios fue “el Turco”
Julián, quien me torturó en El Olimpo). Así como Alfonsín hizo
historia al posibilitar el juicio a los comandantes de la dictadura,
nadie podrá quitarle el mérito a Kirchner de hacer lo mismo con los
más de mil acusados aún impunes. No me preocupa si Kirchner utiliza
demagógicamente el pasado para cubrir algunas de sus carencias del
presente; o menos aún, si elabora su sentimiento de culpa por no
haberse comprometido en la causa de los derechos humanos cuando
estuvieron más amenazados que hoy, sobre
compensando en el presente. Sí me preocupa la perspectiva
desactualizada con la que el Ejecutivo lleva adelante esta batalla,
que es una lucha de toda la sociedad y no sólo del Frente para la
Victoria. Jorge Fontevecchia, escritor.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Esto
terminará en Perón o con Perón?
El juez
Norberto Oyarbide catalogó los crímenes de la Triple A como de lesa
humanidad . El mérito de Kirchner es no haber hecho nada para frenar
una investigación que necesariamente recaerá en el peronismo. Cuando
el actual presidente inició la revisión del pasado, fue Eduardo
Duhalde el primero que dio un brinco: Esto terminará en Perón ,
vaticinó con acierto López Rega es una figura tétrica que cumplió
con ganas y vocación el rol criminal que le asignó la historia. Pero
¿podía un ministro sin atributos personales armar un ejército
paraestatal al margen de los dos presidentes que tuvo, Perón y su
esposa? Lo que era una conjetura se constituyó en una revelación
cuando la implicación de Perón en la Triple A apareció en el libro
El presidente que no fue , del actual diputado peronista Miguel
Bonasso. Bonasso constató que Perón farfullaba sobre fuerzas
paraestatales cuando se disponía a regresar al país y al poder. De
hecho, la primera víctima de la Triple A fue el entonces senador
radical Hipólito Solari Irigoyen; una bomba explotó en su auto, pero
él salvó su vida milagrosamente. Era noviembre de 1973. Perón vivía
aún. Murió siete meses después y lo sucedió su torpe esposa. Si la
tipificación de Oyarbide fuera definitivamente homologada, no
quedarán dudas de que fue el Estado el que cometió los crímenes de
la Triple A. La jefa del Estado de aquellos tiempos, aún con vida,
es la señora de Perón. Su futuro son los jueces. Esa, y no otra, fue
la razón por la cual Raúl Alfonsín resolvió en su momento que la
revisión del pasado debía comenzar el 24 de marzo de 1976. No
ignoraba la existencia de la Triple A ni las complicidades políticas
con esa organización terrorista. Simplemente debió ceder ante la
necesidad de cohabitar en el poder con el peronismo, que controlaba
el Senado y muchas provincias. Una parte importante del pasado
trágico quedó entonces sepultada por la necesidad política. ¿Sabe
Kirchner que la investigación de la Triple A podría terminar en
Perón? Lo sabe. Ojalá que no sea así. Es lo único que dijo. Isabel
Perón le importa menos, casi nada. Así, es un hombre que sólo espera
y que no está dispuesto a hacer nada para cambiar el predecible
destino. Joaquín Morales Sola, escritor |
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02 de Enero de 2007
Evita e Isabelita
El problema de Evita es que Perón estaba
demasiado vivo, y el de Isabel es que Perón estaba muerto.
Edí Zunino, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------"El
ciudadano tiene que salir de la minoría de edad"
El ciudadano tiene que salir
de la minoría de edad", reclamaba el filósofo Emmanuel Kant
(1724-1804) en su cátedra de la ciudad rusa de Kaliningrado.
Reencontré el texto hace poco y me volvió a sorprender su vigencia.,
decía eso hace más de 200 años", se sorprende.
"¿Y qué significaba para Kant la minoría de edad? Pues dejarnos
llevar por mandatos que vienen de afuera, por lo que nos dicen o nos
imponen. Ser como chicos y, lo peor, creer que esa actitud infantil
es la mejor, o la única posible".Comenzamos a transitar 2007, una
nueva oportunidad para crecer; para ser mejores, más libres, más
conscientes, más responsables, etcétera. La lista es interminable.
Entre otras cosas, en 2007 habrá nuevamente elecciones. Elegiremos a
los hombres y las mujeres que nos van a representar, que van a
defender nuestros valores, que en nuestro nombre van a crear leyes y
hacerlas cumplir. ¿No es fabuloso? Sí que lo es, emociona pensarlo.
Sin embargo, y de buena fe, muchos argentinos piensan que la
política no tiene que ver con ellos. Unos días atrás, en uno de los
diarios más importantes del país se publicaron declaraciones de
viajeros preocupados por la amenaza de los asambleístas de Entre
Ríos de impedir la salida de barcos a Uruguay. Uno de ellos
sostenía, palabras más, palabras menos, que era injusto que los
asambleístas castigaran con cortes a gente inocente que no tenía
nada que ver con eso, que eran problemas políticos. Tremendo! Hay
estudios que sostienen que votamos de tres maneras: con el voto
castigo, el voto consuelo y el voto marketinero. Triste.No voy a
decir nada nuevo de cómo hay que votar. El consejo es tan viejo como
la creación del sistema: responsablemente. Dándole al hecho de votar
(elegir nuestros representantes) toda la importancia que tiene.
Analizando prolijamente la plataforma, la trayectoria y la
personalidad de cada candidato. No dejándonos influir por campañas
publicitarias que suelen destacar atributos que poco tienen que ver
con la capacidad de gobernar. Como que fulano es un novelista muy
leído, o un jugador de fútbol que defendió los colores argentinos, o
un actor que logró hacer llorar a multitudes, o simplemente un buen
vecino, un tipo simpático y divertido. Todas estas averiguaciones no
son difíciles: la mayoría de los buenos diarios las publican, y por
Internet se puede obtener fácilmente una información completa. Para
ser un buen candidato, Los griegos tenían un término muy lindo:
areté. ¿Qué significa areté? Es la virtud, la perfección, la
excelencia en la función, el arte. La areté del corredor de
distancia es ser veloz y resistente. La del maestro, conocer a fondo
su materia y poder comunicarla, enseñarla. Además, esto también se
aplicaba a los animales y los objetos: la areté de un buen cuchillo
es cortar bien, tener un buen filo y un diseño adecuado. Ahora bien,
¿cuál sería la areté del político? Evidentemente, ser un gobernante
altamente eficiente, honesto, lúcido, muy comprometido con la tarea
para la que ha sido elegido. Que tenga muy claro que está donde está
para defender los intereses de los gobernados y no los de una
corporación. Pero hasta aquí, todo lo que hemos discutido es para el
tiempo previo a la elección. Recuerdo a la gente batiendo cacerolas
al grito de ¡que se vayan todos! ¿Y después? Siguieron todos, luego
todos olvidamos, guardamos las cacerolas, e incluso pensamos que
nuestra actitud había sido algo desmesurada. Como siempre, se siguió
prometiendo una inteligente e inalcanzable reforma política como
solución definitiva para todos los males. La historia está llena de
ejemplos de brotes rebeldes contra cosas que luego pasan a ser sólo
recuerdos para divertir la sobremesa. Una vez que los representantes
fueron elegidos, ¿cuál tendría que ser nuestra actitud? Por
supuesto, no puede ser pasiva, no se puede bajar los brazos. Hay que
evitar la indiferencia, el frustrante no te metás. Seguir la
gestión, controlar, exigir el cumplimiento de lo prometido en el
programa por todos los medios a nuestro alcance. Por ejemplo,
mediante algo tan próximo, eficiente y económico como las cartas de
lectores.
En muchos políticos, no vamos a decir que en todos, hay una
confusión entre los medios y los fines. En realidad, conseguir el
poder es el medio que da la Constitución para poner en práctica las
propuestas que permiten el buen gobierno de la polis. Pero muchos de
ellos simplifican las cosas al máximo y creen que alcanzar el poder
es un fin en sí mismo. El segundo paso es incrementarlo, y entonces
llegamos al absurdo de creer que cuanto más poder acumula un
político, mejor gobernante será. Diana Cohen
Agrest, hizo el doctorado en Filosofía en la UBA y un
magister en Bioética, en el Center for Human Bioethics, en la
Universidad de Monash, Australia. Es profesora universitaria,
investigadora y autora de varios libros; entre ellos, el reciente
Inteligencia ética para la vida cotidiana.
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Notas 2006
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