Pensadores y personalidades...

30 de Abril de 2007

 

La iglesia pide transparencia
La Conferencia Episcopal Argentina, que preside el cardenal Jorge Bergoglio, pidió hoy

una "gran transparencia" para el próximo acto eleccionario y exhortó a "alejar las prácticas demagógicas y las presiones indebidas como el clientelismo y la dádiva, que desvirtúan su profundo significado y degradan la cultura cívica".
El plenario de obispos también exigió políticas de Estado porque advirtió que " una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace su economía sino, sobre todo, cuando madura en su capacidad de diálogo y en su habilidad para gestar consensos".

La Iglesia dio a conocer un documento bajo el título Exhortación sobre el compromiso ciudadano y las próximas elecciones, tras las deliberaciones de la 93º Asamblea Plenaria del Episcopado, que sesionó desde el lunes en la Casa de Ejercicios del Cenáculo-La Montonera, de Pilar.
Las máximas autoridades de la Iglesia católica afirmaron que son "conscientes de los pasos dados para superar la crisis en la que habíamos caído. Sin embargo -aclara el documento-, no podemos dejar de atender a la profundidad de la misma. Esta, si bien

tuvo consecuencias económicas y sociales muy graves, viene de vieja data y tiene sus profundas raíces en el individualismo y en el relativismo que distorsionan la concepción

de la vida humana y de la convivencia".

La Iglesia enfatiza que "de allí la necesidad urgente que todos los argentinos y, especialmente los cristianos, descubramos mejor nuestra vocación por el bien común, y así nos convirtamos 'de habitantes en ciudadanos', corresponsables de la vida social y política, a lo que nos ayuda el conocimiento y la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia".
En referencia a las elecciones, los obispos de la Conferencia Episcopal consideraron que "este año, marcado de manera particular por las elecciones, es una ocasión propicia para que hagamos un examen serio de nuestro comportamiento social".
También para que "analicemos cómo es el cumplimiento de nuestros deberes y la exigencia de nuestros derechos, sea como simples ciudadanos, sea como autoridades llamadas a ejercer la función para la que son elegidas".
"El acto eleccionario requiere el conocimiento de las propuestas y el pleno ejercicio de la libertad del ciudadano. Esto compromete al que se postula, quien debe definir claramente su programa de acción política, y al que debe votar, a informarse debidamente de la probidad de los candidatos y de la dimensión ética de sus propuestas", evalúan.

En el texto se sostiene, además, que "es obligación del ciudadano controlar la gestión

del gobernante".
La declaración de la Iglesia plantea "algunos desafíos a tener presentes", como "la vida" que "es un don de Dios y el primero de los derechos humanos que debemos respetar. Corresponde que la preservemos desde el momento de la concepción y cuidemos su existencia y dignidad hasta su fin natural".
El documento aborda también "la inclusión", un tema sobre el que señala que se debe " priorizar medidas que garanticen y aceleren la inclusión de todos los ciudadanos".

"La pobreza y la inequidad, no obstante el crecimiento económico y los esfuerzos realizados, siguen siendo problemas fundamentales. Toda gestión social, política y económica debe estar orientada al logro de una mayor equidad, que permita a todos la participación en los bienes espirituales, culturales y materiales", afirma.
En el texto también se analiza "el federalismo", aspecto sobre el que dice que hay "promover el verdadero federalismo, que supone el fortalecimiento institucional de las Provincias, con su necesaria y justa autonomía respecto del poder central".
"Los poderes del Estado se ennoblecen cuando consolidan la estructura federal y republicana del País", subraya la declaración.

En cuanto a las "políticas del Estado", indica la declaración de la Iglesia que "la experiencia nos ha enseñado que una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace su economía, sino sobre todo cuando madura en su capacidad de diálogo y en su

habilidad para gestar consensos que se traduzcan en políticas de Estado, que orienten hacia un proyecto común de Nación. Este sigue siendo un fuerte desafío para nuestra democracia".
La declaración evalúa también que el " país sufre todavía fragmentación y enfrentamientos, que se manifiestan tanto en la impunidad, como en desencuentros y resentimientos".

"Nos queda pendiente la deuda de la reconciliación. En este sentido, el Papa nos recuerda que 'las condiciones para establecer una paz verdadera son la restauración de la Justicia, la reconciliación y el perdón", apunta.
Por último, los obispos sostienen que el "más vivo deseo es que el período de conmemoración del bicentenario, que celebraremos entre el 2010 y el 2016, nos

encuentre fortalecidos en un espíritu común, donde la reconciliación de los argentinos genere finalmente un ambiente de verdadera paz y amistad social". Agencias Télam y

DyN
 

 

27 de Abril de 2007

 

La cínica inclusión digital
“La inclusión digital es cínica cuando muchos son analfabetos…No es sólo un tema

técnico, que se soluciona distribuyendo PC en las escuelas…Internet debe aprenderse a usar como instrumento crítico y no de manipulación…Hay una tendencia en la web hacia

el solipismo: la gente se reúne para no escuchar al otro…En América Latina es necesario dar una nueva sustancia a la vida política. Pero es un tema árido”. Bernardo Soj, historiador y sociólogo uruguayo. Extracto Diario Perfil, 25 de Marzo de 2007.
 

 

26 de Abril de 2007

 

“El fin del industrialismo”
“Es menester que el interior copie de la ciudad de Buenos Aires, no su mala educación, sino su modelo productivo…Mientras aquí se sigue creyendo que la globalización y la sociedad de la información son mitos neoliberales…El actual crecimiento sin desarrollo

es la cara económica de un progresismo sin progreso, que no mira al futuro…Ya no es lo mismo producir alfileres que aviones, aunque la mentalidad industrialista ponga todo en

la misma bolsa”. Fernando A. Iglesias, columnista de Revista Noticias, 24 de Marzo de 2007.
 

 

25 de Abril de 2007

 

"Ser extranjeros hoy nos define"
Según el escritor francés Jean-Marie Le Clézio, narrador viajero considerado "inclasificable" por la crítica, el traspaso de fronteras representa la experiencia contemporánea más universal
Su patria es la lengua francesa, y su hogar, la literatura. Sin embargo, Jean-Marie

Gustave Le Clézio -uno de los más conspicuos exponentes del quehacer literario galo y trashumante de diversas culturas- afirma que esa lengua francesa, que utiliza para escribir, "está alimentada por sus lecturas, los ruidos de la calle y de un modo de mover los labios al hablar. Uno no escribe sólo con palabras, también lo hace con los gestos".

Para no quedar fuera de la actualidad, el fascinante escritor opina que la puja entre los candidatos presidenciales franceses Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal es una novedad

en sí, pues representan a dos minorías en la política gala: el primero, porque desciende

de un inmigrante. Y la segunda, porque es mujer.
La traducción de dos de sus más de 30 libros al español - El africano y Urania , que vino a presentar a Buenos Aires- es una gran noticia. La segunda buena nueva es que dos sellos independientes argentinos -Adriana Hidalgo Editora y El Cuenco de Plata- se jugaron a acercar su obra a los lectores locales.

El escritor, nacido en Niza en 1940, volvió al país luego de 24 años. Su última visita fue

en 1983. "Buenos Aires era entonces una ciudad triste y gris, como ocurre después de las guerras. Hoy la veo joven, alegre y muy moderna", dice este narrador multicultural,

antes de que la mundialización se inventara, y global, antes de que los capitales viajaran sin pasaporte. Ha vivido en más países de los que puede contar, menos en Francia, a la que vuelve cada vez menos. Su residencia actual está en Nuevo México, Estados Unidos.

Le Clézio se presentará hoy a las 19 en la Feria del Libro.

-¿Por qué un hombre tan tolerante vive en el país que gobierna George W. Bush?

-La cultura norteamericana es más abierta y menos racista que la europea. Yo vivo en un Estado demócrata, que se ha opuesto a la guerra de Irak y cuya preocupación es mejorar la vida de la gente. Bush es un accidente en esa sociedad.

-¿Cómo vive usted su condición de "escritor inclasificable", según alguna crítica?

-Ser inclasificable es confortable. La clasificación es difícil para los seres humanos, aunque para los insectos es posible. Quizá me consideran así porque no pertenezco a ninguna escuela literaria y tampoco he vivido en el corazón de París. Además soy indiferente a la crítica. No obstante, hay una crítica a la que no le interesa la clasificación. Soy así y la crítica no me impide dormir.

-¿Qué obsesiones alimentan su literatura?

-Escribir es una de ellas. Un biólogo francés decía: "La verdad tiene para mí el sabor de venganza". No quiero cometer el error de equivocarme sobre ella.

-¿Qué le ha permitido descubrir de usted esa verdad que explora en su obra?

-En mi primera etapa como escritor, la búsqueda de la verdad era un trabajo difícil y exigente, tenía mucho de obsesivo. Descubrí la autofascinación de la escritura, pero me enfermé. Estuve ausente de mí un largo tiempo. Por eso me fui a vivir a la selva de Panamá, con los indios, y pasé tiempo sin leer ni escribir, aislado por completo de la vida intelectual. Después de ese experimento cambié por completo la forma de investigar

sobre mí, lo hago con más distancia. Empecé a considerar más a los otros.

-¿Qué le dio esa escritura?

-Lo que me había faltado: gozar del mundo, vivir el entusiasmo por la vida, hallar el

placer de encontrarse con los otros y el disfrute del mundo natural. Antes yo escribía sobre el pequeño infierno de las ciudades. Luego me interesé por aspectos más precisos de la vida.

-¿Cómo logra usted que uno se reconozca en esa condición de extranjero que habita en El africano y en Urania ?

-La condición de extranjero hoy nos define como humanos, pese a que vivimos en sociedades en las que el hogar, las fronteras y las leyes sociales son importantes. Lo que se llama mundialización es el invento de un ser humano nuevo que supera las fronteras y se comunica de diversas maneras nuevas. Un extranjero es alguien que puede imaginar los otros mundos y puede trasladarse a otras civilizaciones. En el mundo actual no existe choque de culturas. Hay un poder central del mundo industrial y tecnológico, pero las culturas se resisten a ese poder y se afirman en su medio. Ese enfrentamiento responde

al esfuerzo por sobrevivir.

-¿Por qué Francia no vuelca su riqueza multicultural en la literatura y en la prensa?

-Francia no tuvo la suerte de países como los de América Central o del Sur, que aceptaron una inmigración sin prejuicios. Alemania, España, Italia y Francia se congelaron en un autorrespeto de su historia, y eso es ilusorio. Ahora construyen murallas mentales para impedir la mezcla, pero ésta es una corriente natural. Son sociedades que se vuelven más racistas, más xenófobas.

-¿Cómo recuerda el lenguaje de su infancia?

-Durante la infancia uno aprende un lenguaje que no olvida, es un lenguaje sin palabras.

El niño no sabe qué es la longitud del tiempo, porque vive con intensidad el presente. En

la infancia se pueden hasta inventar palabras. El vocabulario no está encerrado en enciclopedias. Lo más preciso es lo que se siente. Eso es un tesoro infalible. Reproducción de LANACION.com.ar, 24 de abril de 2007.
 

 

24 de Abril de 2007

 

Por políticos que hagan por la sociedad
La Red de Acción Política (RAP), es una organización que busca fomentar la interacción constructiva entre la clase dirigente y la ciudadanía. Hasta el momento, 67 políticos han recibido algún aporte de esta ONG en forma de becas, cursos o seminarios especialmente dirigidos a atender los flancos débiles de cada uno de ellos.
Además de brindar programas de capacitación globales, la organización cuenta con un programa de "mentorazgo" por el que trabaja en forma individual con cada político RAP, para determinar las necesidades de su plan de acción política y articular, desde la Red,

los apoyos necesarios para llevarlo adelante.
La ONG también ofrece becas académicas. La candidata a vicejefa de gobierno por Pro Gabriela Michetti, el diputado cordobés Daniel Giacomino y el secretario de Planeamiento de Curuzú Cuatiá, Carlos Rubín, han sido algunos de sus beneficiarios y, mediante ella, asistieron al Programa de Gobierno para el Desarrollo de Líderes de Comunidades

Locales que Juan José Llach dirige en la Escuela de Dirección y Negocios IAE.

Aunque focalizada en el fortalecimiento de la clase dirigente, también podría decirse que RAP es el modo que encontró su presidente, Alan Clutterbuck -hijo del desaparecido empresario Rodolfo Clutterbuck- para canalizar el impacto que el secuestro de su padre dejó en su manera de pensar el país. Sin embargo, el proceso que lo llevó a involucrarse en la búsqueda del cambio fue, según él mismo dice, más lento.
"Todo el secuestro de mi padre fue complicado porque, más allá del dolor en sí mismo,

la realidad es que lo secuestró la famosa banda de los comisarios, que son delincuentes que usaban su uniforme para delinquir. Un horror Además, se trataba de gente que había participado en el Proceso y que privatizó ciertas prácticas nefastas -explica Clutterbuck-. La verdad es que a mí esa historia me viene acompañando desde el 88 en adelante, pero lo que terminó de sacudirme fue ver cómo se terminó de destruir el tejido social. De golpe hay gotitas que rebalsan el vaso y por ahí diciembre de 2001 fue eso para mí."

Este licenciado en economía de 46 años recuerda que entre cacerolazos y patacones empezó a preguntarse qué futuro quería para sus hijos. Y descubrió que todas las respuestas posibles lo llamaban a comprometerse más. Entonces, hizo un primer intento de la mano de Patricia Bullrich, como miembro de su equipo. "Fue una experiencia corta, de seis u ocho meses -dice Clutterbuck-. Yo no tenía vocación de ocupar ningún espacio

de poder, pero la inercia interna estaba más focalizada en el acceso al poder; desde la disputa interna hasta la disputa externa. Y si no te interesa tratar de disputar esa parte, sino ayudar a debatir ideas, a construir alternativas, a generar propuestas, te encontrás complicado y no sentís que aplicás tu tiempo de una manera eficiente."

Pero, lejos de desalentarlo, la experiencia lo llevó a intentar el mismo objetivo pero por otro camino. Fue entonces cuando organizó RAP junto con un grupo de voluntarios.
"Es claro que los partidos políticos necesitan fortalecerse, mejorar, capacitar,

desarrollar liderazgos -dice-. Y creo que quienes no tenemos la vocación de ocupar espacios de poder, lo menos que podemos hacer es ver desde qué otro lugar podemos involucrarnos. Hacer nuestro aporte y ayudar a esta gente que, en definitiva, busca un país mejor. Porque dentro de la clase política hay mucha gente buena. Entonces, uno

trata de acompañarla, de ayudarla y de hacer que sean mejores en lo que hacen, porque eso nos ayuda a todos."

En 2003, cuando se cumplió su primer año de vida, RAP había logrado apoyar a doce políticos. La cifra creció a 25, 42 y 67 en los años siguientes. Para 2007 se proponen

llegar a noventa.
Al momento de seleccionar a un político para sumarlo al plantel de RAP, la ONG sólo

tiene en cuenta dos detalles: que se trate de una persona con un umbral ético elevado y

de la que se pueda presumir cierto protagonismo en los próximos quince o veinte años. Y si bien cree que nuestra sociedad es muy proclive a prejuzgar (en ocasiones sin motivo), Clutterbuck reconoce que el requerimiento de honestidad acota el universo de

candidatos a políticos RAP. "La experiencia argentina nos dice claramente que hay casos que han sido cuestionados por la sociedad. Y si uno mira las encuestas en las que la clase política tiene un porcentaje de aprobación de un dígito, es claro que la sociedad ve que en muchos casos, o en algunos casos, no hay vocación de buscar el interés general sino más bien el uso del poder en beneficio propio."

Uno de los objetivos estratégicos más importantes para esta organización es favorecer la amistad cívica entre los diferentes políticos que va sumando, más allá del partido al que pertenezcan y de su ideología. Para lograrlo, RAP organiza durante el año diferentes actividades (talleres, seminarios, debates, etc.) que facilitan el intercambio de visiones y experiencias entre legisladores, intendentes y funcionarios de Gobierno.

-¿Podría imaginarse un futuro en el que RAP sea una especie de sello de calidad política?

-Yo creo que sería peligroso porque eso implicaría decir que el que está adentro tiene sello de calidad y el que no forma parte de RAP no lo tiene. La realidad es que, en la actualidad, no tenemos la capacidad financiera ni operativa para acompañar y cobijar a más de los que hoy forman parte de la Red.

-Pero lo cierto es que sería saludable que en un futuro toda la clase dirigente tuviera, por ejemplo, la costumbre de escuchar varias campanas antes de tomar una decisión

-Sin lugar a dudas. De alguna manera, lo que buscamos con esto es ir construyendo

capital social, cambios culturales y, tomando algunos ejemplos, tratar de ayudarlos a catalizar más este proceso. Obviamente, esperamos que la capacidad de dialogar y

debatir no se dé sólo entre los políticos de RAP sino entre todos.

Es probable que el notorio desprestigio que sufre la actividad política en la opinión

pública sea una de las causas por las que la búsqueda de apoyo financiero continúe siendo, hoy, uno de los desafíos más importantes de la organización. De acuerdo con sus propios registros, durante el año último la ONG recibió aportes por 590.000 pesos, procedentes, en la mayor parte, de aportes individuales que oscilan entre los treinta

pesos y los cinco mil pesos mensuales.
"Tenemos que dedicar una parte enorme de nuestro tiempo para convencer a la gente de que ponga una fichita en esto -se lamenta su presidente-. A nosotros no nos interesa

tener una gran empresa que aporte un montón de plata. Preferimos un modelo donde tengamos muchos donantes de menor cuantía, tanto personas físicas como empresas. Me parece que lo que ha pasado en el país invita a que nos involucremos y tratemos de ayudar de alguna manera."

A pesar de las dificultades que implica la búsqueda de apoyo en una sociedad como la nuestra, mucho más propensa a pensar en sus derechos que en sus obligaciones, Clutterbuck -que confiesa ser un optimista nato- divisa las mejores perspectivas para dentro de veinte años.
"A nosotros nos encantaría ver consolidada, para entonces, una red de unos

cuatrocientos políticos en todo el país, veinte por provincia por ejemplo, que puedan mostrar que se puede llegar de una manera distinta, gestionar de una manera distinta. Tenemos que salir del pensamiento cortoplacista, sobre todo los que venimos del ámbito empresario, y lo que hay que hacer es pensar el país de los próximos veinte años, donde una elección es apenas un pequeño hito en ese proceso. Pero siendo conscientes de que

el proceso de transformación de un país que no ha sufrido una crisis sino un proceso de decadencia, llevará años.Column del 22-4-7 para Diario la Nación , reproducción parcial. Por Lorena Oliva para Diario La Nación, 22 de Abril de 2007.
 

 

23 de Abril de 2007

 

La ficción en la tumba
El 4 de septiembre de 1957 salió a la calle el número 1 de la revista "Hora Cero Semanal" y, en ella, las primeras tres páginas de una nueva historieta. Su nombre: El Eternauta. Desde ese momento y durante los más de dos años que duró, la saga —con el guión de

Héctor Germán Oesterheld y los dibujos de Francisco Solano López— torcería para siempre el rumbo de la historieta argentina.

Cuenta la leyenda que, ante el surgimiento de la nueva publicación, HGO había llamado

por teléfono a Solano para preguntarle qué historia le gustaría dibujar. "Haceme una de ciencia ficción", fue la respuesta. "El ya estaba gestando una historia que se iba a llamar El Eternauta, pero la pensaba para una novela", cuenta Elsa Sánchez, la viuda de Oesterheld. Sin embargo, allí fueron los guiones a pedido del dibujante: la trama de una invasión extraterrestre que tenía como epicentro Buenos Aires. Una obra en la que "se sintetizan y culminan todas las búsquedas del guionista Oesterheld en el campo de las posibilidades de la aventura", según afirma Juan Sasturain en su libro "El domicilio de la aventura".

¿Por qué tanto éxito? "Lo realmente logrado de 'El Eternauta' es una combinación en una historia tan profunda y conmovedora como atrapante y entretenida", sostienen Judith Gociol y Diego Rosemberg en el libro "La historieta argentina". Además, por primera vez, la acción ocurría en Buenos Aires. "Ver a los monstruosos gurbos rompiendo todo en el subte que iba a Catedral era impresionante", describe el guionista Carlos Trillo a Clarín.com. "Las batallas de la cancha de River y del Congreso Nacional nos dejaban boquiabiertos, igual que leer en las paredes de la ciudad los carteles de la reciente campaña electoral, que decían 'Vote Frondizi'", agrega.

"Yo tenía la suerte de leer 'El Eternauta' antes que nadie", explica Elsa Sánchez a Clarín.com. "El escribía con unos signos que sólo él entendía. Después los pasaba y me

los daba: 'Tomá, a ver si te gusta'. A mí nunca me gustó mucho la ciencia ficción, pero esa historia... ¡no lo podía dejar!", cuenta. "El Eternauta parece ser uno de esos casos en que el protagonista se despega de sus autores y vive sus propias reglas", dice Solano López. "En realidad, el ámbito en el que se desarrolla la saga es una especie de virtual mesa redonda en la que participan escritor, ilustrador, editor y público lector. Un verdadero diálogo, con acuerdos, desacuerdos, encuentros y desencuentros". ¿Es —como sostienen algunos— la mejor historia de ciencia ficción de la Argentina? Para Judith Gociol, coautora de "La historieta argentina" y de "Oesterheld, rey de reyes", que se publicará a fin de

este año en España, al menos "es comparable a los cuentos de Borges, de Bioy Casares".

Martín, nieto de HGO, afirma: "Creo que es muy simbólico que mi abuelo haya estado

—con la figura de Germán— dentro de la misma historieta, que ésta haya tenido ese final, la desaparición de mi abuelo, esa búsqueda de la familia... Es todo una ensalada, yo no puedo dejar de leerlo de una forma muy personal. Ese Continum (una dimensión paralela

a la que viaja el Eternauta) es ese limbo, ese estado de poca certeza en el que vivimos todos nosotros".

Durante la década del '60, Oesterheld asumió un compromiso político cada vez más claro

y firme. La versión de la vida del Che Guevara, en 1968, y una reescritura de "El Eternauta" con claras alusiones políticas contra los imperialismos, en 1969, fueron sólo botones de muestra de las opciones ideológicas por las que se había inclinado. En los

años '70, las cuatro hijas del narrador se habían volcado a la militancia política en la organización Montoneros, y él las había seguido. Redactó guiones para publicaciones

como "Noticias" y "El Descamisado", y fue miembro del comité de prensa de la agrupación. Para cuando se produjo el último encuentro con Elsa, en el bar "La Fragata", hacía tiempo que había abandonado su casa. "Al final, cuando ya andaba clandestino, yo creo que él era un personaje de esos a los que él estaba acostumbrado", cuenta su nieto. "Metía una moneda en los teléfonos públicos y ¡dictaba el guión entero! Era una cosa fascinante", añade.

El 27 de abril de 1977, Oesterheld fue secuestrado por un grupo de tareas de las Fuerzas Armadas. Según la declaración de numerosos testigos, pasó por los centros clandestinos de detención de Campo de Mayo, "el Vesubio" y el "Sheraton". En este último, estuvo

junto con otros intelectuales y artistas, como Roberto Carri y el cineasta Pablo Szir. Allí le pidieron que se hiciera cargo de una historieta sobre el ejército sanmartiniano. "Lo que hizo fue garabatear para ganar tiempo", cree Martín. Y se pregunta cómo puede ser que a nadie se le haya ocurrido hacer una película que recree la vida de su abuelo. También habla de los distintos proyectos de llevar al cine "El Eternauta", ya que ahora hay un proyecto de una productora italiana para realizar un filme. Cree que una adaptación cinematográfica no puede ser igual a la historieta, no puede ser una mera transcripción del cómic en la pantalla. "Por ejemplo, creo que no puede no incluirse en la película el final que tuvo mi abuelo, la desaparición", dijo Martín.

Para que nadie continuara la historia del Quijote con aventuras apócrifas, Cervantes decidió matar a su héroe. Oesterheld no lo hizo. Quizá por aquello del prólogo a "El Eternauta": "El único héroe válido es el héroe 'en grupo', nunca el héroe individual, el héroe solo". Juan Salvo sigue vivo y, de alguna manera, él también. Porque a historias como la suya no se les puede imponer desde afuera un punto final, como las bestias pretendieron. Historias como la suya siempre se guardan para el final un continuará...Por Cristian Vazquez. De la Redacción de Clarín.com
 

 

20 de Abril de 2007

 

La locura de ser escritor

“Uno tiene que estar un poco loco para ser escritor. Uno escucha voces, imagina cosas…Nunca "copio" a alguien de la vida real: sumo caracteres de varias personas y genero otra”. Stephen King, escritor. Diario Perfil, 15 de Abril de 2007.

--------------------------------------------------------------------------------------------------
Lo que la civilización moderna nos niega
"Los emigrantes son desesperados, gentes que se han cansado de tanto esperar y que,

ya sin esperanza, huyen...Yo elijo vivir donde todavía se pueda respirar y caminar. Los

dos derechos humanos más elementales, que la civilización moderna nos niega". Eduardo Galeano, escritor uruguayo. Diario Perfil, 8 de Abril de 2007.
 

 

19 de Abril de 2007

 

Aprender de las diferencias

“Hay que subrayar la importancia de lo diferente, de aprender a vivir con lo que no nos gusta…El rasgo que identifica y hace parecidas a todas las dictaduras es la intolerancia…La bonanza económica por los precios externos le asegura respaldo al gobierno argentino…Mucha gente se pregunta para qué están los partidos, si cuando llegan al poder hacen desastres”. Extracto de reportaje a Carlos Alberto Montaner, periodista y escritor cubano exiliado en España. Diario Perfil del 15 de abril de 2007.
 

 

18 de Abril de 2007

 

Malvinas, sin política del "paraguas"

Es sumamente posible que el conflicto que la Argentina mantiene desde hace 174 años

con el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas no encuentre una solución favorable en lo inmediato (nadie puede desechar los acontecimientos imprevisibles,

como la caída del Muro de Berlín, por ejemplo).
Estamos entonces frente a un conflicto que necesitará de un largo plazo de esfuerzo, perseverancia y paciencia para obtener un resultado favorable. No apresurarse en

querer lograr el objetivo inmediatamente es lo que se debe hacer; el problema es cómo

y a través de qué mecanismos lo alcanzaremos.


Las Malvinas, podríamos afirmar, es una causa "maldita" para ambos actores: para la Argentina, porque no logra obtener la soberanía, y para el Reino Unido que debe

mantener relaciones diplomáticas y comerciales con un país de la importancia de la Argentina con un conflicto de magnitud en el medio y que por este debe soportar, año

tras año, la humillante decisión de ser llamado a negociar la soberanía por decisión de

las Naciones Unidas y que debe explicar que su "colonialismo" no es "colonialismo" ya

que existen 2.500 británicos, descendientes de quienes las usurparon, que residen a 10.000 km y que quieren continuar siendo británicos... Colonialismo puro y duro.
Las Malvinas "los molestan" y "molestan" e "incordian" a ciertos sectores internos argentinos ya que crean precondiciones, establecen agendas y promueven alianzas. Tienen la capacidad de no ser olvidadas por quienes tienen la responsabilidad de

conducir los destinos argentinos.


Tampoco lo puede hacer (si bien a un nivel de menor intensidad e importancia) el

Foreign Office británico que NO quiere el actual "statu quo", aunque lo oculte cuidadosamente y envíe fuegos de artificios, como la probable "autodeterminación" o

la creación de un "mini Estado", inventos literarios sin ninguna sustentación diplomática que, lamentablemente, hay quienes creen, olvidándose que el gobierno británico gasta

150 millones de dólares anuales de su presupuesto en materia de Defensa en las Islas y que su monarquía y su clase dirigente nunca han tomado seriamente los intereses de sus habitantes, que han sido siempre utilizados en función de los intereses de la metrópoli (recordemos que antes de la guerra estaban dispuestos a entregarlos en un paquete

bien cerrado).


Sabemos por experiencia personal y profesional que nuestros aliados en este conflicto

con el Reino Unido son solamente los países en desarrollo, "los 77", los No Alineados, y China, cuya importancia política diplomática es cada vez mayor. Vale la pena tenerlo siempre presente cuando se establecen las alianzas. Ningún país desarrollado (salvo España) defiende y apoya nuestra demanda en los foros internacionales. Es decir, la pertenencia y postura internacional de la Argentina ha quedado claramente ligada por este tema a Latinoamérica, en primer lugar, ya que son los países latinoamericanos quienes presentan y apoyan la resolución en el Comité de Descolonización de las

Naciones Unidas, único foro multilateral donde la Argentina tiene mayor capacidad de negociación que Gran Bretaña (cosa que de acuerdo a lo que ha venido publicando Clarín parecen olvidar algunos) y los países en vías de desarrollo en segundo lugar.

Es decir, hay una relación estrecha entre el destino de las Malvinas y el futuro del mundo en desarrollo, les guste o no a algunos que no comulgan con este tipo de alianzas y preferirían entregar las Malvinas bajo la simulación de un largo período de abstención en el reclamo para congratularse los poderosos.


Pero las cosas han cambiado mucho: los "europeos exiliados" que éramos los argentinos, como los denominó Borges, nos transmutaron después de Malvinas y sus muertos en argentinos nativos. Para peor, la política de la seducción con Gran Bretaña (para congraciarse con los Estados Unidos) solamente obtuvo una noche en Buckingham Palace.
La principal y más importante enseñanza que deja el conflicto Malvinas al pueblo argentino es haber aprendido a partir del dolor y de la humillante derrota (primero

militar, más tarde económico-financiera) es que no pertenecíamos al "primer mundo". Y que los británicos sólo cederán cuando nuestro poder internacional sea mayor que el de ellos.
Para lograrlo debemos continuar de modo tenaz, perseverante y paciente, a través de la negociación diplomática (fundamentalmente en el campo multilateral de las Naciones Unidas), reparando pacientemente la actitud demencial de la dictadura militar y

honrando sin vergüenza alguna a nuestros caídos y a nuestros excombatientes.
César Mayoral, Embajador argentino en la ONU. Clarin.com, martes 17 de abril de 2007.
 

 

17 de Abril de 2007

 

“Aquí el fascismo es la izquierda”

Alejandro Rozitchner escribió guiones para Antonio Gasalla y fue columnista tanto de Mariano Grondona como de Mario Pergolini. Dice que los medios sólo muestran una realidad y que la igualdad no existe

¿Hay una manipulación psicológica desde los medios de comunicación?
No creo para nada en la hipótesis de la manipulación. Creo que es una hipótesis típica de la ignorancia progresista.
El caso de la televisión es muy claro: la televisión está dominada por la masa y no la

masa por la televisión. La idea de que podés vender cualquier cosa y que podés interesar a cualquier persona con cualquier cosa es falsa. Probá pasar veladas literarias en vez de fútbol a ver si tenés muchos anunciantes. Los medios expresan una realidad.

¿Y por qué existe esa idea?
La verdad es que las masas son muy toscas, no porque todas las personas sean boludas sino porque la suma que se produce en una masa hace que cada individuo pierda sus características más propias, pierda su realidad.
La noción de “pueblo” es siempre fascista: es un modo por el cual los individuos pierden su realidad, pierden su diferencia, su especificidad y se transforman en seres racionales, anónimos, pensados, conducidos a una utilidad racional y política, que puede parecer

muy noble pero que en lo concreto ya hizo un desastre, que es despojar a cada uno de sí mismo, de su posibilidad de desarrollo.
Yo no parto de la base de la igualdad, las personas no somos todas iguales y la diferencia no es democrática: no somos todos iguales ni valemos todos lo mismo; hay personas que valen más que otras, hay personas más capaces que otras. Y esto tiene que ver con qué podés hacer, qué podés sentir, qué podés inventar, qué podés vivir.

¿Qué es el “pobrismo”?
Es una idea que inventé para un artículo, es el cultivo de la pobreza, es decir, la creencia de que la pobreza es un valor.
Muchos piensan que “si uno no tiene plata, es bueno. Si uno tiene plata, es malo. Los

ricos son malos, los pobres son buenos. ¿Por qué es pobre el pobre? Porque es bueno”. Pero ser pobre no es ser bueno; ser pobre es ser pobre.
Si queremos lograr que haya menos pobreza tenemos que destruir esa visión romántica, pura, religiosa y trascendente de la pobreza, como si ser pobre fuera el resultado de no haber transado con el horror del mundo sensual y mercantilista.
A mi juicio, ser rico (o dejar de ser pobre) es ser capaz de un intercambio sensual con la realidad. Esto implica riqueza, tanto de sentido como material. Riqueza es tanto un bello gesto como un celular. Y ambas se relacionan y van juntas.

¿Cuál es la función de un intelectual en la sociedad?
Yo creo que si un intelectual no está mezclado con el mundo y habla de las cosas que pasan y dice lo que se le canta y se anima a decir cosas que en principio no parecen muy coherentes, si no hace esto, un intelectual no sirve para nada. Si no transmite ganas de vivir y muestra una mirada afirmativa de la realidad, no sirve para nada. Es una manifestación más de pobreza, ya que no está a la altura de la vida, de la exhuberancia

de la vida. Un intelectual es un artista de las ideas, del sentido.
Muchos intelectuales consideran que su inteligencia se manifiesta en mostrar desdén por todo. Es importante expresarse y bancarse las consecuencias. Cuando uno se expresa destruye la ilusión de que a todo el mundo le va a gustar lo que uno hace; pero es lo

mejor que puede pasar.
Muchas personas me escriben diciéndome que soy un fascista.
Yo creo que hoy en día el fascismo es la izquierda, no hay posición más reaccionaria

que la de la izquierda. La sociedad avanza, la izquierda no.

¿Qué libros le recomendaría a alguien?
Tus zonas erróneas, de Wayne Dyer; El Anticristo, de Friedrich Nietzsche y Cambio. Formación y solución de los problemas humanos, de Paul Watzlawick. Por Belén

Iannuzzi, Infobae.com, 15 de Abril de 2007
 

 

16 de Abril de 2007

 

Un gobierno sin planes crea coaliciones y adversarios

La oposición debería estar agradecida. Tal vez agradecida al Gobierno antes que a élla misma. A los líderes opositores les cuesta encender la maquinaria electoral y, al mismo tiempo, provocar una atracción intensa en la sociedad, capaz de torcer los pronósticos de octubre. Pero el Gobierno, con llamativa recurrencia, ayuda con sus equivocaciones.

¿Cuáles? Varias, recientes y pasadas. No importa tanto su enumeración como efectos que empezarían a detectarse en algunos sectores de la sociedad. Se pone en tela de juicio la palabra oficial quizás en una proporción que tiempo atrás no se ponía. Se atiende más, también, el desprejuicio institucional del kirchnerismo. Hay señas de algún cansancio por el estilo de refriega permanente con que Néstor Kirchner sella a su política. Nada indica ahora que la continuidad del proyecto presidencial —con él mismo o con Cristina, su mujer— esté amenazada. Pero corren ráfagas de otro humor.
La economía continúa siendo el capital más importante de que dispone el Presidente para conquistar al electorado. Esa economía no deja de fomentar expectativas. Las reservas récord acumuladas son una auténtica fortaleza y un resguardo para cuando llegue alguna mala hora. Pero aquellas expectativas se nutren de otra cosa: el propio informe del

Fondo Monetario Internacional acaba de anunciar que para este año el crecimiento de la Argentina será el mayor de América latina, con un 7,5%. Consultores privados estiman, incluso, que podría ubicarse medio punto arriba por la inversión pública del tiempo electoral. Aquel mismo texto menciona a la inflación como riesgo potencial.

La inflación se ha convertido, aunque suene paradójico, más todavía en un conflicto político que económico para el Gobierno. ¿Por qué razón? La incompetencia con que está manejando los índices y el pleito con el INDEC sirvió para abrirle de par en par las

puertas a la oposición y facilitarle el ingreso a un campo de debate que tenía vedado. Roberto Lavagna, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy aprovechan para criticar y sembrar dudas.
En verdad, no inventan nada. Quizás exageren los miedos acicateados por la necesidad

del desafío electoral. Pero el libreto lo confecciona con ahínco el Gobierno. Lo que acaba de suceder con los últimos indicadores resulta asombroso. Kirchner se conformó con el 0,8% de inflación de marzo porque encajó en sus previsiones. Pero felpeó a Guillermo Moreno por el incremento difundido del 3,6% de la canasta básica.

El INDEC, después de una notable presión del secretario de Comercio, reconoció un error en el cálculo de aquel guarismo. Y la semana pasada anunció la corrección: no hubo aumento de la canasta básica sino una deflación del 0,2%. Pero el índice global quedó clavado de todos modos en el 0,8%. Técnicamente imposible, según la opinión de los especialistas. "El 0,8% era inconsistente con el 3,6% de la canasta básica. Lo sigue

siendo con la novedad de la deflación", advirtió uno de ellos.
El Gobierno ataca al INDEC como si en el organismo se estuviera incubando alguna confabulación política. La oposición le cuelga la etiqueta de mentiroso al Gobierno.

¿Quién está diciendo la verdad? Conviene apartarse de ese forcejeo y reparar en un reflejo social: la historia apunta que siempre existió una brecha entre el índice oficial

de inflación y la percepción de los bolsillos. Esa brecha se agigantó ahora, aunque quizá

más en la sensación que en la realidad. Ocurre porque habría perdido solidez la palabra del poder.

El costado económico del conflicto es un dilema sin solución para Kirchner. Ninguno de

los economistas que consultó fuera de su pequeño círculo cerrado le aconsejó otro atajo que no sea una suave desaceleración de la economía. O un retoque en la paridad cambiaria. El Presidente se espanta ante esas sugerencias. Pero conoce también que este sistema de administración de precios tiene una vida limitada.
El costado político de aquel mismo conflicto no se remite sólo al estoqueo constante de la oposición. La cuestión inflacionaria y el INDEC empuja a un nivel de confrontación insoportable a Moreno con Felisa Miceli. Al secretario de Comercio no le importa el prestigio del organismo sino los deberes que le encomienda Kirchner. La ministra de Economía comparte la idea de transformar algunas metodologías del INDEC. Pero

imaginó un mecanismo de consulta con académicos, para ahuyentar suspicacias, que Moreno tiene fondeado. En ese territorio pesa el secretario de Comercio; Miceli se siente muy a gusto cuando, como en estos días, encabeza misiones fuera del país.

Hasta Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, se sorprendió cuando los representantes

del agro le dijeron que Moreno pensaba prohibir las ventas directas de carne en un radio de 300 kms del Mercado de Liniers. Hace semanas que Fernández viene hablando con el sector y no conocía esa intromisión. El diálogo le permitió al Gobierno entender que el precio de la carne no tiene que ver sólo con los desmedidos márgenes de ganancia ni

con la especulación. Existe una disyuntiva objetiva, sobre todo con los pequeños productores ganaderos. Hacia allí iría una partida de subsidios oficiales que estaba prevista en el Plan Ganadero anunciado hace meses. Pero ese Plan Ganadero nunca

entró en vigencia.
Esos problemas de Argentina no son de hoy. Esos problemas y otros, como los reclamos salariales, suelen recrudecer en las vísperas electorales. Kirchner tiene el hábito de encerrarse cuando arrecian. Y apuesta a veces a la estrategia del desgaste. Así se comportaba cuando era gobernador de Santa Cruz. Pero la tragedia de Neuquén hizo

sonar sus sensores. Los conflictos prolongados, como los que están sacudiendo a varias provincias patagónicas, no se solucionan ignorándolos ni menos con el gatillo. Todavía no está clara la dimensión del precio político que pagará Jorge Sobisch por la muerte del maestro Carlos Fuentealba. Está yendo y viniendo un enviado que en nombre del Presidente negocia en Río Gallegos para aflojar la crispación.

La decisión de negociar no tiene vínculo con la irrupción de Ricardo Lorenzetti pidiendo que el Estado dé respuesta expeditiva a los conflictos sociales que derivan en piquetes y en tensión extrema. Kirchner reniega a raíz del protagonismo público que está teniendo

el jefe de la Corte Suprema. El mismo impulsó aquel comunicado del máximo Tribunal

que reclamó con criterio "mesura y equilibrio" al poder cuando se produjo la embestida contra la Cámara de Casación. Sobrevuela cierto desconcierto en la Rosada: Lorenzetti llegó al podio con la bendición de Cristina Fernández.
Lorenzetti pretende dejar claro que es la cabeza indiscutida del Poder Judicial. Por esa razón habla más que sus colegas o se esmera, al menos, de que Raúl Zaffaroni, Carmen Argibay y Carlos Fayt —los más opinadores— no le hagan sombra. Pero también pretende —y está bien— delimitarle la geografía al Poder Ejecutivo. Nada podrá impedir, sin embargo, que prosiga la ofensiva del Presidente contra cuatro integrantes de la Casación que demorarían los juicios a ex represores. En el Consejo de la Magistratura el Gobierno contaría con los votos para garantizar la destitución.

¿También los de la minoría radical? Es factible si, en los papeles, se verifica que existió intencionalidad en la lentitud de los juicios. Esa solidaridad con una iniciativa del poder, por aquella cuestión, no inquieta ni al radicalismo ni a Lavagna. El ex ministro prefiere gastar pólvora cuando el blanco lo merece: machaca con ciertas formas hostiles del Presidente, con los zafarranchos en el INDEC y sus efectos sobre la credibilidad

económica y sobre aspectos institucionales que pasan inadvertidos para el gran público.
Está dispuesto a llevar la objeción legal contra Daniel Scioli, para que no sea habilitado como candidato en Buenos Aires, hasta las últimas consecuencias. Y aunque sabe que,

por el contexto político, está más cerca de perder que de ganar esa batalla en la Cámara Electoral no ceja: "En definitiva, que esa jugada no le resulte gratuita al Gobierno", se conforma.

Lavagna, en cambio, no se meterá en la Capital. No hará campaña en el distrito hasta que concluya la elección entre Mauricio Macri, Jorge Telerman y Daniel Filmus. ¿Macri lo apoyará en la presidencial? Es aún una incógnita que depende del puerto a que arribe la relación fregada entre el ingeniero y Ricardo López Murphy.
La gran competencia de Lavagna en el segmento opositor es, hoy por hoy, con Carrió.

Pero la ex líder del ARI tiene como prioridad la lucha en Capital para la cual se alió con Telerman. La hipotética victoria le permitiría desarrollar con otra perspectiva la coalición para octubre que la lleva como candidata. Y que se asemeja todavía a un embrión. La mujer asegura que tiene mejor intención de voto que Lavagna. El ex ministro sostiene lo contrario y se ilusiona con el ballottage. Ambos se apoyan en encuestas, similares a las que entusiasman a Kirchner o apuntalan el proyecto de Cristina.

Vale una anécdota sobre las encuestas. Un consultor de primera línea que trabaja para uno de los tres principales candidatos en Capital, auscultó la opinión de los porteños

sobre a quién votaron para la Presidencia en el 2003. Recogió un resultado sorprendente: el 33% respondió que a Kirchner. El mandatario tuvo en Capital, en aquel momento, sólo

el 19,5% de los votos.
En esa anécdota deberían reparar el Gobierno y la oposición. Las encuestas valen como referencia. Hasta valdrían como diversión. Pero hay conductas colectivas subterráneas que recién afloran el día que se vota. Eduardo Van Der Kooy, periodista. Clarín, 15 de Abril de 2007
 

 

13 de Abril de 2007

 

La admiración en la Cultura

Uno de los temas más importantes y no reconocidos en el universo cultural es el de la admiración o respeto del que suelen ser objeto muchas de las figuras de las artes y las letras. ¿Cuál es el problema? Que la admiración, siendo una especie de tributo o

expresión de respeto, estanca la vitalidad y la producción de la cultura, dando lugar a

una especie de pasividad inhibitoria y nociva. Vamos por partes.

Es común que uno se enamore de sus grandes, sea cual sea la selección que haya hecho,

y que se complazca en expresar ese amor bajo la forma de una admiración que, dependiendo de la edad, va desde el endiosamiento hasta una especie de culto

respetuoso y refinado. A veces se trata de un encandilamiento con la capacidad de algún artista, cuya obra expresa una forma de la sensibilidad que permite que uno desarrolle

la propia, relación guiada por una saludable necesidad personal de desarrollo y despliegue. Otras veces, más bien, se trata de un proceso de auto anulación, en el que

el adorador se hunde en la inhibición y por contraste en una despiadada versión de sí mismo.

Otra capa del asunto es que, por supuesto, los protagonistas cultivan esos distintos juegos. Hay autores, como Sabato, que miran al público desde un narcisismo extremo, invitando a la pobreza de un culto, y hay autores, como Borges, que invitan más bien a la diversión de compartir ideas y emociones. Las personas que más necesiten postergarse, adoptar una posición religiosa frente a la intensidad, tenderán más a encontrar en

Sabato a su figura ideal; las que necesiten por el contrario potenciarse, crecer, expandir su relación con el mundo, se sentirán más bien atraídas por el humor de Borges y por su malicia liberadora.

¿Por qué digo que es este un tema central en el universo cultural? Esta matriz afectiva determina la producción posible. Una cultura rica tiene más que ver con la creatividad

que con el respeto. Hay una paradoja siempre vigente y es la siguiente: los más respetuosos de las figuras, los que tienden a cerrar su placer estético en una forma reverencial, suelen ser las personas menos generadoras de formas propias. A estos, la misma cultura no los reconoce tanto como a aquellos que, en cambio, han faltado al respeto debido y han hecho su propio camino, probando, sintiéndose dueños y mirando más lo suyo que lo ajeno. Sí, por supuesto que todo artista se nutre de la obra de otros y que su amor por lo generado por otros colegas valiosos le resulta estimulante, pero en el caso de personas productivas la obra ajena nunca es admirada al punto de la sequedad. Actúa más bien como un fertilizante, no como un veneno.


Cuando una persona admira una obra, o a un artista, lo hace porque experimenta en relación con ella una intensidad emocional de alguna manera satisfactoria, y esta experiencia bien puede entenderse como algo que pertenece a la obra o bien como algo que, surgiendo de la interacción con ella, pertenece también legítimamente al receptor mismo.

Si un adolescente se emociona con una canción de Oasis, o una señora al leer a Sandor Márai, ambos pueden creer que esa emoción es una cualidad de las obras o pueden, de otra forma, abrir las puertas a las consecuencias y continuaciones de esa emoción, entendiendo que son ellos los que han completado a la obra al hacer posible la explosión del universo que sugiere. Cuando una canción hace eclosión en uno lo hace porque uno vibra en esa frecuencia y no porque la genialidad del artista realizó en nosotros un

cambio sobrehumano. La misma canción en otra persona no produce nada.

La frecuencia con la que en el universo cultural se admira desaforadamente a las

personas y a las obras valiosas arman una coraza de actitudes y valores que no son

útiles a la hora de permitir la evolución de la cultura. Entre nosotros hay demasiada valoración del pasado, y más de un artista no demasiado valioso pasa, después de

muerto, a ser venerado como un genio, ¿sólo porque es inalcanzable, como todo buen muerto? Alejandro Rozitchner, periodista. Perfil.com

 

12 de Abril de 2007

 

“A mí no me gusta ser obediente”

“Creo que es un disparate convertir al Uruguay en un centro mundial de producción de celulosa, porque las celulosa es devastadora. Acá se hizo el único plebiscito del mundo que declaró que el agua es un bien público. Las plantaciones forestales industriales nos van a dejar sin una gota. Es un modo de traicionar la voluntad popular del plebiscito expresado. Mucha gente piensa que soy un traidor a la patria por decirlo, pero es lo que  mi conciencia le dicta a mi lengua y así quiero seguir siendo. Yo no nací para la obediencia”. Eduardo Galeano, escritor uruguayo. Diario Perfil, domingo 8 de abril de 2007.

-------------------------------------------------------------------------------------

Marc Augé y la aceleración de la Historia en la sociedad

“Sabemos muy bien que hay muchos eventos en todas partes del mundo, que la sobremodernidad, la aceleración de todos los factores constitutivos de la modernidad, del siglo XVIII y XIX, propicia el exceso, de tal manera que finalmente todo pasa como si no hubiera historia. Estamos viviendo dentro de una ideología del presente, con acontecimientos que no resignifican la relación con el pasado ni con la imaginación del futuro. Visto así, no existe más la historia, la visitamos como turistas, pero no tenemos el sentido de la relación entre el pasado y el presente ni la finalidad de una idea del futuro que anime el presente. Claro que en el fondo hay una historia, pero la consecuencia es que no pensamos la historia; es el triunfo de la ideología de la sociedad de consumo que define nuevos modos de individualidad. Y como estamos inmersos en esta sociedad es muy complejo analizar esta ideología, que se podría sintetizar con el lema de que portarse bien es consumir mucho. Sin embargo, una de las consecuencias es la ausencia de referencias, una vida sin perspectiva y una incapacidad de pensar el tiempo.

(…)Tenemos una dificultad para pensar nuestro mundo que es un aspecto importante de nuestra manera de vivir. Se dice de vez en cuando que no podemos pensar la muerte, a pesar de que las pantallas de la televisión nos ofrecen millones de cadáveres. Pero la muerte no es un objeto de pensamiento porque una de las características del consumo es la instantaneidad. Después del consumo no hay nada sin otro consumo, es la repetición de nuestra forma de vida. Habría que aclarar el contraste de esta ideología con lo que se pensaba en los años ’60 y ’70, cuando había que pensar el futuro para cambiar la sociedad. Ya no pensamos en cambiar la sociedad, pero cuando era joven decir que había que cambiar la sociedad era un lugar común. Ahora, si se habla de cambiar el mundo, de imaginar la utopía, se lo califica de arcaísmo.

(…)Tal vez el único gran relato que existe es el del fin de la historia de Fukuyama y es muy difícil, como lo ha observado oportunamente Derrida en su libro Espectros de Marx, de entender si Fukuyama, cuando se refiere al fin de la historia, habla de una perspectiva o de una realidad. No hay un gran relato del liberalismo y de manera concreta se percibe muy bien en los debates políticos. Hace unos años que se dice que no hay debates, que no hay contrastes entre la izquierda y la derecha, que no sabemos de qué se trata.

(…)Mucha gente no tiene acceso al consumo, y la posibilidad de tener un consumo mejor es una perspectiva para ellos. Hay una cierta homogeneización de la imaginación, tanto de parte de los que tienen acceso al consumo como de parte de los que aspiran a volverse consumidores. Pero el riesgo que enfrentamos no es el del consumidor satisfecho, sino que el mundo se transforme en una pequeña minoría que detenta el saber y el poder frente a la gran mayoría de consumidores y de pobres.


(…)El problema del espacio, el problema de la relación social, es el mismo problema. La dificultad es pensar la relación con los otros porque el tejido social cambia muy rápido. En los años ’60, después de las independencias, había discusiones para imaginar cómo sería posible el desarrollo en los países subdesarrollados, entre las opciones más liberales y más colectivistas, pero se preservaba una imaginación del futuro a través de una relación entre los países ex colonialistas y los ex colonizados. A fines de los años ’70, principio de los ’80, se discutió la idea de la caridad, la Madre Teresa, tal como en el siglo XIX las relaciones entre los ricos y los pobres. Pero no hay más relación sino una coexistencia, en una sociedad de individuos consumidores con espacios donde no existen relaciones simbolizadas, relaciones sociales en el sentido fuerte de la palabra. No son espacios donde se puedan elaborar nuevas relaciones.

 

Por otra parte no estamos viviendo en un mundo de libertad sino de senectud de esa libertad. La política tendrá que tener en cuenta todo esto para no olvidar que tenemos que vivir a la vez individual y colectivamente…Ni siquiera estoy seguro de que el Estado tenga el monopolio de la violencia. La paradoja es que el comunismo postulaba la desaparición del Estado como un ideal, pero en el pensamiento de la izquierda actual aparece la necesidad del Estado. Tenemos la impresión de que por detrás del Estado operan fuerzas muy grandes que gobiernan el destino del mundo. Son las grandes empresas las que gobiernan al mundo y no se puede comprender los grandes problemas centrales a nivel internacional si no tenemos en cuenta los intereses de esas empresas. Toda la política exterior es una política que tiene que ver con los imperativos económicos. Podemos pensar que incluso en los estados democráticos hay un riesgo de que el Estado dependa de las fuerzas económicas internacionales. Todo esto introduce un malestar, incluso en los países de Europa, aunque se podría discutir si Europa es una configuración política o regional. A menudo se plantea la distinción entre “la izquierda de gobierno” y “la izquierda pura”, pero resulta que es la derecha la que gobierna. El problema del Estado es el corazón de los debates actuales de la izquierda”. Marc Augé, antropólogo, autor de Los no lugares. PAGINA12.com.ar

 

11 de Abril de 2007

 

“La adorable levedad de las listas”

“No sé si atribuírselo a cierta debilidad de carácter, o a un defecto del entendimiento, pero con el paso del tiempo me encuentro cada vez más seducido por las listas. No hablo, por supuesto, de la lista del supermercado –aunque pensándolo bien...–, pero frente a la más mínima insinuación me descubro confeccionando listados de todo tipo: de los mejores recitales que vi en mi vida, de las mejores películas de la década del 90, de los mejores libros para leer en vacaciones. Hago listas para mí, para mi familia y para mis amigos. Tal vez esta pequeña desviación tenga que ver con la misma neurosis obsesiva que me predispuso a ordenar mi biblioteca alfabéticamente y en secciones (ficción, no ficción, antologías, historia, filosofía) y a llevar dos copias numeradas de ese catálogo, uno en la computadora de mi trabajo y otra en la de mi casa. Aunque lo más probable es que todo esto tenga que ver con que nunca pude vanagloriarme de mi buena memoria, y que para recordar lecturas hechas o películas vistas me veo siempre obligado a mantener un registro y... elaborar diversos tipos de listados.
Pero no es mi intención hacer aquí un elogio de mis obsesiones, sino hablar de dos libros que acaban de aparecer y que, de alguna manera, ofrecen una coartada perfecta a cualquier amante de las distracciones livianas y las ocupaciones inútiles: 1001 libros que hay que leer antes de morir (Grijalbo) y Películas clave de la historia del cine (Robinbook).
El primero es una adaptación de José-Carlos Mainer del mismo libro publicado en inglés: Mainer mantuvo el espíritu de la edición anglosajona y, a la vez, incorporó una buena cantidad de obra de autores hispanoamericanos. El lector local no podrá evitar la tentación de ver cuál es el peso del seleccionado literario argentino en el resultado final. Y digamos que no encontrará grandes sorpresas: Sarmiento, José Hernández, Arlt, Borges, Cortázar, Mujica Láinez, Sabato, Marechal, Puig, Saer, Soriano, Tomás Eloy Martínez y, un poco más acá, Piglia, Aira e incluso Fresán. Unos veinte libros en total: cantidad nada despreciable. A pesar de mínimos detalles, insalvables en un libro que comienza con Las mil y una noches y termina con Sábado de Ian McEwan (¿cuatro títulos de Virginia Woolf y apenas uno de William Faulkner?), las concesiones a la literatura de masas son pocas –la inclusión de Paulo Coelho, Isabel Allende y Carlos Ruiz Zafón–, y la selección se inclina por las preferencias del estrato sociocultural que los anglosajones llaman midcult.
En el prólogo del segundo libro, Películas clave..., de Claude Beylie, vuelve a hacerse hincapié en la imposibilidad de agotar una historia como la del cine o la literatura en un solo volumen. La idea es, más bien, suministrar una lista ordenada de “películas esenciales que señalen un cambio en la historia o la técnica, o sean testimonio del estado espiritual de una época”. El tomo, estructurado en cinco subsecciones (El arte mudo, La edad dorada del cine sonoro, La posguerra, Las nuevas olas y Tendencias contemporáneas) abre, como no podía ser de otra manera, con La llegada del tren, de Louis Lumière, y se cierra con Mulholland Drive, la última pesadilla de David Lynch. Cada filme se encuentra acompañado de un breve comentario, y en algunos casos con agregados de trivia e información contextual.
Queda claro no se trata de libros para eruditos o lectores excéntricos, pero el resultado no deja de ser satisfactorio. Y el fetichista amateur encontrará, en cualquiera de ellos, un perfecto objeto de deseo”
.Maximiliano Tomas, Perfil.com.

 
10 de Abril de 2007

 

 

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos

En 1940, en la soleada California, Theodor Adorno y Max Horkheimer escriben un libro sombrío. Tratan de comprender, dicen, “por qué la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, desembocó en un nuevo género de barbarie”. La frase –hasta donde yo sé–- nunca mereció las evidentes críticas que deben hacérsele. La Humanidad siempre estuvo en un estado verdaderamente humano. De aquí que su historia haya sido lo que fue y lo que está siendo y (peor aún) lo que será. En ese libro algo caótico y con pasajes inspirados (me refiero a Dialéctica de la Ilustración) Adorno y Horkheimer –algo fabulosamente raro en dos pensadores que se dicen marxistas– se dedican a añorar los tiempos que antecedieron a la Revolución Francesa, y exponen luego una teoría por la cual toda la culpa la tiene la Ilustración, cuya consecuencia fue ese desatino de la revolución mencionada que acabó transformando la razón en razón instrumental y avasallando la naturaleza y arruinando la relación armónica del hombre con ella.

Si se piensa la cuestión se verá que con la Revolución Francesa la burguesía capitalista de ese país toma el poder político tirando al diablo el régimen monárquico y decapitando a sus reyes. (Algo que, al menos en la película amable de Sofia Coppola, a María Antonieta, por esas cosas de San Cine, no le ocurre.) El teórico del Estado moderno (capitalista) se llamó Thomas Hobbes y tenía tan mala opinión de los lobos que –para decir que los hombres eran sanguinarios y se faenaban los unos a los otros– dijo (célebremente): homo homini lupus. Algo que ya decían los romanos, que no eran capitalistas pero tenían el espíritu imperial que este sistema tuvo desde sus lejanos orígenes en el siglo XV, cuando conquistó medio planeta y cuando barrió a sangre y fuego, en tanto lo evangelizaba, los territorios americanos. Ese genocidio (que sólo Bartolomé de Las Casas denunció) parece haber llegado a la suma de cuarenta o setenta millones de muertos. Lo cual, estadísticamente, es lo mismo. Porque una estadística no le quita el sueño a nadie y ver un solo cadáver en la calle porque lo arrolló un coche (algo que pasa todo el tiempo en la bella Buenos Aires) provoca en la gente terribles reacciones: mareos, vómitos, desarreglos intestinales, pesadillas la noche del evento; evento que, quien lo ha visto, habrá de contar, durante la cena, a los suyos con lujo de detalles para exorcizarlo. Los suyos no lo escucharán porque lo estarán viendo por televisión con más y mejores detalles, sangre del arrollado, un brazo por ahí, un zapato que voló hasta la otra cuadra con el pie adentro, plano detalle del pie al que le faltan tres dedos, ambulancia, familiares sufrientes, declaraciones del automovilista (“yo no lo vi, venía hablando por el celular con mi hijita que hoy fue abanderada, soy un buen padre yo”) y un especial con otros accidentes, cadáveres múltiples, más sangre y un periodista que preguntará indignado: “¿Hasta cuándo seguirá esto?”.

¿Qué se desprende de este minirrelato? Un millón de muertos es una estadística; uno, una tragedia. Se trata de luchar contra esa frialdad de la estadística. Hay una buena frase que dice: “No mataron seis millones de judíos. Mataron uno y luego lo mataron seis millones de veces más”. Con lo cual se busca que nos concentremos en cada una de esas muertes y no transformemos el horror en estadística. Del modo que fuere, nada de esto funciona con el líder iraní Mahmud Ahmadinejad. (Cada vez me resulta más fácil escribir el nombre de este líder islámico. Eso significa que ya me acostumbré a leerlo una y otra vez porque el hombre es célebre. Lo cual es grave.) Ahmadinejad tiene una versión muy personal de la frase “No mataron seis millones de judíos; mataron uno y luego lo mataron seis millones de veces más”. El sólo dice: “No mataron seis millones de judíos”. Volvemos a la frase de Hobbes. Los romanos y él se equivocaron. El hombre es peor que los lobos. Sobre todo en su capacidad de crueldad. Los lobos pueden matarse entre ellos, pero jamás un lobo torturará a otro. Es injusto con los animales decirles “animales” a los torturadores, o decirles “bestias”: las bestias no torturan, los hombres sí.

Si Adorno y Horkheimer creyeron que la humanidad había llegado al extremo de la barbarie no trataré de desmentirlos sino de añadir que está por llegar a otro. La Segunda Guerra Mundial (con lo cual volvemos a las estadísticas) dejó un saldo de cincuenta millones de muertos. Cincuenta millones es una cifra que permite hacer algo con ella. Transformar “cincuenta” en “sin cuenta”. En cada masacre, desde “uno” en adelante los muertos son “sin cuenta”. “Sin cuenta” serán los muertos si Estados Unidos –como seriamente amenaza– invade Irán. El país del Norte tuvo hacia fines de la década del cuarenta e inicios de la del cincuenta un ataque de locura colectiva. La Guerra Fría la desató. Pero no sólo ella. Surgió el personaje perfecto para encarnar esa locura: Joseph McCarthy, un senador republicano por Wisconsin. La Historia no acontece a medias. Cuando se da, cuando HAY verdaderamente “historia”, muchas cosas tienen que coincidir. Que McCarthy haya sido republicano no significa nada. Hizo lo que quiso y ningún político del partido demócrata pudo frenarlo. ¿Por qué? Estados Unidos había entrado en una etapa de “histeria paranoica”. Entre los sinónimos de “histeria” (nerviosismo, convulsión, exaltación) hay uno que me interesa: enajenación. Estados Unidos, durante sus etapas de histeria, se enajena de sus valores. De los que dice “encarnar”. La democracia, las libertades civiles, el individualismo. Los manda al demonio. Los tira por la borda. Con McCarthy todos veían comunistas. Fue la fiebre de la Guerra Fría. Hoy todos ven terroristas. Y tienen al McCarthy que necesitan. Pero no es sólo un senador por Wisconsin, es el presidente de la República. Lo terrible de esta “nueva” barbarie (por usar los términos de Adorno y Horkheimer) es el factor nuclear. Si Estados Unidos invade Irán lo que nos aguarda es eso que los técnicos llaman una “guerra nuclear limitada”. Frase que encierra una mentira evidente. No hay guerra nuclear limitada. Además, la locura de la nueva guerra yanqui desatará todos los frentes imaginables y aún más.

Por suerte, la ciencia también está desbocada –casi tanto como la política, algo que no es poco decir– y se encuentra a punto de crear una cosa que se llama el hombre cyborg. Lo que nos llevaría a la siguiente situación: en tanto la guerra nuclear limitada mata hombres en el Islam, en tanto el Islam responde con actos terroristas y mata hombres en todo el planeta, los científicos están a punto de superar al doctor Henry Frankenstein creando infinitos Boris Karloff que serán, posiblemente, el nuevo rostro de la humanidad futura. Nadie sabe qué está haciendo, en ese terreno, el gigante chino, cuyas reservas monetarias se calculan superiores a los 1,1 billones de dólares, resultado de su originalísimo “comunismo democrático de mercado”, definición dada por los mismos estrategas chinos y que a mí, lo confieso, me parte la cabeza. El régimen norcoreano está agazapado; exhibe buenos modales, pero lo nuclear le fascina: sueña con ver estallar su uranio en el corazón de las bellas ciudades occidentales. La resistencia iraquí es devastadora: coches bombas, atentados, muertos que ya no se cuentan o que son estadística pura, o sea, nada. En París (donde, según le dice Fred Astaire a Cyd Charisse en Muñeca de seda, todas las noches una mitad de la población le hace el amor a la otra) multitudes de jóvenes inmigrantes, actuando como guerrilla urbana, armados con barras de hierro, destrozaron la Gare du Nord (Estación del Norte) y asaltaron todos los negocios que pudieron. Ingrid Bergman se abraza a Humphrey Bogart y con lágrimas en sus bellos ojos dice: “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”. José Pablo Feinmann, PAGINA12.com.ar

 
9 de Abril de 2007

La religión, la cocaína de la sociedad
En su
nuevo libro, “La vida eterna”, el filósofo Fernando Savater no sólo reformula el clásico emblema de Marx, sino que insiste en que las sociedades democráticas sean laicas, donde no cuenta el Opus Dei.
“¿Por qué la gente cree en cosas sobrenaturales? ¿Cuáles son las raíces de la creencia religiosa?”, son algunas de las preguntas que se plantea el filósofo español, autor de más de 45 libros. Luego de sus interrogantes responde: “Pues, porque
parece chocante que a estas alturas del siglo XXI haya personas que crean en cosas improbables como las que fundamenta la religión”.

El tema central de la nueva obra está a la vista, y Fernando Savater es categórico. “Marx decía que la religión era el opio del pueblo, pero a veces funciona como la cocaína, una cosa excitante, que incluso en ciertas oportunidades sirve de motor para cometer atrocidades como el caso del terrorismo islámico; y también para hacer cosas extraordinarias, hay personas que cuidan leprosos y se sacrifican”, asegura quien ha sido un gran promotor de las actividades antiterroristas en su país.

La necesidad de que las sociedades democráticas sean laicas “tiene que ver con la separación entre la Iglesia y el Estado, porque la religión es un asunto individual. Ahora, el país que más se acerca es Francia, donde la religión es un asunto privado, porque el Estado debe gestionar los intereses públicos”.

Lo más probable es que el libro ocasione más de alguna polémica, cuestión a la que ya está acostumbrado Savater. “Pero bueno, el miedo a la perdición de la muerte, y el complejo de culpa por nuestros pecados, son la base de las creencias religiosas”, señala y luego ahonda en uno de los temas que aborda asiduamente en su obra: la ética. “Hay un capítulo que se titula ‘Vida eterna o vida buena’, y trata de eso, de hasta qué punto la ética puede verse desmentida por esa idea de premio, de una vida futura de inmortalidad”, sentencia y se despide. El catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid debe partir y cruzar la ciudad. En su viaje pasará frente a dos capillas y una iglesia. Periodistadigital.com

-------------------------------------------------------------------------------------¿La Argentina de  Kirchner es igual a la De La Rúa?

El Estado no puede permitir, en última instancia, que la violencia se resuelva con violencia. Esto es lo que estuvo a punto de suceder en Entre Ríos entre asambleístas y turistas que estaban lejos del sublevado litoral del río Uruguay. La inexplicable tensión con Uruguay no se puede resolver ya en un puñado de días. No obstante, una actitud menos confrontativa por parte del gobierno argentino, y cierto ejercicio de contención del Estado hacía los asambleístas, podría darle otro contexto al conflicto. Al revés, hubo días en que el puente de Colón estuvo cortado por siete asambleístas que eran contemplados por 12 efectivos de la Gendarmería.

¿Cómo encausar el conflicto social si, además, no hay certezas sobre cuánto cuestan las cosas de vivir? Según el informe preliminar sobre la inflación en marzo, el costo de la canasta básica de ese mes aumentó el 3,6 por ciento y más del 13 por ciento en los últimos seis meses. Con sólo duplicar esa cifra, se llegaría a la conclusión de que la canasta básica sería ahora un 26 por ciento más cara que hace un año.

¿Es así? ¿Es cierto eso o todo lo contrario? Nadie lo sabe desde que el Indec está intervenido por el Gobierno. Tanto dibujo ha terminado por engendrar un esperpento. Se trata de una derrota moral de la administración, provocada tambien por decisiones carentes de reflexión.

La canasta básica la consumen todos los argentinos, de todos los estratos sociales, aunque afecta más a los más pobres. Constituye también una fórmula importante para determinar cuántos argentinos son indigentes.

El Estado argentino no se ha repuesto de la última crisis. El gobierno de Kirchner sólo se ha limitado, hasta ahora, a hacer anuncios, a crear fideicomisos y a hurgar en el paquete accionario de las empresas de servicios publicos. Un fideicomiso ya llegó a los tribunales por las denuncias de corrupción de la empresa sueca Skanska. Las acciones estatales en las empresas de servicios sólo producen funcionarios bien rentados y eliminan al Estado como supervisor de la eficiencia y las inversiones.

El Estado no está, ni siquiera para dirimir entre los salarios y la policía o entre la vida y la muerte. Joaquín Morales Solá, extracto de su columna en el diario LA NACION del Domingo 8 de Abril.

 
4 de Abril de 2007

La degradación a la persona
“Ha sido uno de los mejores negociadores económicos y políticos de gabinete que hubo en estos últimos tiempos. Un negociador básicamente es un político. La negociación tiene un contenido político fuerte. Ahora bien, la gente necesita un contacto y una transmisión afectiva que yo no veo en Lavagna. Y es muy difícil salir de un gobierno en el cual fue alguien tan importante para explicarle a la gente que está absolutamente en contra de ese mismo gobierno. Además, Roberto es un `pechito frío´”. Felipe Solá, entrevista con Jorge Fontevecchia, periodista. Perfil.com.

-------------------------------------------------------------------------------------Luis Leante y su "fuerza expresiva"

Nacido en 1963 en Caravaca de la Cruz, en Murcia (sureste de España), el prolífico Leante ha publicado varios libros de relatos, novelas -como El vuelo de las termitas-, ensayos, poesía y guiones cinematográficos. Su novela fue elegida entre más de 570 trabajos en habla castellana que aspiraban a ser escogidos por el jurado presidido por Mario Vargas Llosa para la décima edición del premio. En su fallo, ese jurado destacó "la fuerza expresiva con que se describen los paisajes y la vida de la última colonia española en África, convertidos en escenario de una historia de amor que marca la vida de los protagonistas" Leante, que estudió filología clásica y trabaja como profesor de latín en un instituto secundario de Alicante, recibirá más de US$170.000 dólares. En ocasiones anteriores, el prestigioso premio ha recaído en manos del peruano Santiago Roncagliolo, el español Manuel Vicent y el argentino Tomás Eloy Martínez. Desde Valencia, Leante habló con Julián Miglierini, de BBC Mundo.

¿Nos podría contar, en sus palabras, la historia que narra "Mira si yo te querré"? La novela cuenta la historia de una mujer de unos 50 años cuya vida entra en crisis por una separación y la muerte de una hija y en medio de esa angustia, por accidente, descubre en una fotografía que un amor de juventud que ella tuvo probablemente no esté muerto. Y en esa situación en que se encuentra lo único que se le ocurre es una huida hacia adelante y averiguar qué fue de aquella historia se quedó rota y decide viajar a Argelia a los campos de refugiados de Saharaui. Allí busca a esta persona y al mismo tiempo se va contando la historia del pasado, de cómo fue la relación entre estas dos personas, la ruptura y lo que fue de cada uno de ellos en dos hilos narrativos distintos.

¿A qué se debe la elección de la época y el lugar en los que tiene lugar la novela? La época la elegí después de dos viajes que realicé a los campos de refugiados Saharaui y quería un poco "denunciar" -entre comillas- la situación de abandono en que se encuentra aquella gente después de 30 años desde que la colonia española desapareció. Quiero dar a conocer a la gente que ellos siguen allí, que son víctimas del abandono de la comunidad internacional, y que merece la pena pararse a pensar en aquella gente.

¿Cuáles fueron las lecturas y los autores que lo influenciaron en el proceso de producción de esta novela en especial? En esta novela concretamente no hay un autor con nombre y obra en el que pueda pensar, pero en general mi obra está muy influenciada por los autores latinoamericanos. La literatura latinoamericana es la que me llevó a la literatura, está un poco pendiente en mi estilo, pero en general creo que soy el producto de todas las lecturas. Yo soy una esponja que absorbo. Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez -no sabría decir cuál de los dos más- son los dos primeros escritores que leí que desde entonces no han dejado de sorprenderme. Pero casi cualquier autor latinoamericano; para mí es la forma de escribir, las historias que cuentan, aunque estos dos son los que más destacan.

Vargas Llosa fue el presidente del jurado que eligió a su novela y tuvo palabras muy generosas con su obra. ¿Cuál fue su reacción? Me llamó y yo no entendía. Me llamó él personalmente y tuve que reponerme un poco a esa conversación con él para entender que en realidad acababa de hacer un poco de historia, literariamente.

Usted, junto a un grupo de amigos en Murcia, ha formado una editorial en Murcia, Ediciones Gollarín. Sí, efectivamente, es una editorial muy pequeña que publica un par de libros al año, son rarezas, cosas poco comerciales, pero seguimos sacando libros. Dentro de dos meses sacamos una nueva novela. Somos gente que amamos los libros por dentro y por fuera, gente a la que le gusta la literatura a la hora de escribir, a la hora de leer e incluso a la hora de editar. Es una aventura sin saber muy bien adónde íbamos pero que está saliendo bastante bien y estamos bastante satisfechos de las cosas que estamos publicando. También queríamos intentar publicar cosas que en los circuitos comerciales no era fácil que tuviese salida.

¿Escribía por las tardes o por las noches? ¿Es disciplinado o caótico? Yo soy bastante disciplinado. Cuando tengo entre manos una novela, escribo todos los días del año, absolutamente todos -viernes, sábados y domingos- y si algún día no escribo recupero al día siguiente, y tengo un horario que trato que sea bastante riguroso. Yo escribo a partir de las nueve de la noche, hasta que el cuerpo aguanta. BBCMUNDO.com

 
3 de Abril de 2007

La izquierda y los derechos humanos
“En América Latina, la izquierda tiene la idea de que la lucha de clases hay que provocarla (…) En la Argentina es un clásico que haya una defensa unilateral de los derechos humanos”.Jorge Edwards, escritor y pensador chileno. Diario Perfil

-------------------------------------------------------------------------------------El Grupo Greco y como estafar al estado..... 
Nada cambia nunca. El Grupo Greco viene reclamándole una indemnización al Estado desde 1987 y entabló juicios desde 1991. Los abogados del Estado parecieron siempre letrados de los Greco: dejaron vencer los plazos y muy pocas veces apelaron las decisiones judiciales. Una nueva fórmula apareció en los últimos tiempos: en un proyecto de ley firmado por el Presidente para pagar deudas a jubilados, a ex empleados de YPF y a víctimas de la dictadura se coló, en el Ministerio de Economía, un misterioso anexo que incluía pagos a los Greco por 587 millones de pesos. Figuró como "pago a proveedores" y el proyecto se abortó en el Senado por la insistencia de la oposición.

Ahora hay una sentencia firme de un juez para que se pague ese monto, que el Estado nunca apeló. La ministra de Economía, Felisa Miceli, sostiene que a los Greco no hay que pagarles nada. Quizá sea una buena idea, irremediablemente tardía. ¿Por qué entonces justo en su ministerio se agregó el anexo al proyecto enviado al Congreso por el Gobierno?

En un e-mail que el director de Deuda Pública, Jorge Amado, un subordinado de Miceli, le mandó al senador peronista Jorge Capitanich, aquél fue muy claro: en esos fondos habilitados por el Congreso, afirma, "se incluye la deuda con el Grupo Greco; esta última -agrega- está representada en seis formularios y se alcanzarían a pagar sólo cinco de ellos. El resto se pagará cuando se apruebe el nuevo presupuesto", concluye.

Otra funcionaria de Economía, Valeria Pomodoro, le informó luego al Senado, desatado ya el escándalo, que el Grupo Greco no figuraba entre los beneficiarios de ningún pago. ¿Cuál de los dos dijo la verdad?

La orden del juez Francisco Soto no se apeló en tiempos de Lavagna porque se consideró que la tasación que había hecho el Estado era la correcta y que el magistrado había aceptado esa tasación. El Estado siempre debería apelar las sentencias de pago, porque la Justicia está en un limbo de sospechas demasiado viejo. A su vez, la secretaria legal y administrativa de Miceli, Estela Palomeque, tuvo el expediente en sus manos entre el 4 y el 22 de mayo de 2006 y tampoco nunca objetó nada.

El procurador del tesoro, Osvaldo Guglielmino, el abogado de los intereses de la Nación, también aconsejó no apelar en su momento. Y, encima, en tiempos recientes hizo dos dictámenes diferentes sobre el pago a los Greco: en el primero lo respaldaba abiertamente y en el segundo sólo dejaba hacer. El primero desapareció del expediente, pero una copia está en manos del abogado Ricardo Monner Sans, que pidió a la Justicia que investigue a Guglielmino y a Miceli.

Conclusiones. Una: Miceli es culpable, por lo menos, de no controlar su cartera cuando ya es poco lo que está bajo su control. La caminaron, fue la deducción de importantes sectores políticos del Gobierno. Esto es: simplemente la engañaron. Otra: ¿podría un director de área como Amado, funcionario de carrera, agregarle por sí solo un anexo a un proyecto con la firma presidencial? ¿Podría hacer eso, cuando él le envió, campante, un e-mail a un senador confesando las intenciones? ¿Hasta dónde llegan las complicidades en Economía?

La tercera: Miceli hizo un planteo de nulidad del pago sólo cuando ya la mancha del escándalo mojaba la página de los diarios. La última: ¿por qué los senadores peronistas apuraron la aprobación de una ley tan extraña? ¿Por qué intentaron que saliera, a fines del año último, cuando ni siquiera figuraba en el orden del día?

El viernes, la ministra les dijo a altos funcionarios oficiales que si los periodistas están preocupados por este oscuro trasiego de dinero público, deberían sumarse al pedido de nulidad del Ministerio de Economía. ¿Deberían dejar de escribir y llevarles sus informaciones a los jueces? Si fue así, Miceli ya no recuerda quién hace qué en la vida pública.  Joaquín Morales Solá, periodista.

-------------------------------------------------------------------------------------Crímenes convenientes

María Marta García Belsunce y Nora Dalmasso tuvieron vidas muy distintas pero muertes parecidas. Las semejanzas no terminan allí: eran ricas, vivían en barrios cerrados, bordeaban la edad madura, tenían actividades más allá de las familiares y sostenían matrimonios acaso arduos. Y en el no estar de la muerte comparten, también, un destino: quienes las mataron permanecen impunes y nada indica que vayan a dejar ese estado.

Las investigaciones posteriores a los crímenes también resultan semejantes: hay demasiados errores y trastabilleos y pruebas que al final no son y testigos que primero dicen una cosa y después otra. También hay una sensación de cancha embarrada que flota sobre las causas judiciales.

En el juicio que se le sigue a Carrascosa por el asesinato de su mujer, la defensa insiste en acusar a un vecino de controvertida conducta. Ahora, si Pachelo fuera el asesino ¿por qué los familiares de la víctima —empezando por el viudo— están tan sospechados de encubrir el crimen? ¿Fue para que el mismo al que hoy señalan saliera indemne?

Lo de Nora Dalmasso también es toda confusión: que los sospechosos eran 30, que eran 18; que la relación sexual fue consentida, que en realidad fue violada; que hay pruebas tan contundentes como el semen, pero las pruebas no sirven; que el asesino es un pintor que iba a la casa, que es un personaje de la política. Hasta le van a hacer una prueba de ADN a un cura.

Dos cosas aparecen claras: uno, que cuando corre plata todo tiende a deslizarse en dirección a la impunidad. La ex estrella del fútbol americano O. J. Simpson fue absuelto en 1995 —una fortuna en abogados mediante— de haber matado a su ex mujer y a un amante. Pero en el juicio civil, sí se lo halló culpable, por lo que O. J. debía pagarle US$ 33 millones a los familiares de las víctimas. Michael Jackson, con igual método logró demostrarle a la Justicia que nunca abusó de ningún chico.

Segundo: lo peor es que los crímenes impunes de estas dos desdichadas resultaron funcionales porque luego de producidos se aquietaron las aguas. Como si sus asesinatos hubieran resuelto algo que involucraba a uno o a muchos o la pulsión fatal hubiese descargado una tensión siniestra que ya se hacía insoportable.
Reproducción textual de la nota del periodista Marcelo Moreno. Diario Clarín, domingo 18 de marzo de 2007.

 
30 de Marzo de 2007

La religión, la cocaína de la sociedad
En su
nuevo libro, “La vida eterna”, el filósofo Fernando savater no sólo reformula el clásico emblema de Marx, sino que insiste en que las sociedades democráticas sean laicas, donde no cuenta el Opus Dei.
“¿Por qué la gente cree en cosas sobrenaturales? ¿Cuáles son las raíces de la creencia religiosa?”, son algunas de las preguntas que se plantea el filósofo español, autor de más de 45 libros. Luego de sus interrogantes responde: “Pues, porque
parece chocante que a estas alturas del siglo XXI haya personas que crean en cosas improbables como las que fundamenta la religión”.

 El tema central de la nueva obra está a la vista, y Fernando Savater es categórico. “Marx decía que la religión era el opio del pueblo, pero a veces funciona como la cocaína, una cosa excitante, que incluso en ciertas oportunidades sirve de motor para cometer atrocidades como el caso del terrorismo islámico; y también para hacer cosas extraordinarias, hay personas que cuidan leprosos y se sacrifican”, asegura quien ha sido un gran promotor de las actividades antiterroristas en su país.

La necesidad de que las sociedades democráticas sean laicas “tiene que ver con la separación entre la Iglesia y el Estado, porque la religión es un asunto individual. Ahora, el país que más se acerca es Francia, donde la religión es un asunto privado, porque el Estado debe gestionar los intereses públicos”.

 Lo más probable es que el libro ocasione más de alguna polémica, cuestión a la que ya está acostumbrado Savater. “Pero bueno, el miedo a la perdición de la muerte, y el complejo de culpa por nuestros pecados, son la base de las creencias religiosas”, señala y luego ahonda en uno de los temas que aborda asiduamente en su obra: la ética. “Hay un capítulo que se titula ‘Vida eterna o vida buena’, y trata de eso, de hasta qué punto la ética puede verse desmentida por esa idea de premio, de una vida futura de inmortalidad”, sentencia y se despide. El catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid debe partir y cruzar la ciudad. En su viaje pasará frente a dos capillas y una iglesia.  Periodistadigital.com

-------------------------------------------------------------------------------------Fallas de seguridad tapadas con las manos 
Kirchner también reaccionó ante las fallas en la seguridad aérea como si fuera un problema nuevo que no es. A mediados del año pasado hubo un pico de crisis que el Gobierno intentó esterilizar con el anuncio del traspaso del control aéreo en un año a manos civiles. La semana pasada adelantó ese traspaso y dio más aire a la Secretaría de Transporte de Ricardo Jaime.

En ese conflicto se conjugan viejos problemas. La falta de inversión de las aerolíneas, la disputa entre gremios aeronáuticos para ganar espacio en las decisiones empresarias y el papel conflictivo del subsecretario de Aerotransporte Comercial, Ricardo Cirielli, que no se sabe si actúa de funcionario o de delegado sindical. Los empresarios españoles se quejaron muchas veces por Cirielli. Kirchner prometió apartarlo, pero allí sigue.

Kirchner dispone de un margen demasiado generoso para decir y quizás no cumplir. Para decidir bien y también mal. La inversión y el consumo continúan a todo vapor. La expectativa que generan neutraliza el temor a la inflación comprimida. La economía tiene todavía bien encapsulado a todo lo demás. Eduardo Van der Koy, periodista

-------------------------------------------------------------------------------------Breve resumen de un político decente

Los amigos le querían hacer una fiesta grande. Habían pensado en el Luna Park, que más de una vez había sentido estremecer sus paredes legendarias bajo el grito de su apellido sonoro, en tiempos de fervores populares ya demasiado lejanos. Querían invitar a estadistas y líderes extranjeros para que vinieran hasta el fin del mundo a congratular a uno de sus pares, el único de estas latitudes al que aceptan en sus clubes selectos. Pero él no quiso saber nada. Pudoroso, se excusó de esos halagos con un argumento imposible: "Para qué vamos a hacer tanto lío por una fecha familiar".

Raúl Ricardo Alfonsín cumplió 80 años. Sigue viviendo en el viejo departamento de la avenida Santa Fe que tiene desde antes de haber sido presidente y es, como siempre, un hombre decente. Para alguien que llegó a las alturas a las que llegó él, en este país, eso que debería ser común resulta absolutamente excepcional. No es necesario hacer nombres: cualquiera sabe qué resultado arrojan las comparaciones en este terreno.

Viendo las imágenes del finalmente sobrio festejo que le hicieron sus amigos noches atrás, a Alfonsín se le notan algunas señales del paso del tiempo en la carrocería. Pero su motor funciona a pleno y su verbo sigue tan filoso como cuando sacudía multitudes desde arriba de una tarima, en aquel breve tiempo en que la política y los sueños de la mayoría volvieron a vivir un romance intenso, incendiario, del que demasiado pronto sólo quedaron cenizas.

Dijo, esa noche, que llegaba a los 80 sin odios ni rencores, y que seguía haciendo planes para el futuro. Cuando a alguien lo homenajean no es elegante andar hurgándole la exactitud de sus dichos, así que vamos a dar por buenas esas palabras de Alfonsín. Es probable que no tenga odios ni rencores, pero seguro que mantiene viejos enconos y la furia que los años no consiguieron limar. Esa furia hoy se le despierta cuando habla de los correligionarios que andan medio flojos de convicciones y tienen el oído fácil a la seducción de poderes y billeteras ajenas.

Alguna vez le dejaron en depósito todas las ilusiones de una sociedad devastada y, la verdad sea dicha, salió maltrecho de aquel compromiso fenomenal. Pero supo conservar indeleble el respeto de sus conciudadanos, que es más de lo que muchos de su especie pueden mostrar.

En el debe y haber, después de más de medio siglo en la política, Alfonsín acumula una colección de errores, que la gente se ha encargado de facturarle puntualmente; pero también unos cuantos aciertos gruesos, por los que también le facturan sin olvido, sólo que en este caso la cuenta se la pasan los representantes del poder permanente.

En cuanto a sus planes para el futuro, basta con echarle un vistazo a la actualidad. Con las mismas artes de prestidigitador con que supo propinarle al peronismo la primera derrota electoral de su historia; y más tarde prohijar la Alianza que arrolló al menemismo después de haber pactado con Menem en Olivos, ahora Alfonsín apuntala —a costa de tragarse algunos disgustos— la candidatura de Roberto Lavagna buscando darle sobrevida a un radicalismo que hace rato boquea en agonía.

Esa agonía es también la de la política entendida como Alfonsín la entendió siempre, inspirada en un afán de justicia y libertad, pero tarde o temprano contaminada de viejas mañas, corrupciones, deslealtades y clientelismo. Una política, aquella de Alfonsín, llena de los vicios de su época, pero que no necesitaba de políticos haciéndose los graciosos en la tele, posando en las fotos como artistas de farándula o diciéndole a cada audiencia exactamente lo que esa audiencia quería escuchar, remedando a Groucho Marx cuando decía
"estos son mis principios, si no le gustan tengo otros".

Aquella forma de hacer política se reveló impotente para cumplir sus propósitos e incapaz de reciclarse en formas más dinámicas, transparentes y eficaces. Y nos dejó como herencia esta política de hoy, donde la chequera tritura las ideas y no es fácil encontrar políticos que resistan una investigación patrimonial.

Pero Alfonsín, a sus 80, se resiste a escribir sus memorias. Y sigue creyendo. Al final, de esa materia están hechos los sueños.
Julio Blank, periodista. Reproducción de su columna en el diario Clarín, domingo 18 de marzo

 
29 de Marzo de 2007

De las riquezas usurpadas por la miserabilidad política
“El gobernador riojano, Angel Maza, ha pagado con su propia caída la ambición de perpetuidad en el poder. Esa ambición no viene sola: generalmente está acompañada, en el Norte miserable y a veces inviable, por la ostentación de riqueza y de privilegios por parte de los gobernantes. Maza había hecho construir en la residencia oficial una pileta de natación propia de un millonario de la lista Forbes. Todos los dirigentes riojanos son hijos políticos de Menem; lo que está ocurriendo allí es un trámite sucesorio con herederos hostiles. Kirchner se ocupó de seducirlos, no de renovarlos”. Joaquín Morales Solá, periodista.

-------------------------------------------------------------------------------------El orgullo de ser terrorista  
El texto publicado por el Pentágono, en el cual declara el detenido Khalid Sheikh Mohammed, no es exactamente una confesión. Es un manifiesto enumerativo de actos de los que se siente orgulloso. Se preocupa por que le crean lo que reivindica, como la decapitación de Pearl, señalando que si alguien quiere una confirmación hay fotos suyas en internet en las que le sostiene la cabeza. Muestra una autovaloración intacta: cuando habla de su mano, aquella con la que procede a decapitar al prójimo, lo hace en términos de "mi sagrada mano derecha". No se preocupa por sus actos, sino porque se escriba bien su nombre. Se queja de ser mal citado en una entrevista. Sólo se apiada cuando se acuerda de los niños. Sería interesante saber a qué edad se cruza el umbral que lo torna a uno asesinable.

Habría un sentido, más allá del proceso penal y político involucrado, en dar a conocer la confesión de Mohammed, que es quebrar el silencio del terrorismo. La publicación busca contrarrestar algo tremendamente perturbador, que es el silencio que subyace a la gratuidad de sus actos. Más allá del valor de la incriminación, se trata de un esfuerzo de traducción de las motivaciones ajenas al propio universo. La destrucción del silencio terrorista busca convertir al terrorista en un objeto de comprensión. Porque no se puede siquiera despreciar lo que no se comprende. Sin embargo, la confesión de Mohammed, si bien inteligible en términos penales, sigue siendo ininteligible en términos de significación. No es posible para nosotros comprender la razón de este torrente de hechos, y no hay manera de incorporar a nuestra mentalidad la razón por la cual una persona se estrellaría contra una torre, sacrificando su vida en conjunto con las de tres mil personas.

¿Será esa irreductibilidad de fondo lo que vuelve el proceso contra sí? Se duda ahora de la veracidad de lo dicho, se cuestionan los métodos con los que se lo ha obtenido, y se perfila como un extraño boomerang de cuestionamientos para quienes lo han publicado. Así como el terrorismo conoce a la perfección la idiosincrasia de Occidente, y el modo de aprovechar su maquinaria mediática en su favor, éste pareció el intento inverso, el de aprovechar en el propio favor la maquinaria mediática que otorgaba la confesión. Pero tal vez sólo haya servido para extender la incógnita que supone el terrorismo para Occidente.
Enrique Valiente Noailles, periodista y filósofo. Reproducción de su nota en el suplemento Enfoques, diario La Nación, domingo 18 de Marzo de 2007

-------------------------------------------------------------------------------------¿Qué pasa en santa cruz Sr.presidente?

Néstor Kirchner conjetura sobre alguna confabulación en Santa Cruz. Los conflictos en esa provincia han resultado siempre explosivos y traumáticos. Aquel de los petroleros en el alba del 2006 dejó incluso un muerto. Pero hacía muchos años, tantos que hasta casi se perdió la cuenta, que en Río Gallegos no salía un gentío a protestar. El Presidente dio un respingo.

Río Gallegos tiene una de las tasas de empleo más elevadas del país. Sus niveles de pobreza son también los más bajos. ¿Cómo se entiende semejante convulsión? Hay una multiplicidad de razones que podrían explicarla. Las mismas, quizá, que acicatean problemas similares en otras provincias donde las discusiones salariales se mezclan con el tiempo electoral. Pero Santa Cruz es la tierra de Kirchner y todos los focos de la atención política iluminan allí sin remedio.

Poco y nada se habló la semana pasada de las quejas docentes en Corrientes, Salta y Neuquén. Menos aún del trastorno con médicos y enfermeras en Catamarca. Persiste larvada, además, la crisis política e institucional en La Rioja. Pero la única información que fluyó con abundancia fue la que provino de Santa Cruz. También Kirchner subió el valor de aquel conflicto: le dedicó tiempo completo de su agenda y desde una tarima bonaerense enjuició a la oposición.

Habría que empezar por precisar una cosa. La protesta de Río Gallegos no fue detonada por el aumento salarial a los docentes que dispuso semanas atrás el Gobierno. El piso de los docentes allá —aun con su composición segmentada— está bien por encima del que anunció Daniel Filmus y que repercutió en Buenos Aires y en otras geografías. Pero esos docentes se reflejan en una realidad diferente y es esa misma realidad la que suele alentar sus demandas.

La vara de la comparación son siempre los trabajadores petroleros. El petróleo es, por lejos, el tesoro que dispone Santa Cruz para financiar su economía. Después de la revuelta de Las Heras, el salario de aquellos trabajadores quedó boyando entre los 4 mil y 5 mil pesos. Un docente de Río Gallegos gana casi $ 2.900. Esas desigualdades, aun en las cimas salariales, fogonean los reclamos y a veces cierta tensión. Pero a los petroleros les pagan empresas privadas y a los docentes el Estado provincial. Unos pueden desembolsar, con seguridad, más que otros.

Un problema adicional consiste en el pago de los salarios caídos por huelga. Esa cuestión fue clave para el arreglo del conflicto en Las Heras. Kirchner ordenó entonces ceder a la exigencia de los petroleros. El presentismo resulta determinante en la conformación final del salario docente. El Presidente asegura ahora que no aflojará. Aquella es una norma general que impuso en sus épocas de gobernador y que ayuda a neutralizar huelgas o, por lo menos, a debilitarlas.

En el entrevero, la política siempre mete su cola. La gran movilización fue en Río Gallegos y más raleadas en poblaciones del interior. La ciudad capital está en manos de un radical, Héctor Roquel. El intendente ha sido en promedio un hombre conciliador. Aunque Kirchner sospecha que tejió ahora alianzas finas con los docentes y empleados estatales que salieron a la calle. El radicalismo está activo en la provincia y la mayoría se inclina por respaldar la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. El ex vicegobernador kirchnerista, Eduardo Arnold participa de esa negociación. Detrás de él se han ido algunos fragmentos del PJ provincial. Elisa Carrió aterrizaría en Santa Cruz en las próximas horas. Con ese panorama Kirchner dispone de un solo candidato para octubre: su hermana, Alicia.

Quizás el Presidente haya subestimado la crisis de hace un año donde la revuelta de los petroleros terminó con la renuncia del entonces gobernador Sergio Acevedo. Ese hombre, que formó durante años parte del tronco kirchnerista, vive hoy en la lejanía, el anonimato
y el silencio. Kirchner supuso que Santa Cruz podía continuar funcionando bajo la órbita de su influencia a la distancia y la presencia de un simple controlador. Por esa razón dejó a Carlos Sancho a cargo del Ejecutivo provincial. Pero la gestión de ese funcionario de poco carácter es pobre, vacía de convicción.

Una de las deudas políticas que tiene, que en verdad heredó, es la falta de novedades sobre el asesinato del policía Jorge Sayago, ocurrida durante el estallido de Las Heras. Hay detenidos, pero la investigación está parada. Voceros de la oposición santacruceña denuncian que se evita incriminar a algún responsable con llegada al poder nacional. En aquella ciudad inhóspita y remota la situación no está en calma: los que protestan no son hoy los petroleros sino los pobladores comunes que se quejan por la falta y la mala calidad del agua, contaminada con materiales pesados y químicos.

Sancho no es el único responsable, sin embargo, de la tirantez con la Iglesia. Este es un problema que arrastra Kirchner desde el inicio de su gobierno. Y no incluye solamente a Santa Cruz. Existe sobre todo una relación deteriorada con el cardenal Jorge Bergoglio, el jefe del catolicismo argentino. Hay entre ellos hondas diferencias, pero habría también una puja de vanidades. El Presidente se indigna porque en distintos puntos del país algunos obispos se han colocado a la cabeza de luchas políticas (Misiones) o de protestas sociales. Hacen aquello que por distintas razones no está en condiciones de hacer la oposición. Bien o mal, es un anticuerpo que genera todo sistema que funciona con anormalidad. Kirchner y también la oposición tienen muchísimo por hacer para que la democracia mejore.

Santa Cruz no es, en ese sentido, una excepción. Juan Carlos Romanín llegó hace poco más de un año al Obispado de Río Gallegos. Es un jesuita de la escuela de Bergoglio, austero y concreto. Romanín le dio con su asistencia una escala superior a la movilización callejera de la semana pasada. El Presidente se desencajó porque había tenido con el cura un gesto, a juicio suyo, de buena voluntad: estuvo el día de su asunción. "No sirvió de nada", rezongó con amargura en las horas de mayor tensión.

Suceden más cosas. El párroco de Las Heras, Luis Bicego, tiene un duro enfrentamiento con el Gobierno provincial y, por añadidura, con la Casa Rosada. El gobernador Sancho lo responsabiliza de apañar siempre a los sindicalistas petroleros más revoltosos. El sacerdote hostiga al mandatario con severísimas opiniones en su contra. Hubo hace meses otro episodio serio que transcurrió alejado del escándalo. El párroco de Caleta Olivia, Enrique Lapadula, sostuvo una áspera discusión con el senador kirchnerista Nicolás Fernández. Lapadula fue trasladado a Puerto Deseado luego de recurrentes apretadas del poder político.

El alboroto en Santa Cruz llegó en un momento inoportuno e impensado para Kirchner. Estaba transitando sin grandes sobresaltos el primer tramo del tiempo electoral. Aquel alboroto, en cambio, fue recibido casi como una bendición por los opositores, esterilizados con las buenas noticias que brinda la economía. El conflicto patagónico revela que debajo de la alfombra de la bonanza subsisten insatisfacciones de todo tipo, también políticas.

Lavagna sigue sin estridencias su derrotero. Salió bien parado del plenario radical al que merodeaban previamente algunas amenazas. Las corporizaba sobre todo Margarita Stolbizer. Pero la dirigente trastabilló cuando en Entre Ríos respaldó la candidatura de Emilio Martínez Garbino, de una coalición progresista, en lugar del postulante partidario.
Eduardo Van Der Kooy, periodista

 
28 de Marzo de 2007

Presidente: no viole la constitución
El principio de separación de poderes es una de las bases fundamentales del Estado de Derecho ya que tiende a asegurar el objetivo más importante del constitucionalismo, que es la conformación de un gobierno limitado en resguardo de los derechos y libertades esenciales de las personas. Así las cosas, al Poder Judicial le cabe un papel básico en el control de los acto de gobierno de los poderes políticos -Ejecutivo y Legislativo- a fin de que los mismos se adecuen a la Constitución y a las demás leyes de la República.

Por lo tanto, todo el esfuerzo debe estar puesto para velar por la mayor independencia de la Justicia, no por casualidad nuestro preámbulo habla entre los objetivos del pacto federal que sustenta la ley fundamental el de "afianzar la Justicia".

Llama la atención que el presidente de la República utilice un discurso tan importante como el que impartió en el día de ayer para increpar en términos enfáticos a los integrantes del Poder Judicial, así como a incentivar al Consejo de la Magistratura para que proceda a acusar y someter a juzgamiento para la remoción, dentro de los más breves plazos, a miembros de la Corte de Casación Penal.

La Constitución claramente le prohíbe interferir en el accionar de la Justicia. En efecto, el artículo 109 tantas veces violado por parte de los primeros mandatarios argentinos determina con claridad que "En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas".

No cabe duda de que manifestaciones como las proferidas por Néstor Kirchner ayer violan de manera manifiesta el texto y el espíritu de la cláusula constitucional transcripta.

Este tipo de actitudes interfieren gravemente en el normal desenvolvimiento de la delicada actividad que deben desempeñar los magistrados, que deben contar con la suficiente templanza, equidistancia y objetividad a fin de poder desempeñar sus funciones con independencia de criterio y alejados de las urgencias de los poderes políticos.

Un sistema que desconozca estas pautas irá de a poco perdiendo los atributos de una república enmarcada en los lineamientos de Estado de Derecho.
LANACION.com.ar, domingo 25 de marzo
-------------------------------------------------------------------------------------Acercarse a la Constitución
Más allá de las nobles causas que inspiraron al jefe del Estado a haber actuado como lo hizo en defensa de los derechos humanos y de la memoria de los argentinos, su proceder operará en el sentido exactamente contrario, pues por sus expresiones puso de manifiesto una vez más una vocación muy débil para enmarcarse en los lineamientos de su función, la de administrador general de la nación, de naturaleza política.

Su función no es predominante pese a que ejerce la jefatura del Estado si no ubicada en un nivel igual al de los otros dos poderes.

Sobre todo, en relación con la Justicia, le caben las generales de la ley ya que sus actos deben ser objeto de manera permanente del escrutinio y fiscalización por parte de los miembros del Poder Judicial.

En aras de la salud de nuestras instituciones y del logro de la consolidación de nuestra democracia, resulta fundamental que los argentinos tomemos conciencia de nuestro rol de ciudadanos y, como tales, nos cabe velar en todo momento para que el comportamiento de nuestros representantes se encuadre siempre en las normas de la Constitución de la Nación.
LANACION.com.ar, domingo 25 de marzo

-------------------------------------------------------------------------------------

La quiebra hace ricos a los empresarios...

“La economía es muy extraña en Argentina, porque mientras las empresas van a la quiebra, sus dueños cada vez tienen más dinero”. Jorge Guinzburg, periodista

--------------------------------------------------------------------------------------------------La persecución a los poderes y a la prensa

Al mismo tiempo, no deja de ser llamativo que semejante empellón actual esté sucediendo simultáneamente con la inauguración del año electoral. La embestida contra los jueces no tendría por qué ser exclusiva contra ese tribunal. El precedente de un gobierno hurgando en la integración de los tribunales o en la opinión de los jueces podría traer consecuencias de temor y de parálisis en la Justicia.
En la Justicia se están investigando varias causas más contemporáneas, que afectan a las decisiones y los manejos de funcionarios del actual gobierno. Puede que no sea ése el propósito, pero podría ser la consecuencia.
Kirchner dijo en Córdoba que diría lo que dijo aun cuando sabía que lo criticaría la "prensa tradicional". Sólo quedarían pocos jirones de la República si nadie más que la "prensa tradicional" se preocupara por un presidente decidido a zamarrear jueces y, si no entendieran el mensaje, a echarlos como si fueran secretarios indolentes.  Joaquín Morales Solá, periodista

---------------------------------------------------------------------------------------------------Aficiones peligrosas

La afición por Chávez no tiene, de todos modos, muchas explicaciones en un presidente tan pendiente de las encuestas de opinión pública. Los dos líderes extranjeros más valorados por los argentinos, según una reciente medición del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, son Michelle Bachelet y Rodríguez Zapatero, con índices parejos y muy altos de simpatía social. Con sus luces y sus sombras, ninguno de esos dos líderes tiene nada que ver con las políticas y los modos de Chávez.

Las consecuencias con los Estados Unidos son fácilmente predecibles, han dicho importantes funcionarios en Washington. Ninguna oficina norteamericana moverá un dedo en adelante, por ejemplo, para ayudar a la Argentina en la renegociación de su deuda en default con el Club de París. Ese problema es muy especial, casi único. Kirchner quiere una refinanciación parecida a la que logró con el gobierno de España, pero sin pasar por un programa con el Fondo Monetario. Tal excepción necesita el apoyo de Alemania, Francia y los Estados Unidos. Ninguno está de acuerdo con la propuesta argentina.

Felisa Miceli nunca frecuentó, al revés de todos los otros ministros de Economía, a los responsables económicos de las principales potencias del mundo. Ante esa ausencia de interlocutores, el gobierno argentino intentó vanamente una gestión de Tom Shannon, una paloma del Departamento de Estado, ante el decisivo Departamento del Tesoro. Pero, al final, los actos de Kirchner terminan por debilitar a los sectores más moderados y dialoguistas de Washington. Shannon no militará más en esas filas y Burns expresó también una decepción personal, porque él creyó en Kirchner.

El gobierno norteamericano no promoverá inversiones de sus empresarios en la Argentina. Esa es otra conclusión, aunque siempre cabe la decisión particular de las corporaciones. Burns se había interesado por aumentar las inversiones norteamericanas en la Argentina cundo estuvo en Buenos Aires, en febrero último. Según los primeros datos sobre inversión extranjera en América latina en el año 2006, la Argentina podría resultar quinta, luego de Brasil, México, Chile y Colombia. Las explicaciones hay que buscarlas en la política y no en la hasta ahora rebosante economía.
Joaquín Morales Solá, periodista

 

27 de Marzo de 2007

 

 

Hacia el unicato presidencial

“Néstor Kirchner cree en el efecto fulminante, casi mágico, de sus tribunas de incendio. No hubo inocencia en él, por lo tanto, cuando el sábado último la emprendió contra los jueces de la Cámara de Casación. Ellos tienen en sus manos muchas causas por las violaciones de los derechos humanos en la década del 70. Si la presión pública es ya un hecho demasiado grave, puede asegurarse que es aún más intensa –y quizá concluyente– la presión soterrada que se está ejerciendo sobre esos jueces para que abandonen sus cargos.

“Jubílense y no les pasará nada.” Ese es el mensaje que los jueces Gustavo Hornos, María de Durañona y Vedia, Alfredo Bisordi y Eduardo Riggi vienen recibiendo de niveles decisivos del poder. La tensión que ellos viven personalmente es muy difícil de transcribir en pocas palabras. Lo cierto es que ni siquiera han faltado los estallidos de llanto en los últimos días en algunos de esos magistrados. Tales episodios de tensión interna eran previos, por cierto, al maltrato presidencial en Córdoba.

¿Quién es el mensajero oficial de tales bravatas? Según coincidentes versiones que circulan en la Justicia, el mensajero es el diputado Carlos Kunkel. Cuenta con la confianza presidencial y es, al mismo tiempo, una especie de delegado de Kirchner en el Consejo de la Magistratura, el organismo encargado de designar y relevar a los jueces.

El oficialismo se reservó, en la última modificación del Consejo, el control de los dos tercios necesarios para remover o nombrar jueces. Las advertencias de Kunkel no carecen, entonces, de sustento político para hacer posibles sus intimidaciones.

De cualquier forma, el "jubílense" de Kunkel fue reemplazado ayer por el más expeditivo "váyase" que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, siempre más locuaz que cualquiera, le arrojó al juez Bisordi. Bisordi había advertido que por el camino emprendido por Kirchner se terminaría en la "suma del poder público".

¿Dónde han llegado los exponentes de la República? ¿Qué significa este diálogo de tahúres entre jueces y funcionarios de una democracia? ¿En qué país estamos ingresando en el que las más altas autoridades de la Nación maltratan a un juez como si fuera un reo?”.  Joaquín Morales Sola, periodista

--------------------------------------------------------------------------------------------------No les tenemos miedo

El lugar, que hasta la semana pasada ocupaba el Ejército, es considerado uno de los iconos de la represión, que en Córdoba estuvo encarnado por el ex titular del Cuerpo de Ejército III, Luciano Benjamín Menéndez, que se llevó las mayores silbatinas del público. Actualmente, el militar está detenido con prisión domiciliaria.

Kirchner le dedicó uno de los párrafos más duros de su discurso. "Desde acá, desde Córdoba, a ese general, que lo voy a nombrar como presidente de la Nación que soy, señor... No te voy a llamar general porque ni eso merecés. Señor Luciano Benjamín Menéndez: tené en claro que sos un cobarde, tené en claro que los argentinos saben quién sos y que estás escondido en tu casa. Tendrías que estar en una cárcel común, donde tienen que estar los delincuentes y los asesinos como corresponde", exclamó en medio de aplausos.

"A esos que torturaron y mataron allí, como ese mayor Barreiro, que se escapó del país, otro cobarde, que nos viven amenazando, no les tenemos miedo, no le tenemos miedo", insistió Kirchner” .
Diario La Nación
 

---------------------------------------------------------------------------------------------------Lujos que se da la argentina

Un lujo que la Argentina no se dio nunca fue el de promover fricciones simultáneas con los Estados Unidos y con Brasil. Kirchner se lo dio. Washington también se dio el suyo: pocas veces antes protestó contra un gobierno haciéndoselo saber a su embajador en público, cara a cara. Nicholas Burns, el diplomático norteamericano de más confianza de Condoleezza Rice, hizo exactamente eso con el embajador argentino, José Octavio Bordón. Debió ser el momento más incómodo que Bordón pasó en su vida.
¿Ignoraba el gobierno argentino que el acto de Chávez en Buenos Aires, coincidente con la visita de Bush a Uruguay, molestaría de tal manera a los Estados Unidos? Esa ignorancia es difícil, sino imposible. Fueron muy claros los mensajes washingtonianos previos sobre el malestar eventual ante los anuncios del acto de Ferro. Consternación por el anuncio, fue la fórmula que repitieron.
Kirchner sabía, definitivamente, lo que hacía. Quizá por eso gran parte de su gabinete estuvo en contra del acto de Chávez y le advirtió al Presidente de su oposición. Muchos de los decisivos funcionarios que se opusieron debieron luego, sin embargo, defender en público la decisión de Kirchner. Así es el mundo kirchnerista, sin matices.
¿Por qué lo hizo? Una versión oficial indica que Kirchner entendió la gira latinoamericana de Bush como un intento de dividir a los países del Mercosur. Bush estaba en Uruguay cuando sucedió la provocación de Chávez. Desgraciadamente, la Argentina y Uruguay no necesitan de Bush para estar divididos. Lo están, y las razones pueden encontrarse sólo en el sur de América.
Kirchner suele decir que su relación con Chávez es de agradecimiento por los favores que éste le hizo a la Argentina durante la crisis energética de 2005, que, por otra parte, nunca se reconoció oficialmente. Describe también al gobierno de Chávez como "cívico-militar", una fórmula que el argentino desdeña, y lo entrevé inspirado en ideologías y programas del primer Perón. Han pasado 60 años, suele concluir.
Otras versiones indican, sin embargo, que Kirchner le ha dado un matiz ideológico distinto a su gobierno en los últimos tiempos y que el acercamiento a Chávez responde a coincidencias políticas profundas. Roberto Lavagna ha sostenido en público esa tesis. El ex ministro argumenta que el entorno ideológico que lo rodea ahora ya no es el mismo que antes.
Joaquín Morales Sola, periodista

 

23 de Marzo de 2007

 

 

“La imagen que se da del país es muy pobre”

Carlos Malamud* revela matices en la relación bilateral hispano-argentina.

-Más allá de escenificaciones, ¿hay en España inquietud por la influencia del venezolano Hugo Chávez en América latina?

-Es un tema que preocupa cada vez más. Por su deriva autoritaria, por su cada vez más agresiva política exterior; por sus aliados con mala prensa, como el caso de Irán, o sus visitas a dictadores asiáticos y africanos, y por su carrera armamentista. Otra cosa es lo que se manifiesta de eso, porque la política española en la región pasa por tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con independencia de su signo político o ideológico.

-¿No importa el tamaño del sapo que haya que tragar?

-La idea es que, para la defensa de los intereses españoles y del proyecto Iberoamericano, lo mejor es no cortar los puentes de diálogo, incluso con gobiernos complicados.

-¿Dónde está el límite y cuán cerca está Chávez de él?

-El límite sería algo que ataque los intereses españoles. Por ejemplo, expropiaciones de bienes de nacionales españoles.

-Eso ya ocurre con venezolanos...

-La reacción española sería con nacionales españoles y con los intereses de sus empresas.

-Si se toca a las empresas, ¿Madrid salta?

-Si, pero depende de la manera en que sean tocadas. Porque, por ejemplo, la anunciada nacionalización de Repsol por parte del boliviano Evo Morales causó mucha preocupación. Pero se mantuvo abierto el diálogo y se alcanzó una solución.

-Y cómo se recibe el acercamiento de Kirchner a Chávez y el acto en Ferro contra Bush.

-El presidente argentino es seguido aquí con atención y con escepticismo a la vez. Es su origen peronista lo que explica parte de sus derivas populistas. Y sobre todo sus aproximaciones y alejamientos de Chávez o de Bush o de quien haga falta, según le convenga a las circunstancias del momento. Es un hombre que tensa la cuerda hasta donde puede y luego, si es necesario, se justifica ante quien corresponda.

-¿Cuánto le queda de cuerda para tensar?

-Creo que el derrotero de la gira de Bush, que obvió deliberadamente Buenos Aires, es un mensaje de que ya le está ocurriendo algo como lo del cuento del pastorcito Pedro, el lobo y las ovejas. La paciencia tiene un límite y Kirchner está cerca de colmarla

-Eso lo señala usted con Estados Unidos. Pero, ¿con España es lo mismo?

-Con España no se ha llegado tan lejos. Pero aquí tenemos diferencias entre las escenificaciones y las realidades. Nadie aquí cree en los argumentos de Kirchner para con el diferendo por las empresas españolas. Lo que ocurre es que la Argentina, por acumulación de stock, es aún el país de la región donde España más ha invertido. Y eso se cuida. Pero lo cierto es que, desde 2001, la inversión española en la región ha ido a países más confiables, como Chile, Brasil y México, lo que implica que, en términos relativos, hay retroceso de la inversión española.

(…)-¿Cuánto afectó la relación bilateral el reclamo de Kirchner para que se retire al ex embajador Carmelo Angulo?

-No creo que haya sido determinante. Confirmó, de algún modo, lo lineal del razonamiento y los modos del Presidente.

-¿También los de España? Porque Zapatero lo hizo esperar más de 18 meses desde que Kirchner pidió el cambio hasta que se lo concedió.

-En tal caso, es una prueba más de que la luna de miel no era tal.

-Tres años después, ¿cómo se mira a la Argentina en España?

-La imagen está mediatizada por los excelentes récords de crecimiento. La pena es que al mismo tiempo aparecen medidas que despiertan dudas: el escándalo del INDEC, el tema de la inflación y todo un manejo que genera perplejidad, sobre todo por lo que de retroceso institucional significa. Tampoco ayuda este deshojar de margarita entre el señor y la señora Kirchner para la presidencia. La verdad es que, con eso y con el plan para prolongar la permanencia en el poder, la imagen que se da del país es muy pobre y, desde el punto de vista democrático, poco edificante.

-¿Qué impresión hay de la senadora Kirchner en España?

-Goza del mito de ser la versión más socialdemócrata del matrimonio, una suerte de remedo de Hillary Clinton que ella se ocupó mucho por crear jugando astutamente sus cartas aquí, donde se acercó al gobierno y al partido socialista y participó en un debate con el ex presidente Felipe González en la Casa de América.

-Lo recuerdo. Pero, en esa ocasión, Felipe corrigió la plana a la senadora respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI) y le dijo que, en vez de criticar, la Argentina debería hacer un poco de autocrítica. Fue un matiz importante.

-Si, pero lo que queda de eso en el recuerdo mayoritario es la foto. La imagen de ella junto a Felipe.

-¿Sería bien recibida entonces en España su eventual candidatura?

-Creo que los dos son lo mismo. Pero la idea de abrir camino para 16 años del matrimonio lo hace también a costa de un descrédito institucional peligroso. La decisión de uno u otro tendrá que ver con los números de la economía pero, sobre todo, con el estado de la oposición: si sigue tan fragmentada y falta de ideas, ése será el escenario. Extracto de entrevista publicada en La Nación. Malamud*, historiador y analista argentino residente en España.

---------------------------------------------------------------------------------------------------La colonización espacial, por Sir Arthur C. Clarke

“(…) Me siento muy feliz y muy agradecido a la gente que me considera el inventor de los satélites para las telecomunicaciones y el principal impulsor del ascensor espacial. Pero preferiría ser recordado como un gran escritor.

(…) La colonización del espacio es el próximo paso lógico en nuestra evolución como especie. Es el gran paso sucesivo al que condujo a nuestros antepasados, cuando eran peces, a salir del mar y asentarse en tierra firme. Imagine un pez radicionalista que, hace mil millones de años, decía a sus parientes anfibios: “la vida sobre tierra firme no tiene nada que ver con la marina. Nosotros estamos bien aquí donde estamos” Eso fue lo que hicieron los peces y siguen siendo peces. Nuestros descendientes que vivirán en la Luna o en Marte, ciertamente visitarán la Tierra de vez en cuando, con sus trajes especiales para soportar la tremenda gravedad de la tierra y sus máscaras antigás para filtrar los innumerables malos olores que nuestro planeta aprendió a generar durante su larga historia de millones de años. Pero no creo que quieran vivir en la tierra permanentemente.

(…) Comparto la teoría del astrofísico Carl Sagan: “O estamos o no estamos solos en el universo. En ambos casos, nuestra mente permanece confusa.” Personalmente, no tengo duda alguna de que el universo bulle de vida. Una de mis
esperanzas secretas es encontrar un signo, cualquier signo, de alienígenas durante mi vida. Preferiría un signo de vida inteligente, pero me apuntaría asimismo a un signo de vida bacteriana. Por otra parte, también puede suceder que una
civilización inteligente haya decidido evitar cualquier contacto con nosotros, dadas las desesperadas condiciones a las que hemos condenado a nuestro mundo. ¡A lo mejor, los terrestres fuimos colocados en una especie de “cuarentena galáctica”!
(…) Creo mucho en los sistemas de reconocimiento vocal para el ordenador y demás dispositivos, incluso por su valor social, porque podrían ser utilizados incluso por los analfabetos. Sin embargo, hoy en día todavía hay dificultades para conseguirlo. Funcionan bien, si una persona está sola, pero piense en el caos de una oficina, en la que todos hablen a la vez a las máquinas. Además, el software deberá resolver el problema de la enorme diferencia de acentos con los que se habla una misma lengua. Recuerdo, a este respecto, una anécdota de hace unos años, mientras estaba intentando enseñar a un ordenador a reconocer mi voz. Pues bien, la frase ‘hay que ayudar al partido’ (the party en inglés) se convirtió en ‘hay que ayudar al apartheid’, un ejemplo evidente de lo ‘políticamente incorrecto’.
(…) El objetivo último de los dispositivos input-output será la posibilidad de utilizar todos
los sentidos del organismo humano y enviar señales directamente al cerebro. La manera de hacer eso con exactitud se lo dejo a los biotecnólogos. Por mi parte, en ‘3001’ describí el ‘braincap’ (un casquete para colocar en la cabeza e interactuar entre el cerebro y el ordenador). La popularización del dispositivo podrá retrasarse por el hecho de que ponérselo exigirá raparse el pelo al cero. De ahí que, dentro de unas décadas, la fabricación de pelucas se convertirá en un gran negocio.

(…) Desde que los ordenadores se convirtieron en máquinas fáciles de usar y más accesibles, desaparecieron todos los temores sobre el símbolo de la máquina que supera al hombre y domina la tierra.

(…)La desaparición de la prensa se predecía ya con la llegada de la radio y de la televisión, pero cada uno de los nuevos medios de comunicación encontró su puesto y nosotros mismos tampoco hemos tirado nuestros libros. Este medio antiguo sigue teniendo, de hecho, un espacio en medio de los sitios web,
los videojuegos, los mensajes y otras tentaciones. Sin duda, el reto es intentar atraer a todos los que se acostumbraron a la gratificación instantánea derivada de los medios de comunicación interactivos, pero la lectura de un libro será siempre algo insustituible. Eso sí, la industria editorial tendrá que buscar nuevas vías, pero no creo que la prensa vaya a desaparecer.

(…) Los países del Pacífico han convivido siempre con los tsunamis, pero sólo el del Océano Indico de 2004 catalizó la atención mundial sobre ese tipo de riesgos. Poco tiempo después de la tragedia, subrayé que un tsunami puede ser desencadenado no sólo por un terremoto submarino, sino también por el impacto de un asteroide. Por eso, cuando se habla de las amenazas procedentes del espacio, la gente parece aliviada por el hecho de que las dos terceras partes de la tierra estén cubiertas por agua. Pero precisamente eso debería preocuparnos mucho más”. Entrevista a Arthur C. Clarke, escritor. ELMUNDO.es

 

22 de Marzo de 2007

 

...O es que no te sale en pantalla

Le pedí sus datos (es mi trabajo) y el hombre volvió a hablarme muy bajito y le volví a pedir que me repitiese, si era tan amable, su nombre y apellido. Muy malhumorado me dijo: Eduardoi F ¿O es que no te sale en pantalla , pelotuda!, cuando se fue me pidió mi nombre y apellido y amenizándome con el dedo me dijo “ acuérdate de mi nombre , porque no lo vas a olvidar. Vas a tener un grave problema. Acuérdate bien, porque esto no queda aquí... Iara Gallego  iaragallego@yahoo.es

---------------------------------------------------------------------------------------------------

The Esperpento Press:

1) Por cada 100 abogados año bancados con dinero público sólo se gradúan 2 matemáticos y un físico

2) Luis D Elía fue a Irán y "vio" que "hay 500.000 judíos que conviven en paz" (sic). Bastó sanear el dato: son 5000 y embretados en guetos (flop)

3) Solá la peleó, se jugó y le pagó a los maestros (no es poco en tiempo tan necio)

4) Amplían misterio de la santísima trinidad: el Papa Benedicto XVI fundó primer equipo de esquí del Vaticano con sacerdotes y otros píos del miniestado sin nieve (glup infinito)

5) Dado año electoral el Congreso legislará a la esforzada velocidad de una vez al mes (sic)

6) A días de irse el hombre más viejo del mundo (Emiliano del Toto, 115, de Puerto Rico) se fue la mujer que lo seguía: Emma Faust Tillman (114), de EE.UU.. Emma tuvo 13 hermanos, algunos longevos: 108, 105 y dos de 102 años

 7) Así es el hombre: el Parlamento británico dedicó 800 horas al debate sobre la caza del zorro y a Irak (y la caza de Saddam, of course ) sólo 20 (glup de órdago).

"Si uno no tiene prejuicios, verá, en un día, lo que otros no verán ni en 10 años" (Norman Mailer). Esteban  Peicovich, extracto de su columna en el diario La Nación. www.palabristas.com.ar

---------------------------------------------------------------------------------------------------Reflexiones de las cosas de todos los días

“·Ayer este diario informó que tres de cada cuatro vuelos de cabotaje parte con demoras de hasta 8 horas. Los retrasos perjudican a más de 16.000 personas por día. La empresa que domina el 85% del mercado reconoce la falta y por toda explicación alega que su flota es antigua y escasa y que planean renovarla. Mientras tanto, los pasajeros, que pagan religiosamente sus tickets, muy argentinamente se joroban sin que nadie los resarza o los proteja.

·  Hablamos de los privilegiados que viajan en avión. ¿Qué decir entonces de las mayorías dignas de un estoicismo más justificado que día a día trepan a trenes sin horarios ni seguridad, completamente rebalsados, en los que viajan en una situación semejante a la del ganado en pie? En los micros de larga distancia no ocurre: lo que suceden son accidentes —por fallas humanas y mecánicas— a repetición, que dejan una cifra pavorosa de muertos y heridos.

·  ¿Y el tránsito en Capital y GBA ahora que los buenos aires económicos dispararon la venta de autos? ¿Usted, amable lector, ve policías con la sana intención de adecentarlo, ordenarlo, dirigirlo o más bien nota, como tantos, que camiones de reparto bajan mercadería a cualquier hora, que los colectivos hacen subir y bajar a los pasajeros en mitad de la calle, que bajo rotundos carteles de prohibido estacionar hay cuadras enteras de coches estacionados?

·  Para mejorar las cosas, los piqueteros —que razonablemente aparecieron en los años de penuria extrema— ahora siguen con sus protestas más o menos folclóricamente, como en una especie de rutina que respeta rigurosamente feriados y vacaciones pero que un par de veces por semana desparrama el tránsito.

·  Cortar, en general, caminos y rutas ya es una costumbre extendida y además, gratuita: no tiene costo alguno. Incluso los pobladores de tres ciudades entrerrianas viven cerrando el paso de rutas internacionales porque temen que una planta uruguaya les contamine el río. Esta actitud no les ocasiona perjuicio alguno más allá de alguna reconvención simpática. Raro que los vecinos del Riachuelo o del Reconquista no corten nada, contaminados como están en la cruda realidad. Quizá no lo hacen por falta de entrenamiento o de recursos o porque padecen otras urgencias.

·  Mientras, la inseguridad se ha vuelto cotidiana. En cualquier esquina del Gran Buenos Aires a un automovilista respetuoso del semáforo le pueden pegar un tiro por diez o cincuenta pesos. O para llevarse el coche. Y el arrebato, también en Capital, es cosa de todos los días. La última moda de la abyección es matar jubilados porque ya no pueden defenderse.

·  Por otro lado, patovicas de boliches y barrabravas campean sus violencias, como si ponerles coto y ley constituyera un objetivo inalcanzable —la piedra filosofal o la cuadratura del círculo— y no el corte neto de conocidas cadenas de complicidades.

La sensación es que vivimos en una sociedad en la que tienden a fallar los controles. Y es extraño, porque, por ejemplo, el control impositivo se cumple con el rigor que muestran los números exitosos de la recaudación. Pareciera que después de las muy negras décadas de autoritarismo, autoridad hoy sonara como mala palabra. Y ejercerla, algo así como un pecado represivo. Como si la opción de hierro oscilara entre el reino del viva la Pepa o la coerción salvaje. Y no es así. Que la armonía no es un cepo. Que el ordenado respeto a las reglas de juego nos hace todo más fácil. E infinitamente más grato”. Marcelo Moreno, periodista. Extracto de su columna en el diario Clarín.

 

21 de Marzo de 2007

 

Una realidad impensada

En la gira por Sudamérica del presidente de la primera potencia mundial… Inventan que dicho mandatario omite venir a la Argentina, el país en el que yo supongo que vivo, y me hacen creer que mi gobierno lo toma con tanta naturalidad que, como única respuesta, convoca una cumbre antiimperialista en la que el principal orador no es ningún dirigente del gobierno de este, sino el de otro país vecino. Y ese personaje-orador  es interpretado por un actor al que los productores del reality lo imaginaron muy excéntrico, dicharachero, capaz de pasarse horas y horas hablando la unidad latinoamericana mientras nombra a próceres que no sé si existieron y trata de muerto al presidente de esa primera potencia mundial.Extracto de la columna de Jorge Guinzburg en el diario Clarín

---------------------------------------------------------------------------------------------------

Las pasteras son Gualeguaychú, no Entre Ríos

Para el Gobierno, sin embargo, la votación del domingo robusteció la disyuntiva que plantean las pasteras y el prolongado conflicto con Uruguay. Si los votos permiten alguna lectura aproximada de la realidad, podría convenirse que Gualeguaychú parece haberse transformado en un mundo aparte de Entre Ríos.
La vida de esa población turística del sur de la provincia está absorbida sólo por las pasteras. Eso explica la victoria de Martínez Garbino, uno de los primeros dirigentes políticos que alertó sobre los riesgos de la contaminación, que en el orden provincial cosechó apenas el 8% de los sufragios.
Eduardo Van der Kooy, periodista

---------------------------------------------------------------------------------------------------

El sueño del peronismo propio (I)

¿Es peronista? Sus rivales en el movimiento acusan a Kirchner de ser un "infiltrado" que simpatiza con los Montoneros.

Puesto que desde hace por lo menos medio siglo nadie sabe muy bien en qué consiste el peronismo –los fieles, que deben estar tan perplejos como los demás, dicen que es un sentimiento, lo que no ayuda en absoluto-, todo militante se cree con derecho a definirlo a su modo particular. El resultado es el monstruo proteico que conocemos, uno que para asombro de los acostumbrados a un mínimo de coherencia puede encarnar sucesivamente el corporativismo de raíz católica, una variante latinoamericana del neoliberalismo y el capitalismo de los amigotes dirigista sin que haya ninguna necesidad de que los líderes celebren debates estructurados en torno a los presuntos méritos y deficiencias de dichas opciones.  Según los peronistas de derecha, el suyo es un movimiento derechista, en opinión de los centristas, es esencialmente centrista, y a juicio de los que se suponen progresistas, en verdad se ubica a la izquierda del mapa ideológico. 

Felizmente para quienes dependen del voto peronista, el que a pesar de la trayectoria zigzagueante del movimiento y su aporte decisivo a la ruina del país sigue siendo cuantioso, la mayoría de los compañeros no se preocupan por tales detalles.

(…)Carlos Menem pudo dominar el peronismo durante casi diez años a pesar de su conversión al capitalismo filoyanqui antes anatematizado porque era una máquina de cosechar votos.

En la actualidad, Néstor Kirchner disfruta del mismo privilegio aunque jura abominar del menemismo -es decir, del peronismo de la década de los noventa-, y no trata de disimular la admiración que siente por los montoneros, miembros de una secta violenta que muchos compañeros, entre ellos el mismísimo general Juan Domingo Perón, quisieron enviar al matadero antes de que las fuerzas armadas se encargaran de la represión. Siempre y cuando Kirchner sea el dueño de los votos, podrá contar con la "lealtad" de la mayoría de los que se creen, o dicen creerse, peronistas, pero en el momento en que deje de poder garantizarles lo que necesitan para mantenerse en sus cargos lo abandonarán a su suerte. Sucede que para los peronistas genéticos no hay nada más despreciable que un perdedor: traicionarlo es una tradición.

Kirchner sabe que es así: de otro modo, no le hubiera resultado tan fácil desembarazarse de Menem primero y de Eduardo Duhalde después. Con todo, al igual que su antecesor riojano, siente que le convendría aprovechar la oportunidad que el destino le ha otorgado para remodelar el peronismo, descartando, en cuanto sea factible, aquellas partes que siguen resistiéndose a incorporarse a su "proyecto" para entonces remplazarlos por otras que ha encontrado a la deriva en el maremagno transversal en que flotan pedazos sueltos del radicalismo y de un sinnúmero de partidos chicos, los más de izquierda, que nunca llegaron a consolidarse. Se trata de una aspiración respetable. En buena lógica, el peronismo ya debió haber acompañado al general a su lugar en el más allá para que puedan formarse un par de partidos similares a los de las democracias más estables –y más prósperas– del Primer Mundo. Por desgracia, es ínfima la posibilidad de que Kirchner tenga éxito en la empresa así supuesta. En la Argentina, es mucho más difícil construir partidos viables de lo que es gobernar. Huelga decir que el desdén por el peronismo tal y como es que se ve reflejado en la estrategia transversalista del Presidente enoja a muchos compañeros…James Neilson,ex director Bs As Herald

 

20 de Marzo de 2007

 

El odio y el amor incomprensible

El Presidente volvió a cargar contra George Bush aunque hace rato que el mandatario estadounidense se alejó de la región. Está convencido de que la impopularidad de Bush lo ayuda en su campaña. En cambio, elogió a Hugo Chávez aunque no hay constancia de que el caudillo sea por aquí demasiado popular. Kirchner valora la ayuda financiera y algunos buenos negocios que cree haber abierto con Venezuela. Eduardo Van der Kooy, periodista

---------------------------------------------------------------------------------------------------

Con permiso…Señor Presidente

“La dirigencia bonaerense  ha perdido control sobre su futuro político. El gobierno nacional decide. Y todo tiene que ser dicho con cuidado para que no se enoje el presidente”. Gerardo Otero, ex ministro de Economía de Felipe Solá, quien renunció en protesta por la  imposición del aumento salarial bonaerense.

---------------------------------------------------------------------------------------------------

Perón = Triple A

En un esfuerzo por salvar la responsabilidad de Perón en la muerte de quince jóvenes izquierdistas, la historiadora Araceli Bellota me acusa de no decir toda la verdad en mi artículo Perón, creador de la Triple A. Agrega que acudo a “investigaciones ajenas” y que mi argumento “tambalea por no hallar fuentes fidedignas”, aunque acepta que en esa reunión se aprobó un documento reservado.

Este documento lo dio a conocer un solo diario, La Opinión (del 2/10/73), gracias a la primicia que obtuvo su director, Jacobo Timerman. ¿Y qué decía la primicia? Que “todos deberán participar en la lucha iniciada, haciendo actuar todos los elementos de que dispone el Estado para impedir los planes del enemigo y para reprimirlo con todo rigor”. En verdad, así empezó el terrorismo de Estado. En un cónclave que presidió Perón, junto al gabinete nacional, los gobernadores y el Consejo Superior Peronista.

Si Perón arremetió contra la juventud de su partido y de otros grupos de izquierda, si se organizó el terrorismo de Estado para eliminarlos y si empezaron a caer izquierdistas muertos, antes y durante su presidencia, ¿a quién hay que cargarle la cuenta? ¿Quién era el jefe de gobierno? ¿Quién nombró a los comisarios Rodolfo Eduardo Almirón, Alberto Villar y Juan Ramón Morales? ¿Y quién ascendió a José López Rega? Todos fueron jefes de la Triple A. ¿Perón los nombró sin saber para qué? ¿No entendió lo que ocurría en el país? Sus médicos, Norberto Giletta, Pedro Cossio y Alfredo Bisordi, dijeron que “la lucidez fue permanente en el general Perón, hasta el mismo instante de su deceso”.

Según la historiadora, Perón no tiene nada que ver con los muertos de ese siniestro organismo. “Definitivamente no”, asegura. Y se apoya en lo que le contó Juan Manuel Abal Medina en junio del 74, asegurándole que “los lazos entre Perón y Montoneros nunca se cortaron”. La verdad es que en esa fecha, los montoneros estaban furiosos y no porque Perón los hubiera echado de la plaza, como cree equivocadamente, pues lo cierto es que se fueron solos, descargando su rabia: es lo que cuenta el entonces funcionario peronista José A. Deheza: “Sin esperar el final del discurso, los montoneros plegaron sus estandartes, dieron la espalda al palco y comenzaron a retirarse de la plaza, coreando: «Aserrín, aserrán, es el pueblo que se va»”. También advierte Deheza que, al pedirse un minuto de silencio por Evita y los muertos por la Patria, “los sindicalistas se callaron y los montoneros coreaban uno a uno el nombre de sus muertos notables, agregando el consabido ¡presente!”.

Dice también que, en la reunión con Ana Guzzetti, no recordé esta frase de Perón: “La guerrilla debe ser reprimida dentro de la ley”. ¿Cuál ley? No había nada que legalizara la pena de muerte, pero existía la organización paraestatal dedicada a eliminar a los izquierdistas. Guzzetti dijo, y lo repito, que “en dos semanas hubo exactamente veinticinco unidades básicas voladas (...) y doce militantes muertos, (...) todo hecho por grupos parapoliciales de ultraderecha”. Perón mandó investigar a Guzzetti, no las muertes. Lo vimos todo por televisión. No hace falta ninguna cinta grabada.

Finalmente, la historiadora supone que “olvido el contexto” cuando señalo que en el gobierno de Perón se identificaron quince cadáveres, sin contar los secuestros. Ella sostiene que, “sin realizar distinción de ideología alguna, en ese mismo período murieron más de cincuenta personas”. Pero yo me referí siempre a los muertos de la Triple A, víctimas del terrorismo de Estado, durante el gobierno de Perón.

Nada dice, en cambio, del somatén –preludio de las Tres A– que se convirtió en un cuerpo represivo para eliminar a la izquierda. Quien lo explica es Miguel Bonasso, al contar que Perón le dijo al gobernador Oscar Bidegain: “Lo que hace falta en la Argentina es un somatén”. Lo escuchó su hija, Gloria, y, según Bonasso, “la sombra de aquella charla se extendería sobre los cadáveres que la Alianza Anticomunista Argentina sembraría en los bosques de Ezeiza, alimentando una sospecha que Gloria no podría confesarse nunca: la idea de la Triple A no había nacido en la cabeza de López Rega, sino en la del propio Perón” (del libro: El presidente que no fue).

Son investigaciones ajenas, es cierto, pero nunca desmentidas.

Hugo Gambini, periodista. Extracto Nota Diario La Nación

 

19 de Marzo de 2007

 

Lo oculto no es invisible

El crecimiento de la economía oculta muchas cosas, pero no todo. El Estado y la política parecen, a veces, pordioseros pudientes. Joaquín Morales Sola, periodista.

---------------------------------------------------------------------------------------------------

"Tenemos un neofeudalismo"

Reflexiones del poeta y periodista Esteban Peicovich…

 

“Hoy sucede algo muy extraño. A pesar de la velocidad con que cambia todo, estamos en una situación histórica de estancamiento. El vértigo de la vida moderna es pura ilusión. Lo que percibo es que esta época repite lo mismo una y otra vez. El hastío desplazó a la creación. No estamos modificando nada. Mientras que el siglo XIX era soñador y el siglo XX, innovador, la época nuestra está encapsulada, metida en sí misma, víctima de no sé qué enfermedad colectiva, que impide a las personas salirse de sí mismas”. (…)

 

“Yo no creo que el nuestro sea hoy, estrictamente hablando, un país. Quiero decir, un país en serio. Lo que tenemos ahora acá es un neofeudalismo con un jefe autoritario. Además, estos señores feudales, y es lo más grave del asunto, se parecen a Herodes, porque les importa sólo el poder y su propio bienestar y desprecian a los miles de chicos que vagan hambrientos por todas las ciudades de la Argentina”.

 

(…) “Tenemos el vicio nacional de pelearnos permanentemente, y de arruinarnos la vida una y otra vez sin aprender del pasado. Le digo más, y con mucha cautela: que no me extrañaría que algún historiador comprobara que en tiempos del virrey Cisneros estábamos mejor que bajo el mandato de Kirchner”.

 

(…) “Comían hasta los esclavos. Y los que estaban en el poder hacían las cosas bien, porque, simplemente, trabajaban. Un tipo como Vértiz, que fue virrey del Río de la Plata entre 1778 y 1784, valía por mil Telerman, que mueve mucho las manos delante de las cámaras pero no hace nada eficaz. Hoy hay avidez por mandar y no por servir.

(…) “Habría que rescatar a nuestros próceres (…) Bouchard salió con su barco a liberar esclavos en 1816, imbuido de un sentido de la libertad que no tenemos ahora. Sin embargo, nos hacemos la ilusión de que estamos muy bien porque, al parecer, todo el país salió de vacaciones, cuando en realidad sólo un grupo, una minoría, pudo viajar y descansar”.

(…) “Acá hay que salir a los campos, hay que salir a las calles, hay que ir a las villas, pero no en son de campaña. Digo salir de verdad. Mandar gente preparada a los lugares más oscuros y olvidados para que pueda elaborarse en la Argentina un verdadero contrato moral, un proyecto de país humano”.

(…) “La imbecilidad de los políticos no es fruto de una organización genética desgraciada. No: padecen la imbecilidad propia de los miserables, la de los egoístas miopes. Después de esas camadas maravillosas que han sido nuestros bisabuelos y nuestros abuelos, nos quedó toda una resaca de gente muy menor... pero muy menor”. (…) “Lo urgente es que despierte nuestra conciencia individual, para que después pueda emerger la conciencia ciudadana. Usted, yo, somos personas, y pertenecemos a un todo armónico que es el universo, la especie humana, y nos estamos comportando como enemigos de la vida. Pensamos sólo en nuestro bienestar, y que el mundo se pudra... Pero nosotros también somos el mundo, así que nos degradamos junto con él”.

(…) “Kirchner es un converso político tardío. En la época de la represión, tiró piedras desde lejos y cuando la cosa se puso fea se fue al Sur. Para mí, toda su exagerada actuación revisionista de ahora no es más que una forma burda de tapar lo que sintió en su momento que debía hacer y no hizo. En el Sur, es verdad que no regaló pan dulce y alpargatas... (…)Lo que él regaló para ganar las elecciones en su provincia fueron estufas. Y eso todo el mundo lo sabe. Así que si él ahora quiere revisar el pasado, tiene que sentar en el banquillo a los capitostes de la economía de entonces, a los banqueros, a los gobernadores, y a él mismo, por todo lo que hizo mal.

(…) “Hoy la televisión, la publicidad, los políticos, las modas, moldean a las personas. Nos quieren hacer pensar y desear las mismas cosas. Eso es alienante. El ser humano, cada persona, es producto de su conversación única con lo real, con sus miedos, con sus sueños, con lo que le pasa a los demás y con lo que cada cual se dice a sí mismo, en su fuero íntimo”. En entrevista con La Nación

---------------------------------------------------------------------------------------------------Estábamos mejor hace 200 años

Para el poeta y periodista Esteban Peicovich, estábamos mejor hace doscientos años. “No me extrañaría que algún historiador comprobara que en tiempos del virrey Cisneros estábamos mejor que bajo el mandato de Néstor Kirchner”, arriesga.

 

Crítico de funcionarios y políticos que anteponen el ansia de mandar al afán de servir, Peicovich dice que el Presidente es un converso político tardío. “Para mí, toda su exagerada actuación revisionista de ahora no es más que una forma de tapar lo que él debió haber hecho y no hizo en su momento”, agrega. Aunque sus respuestas son vigorosas, Peicovich habla con serenidad, entrecerrando los ojos azules mientras reflexiona, como si no estuviera donde está (sentado en un sillón de su departamento), sino en algún punto elevado desde el que pudiera otear el pasado y el porvenir.

 

Es que Peicovich ha visto mundo. Fue corresponsal en el exterior durante dieciséis años. Dialogó largas horas con Perón (al que califica de “tremendo pícaro”), con Borges, con Robert Graves, con Anthony Burgess y con muchas otras personalidades destacadas del siglo XX. Hizo programas de radio y de televisión. Escribió libros de poemas y ensayos. Y aunque durante décadas fue testigo de las "inmundicias" del poder, cree en el hombre y no deja de sonreír casi nunca. "Tenemos que entrar en la parte oscura de nuestro país como se entra en una maleza impenetrable, y descender hasta muy abajo, como hizo Dante en la Divina Comedia ", y evoca en voz alta los primeros versos del canto del Purgatorio.

 

Peicovich nació en 1930. Fue redactor, columnista, crítico de cine de Clarín y secretario de redacción de La Razón . En 1963 recibió el Premio Nacional Kraft al mejor periodista de diarios. Actualmente es columnista del diario LA NACION. Entre sus obras se cuentan los libros Gente bastante inquieta , Instrucciones al pavo real , Poemas plagiados y Borges, el palabrista .

 

-En la última página del suplemento Enfoques, de este diario, usted hace una síntesis semanal de los sucesos relevantes del mundo. ¿Qué puede decirnos del espíritu de nuestra época?

 

-Hoy sucede algo muy extraño. A pesar de la velocidad con que cambia todo, estamos en una situación histórica de estancamiento. El vértigo de la vida moderna es pura ilusión. Lo que percibo es que esta época repite lo mismo una y otra vez. El hastío desplazó a la creación. No estamos modificando nada. Mientras que el siglo XIX era soñador y el siglo XX, innovador, la época nuestra está encapsulada, metida en sí misma, víctima de no sé qué enfermedad colectiva, que impide a las personas salirse de sí mismas.

 

-En ese contexto, ¿cómo ve la situación del país?

 

-Yo no creo que el nuestro sea hoy, estrictamente hablando, un país. Quiero decir, un país en serio. Lo que tenemos ahora acá es un neofeudalismo con un jefe autoritario. Además, estos señores feudales, y es lo más grave del asunto, se parecen a Herodes, porque les importa sólo el poder y su propio bienestar y desprecian a los miles de chicos que vagan hambrientos por todas las ciudades de la Argentina.

 

-Borges decía que los peronistas son incorregibles. ¿Coincide con él?

 

-Creo que no sólo son incorregibles, sino insalvables. Pero lo mismo puede decirse del partido conservador, de los radicales y de casi todos los políticos que hemos tenido acá en los últimos cien años. Tenemos el vicio nacional de pelearnos permanentemente, y de arruinarnos la vida una y otra vez sin aprender del pasado. Le digo más, y con mucha cautela: que no me extrañaría que algún historiador comprobara que en tiempos del virrey Cisneros estábamos mejor que bajo el mandato de Kirchner.

 

-¿En qué sentido?

 

-En primer lugar, comían hasta los esclavos. Y los que estaban en el poder hacían las cosas bien, porque, simplemente, trabajaban. Un tipo como Vértiz, que fue virrey del Río de la Plata entre 1778 y 1784, valía por mil Telerman, que mueve mucho las manos delante de las cámaras pero no hace nada eficaz. Hoy hay avidez por mandar y no por servir.

 

-Ante la inminencia del bicentenario, ¿qué sería adecuado que hiciéramos?

 

-Habría que rescatar a nuestros próceres. A Alberdi y a Moreno, pero también a Bouchard, que salió con su barco a liberar esclavos en 1816, imbuido de un sentido de la libertad que no tenemos ahora. Al contrario, lo que ahora hacemos es explotar a los pobres bolivianos y peruanos que vienen a nuestro país en busca de un futuro. Sin embargo, nos hacemos la ilusión de que estamos muy bien porque, al parecer, todo el país salió de vacaciones, cuando en realidad sólo un grupo, una minoría, pudo viajar y descansar.

 

-¿Qué les queda por hacer a los políticos honestos y a los hombres de buena voluntad que sueñan con una Argentina justa y próspera?

 

-Acá hay que salir a los campos, hay que salir a las calles, hay que ir a las villas, pero no en son de campaña. Digo salir de verdad. Mandar gente preparada a los lugares más oscuros y olvidados para que pueda elaborarse en la Argentina un verdadero contrato moral, un proyecto de país humano. Pero desde abajo. Desde los cimientos. Hay que liberar a las provincias del país que están olvidadas y a merced de tiranuelos enquistados en el poder desde hace décadas.

-Einstein dijo que sólo hay dos realidades infinitas: el universo, y la imbecilidad humana. ¿Cómo luchar contra esto?

-La imbecilidad de los políticos no es fruto de una organización genética desgraciada. No: padecen la imbecilidad propia de los miserables, la de los egoístas miopes. Después de esas camadas maravillosas que han sido nuestros bisabuelos y nuestros abuelos, nos quedó toda una resaca de gente muy menor... pero muy menor. Necesitaríamos miles de Sarmientos para revertir nuestra situación. Hacemos todo a los empujones, improvisadamente. Tenemos que mirar nuestra realidad nacional con sentido crítico. Lo urgente es que despierte nuestra conciencia individual, para que después pueda emerger la conciencia ciudadana. Usted, yo, somos personas, y pertenecemos a un todo armónico que es el universo, la especie humana, y nos estamos comportando como enemigos de la vida. Pensamos sólo en nuestro bienestar, y que el mundo se pudra... Pero nosotros también somos el mundo, así que nos degradamos junto con él cuando lo ignoramos, cuando pisoteamos a nuestro prójimo, cuando maltratamos a la naturaleza.

-Kirchner está empeñado en investigar sobre el pasado. ¿Lo calificaría de revisionista, de guardián de la memoria o de sembrador de discordia?

-Kirchner es un converso político tardío. En la época de la represión, tiró piedras desde lejos y cuando la cosa se puso fea se fue al Sur. Para mí, toda su exagerada actuación revisionista de ahora no es más que una forma burda de tapar lo que sintió en su momento que debía hacer y no hizo. En el Sur, es verdad que no regaló pan dulce y alpargatas... ¡De ninguna manera, porque en el Sur hace frío! Lo que él regaló para ganar las elecciones en su provincia fueron estufas. Y eso todo el mundo lo sabe. Así que si él ahora quiere revisar el pasado, tiene que sentar en el banquillo a los capitostes de la economía de entonces, a los banqueros, a los gobernadores, y a él mismo, por todo lo que hizo mal.

 

-Cuando usted dice que hay que avivar la conciencia individual antes de apelar a la conciencia ciudadana, ¿a qué se refiere exactamente?

 

-Hoy la televisión, la publicidad, los políticos, las modas, moldean a las personas. Nos quieren hacen pensar y desear las mismas cosas. Eso es alienante. El ser humano, cada persona, es producto de su conversación única con lo real, con sus miedos, con sus sueños, con lo que le pasa a los demás y con lo que cada cual se dice a sí mismo, en su fuero íntimo. Y ahí están la filosofía, la música, la poesía, para acompañar a las personas en ese diálogo interior y exterior, en esa aventura de autoconocimiento sin la cual no hay libertad posible, ni dignidad, ni dicha verdadera...

-¿Lo que usted propone, entonces, es que seamos capaces de madurar como personas, para que luego seamos capaces de crecer como ciudadanos?

-No hay otro camino. Las personas no se dan cuenta hoy de que son mucho más de lo que muestra y propone el mundo del espectáculo. San Pablo dijo: "Son dioses", y de eso no se da cuenta la gente. Sí, cada hombre es un dios, un ser único. A cada momento podemos hacer poesía, y no nos damos cuenta, y entonces imitamos a otros como autómatas, y nos desvalorizamos ante nosotros mismos.

-Como periodista, ¿dedicaría páginas enteras de un diario a la literatura universal, la historia y la filosofía?

 

-El 50% del periódico lo dedicaría a eso, sin dudarlo. Pero lo importante, sobre todo, es trabajar las noticias de un modo literario, que es lo que hicieron los grandes escritores como Dostoievski o Unamuno. Lo que importa en el periodismo no es el qué, sino el cómo. Si se cuentan las noticias humanamente, con calidez y conciencia, el lector hace suya esa novedad. De lo contrario, no hay noticias, sino solamente datos. Y los datos no mueven a nadie. Cuando no se logra que las noticias sean novedades, se apela a lo lúgubre, a lo morboso. ¿Por qué no es novedad que ayer no haya habido ningún incendio en Londres o que ningún obrero se haya caído de un andamio? Hay una forma de contar esas buenas noticias de modo novedoso, de convertirlas en notas de tapa de un periódico masivo...

 

-Chesterton decía que el periodismo consiste en informar que lord Jones ha muerto a personas que no sabían que lord Jones estaba vivo...

 

-Sí, pero él, como gran periodista que era, se daba cuenta de ese vicio del periodismo y contaba con maestría sucesos comunes. Por Sebastián Dozo Moreno, Para LA NACION

 

16 de Marzo de 2007

 

Precios y valores

Señor Director: "El discurso del presidente Kirchner en el Congreso Nacional, me recordó una obra de Oscar Wilde, Lady Windermere s fan, donde Cecil Graham pregunta: ¿Qué es un cínico?, y lord Darlington responde: Un hombre que sabe el precio de todas las cosas e ignora aún el valor de una sola." Santiago Lucero Torres .DNI 22.675.489, Carta de lectores, Diario La Nacion.

---------------------------------------------------------------------------------------------------Economía exitosamente bien, pobreza exitosamente bien

"Como ciudadano común, y muy lejos de intentar entender la complicada y sorpresiva economía de la República Argentina, especialmente en las últimas décadas, mi deseo es formular una pregunta. "Según los informes que llegan por los medios y otros conductos, nuestra economía está exitosamente bien, con una recaudación impresionante y un franco crecimiento paralelo con reservas extraordinarias. "¿Por qué, entonces, es que la pobreza real es tan notable, tanto en la Capital y en la provincia de Buenos Aires como en el resto del país?" Oscar Niven, DNI 1.667.371

---------------------------------------------------------------------------------------------------“Es difícil decir que los desaparecidos delataron”
“(…) Lo que contesto son posibles hipótesis sobre la ‘inaudibilidad social’ de los sobrevivientes. (…) Directamente en democracia hay una imposibilidad de reconocer en algunos ámbitos militantes la derrota contundente que les inflingió la dictadura. Esos cuerpos sobrevivientes vuelven para contar y evidenciar la derrota en carne propia. Por otra parte, se construye una dualidad fuerte entre la figura del desaparecido como héroe y como mártir y su opuesto, la figura del sobreviviente como traidor. ‘Si sobrevivió algo habrá pactado, algo habrá dicho, a alguien habrá delatado’.


(…)Otra hipótesis, más coyuntural, tiene que ver con los organismos de derechos humanos, todavía en dictadura o en los primeros años de la democracia, que no reconocieron públicamente la condición militante de los desaparecidos. En estos contextos los sobrevivientes, no sólo relataban las metodologías de la tortura y de los campos, sino que podían llegar a constituír un problema a la hora de borrar esa condición militante. De acuerdo a los testimonios, es totalmente falsa la idea de que todo desaparecido es un héroe y todo sobreviviente, un traidor.


(…)Se omitió esa condición política del detenido. (…)Hoy, y a partir de mediados de los 90, con el nacimiento de HIJOS, el escrache y el relanzamiento del movimiento de derechos humanos con otra lógica, me parece que surge la reivindicación de la condición militante de la generación desaparecida.
(…)No creo que se niegue la condición peronista, sí la condición militante. La mayor parte de los sobrevivientes, que son muy escasos en relación a los miles de desaparecidos, son ex militantes montoneros en su gran mayoría.


(…)Se vinculaba a los peronistas con lo nacional y con lo popular. En cambio, los militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo que le tocaban al Ejército, no eran considerados recuperables. Para la lógica de ellos, ser marxista, una ideología completamente extranjera, era ser irrecuperable.
(…)Lo primero que hay que hacer es poner en cuestión la rápida asociación que se hace entre lo que es delatar bajo tortura y lo que es colaborar abiertamente o pasarse al bando del enemigo. ¿Con qué connotaciones se asocia la palabra ‘traicion’?. Para empezar, hay que decir que es una acusación muy reiterada dentro de los ámbitos de la militancia de izquierda, incluso mucho antes de la última dictadura.


(…)En la medida en que a partir de 1975 se empezó a implementar como método sistemático, la tortura se mostró eficiente para extraer información de los detenidos, y sobre todo después de marzo de 1976 cuando la tortura se volvió ilimitada y sin control al mismo tiempo se volvía completamente eficiente.
(…) Hoy se sabe que hasta un noventa y cinco por ciento de los detenidos hablaron. (…)Ahí queda clara la eficiencia de la tortura. Y tengamos en cuenta que la posición del ERP frente a la tortura era cerradísima. La dirigencia del ERP afirmaba que la tortura se podía resistir. (…) En Montoneros había ciertos acuerdos implícitos de que la tortura se resistía veinticuatro horas, cuarenta y ocho como mucho, y después se autorizaba a decir algunos datos. El tema se complica, es difícil decir que los desaparecidos delataron.


(…)Esa idea sacrificial, la muerte del militante como vida de la revolución, eso es muy fuerte. Es un entramado complejo. Para explicar qué pasó y por qué fue asesinada tanta gente hay que tener en cuenta el dispositivo del terrorismo de Estado. Pero también está, en segundo pero muy importante plano, esa dimensión sacrificial, esa ética del sacrificio, cierta idea de indestructibilidad y del triunfo final como parte de un destino histórico. (…)”

Ana Longoni, escritora e investigadora. Extracto de entrevista en Diario Perfil.

 

15 de Marzo de 2007

 

El usuario de Internet...

No está simplemente mirando como el de la TV, quiere interactuar. Maxi Anselmo, creativo publicitario.

---------------------------------------------------------------------------------------------------El término prestigio

Es, tal vez, el que mayor lugar ocupa en la mente de todo manager que pilotea una compañía. Claudio Destefano 

---------------------------------------------------------------------------------------------------Palabras y memoria II (más ejemplos)

(…)Palabras explosivas y a veces estremecedoramente ciertas, diga quien las diga. Acaba de afirmar Henry Kissinger: “La diplomacia debe comprender cuál es el mínimo por debajo del cual un acuerdo pone en peligro la seguridad nacional, así como el máximo por encima del cual resulta contraproducente esperar que la otra parte ceda”.

Armonioso apotegma para aplicarlo al diferendo argentino-uruguayo: un esmerado razonamiento demuestra que la seguridad nacional argentina no peligra con la fábrica de Botnia y esperar que la otra parte “ceda” (¿qué debería hacerse, desarmar íntegramente la planta casi terminada?) es visiblemente contraproducente.

(…)En otros casos, palabras envenenadas crean un problema delicado a diario argentino que viene entregando el diccionario básico de la lengua española para niños editado por Espasa Calpe. Pero, Houston, tenemos un problema. Ese diccionario define a la palabra judío como “avaro, tacaño”. La DAIA reclamó ante el INADI y, entonces sí, se hace el cambio. Ahora, canjea el fascículo por otro sin ese contenido odioso, pero no se disculpa ante sus lectores. Califica al episodio de “agraviante”, sin admitir errores. Pepe Eliaschev, periodista. Diario Perfil.

 
14 de Marzo de 2007

 

Ser reconocido...

Cada cliente se siente diferente y quiere ser reconocido y atendido de acuerdo con sus necesidades especificas. Mario Ascher

---------------------------------------------------------------------------------------------------No soy lo que soy

Solo gracias a Harvard, porque también contribuyeron mi familia, la educación que recibí en Argentina y mi experiencia laboral. Juan Carlos de Pablo

---------------------------------------------------------------------------------------------------Palabras y memoria I (políticos)

Palabra compleja y rebuscada: objetividad.

Denostada y abominada desde la convencional sabiduría progresista, acaba de ser santificada por Cuba. Les cancelaron sus permisos a tres corresponsales acreditados en La Habana. El gobierno aplicó nuevo reglamento para la prensa. Raúl Castro castiga a los periodistas que “no se ajusten a la objetividad”. ¿Qué se diría si tamaño disparate fuera promulgado por un gobierno “neoliberal”? En muchos casos, palabras meneadas por políticos enjundiosos transportan mensajes surrealistas.

Le preguntan a Elisa Carrió qué hará respecto de la candidatura a jefe de Gobierno que su espacio, ARI, presentará en las elecciones del 3 de junio. Responde: “Es claro que yo puedo ganar en la Capital, pero no se puede dejar huérfana a la Nación”. ¿Qué quiso decir? ¿Si se presenta como candidata a presidente, los porteños nos quedamos sin padres? ARI debutó en la Capital en las parlamentarias del 14 de octubre de 2001, quedando segundo, con el 12 %, mientras que la Alianza obtenía el 19,5 por ciento. En las presidenciales de 2003, Carrió repitió: fue segunda, con el 20 %. En las parlamentarias de 2005, ARI reiteró: segundo, con el 22 %. Carrió no se candidatea en la Ciudad de Buenos Aires porque “no sé nada de baches”. ¿Y de hospitales, escuelas, vía pública y vivienda? Aún no se lo preguntaron.

(…)Las palabras a menudo asesinan a quienes las maltratan. El precandidato vicepresidencial del Gobierno, el radical mendocino Julio Cobos, defiende con uñas y dientes lo actuado por su munificente protector, el Presidente. Resultado de una actitud largamente cocida a fuego lento, se diferencia del partido que lo llevó al gobierno de su provincia con argumentos graciosos y disparatados. (…) “A esta altura, es muy difícil encontrar a un radical que pueda ser una alternativa seria y responsable”. O sea: Lavagna es “foráneo” y se debería buscar candidato adentro, pero como no lo hay, entonces, bueno, Kirchner. (…)Las palabras, trajinadas y traicionadas, se prestan a mentiras monumentales. Recuerda Rodolfo Terragno que la privatización de YPF fue explícita y entusiastamente apoyada desde 1991 por Kirchner y Oscar Parrilli, actuales Presidente de la Nación y secretario general de la Presidencia. Pero Kirchner dijo algo diferente este 22 de febrero, en la Casa Rosada. Habló del “genocidio que pasó nuestra industria petrolera, la increíble privatización (…) Si YPF hubiera quedado en manos nuestras estaríamos recaudando (…) entre 20 y 25 y hasta 30.000 millones de dólares por año”.

Cuenta Terragno que en el acto de la semana pasada, al lado del Presidente, Parrilli aplaudía. “Ninguno de los dos recordaba, al parecer, su participación en eso que (ahora) el Presidente llama ‘genocidio’. Menem quería sancionar la ley de privatización de YPF pero no podía. No tenía en el Congreso los votos necesarios: (…) Kirchner ofreció la solución. Él había asumido (…) la presidencia de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) (…). Si la privatización era reclamada de modo unánime por la Ofephi –argumentó Kirchner– se vencerían muchas resistencias. Pero la solución tenía un precio: la Nación debía pagar (acuerdos extrajudiciales mediante) sumas multimillonarias que las provincias de la Ofephi reclamaban por regalías supuestamente ‘mal liquidadas’.

(…)Cuenta que “el martes 22 de septiembre de 1992, los gobernadores de la Ofephi se reunieron con Manzano (…) y resolvieron montar un lobby. Acto seguido, Kirchner ofreció una conferencia de prensa en la misma Casa Rosada. Desde allí pidió apoyo para la privatización de YPF e instó a que los disidentes, al menos, dieran quórum. Al día siguiente, Clarín publicó, con foto de Kirchner, la noticia: ‘Provincias petroleras hacen lobby por la aprobación’. (…) Esa noche, Diputados aprobó el proyecto de ley. Parrilli (entonces diputado nacional por Neuquén) fue el miembro informante. Durante el debate, sostuvo: ‘No pedimos perdón por lo que estamos haciendo (...) Esta ley servirá para darle oxígeno a nuestro gobierno y será un apoyo explícito a nuestro compañero Presidente [Menem]’”. Prostituidas, diezmadas, agotadas, las palabras expresan la decadencia de una sociedad.

Mientras Kirchner habla del “genocidio” de los 90, hoy pisan fuerte las brasileñas Petrobrás, cerveza Quilmes, Pepsi, Arco Iris, y viejas marcas argentinas como Topper y Alpargatas, están por ser compradas por el grupo brasileño Camargo Correa, que adquirió la cementera Loma Negra, así como ya es brasileña Acindar. Desde la devaluación de 2002, Brasil ganó prominencia notable en seis sectores de la economía argentina: energía, carne, bebidas, cemento, acero para la construcción y productos textiles. Hasta 2005 había invertido US$ 5.200 millones. Desde entonces los verdeamarelhos compraron Quilmes, dos frigoríficos y Loma Negra: casi US$ 7.000 millones, vertidos aquí en solo cinco años. Palabras manoseadas y maltratadas: colchón de piadosas fantasías con las que algún día tendrá que vérselas la Argentina. Pepe Eliaschev, periodista. Diario Perfil

 
13 de Marzo de 2007

La pobreza: el impedimento de la democracia
No hay democracia que viva con grandes niveles de pobreza. Enrique Iglesias Secretario General Iberoamericano.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Contrasentidos...
Mas de la mitad de la producción total de granos está dedicada a soja y derivados, un producto cuya demanda local es prácticamente nula? Juan Carlos de Pablo, Economista
---------------------------------------------------------------------------------------------------DAVOS: El mundo que despreciamos
No hubo funcionarios argentinos en el foro. Los brasileños mandaron una delegación que aprovecho cada oportunidad de negocios, hubo mucha gente del Ministerio de Economía y también representantes de Itamaraty....La representación de nuestro país quedaba, así, en manos de sus propios empresarios emprendedores. Estuvo Eugenio Burzaco de la Fundación Justicia y Seguridad, Eduardo Elsztain, presidente de IRSA, Clarisa Estol y Saul Sang, presidente y director del Banco Hipotecario Nacional. Enrique Pescarmona, presidente de IMPSA, Sebastián Bagó de los famosos laboratorios Bagó...y...yo. Un dato llamativo me pareció el del hotel en que me alojé en Closters, un clásico refugio de tres estrellas pensado para esquiadores que ahora lo habitan varios personajes tanto de la burguesía como del establishment mundial. Lo raro es que las llaves de las habitaciones se guardan en un ropero que está al alcance de cualquiera en el pasillo que da a los dormitorios. Al principio me sorprendió por los robos, pero al pasarlos días veo que los “amigos de lo ajeno” no andan por acá. Es difícil perder las costumbres que te obliga a tener un país con altos grados de inseguridad. Pero ver a líderes mundiales en los pasillos diciéndole a uno un “good morning” es sin duda algo raro, pero también otorga ciertas garantías. Los policías se ven en las calles son todos muy jóvenes y hablan cuatro idiomas, además de atentos, uno puede interactuar en su idioma natural. Por ultimo me quedó una grata impresión del foro, pues durante las sesiones, cualquier asistente puede levantar la mano y hacer un comentario o preguntarle directamente a quien esté disertando acerca de la ponencia. Alec Oxenford, Director, Deremate.com, Revista Fortuna

 
14 de Febrero de 2007

En la argentina, el primer plan genocida
La historia de la política indígena argentina es, ante todo, un plan genocida...Hay documentos de 1879 que describen campos de concentración y practicas de tortura....existe una predisposición a aceptar que, el que manda, puede hacer lo que quiera. Diana Lenton, especialista en Antropología Histórica.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Con todo respeto...
Que la gran defensa mediática y del pueblo de Río Cuarto, por el albañil (ahora devenido por los medios en "pintor" porque suena mejor) no nos distraiga de caso de los cadetes policiales torturados y otros lisiados, y no dejemos de lado tantos otros casos tanto o mas importantes por su mayor daño y extensión y nos permita, mejorar " el fallido cacerolazo" y lograr que se vayan todos, pero los corruptos y que sean reemplazados por tantos hombres de bien que los hay en gran cantidad en esta noble Argentina. Marijan Pirsic
---------------------------------------------------------------------------------------------------Un argentino del mundo!!!
El argentino Jorge Valdano, ex jugador de fútbol y ex director general de Real Madrid, explicó hoy, en una entrevista publicada en el diario "La Repubblica", que fue objeto del "odio" de los hinchas madridistas del grupo Ultrasur.
Valdano interpelado sobre si tuvo problemas con el grupo de los Ultrasur comentó que el club no, los jugadores tampoco, pero él si.
"Yo era el objetivo de tres motivos de odio: soy sudamericano y los racistas de la curva me llamaba sudaca. Soy un hombre de izquierdas y no lo he escondido nunca, mientras ellos son de extrema derecha y después futbolísticamente hablando, como entrenador de Tenerife, quite al Madrid dos ligas, que fueron al final a Barcelona", explicó.
El ex internacional argentino también comentó que sobre la violencia de los hinchas en el fútbol, "Argentina es el peor ejemplo del mundo".
"Los ultras violentos, los barrabravas, son a menudo el brazo armado del club. Usados contra los futbolistas y contra los periodistas", afirmó Valdano.
La entrevista se centra sobre los últimos episodios de violencia en el fútbol italiano, en los que murió un agente de policía, y Valdano dijo que la situación en España es más tranquila "pues se va al fútbol para ver un espectáculo, para divertirse".
Y puso como ejemplo el último encuentro en el que el Real Madrid perdió en casa con el Levante y la máxima protesta del público fue la clásica "pañolada".
Sobre el fútbol italiano, Valdano consideró que la batalla campal del último viernes tras el encuentro Catania-Palermo fue "el último acto de un calcio que se estaba descomponiendo estéticamente y éticamente".
Valdano señaló que a pesar del paréntesis de la victoria del Mundial de la selección italiana, había dominado la escena del "calcio" temas como el "dopaje médico y económico, la corrupción y los altos niveles de violencia, que han contribuido a esta decadencia moral del fútbol". Agencia EFE.

 
13 de Febrero de 2007

Los metería a todos en cana...
A los piqueteros que cortan las calles, a los asambleístas que c
on sus carpas cortan las rutas y puentes y los 200 estudiantes que no permiten elegir a la autoridades, .....mas me preocuparía por terminar con los niños pobres en Santiago del Estero que poner una pelotuda o una puta al frente del Fondo Nacional de las Artes... Cuando Kirchner y Cristina me pidieron que acepte la Secretaria de Cultura no quería, acepté porque les dije que iría si me dejaban decir y hacer lo que se me venia en gana, me respondieron que siempre viene bien un loco en el gabinete... Torcuato di Tella, America TV, extracto de la entrevista con Rolando Graña.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Decir que Perón
lo desconocía es querer tapar el cielo con las manos
El ministro Benitez le dijo al diputado Ortega Peña, que se veía en la obligación de informarle que no estaba en condiciones de garantizarle su vida,
aconsejándole irse del país para evitar su muerte, a lo que Ortega Peña le dijo, ( ya había sufrido dos atentados de la Triple A ) que si el se iba del país era traicionar sus principios y sus enseñanzas y no podía ser traidor a ellas. Fue arteramente ametrallado y muerto......decir que Perón no conocía el accionar de la triple A escomo tratar de tapar el cielo con las manos.....Isabel Perón es inimputable, una persona de tan poca capacidad intelectual, una bailarina que Perón sacó a los veinte años de Panamá, es como sacar una bailarina de "bailando por un sueño" , era y es tan pobre su capacidad....la Triple A, no eran los cuatro siniestros personajes que ahora se mencionan, no eran toda una maquinaria aceitada, una fuerza para estatal asesina, subsidiada por muchísima gente, empresarios, sindicatos, etc, con muchos cuadros y todos ellos sin castigo alguno....Coronel retirado Jaime Cesio. Programa "Desde el llano" de Joaquín Morales Sola.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
El plagio,
descubierto por un chico de 19 años
La decisión de revocar el fallo que otorgó el Premio La Nación-Sudamericana a la obra "Bolivia Construcciones", de Sergio Di Nucci, por copiar una novela publicada en 1944, reaviva la polémica sobre el plagio, una modalidad que involucra a algunos de los autores más vendidos del país, como Felipe Pigna y Jorge Bucay.
Cuando hace más de dos meses el jurado decidió que la obra de Di Nucci era la mejor entre los 244 originales presentados al certamen, la crítica no tardó en avalar el veredicto con elogiosos comentarios y la novela comenzó a circular exitosamente, superando los 2.000 ejemplares vendidos.
Sin embargo, un hecho fortuito cambió la suerte del libro y salpicó el prestigio del certamen: "Bolivia Construcciones" llegó a las manos de Agustín Viola, un joven de 19 años que pronto detectó las coincidencias con un libro que había leído tiempo antes, "Nada", de la escritora catalana Carmen Laforet.
Las semejanzas que presentaba la obra de Di Nucci con la novela, publicada en 1944 y ganadora de la primera edición del premio Nadal en 1945, fueron tan contundentes que la editorial convocó de urgencia al jurado, integrado por Carlos Fuentes, Tomás Eloy Martínez, Griselda Gambaro, Luis Chitarroni y Hugo Beccacece.
"Las distancias entre texto ajeno y propio, entre copia y originalidad, son muy difusas", señala el jurado en un texto enviado a los medios, donde destaca que "la manera en que se efectúa la apropiación es la que determina su validez dentro del discurso literario".
Si bien la novela de Laforet transcurre en la España posterior a la Guerra Civil y la obra de Di Nucci narra las peripecias de un inmigrante boliviano en Buenos Aires en la actualidad, las similitudes resultaron contundentes para el jurado.
El jurado confirmó las semejanzas entre ambas obras en los pasajes que van de la página 167 a la 200 de "Bolivia Construcciones", que el escritor escribió bajo el seudónimo de Bruno Morales.
"Los fragmentos de ’Nada’, incluidos con mínimos retoques, no significan una reescritura. La novela avanza, las situaciones siguen porque Carmen Laforet las aporta. La ética de un escritor, su honestidad intelectual, consiste en adjudicar a quien corresponda lo que no es fruto de su propio trabajo", continúa el fallo.
Por su parte, Di Nucci se defendió de las críticas: "En muchas entrevistas hablé de la reescritura como un principio constructivo de la novela, que por algo se llama ’Bolivia Construcciones’", indicó en diálogo con Télam.
"Hay escritores que pusieron en práctica ese procedimiento mucho mejor que yo, como Juan Rodolfo Wilcock en sus primeras crónicas y en sus últimas novelas italianas", alegó.
Di Nucci aseguró que "nunca" intentó perjudicar a la autora de la novela original: "Quise mostrar a ’Nada’, no la quise ocultar, lo cual hubiera sido muy fácil. Quise homenajearla, no cancelarla.
Por el contrario, quise que ’Nada’ tuviera más lectores y no menos", destacó. La obra del escritor pasó a engrosar la lista de plagios literarios, que en la Argentina tiene varios antecedentes, entre ellos uno que involucra otra vez al diario La Nación, que en un certamen de cuento de 1997 premió a Daniel Omar Azetti por su obra "La ilusión que se escurre".
También por acción de un lector sagaz, pronto salió a la luz que el autor había copiado "Un espejo que huye", un texto del escritor italiano Giovanni Papini (1881-1956), dato que había pasado inadvertido para el jurado integrado por Alina Diaconú, Jorge Cruz, Graciela Melgarejo, Fernando Sánchez Zinny y Jorge Torres Zavaleta.
De la polémica sobre los plagios no estuvo exento uno de los autores más vendidos de la última década, el prolífico Jorge Bucay, que en octubre de 2005 fue acusado de incluir en su libro "Shimriti" pasajes copiados de un texto de Mónica Cavallé, doctora en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. En aquel entonces se detectó que más de 60 de las 270 páginas de la obra habían sido copiadas de "La sabiduría recobrada", de Cavallé.
El libro fue retirado del mercado y Bucay mantiene desde entonces un notable perfil bajo. A quien le fue mucho mejor, a pesar de las acusaciones de plagio, fue al mediático historiador Felipe Pigna, que fue acusado de copiar un texto de la periodista Amanda Paltrinieri, quien en 2001 había publicado una nota sobre el cacique inca Túpac Amaru en la revista Nueva.
Al parecer, el conductor del ciclo televisivo "Algo habrán hecho" reprodujo el trabajo de Paltrinieri, sin citar la fuente y con apenas algunas modificaciones, entre las páginas 165 y 168 de su best-seller "Los mitos de la historia argentina", editado por el Grupo Editorial Norma.
Como si fuera poco, Paltrinieri contó que en una entrevista publicada por el sitio web "La Gran Ciudad", Pigna recordó que "el capítulo que más impresiona a la gente" es precisamente el del líder indígena y que se trata de páginas que escribió "con mucha bronca y dolor".
El autor de los tres volúmenes de "Los mitos..." no tardó en def
enderse: "Se trata simplemente de la omisión de tres citas que una vez advertidas fueron entregadas oportunamente a la editorial para su inmediata corrección, lo que lamentablemente no ocurrió por motivos ajenos a mi persona", advirtió por entonces.
Sobre los plagiadores en general, basta recordar el célebre retrato que trazó algunos años atrás el escritor Jorge Luis Borges, que construyó un relato singular sobre el plagio en "Pierre Menard, autor del Quijote", en el que el personaje escribe la misma obra que siglos antes había creado el español Miguel de Cervantes Saavedra. Agencia Telam
.
Las semejanzas fueron señaladas al jurado por un joven lector, Agustín Viola, de 19 años, que acababa de leer la novela española, publicada en 1944 y ganadora de la primera edición del premio Nadal en 1945, señala el diario La Nación en su edición de hoy.

 
12 de Febrero de 2007

Juramentos "comercialmente" incumplidos
Recuerdo la promesa de casi todos los periodistas y medios de difusión del mundo, al momento del asesinato de John Lennon,  y  a sabiendas que el homicida mató para que su apellido quede en la historia, se juramentaron no solo no escribirlo jamás, sino que tampoco reproducirían su foto. Sin embargo, no me canso de ver su foto, pronunciar y leer su nombre y apellido (encima en los homenajes a Lennon), ahora hasta aparece una película de este bastardo, que seguramente veremos muy publicitada. Lennon, como tantos otros muertos defendiendo sus ideas y dando vida a nuestras vidas no merece esto. Espero no se entienda como que quiero se coarte la libertad de expresión, no ella es libre, me refiero a todos aquellos que juramentan una cosa y luego hacen otra, por lo demás la libertad no tiene limites más que el derecho del otro. Marijan Pirsic

Imagina

Imagina que no hay cielo
Es fácil si lo intentas
Sin infierno bajo nosotros
Sobre nosotros sólo el cielo
Imagina toda la gente viviendo al día.
Imagina que no hay países
No es difícil hacerlo
Nada por lo que matar o morir

Y ninguna religión tampoco
Imagina toda la gente viviendo al día.
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno.
Imagina que no hay posesiones
Me maravillo si puedes

Ninguna necesidad por codicia o hambre
Una hermandad del hombre
Imagina toda la gente compartiendo todo el mundo.
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno.
John Lennon

Marijan Pirsic
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Cristina encarna la perpetuación en el poder de los Kirchner

Alain Touraine, el prestigioso sociólogo francés, le dijo el año pasado a Cristina Fernández que lamentaba su política "populista". Ahora, la primera dama no lo invitó a la reunión que organizó en París con intelectuales franceses. En una entrevista con el Diario Perfil, Touraine habla del "personalismo"  y la "hegemonía" del gobierno de Néstor Kirchner y señala que la mayor inquietud que existe sobre el Presidente argentino es su tendencia a "eliminar la oposición y asfixiar la prensa". El prestigioso intelectual francés se refiere a una "inquietante concentración de poder" en nuestro gobierno, y ve a Cristina Kirchner como la posible heredera de ese "poder absoluto". También se refiere a las perspectivas de crecimiento de la Argentina y, desde una visión crítica, asegura que el país no puede "postergar su modernización" ni "continuar con esta deriva absolutista".
A continuación, la entrevista completa.
-¿Cómo evalúa el gobierno de Néstor Kirchner?
Alain Touraine: El año pasado, cuando ví al presidente, elogié los resultados económicos, pero le comenté que —a mi juicio— reflejaban una situación excepcional de las exportaciones y una disminución del peso de la deuda. Sin embargo, ese fenómeno no era el resultado de cambios estructurales del aparato productivo. También evoqué algunos puntos inquietantes.
-¿Cuáles?
Alain Touraine: El personalismo o la hegemonía del gobierno, que está en manos de un puñado de personas. Luego de la reforma del Consejo Superior de la Magistratura, el gobierno tiene el control del Parlamento y de la Justicia, lo que significa una inquietante concentración de poder. Ahora hay en ciernes un proyecto de perpetuación.
-¿De qué manera?
Alain Touraine: Cristina Kirchner podría ser la heredera de ese poder absoluto, a menos que la sucesión adquiera otra forma. Pero, en todo caso, el grupo ya controla todos los resortes del poder. La visita de la senadora a París me parece que se inscribe en el contexto. Pero nada de eso cambia el problema de fondo de la Argentina.
-¿Cuál es?
Alain Touraine: Paradójicamente, por el hecho de no haber modernizado sus estructuras productivas, la Argentina —esencialmente exportadora de materias primas— resulta más beneficiada que los países industriales de este ciclo de la economía mundial. Lo mismo ocurre con Chile, que depende del cobre. El verdadero problema de Argentina reside en que, desde 1910 ó 1920, vive de las fluctuaciones de su comercio exterior y de las reivindicaciones sociales internas. Pero en el último siglo no tuvo una élite dirigente capaz de gobernar su futuro desde el punto de vista administrativo ni económico. Esa situación se agravó en los últimos años con el éxodo de cerebros. La Argentina se dedicó siempre a exportar y distribuir, y jamás a producir e innovar. Con excepción de Frondizi, todos son responsables y Perón en primer lugar.
-¿Cómo ve el futuro?
Alain Touraine: Argentina no puede postergar su modernización (…) ni continuar con esta deriva absolutista. La mayor inquietud que existe sobre Kirchner es su tendencia de eliminar la oposición y asfixiar la prensa. El caso argentino, de todos modos, es menos grave que el de Venezuela. El déficit de democracia en Argentina es preocupante.
-¿Kirchner está enojado con usted por sus críticas?
Alain Touraine: La última vez que lo ví nos separamos en los mejores términos. Cuando Cristina Kirchner vino a París el año pasado, tuve una reunión con ella. Al despedirme, le dije que lamentaba su política «populista».
-¿Eso la disgustó?
Alain Touraine: En Argentina casi todo el mundo es peronista y populista. No veo por qué pudo tomarlo mal. Sería erróneo pensar que se trata de una crítica. Pero no puedo decir que juzgo al gobierno argentino en forma entusiasta.
-¿Por eso no lo invitó a la reunión de intelectuales que ella organizó en este viaje?
Alain Touraine: Eso sólo ella lo sabe. Pero, si es así, no me quita el sueño.

 
09 de Febrero de 2007

La Guerrilla: crímenes de lesa humanidad
El primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luís Moreno Ocampo, consideró hoy que tanto los crímenes cometidos por la guerrilla, como los perpetrados por la Junta Militar y la Triple A deben ser considerados delitos de lesa humanidad.
En declaraciones a radio Continental, Moreno Ocampo señaló que la Corte Penal Internacional establece que un crimen es de lesa humanidad cuando se trata del "ataque sistemático y permanente" de civiles y entendió que la Junta Militar, la Triple A y la guerrilla cometieron ese tipo de delitos, que resultan imprescriptibles.
"En la Argentina hubo diferentes grupos que cometieron crímenes de lesa humanidad", manifestó Moreno Ocampo, quien desde el 16 de junio de 2003 ocupa ese cargo en el máximo tribunal penal del mundo.

-------------------------------------------------------------------------------------
--------------
“Repatriarnos no es todo”
“Cuando trato de explicar la Argentina a un extranjero, que generalmente es un colega científico, la charla siempre ronda alrededor de nuestro inexplicable país con superabundancia de recursos naturales y humanos, bajísimo analfabetismo, y varios premios Nobel en ciencia, que nunca pudo desarrollar su potencial y brindar a su pueblo un país a la altura de sus recursos. A estos recursos inexplotados hay que agregar ahora la inmensa y poderosa comunidad profesional argentina desparramada en el exterior, la llamada ‘diáspora de profesionales argentinos’. Yo formo parte de esa diáspora. Si bien nuestro país no puede repatriarnos a todos, aún puede usar este formidable recurso. El truco está en imitar la forma en que países como India, Irlanda, Armenia e inclusive Chile trabajan codo a codo con sus diásporas de científicos y profesionales para cambiar el perfil económico de sus naciones. Hace algunos años, organizaciones que nuclean a profesionales de la diáspora argentina, como Anacitec, CEGA y Aparu, junto con un grupo de científicos, tecnólogos, economistas y empresarios argentinos de aquí y de allá, formamos algo así como una ‘Logia Lautaro’ moderna: el experimento Ecodar (Encuentro de Cooperación Diáspora Argentina). Nuestro objetivo era lograr que la diáspora argentina dejara de ser un recurso perdido para transformarse en un recurso clave para el desarrollo del país, catalizando la transición hacia una ‘economía del conocimiento’. Esto es: pasar de ser un país agroexportador, dependiente del monocultivo y los coleteos de los mercados internacionales, a ser un país creador de tecnologías donde los avances científicos den lugar a empresas que puedan retener y recuperar a la gente más formada, generando empleo de alta calidad en el país, y con un efecto ‘derrame’ en la economía.(...)Desde Ecodar cooperamos activamente con entes estatales, como Raíces, la Secretaría de Ciencia y Técnica y la Chancillería, pero todo con empresas nacionales de base tecnológica. Ejemplos bien recientes: Ecodar ayudó a una pyme argentina de software a conseguir contratos con el Banco Mundial en un concurso donde superó a competidores como Oracle y Microsoft, y también a sendas empresas argentinas de tecnología médica y de vacunas para ganado para ingresar en la fase final de una selección que permitirá la radicación en un país europeo y de esa forma facilitar el acceso de sus productos a la Unión Europea. La mano que podemos dar desde afuera es clave, sobre todo para el salto cualitativo que supone insertarse en el concierto global. El obstáculo principal sigue siendo algo muy criollo, el lado oscuro de la argentinidad. El economista ruso Yevgeny Kuznetsov explica que el éxito o fracaso del concepto de diáspora como capital de desarrollo depende, en gran parte, de la capacidad de los gobiernos para canalizar las iniciativas de las redes de las diáporas profesionales. Quienes apostamos a Ecodar, ingenieros como Emilio Bunge, físicos como Adolfo Nemirovsky, periodistas como Diego Melamed, economistas como Gabriel Yoguel y emprendedores como Emiliano Kargemian, estamos convencidos de que algún día en nuestro país se va a valorar y apoyar esta iniciativa. Por ahora, lo que me apena es sentir el poder real y el potencial latente de los argentinos de afuera. Ver un país que todavía depende de la soja, y está dormido arriba de un  yacimiento de petróleo: los miles de argentinos de la diáspora profesional que quieren transformar la nostalgia en acción y esperan ser convocados. Mientras tanto, nos quejamos de la falta de nafta y los piqueteros. Y nos afanamos no por ser mejores...sino los unos a los otros. Enrique Mesri, Revista Noticias, Doctor en Ciencias Químicas(UBA). Profesor e investigador de la Universidad de Miami, Estados Unidos. Co-fundador de Ecodar.

 
08 de Febrero de 2007

La hipocresía de la política
Mientras Montoya y el Gobierno , miran para otro lado, no responden, no contestan y gastan millonadas en propagandas por todos los medios de difusión para erradicar el "trabajo en negro" que, paradójicamente el propio estado cobija en casi el 50% de sus empleados, los colectiveros de la línea 60 lo expusieron por todos los medios y nada. Hasta tanto llega la hipocresía general que se puede leer en la fecha el siguiente informe: Según el Índice de Salarios que difundió el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), las remuneraciones de los empleados en negro acumularon un aumento a lo largo del año anterior que llegó al 20,64 por ciento. Así, lograron una mejora en su salario real -esto es, el poder adquisitivo de su remuneración- del 9,83%, que también fue la mayor entre los tres grupos que se divide el indicador: formales, informales y públicos. Como siempre el Gobierno, dice una cosa y hace otra. Marijan Pirsic.
---------------------------------------------------------------------------------------------------India "fascinada" con América Latina 
Seema Chishti, editora asociada del periódico indio Indian Express, cuenta cuál es la imagen de América Latina y sus líderes en el continente indio. ¿Qué se sabe de América Latina en India, como ella dice, "más allá de Cien años de soledad"? El trabajo entre las regiones muchas veces está relacionado con las tecnologías de la información. A la imaginación popular india le ha tomado un tiempo para que América Latina signifique más que realismo mágico, Shakira, samba o la atracción de la camiseta verde amarela. Uno todavía puede ver a la animada ciudad de Calcuta detenerse por completo como lo hizo el año pasado, cuando Brasil fue eliminado del Mundial de fútbol. Quizás se lloraron tantas lágrimas en Calcuta como en Sao Paulo. Pero ahora es más que un sentimiento emocional de simpatía por otra región en desarrollo, más que una "solidaridad tercermundista". Es fascinación lo que los países de América Latina generan en India. En 1983, una India conservadora se conmovió cuando el legendario líder cubano Fidel Castro envolvió a la primer ministro india Indira Gandhi en un fuerte abrazo durante una visita a Nueva Delhi. Los nobles objetivos socialistas de la India de los setenta y ochenta ayudaron a forjar un vínculo político con el desafío que Fidel Castro hacía de su gran vecino. Y usted, ¿qué quiere saber de India? ¡Pregunte!
Interés
Hoy, en este siglo, mientras América Latina se deshace de su deuda externa y sus jóvenes democracias están lideradas por gobiernos pragmáticos de la izquierda, India mira a la región con sus gafas de "superpotencia" económica. Las palabras clave son comercio y complementariedad. Por ejemplo, para superar su dependencia de los combustibles fósiles, India ha adoptado el uso del etanol -el derivado del azúcar- como combustible de la manera en que lo hace Brasil, el segundo poder agrícola más importante del mundo después de la Unión Europea. Además, se comparten tecnología informática y "trucos" de mercado, y se venden productos a la creciente clase media brasileña con poder adquisitivo. Otra colaboración entre india y América Latina tuvo como protagonista a Tata Consultancy Services (TCS), una de las firmas de tecnologías de la información más conocidas de India. TCS instaló un centro de capacitación regional para América Latina -conocido como el Centro de Desarrollo del Conocimiento (CDC)- que es albergado en Montevideo por el Laboratorio Tecnológico de Uruguay (LATU). El CDC servirá como un lugar de entrenamiento para todo el personal de TCS en los países de la región, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay mismo, entre otros.
Palabras
Pero más allá de eso, el presidente venezolano Hugo Chávez es todavía uno de los pocos líderes del tercer mundo cuyas declaraciones alcanzan las primeras páginas de la prensa india. No siempre es venerado, pero nunca es ignorado.
Hugo Chávez visitó India en marzo de 2005. 
Se habló mucho del momento en el que sostuvo un libro de Noam Chomsky en Nueva York, y sus referencias al diablo durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Aunque no se conoce mucho sobre las políticas de su gobierno, sus comentarios y palabras dramáticas sobre Estados Unidos siguen fascinando a los indios. Cuando Chávez estuvo en India hace casi dos años, el centro de estudiantes de una universidad tradicionalmente izquierdista de India lo recibió con una ovación. Y uno no contaba como un verdadero liberal de izquierdas si no había formado parte de esa ovación. El gobierno de India juega a lo seguro cuando trata de lograr un equilibrio. Por ejemplo, cuando se tuvo que elegir entre Venezuela y Guatemala para alcanzar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y dada su nueva ecuación de poder con Estados Unidos, el gobierno indio apostó a lo seguro para no quedar mal con nadie. "Amigo Lula"
El gobierno indio se siente mucho más cómodo con otro importante líder de izquierda de la región: Luiz Inácio Lula da Silva. El presidente brasilero no es un gran tema de conversación como Castro o Chávez, pero sus orígenes como lustrabotas definitivamente generan interés. El gobierno de India se siente "cómodo" con Lula. Durante la primer reunión del IBSA - el grupo de tres países: India, Brasil, y Sudáfrica- en Brasilia, el primer ministro indio alabó a Lula y a su compromiso con los mercados libres y la empresa con una "cara humana". En general, mientras que Pelé, Gabriel García Márquez y Fidel Castro siguen siendo los nombres latinoamericanos más conocidos en India, la relación es ahora más profunda. Todavía toma 20 horas viajar de India a América Latina y viceversa, pero los comentarios sobre "economías emergentes" y el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) dan conciencia de que no sólo nos une nuestro pasado anti-colonial, sino también las esperanzas compartidas de un futuro renaciente. Eso es lo que evoca interés en la maravillosa región latinoamericana y ayuda a superar la distancia continental. Seema Chishti, especial para BBC Mundo desde India 
 
07 de Febrero de 2007

La sublevación de Gualeguaychú
Los cortes de los puentes son intolerables para los uruguayos, sean oficialistas u opositores, y ningún diálogo podrá avanzar hacia una negociación si la Argentina no hace algo para contener la sublevación del Litoral. Toda negociación significa concesiones, y los asambleístas también deberán hacerlas , dijeron el viernes en la cresta del oficialismo argentino. Joaquín Morales Solá, periodista
.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
P
orque hay impunidad con ellos
Siempre me hice la pregunta, eran solo cuatro los integrantes de la tristemente célebre Triple A?
Aquella que tantas muertes sembró en nuestro país.
De todo tipo de ciudadanos,
inclusive de peronistas, como ellos mismos también se autotitulaban, ( pero nazis, bien de derecha ) pues después de cada vil asesinato dejaban un planfleto explicándolo y vivando a Perón, Isabel y las Fuerzas armadas, ah y contra los zurdos izquierdistas, peronistas o no. Marijan Pirsic.

---------------------------------------------------------------------------------------------------
Que pasó y pasa, la justicia es ciega?
1) A uno lo detienen en España porque un diario Esp
añol lo denuncia.
2) A otro lo detienen aquí, pues porque , muy orondo, tomaba sol en el balcón de su departamento sin empacho de esconderse para nada. Claro también fué un diario quién lo ubicó, la justicia, nada, solo el juez expresando su agradecimiento.
3) A la otra la detienen o piden detenerla allá, porque saben que nunca vendrá?
Que extraña paradoja,
la libertad e impunidad de estos genocidas, que, hasta tuvieron el lujo de que se enjuice a asesinos de la peor calaña ( como ellos ) pero luego del periodo de acción de la Triple A ( aunque se sabe, siguieron con los militares y otro, hasta siguió igual "trabajando en España ) , quienes los han protegido, quienes los protegen o mas claramente: quienes son sus cómplices?
Vamos más a fondo? quienes eran los ideólogos y a quienes les convenían estos asesinos?
Pero bueno, todos lo sabemos, los pactos de las mafias son siniestros.
Marijan Pirsic, editor
.

 
06 de Febrero de 2007

Cortes a Uruguay, e intento de diálogo en su país
Los "ambientalistas argentinos" (cuantos ?) fueron a acercar posiciones con el pueblo Uruguayo , no se sabe subvencionados por quien,?. Mientras continúan manteniendo los cortes de rutas ( sic ), en cambio en el Uruguay se les permitió circular sin de corte de paso alguno. Arriba Argentinos, Canal 13.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
L
a primer versión de la historia
Sí, el periodismo es la primer versión de la histloria, fue Phil Graham [dueño del Post hasta su suicidio, en 1963] quien lo dijo. Es verdad. Y los libros son la segunda versión. Siempre pensé que si alguien viniera de Marte y pasara un año en Estados Unidos, diría que el mejor trabajo es el de los periodistas porque se levantan cada mañana para responder a las preguntas "¿qué está ocurriendo?", "¿por qué?". Y, además, por definición, hacemos cosas que no son rutinarias, ni aburridas. Es la sensación de que cualquier cosa puede pasar. Bob Woodward, periodista
.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
N
estor Grindetti dixit
Escho a los empresarios hablar tan bien del presidente que pareciera que no hay problemas...la inflación está
contenida, no como dicen los números de Moreno, pero no vamos hacia la hiperinflación....la energía es un corset para el crecimiento y no va a haber respuestas en el corto plazo.....Revista Fortuna.

 
05 de Febrero de 2007
¿Dónde está la izquierda?
Permanece en silencio. ¿Qué dicen los sindicatos? Están mudos. ¿Qué proponen los intelectuales? El abonado al que usted llama está fuera de servicio.
Como tantas otras cosas, en cierta manera también la esencia de la izquierda se ha evaporado, pluralizado. Por lo tanto, se pueden distinguir cuatro formas de ser "de izquierda": la izquierda proteccionista; la izquierda neoliberal ("la tercera vía"); la izquierda que vive encerrada en su ciudadela; la izquierda cosmopolita. Ulrich Beck. Sociólogo Alemán.
-------------------------------------------------------------------------------------Los jóvenes murieron por un ideal I
Asistir a una escritura mentirosa de la historia argentina es preocupante y despierta la necesidad de refrescar la memoria. Hoy, la mayoría de los jóvenes y muchos de los mayores desinformados creen que los guerrilleros de los años 70 fueron héroes.
No creo en la teoría de los dos demonios, pero tampoco en la de los demonios y los santos inocentes. Y con esto no me refiero a los miles de jóvenes que murieron en pos de un ideal, de una utopía, sino a sus comandantes e ideólogos.
Los decretos del gobierno democrático de Isabel Perón que ordenaron “aniquilar [reducir a la nada, según el diccionario de la RAE] el accionar de la subversión” son posteriores a la muerte del presidente Juan Domingo Perón, aunque reflejan su pensamiento, expresado en enero de 1974, cuando le dijo a un grupo de legisladores del PJ: “Un crimen es un crimen, cualquiera sea el pensamiento o sentimiento o la pasión que impulse al criminal. Puestos a enfrentar la violencia con la violencia, tenemos más medios posibles para aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio, porque no estamos aquí de monigotes".
La ira de Perón se justificaba: setenta y dos horas después de la limpia elección que lo había consagrado para ejercer su tercera presidencia, los Montoneros asesinaron a José Rucci, su brazo derecho en el gremialismo nacional y, pocos meses después, el ERP atacó el Regimiento de Azul, matando al jefe, su esposa, oficiales y soldados. Otra bofetada en el rostro del teniente general Perón, milico por excelencia.
Los militares, al "reducir a la nada" el accionar de los elementos subversivos, cumplieron con el deseo del presidente de la Nación que, elegido por dos tercios de los votantes, representaba la opinión de la mayoría del pueblo argentino. Con esto no digo que Perón y el pueblo argentino estuvieran de acuerdo con los métodos que después se emplearon sino con el fin buscado.
Se discute hoy si la presidenta Isabel Perón y los ministros que sobreviven y que fueron firmantes de los decretos mencionados deben ser juzgados como instigadores y cómplices del accionar de la Triple A y de los excesos en la represión por parte de la dictadura militar. En esta nota no me voy a referir a esta organización delictiva de derecha sino, específicamente, al rol de las Fuerzas Armadas.
El gobierno peronista de Isabel (una señora y un partido que no son santos de mi devoción) no actuó como "monigote" y cumplió con el mandato constitucional de preservar el orden interno.
Ningún gobierno democrático puede admitir el accionar de ejércitos (así se autotitulaban ERP y Montoneros) cuyo principal objetivo era obtener el poder, para lo cual, previamente, debían aniquilar el accionar de las Fuerzas Armadas y de seguridad. ¿Cómo iban a hacerlo? Como lo intentaron: robando, secuestrando y cobrando rescates, asesinando y cometiendo actos de terrorismo hasta reducir al enemigo "a la nada".
Además de las muy obvias banderas -"un mundo mejor", por ejemplo-, los guerrilleros enarbolaron dos: terminar con la proscripción electoral del peronismo y con los gobiernos militares que habían usurpado el poder. Sin embargo, de haber triunfado, los movimientos guerrilleros hubieran caído en las dos mismas iniquidades que motivaron su alzamiento: proscripciones y gobierno de facto.
Imaginemos una hipótesis: cientos de miles de utópicos jóvenes argentinos, enamorados de la memoria del Che Guevara, hacen suya la recomendación de "Crear uno, diez, cien, mil Vietnam " y, acompañando románticamente la lucha guerrillera, vencen a las Fuerzas Armadas. El ERP queda dueño del norte del país y Montoneros del centro. Ejército, marina y aeronáutica cobardemente se repliegan al norte de la Patagonia. Segunda hipótesis: las fuerzas guerrilleras someten completamente a las legales y se adueñan de todo el país. Gobierna una junta de gobierno presidida por Santucho y Firmenich. ¿Qué hubiera sido de la Argentina en manos de estos "santos inocentes", que lo más probable es que al segundo día se enfrentaran entre sí a los tiros? La tercera hipótesis, la más trágica: una guerra civil con cientos de miles de muertos. Por Héctor Olivera , nota para el diario  La Nación: El autor es investigador del Departamento de Historia de la UTDT ,Hombre de cine, el autor de esta nota ganó notoriedad por sus películas sobre temas políticos, como La noche de los lápices y La Patagonia rebelde. En esta nota, cuenta las amenazas que recibió en tiempos de la Triple A.
-------------------------------------------------------------------------------------Los militares "prácticos" II
No puedo dejar de testimoniar aquí un hecho del que fui protagonista a mediados de 1975. Recibí un llamado de un ex cadete del Liceo Militar General San Martín invitándome a almorzar, junto con otro compañero de la cuarta camada (yo era de la sexta), una invitación que no podía rechazar: como director había hecho dos películas muy irritativas para el Ejército Argentino, lo que me significó una amenaza de muerte de las tres A.
Una vez un coronel me comentó, muy amigablemente: "Hablando con unos camaradas llegamos a la conclusión de que era un milagro que no fueras «boleta», no tanto por La Patagonia rebelde (nos pareció que habías tratado muy respetuosamente al teniente coronel Varela y en esas circunstancias nosotros hubiéramos hecho lo mismo que él) sino por Las venganzas de Beto Sánchez . ¿Cómo se te ocurrió poner a un ex colimba humillando y amenazando a su jefe de instrucción? ¿No te diste cuenta de lo pernicioso de esa propuesta?"
No tengo recuerdos muy nítidos sobre la primera parte del almuerzo. El restorán estaba situado en las calles San Martín o Reconquista, sugestivamente muy cerca de la SIDE. Nos sentamos a una mesa alejada y la conversación tuvo un algo de interrogatorio: el bueno, simpático y el malo, antipático. Se habló un poco de la situación, de por qué yo había hecho esas películas y, en fin, si eran obra de un bolche o de un idiota útil. Por suerte, mi imagen de burgués de ideas liberales, incorregible votante de los radicales, hizo prevalecer la segunda hipótesis, de lo contrario no estaría hoy contando este cuento.
En cambio, me acuerdo muy bien de la sobremesa. Con bastante vino tinto adentro, el bueno, dicharachero, enunció la política a seguir con "los subversivos". "¿Qué podemos hacer? ¿Juicio sumario y paredón, como el Che Guevara?" El malo, sin dejar de mirar las volutas de humo de su cigarrillo, interrumpió: "No, eso lo pueden hacer ellos: entre bolches no hay cornadas". Siguió el bueno: "¿Garrote vil como quería el pobre Franco? Tch, intervino hasta el Papa. Por su lado, Pinochet nos aconsejó que no cometiéramos su mismo error cuando los exhibió en el Estadio Nacional. ¿Meterlos presos en una cárcel? ¿Para qué, para que vengan los políticos y los dejen en libertad, como en mayo del 73?" El malo: "Sí, en libertad para que nos sigan matando." Y, mirándome fijo, agregó: "No pibe, los tenemos bien catalogados: son dos mil. Capucha y zanja".
Lo extraordinario de este recuerdo es que, en ese momento, lo de capucha y zanja no me impresionó, porque en 1975 se vivía una Argentina caótica, con secuestros, bombas a la vuelta de cualquier esquina y asesinatos por izquierda y por derecha, y la idea de estos militares retirados de que "antes de que nos maten a nosotros los matamos nosotros a ellos" era compatible con la ley de la jungla que se había instalado en la Argentina de los setenta.
Cuando, durante el democrático gobierno del doctor Alfonsín, la Conadep sacó a relucir la barbarie en la que terminó la represión de la dictadura militar, leí en el diario del juicio a los comandantes en jefe el episodio llamado "La noche de los lápices" y sentí la obligación moral y profesional de hacer, con este tema paradigmático, una película que resultó, sin duda, la obra más dura y conmovedora que haya hecho el cine argentino sobre el tema desaparecidos. Y de la que hoy me ratifico plenamente.
Finalizo señalando que hay dos hechos históricos indiscutibles: por un lado, no todos fueron santos inocentes; por otro, las Fuerzas Armadas cumplieron con el deber constitucional de salvaguardar las instituciones, aunque lo hicieron mal, tan mal que de ser los vencedores pasaron a ser los vencidos. Por Héctor Olivera , nota para el diario  La Nación.
 
02 de Febrero de 2007


Violación escandalosa del Estado de Derecho
Ya lo decían las paredes del barrio de mi infancia: Perón vuelve. Debí esperar la adultez para comprender lo que en realidad querían decir: Perón siempre vuelve. No importa que acaben de enterrarlo. Vuelve igual. No es complicado comprender las razones de las piruetas del Gobierno, que después de la amable requisitoria de las 62 Organizaciones: “No jodan con Perón” pasó del “No hay impunidad para nadie” a un más prudente “El Gobierno es prescindente”, seguido por el latiguillo: “La oposición usa con fines electorales el juicio a Isabel”. Aún más significativas fueron las declaraciones del diputado Carlos Kunkel, participante en 1974 de aquel diálogo entre la Juventud Maravillosa y su líder en el cual el General anunció lo que se venía: “Puestos a enfrentar la violencia con la violencia, tenemos más medios para aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio, no estamos aquí de monigotes”.
En un reportaje que siguió al “No jodan”, Kunkel se tomó el trabajo de sostener que “Perón ni remotamente tuvo que ver con la Triple A. Y la señora de Perón, no creo”. Después se produjo un curioso diálogo (Periodista: “Perón elogió a los militares que defendieron el cuartel de Azul contra el ERP”, Kunkel: “¡Pero más vale! No te cuento qué habría hecho yo si hubiera tenido posibilidades de hacerlo”). Al fin, la bocca della verità kirchnerista aclaró que no hablaba por hablar: “[el Presidente] no debe tener una línea de razonamiento muy distinta a la mía”. No hubo desmentidas.
Una lectura lleva a suponer que el Gobierno reculó ante el “no jodan” sindical. Una menos lineal permite imaginar que concluyó que esto no terminaba en Perón sino en los Montoneros, por lo que era mejor usar a Perón y su esposa como escudos.

En efecto, muchos argentinos han empezado a preguntarse si es legítimo condenar los infames crímenes de los setenta excepto los cometidos por guerrilleros. Sostener que los crímenes de lesa humanidad, y por lo tanto: imprescriptibles, son sólo aquellos cometidos por el Estado, como han hecho el Gobierno y la Corte Suprema, va en contra del Estatuto de la Corte Penal Internacional del que la Argentina fue uno de los primeros firmantes y que tiene rango constitucional, que dice: “Se entenderá por crimen de lesa humanidad... la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1º [asesinato, exterminio... encarcelación, persecución de un grupo... actos inhumanos] contra una población civil de conformidad con la política de un Estado o de una organización”. Y nadie puede desconocer que todas y cada una de estas aberraciones fueron cometidas por dos organizaciones: el ERP y los Montoneros.
Finalmente: los indultos, todos ellos, constituyen una violación de los principios sobre los que se asienta una república. Cuando un presidente absuelve a un criminal viola el estado de derecho, cuya cláusula fundacional es que todos los ciudadanos están sometidos a la ley. Además, que una disposición del Poder Judicial sea reducida a la nada por el PEN constituye una violación escandalosa de la división de poderes. De estas elementales razones se desprende que si Kirchner fuera quien dice ser, debería anular todos los indultos y declarar nula su propia capacidad de indultar. Nada de esto ha hecho. Nada de esto le exige hoy la oposición. Fernando Iglesias, autor de "¿Qué significa hoy ser de izquierda?"
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Como nos roban a nuestros jóvenes
El tema de la "fuga de cerebros" desde el subdesarrollo al desarrollo, desde los países pobres a los países ricos- siempre es noticia de primera plana.  Se trata de uno de los tantos aspectos del dilema mayor que hoy plantean los flujos migratorios a nivel global.
También es una de las consecuencias mas injusta de ese gran tema; la menos solidaria, la que se transforma, cuando se concreta como una forma de "inmigración  escogida", en uno de los mayores actos de explotación: esto es, el país pobre paga la preparación de los técnicos, de los universitarios, de los científicos los que luego vuelcan sus conocimientos, su riqueza intelectual, en beneficio de los países ricos.
Hace un tiempo en varios diarios sudamericanos apareció un aviso del gobierno de la provincia canadiense de Quebec, con  una oferta de trabajo a ciudadanos   que quisieran radicarse en esa provincia. Para poder calificar en dicho programa los requisitos eran tener estudios técnicos o universitarios, entre 20 y 40 años de edad y conocimiento de francés o inglés (ser bilingüe).
En concreto, una especie de leva o enganche de lo mejor de la fuerza laboral de un país. Una " oportunidad" para jóvenes bien preparados; un negocio redondo para quien los recibe ya listos para producir, en el momento optimo, pero pésimo para quien invirtió en su preparación, para quien pagó sus estudios.
Por un lado no es admisible que pueda   negarse  a nadie su derecho a irse de un país donde no tiene posibilidades de trabajo y en donde apenas puede sobrevivir. Impedirle a cualquier ser humano, y en particular a los jóvenes, salir o irse en busca de otras oportunidades, de un mejor futuro, máxime cuando en su país se le cierran la mayoría de las puertas, constituye un atentado contra las libertad de esos individuos. Significa quedar prisionero en el lugar en que nació, que su país pase a ser una cárcel. Pero la moneda tiene mas de una cara. Otra es que si es justo para un país, y más para un país en desarrollo o pobre que para salir de ese estado invierte en la educación de sus jóvenes, que cuando estos llegan a la etapa de volcar sus esfuerzos y sus conocimientos, de producir, de aportar a la seguridad social, de pagar impuestos – con los que se pagarán los estudios de otros más jóvenes- se vayan del país.
En Uruguay, por ejemplo, el costo promedio para el Estado- los contribuyentes- de un profesional universitario es de 50 mil dólares. Esto sin contar otros estudios que muchos jóvenes cursan en el exterior usufructuando becas pagas por ese mismo Estado o en el marco de financiaciones y programas externos que son para beneficiar al país , y no para el propio provecho de esos jóvenes que luego no retornan.
Esto es mas o menos parecido en le resto del continente  y todas estas inversiones que se pierden no las compensan las remesas.
Hay , además, una tercera cara y es la de los países que reciben a estos inmigrantes y que aplican una política de " inmigración escogida",  ya sea a través de programas   como los de Quebec, estableciendo "cuotas" condicionadas, exigiendo contrato de trabajo, todo lo que significa que abren las puertas a lo que necesitan , les conviene y les beneficia. Ponen como prioridad el tema de la "inseguridad",  caen en prácticas discriminatorias y se quejan de los inmigrantes ilegales olvidando que ellos, en definitiva, personifican la consecuencia lógica del ajuste internacional del mercado laboral.
Los países desarrollados son  defensores y aplican  y piden libertad a nivel global para el mercado financiero, en lo que les conviene, lo hacen  para el comercial, pero para   ese tercer mercado – el laboral-  no solo son   planificadores al extremo sino que lo hacen sin atender los daños que causan a los otros. Quienes   se van en busca de trabajo al mundo desarrollado es porque no lo tienen en su propio mundo y en gran parte no lo tiene por efecto de las políticas proteccionistas – agrícola, laboral, etc- de los países más ricos. No hay que buscar tanto, ahí esta el problema y la tarea es encararlo, y  a la vez dejarse de hablar tanto de solidaridad, de ayuda y de manifestar preocupación por la crisis social   ignorando cuales son algunas de sus principales causas. Danilo Arbilla, Revista Noticias

 
01 de Febrero de 2007

Moreno y sus arbitrariedades
Las palabras definen las cosas y hasta describen, por sí solas, los conflictos. ¿Podría ser una simple casualidad que las funcionarias del Indec relevadas sean la directora nacional de Estadísticas y la directora de Indices de Precios de Consumo?
Una tenía la obligación de elaborar el sistema estadístico para seguir los movimientos sociales y económicos de la Argentina; la otra debía investigar las convulsiones de la inflación.
Esos resultados son los que se reflejan luego en las primeras páginas de los diarios, convertidos en biblias de lectura cotidiana durante los desayunos presidenciales.
Guillermo Moreno tenía al Indec entre ceja y ceja desde que se hizo cargo de la gendarmería de los precios. Nunca pudo vulnerar el secreto de clave nuclear que rodea el método y los productos que sirven para medir el costo de vida. Pero es probable que haya encontrado una diagonal para llegar a esos enigmas; de hecho, cualquier sensación social indica que la inflación es mayor ahora que la que se expresa en los informes del Indec. No es necesario que ningún dirigente opositor se haga cargo de develar lo que ya es manifiesto.
Cuando se topó con la terquedad de los funcionarios de carrera del Indec para conservar esos secretos, Moreno apeló a su método de siempre: zamarreó a los empresarios por ineptos. Después de todo, les dijo, esos datos misteriosos servirían para controlar los precios que se miden y no el resto. Los empresarios debieron cumplir con Moreno, como siempre han cumplido con Moreno.
El Indec tiene una historia contradictoria. La impresión de la gente de a pie nunca acompañó los informes sociales y económicos del organismo estatal más serio dedicado a la elaboración de estadísticas. Sin embargo, conservó al mismo tiempo un ponderable prestigio entre la dirigencia política y económica. Ese prestigio fue obra, sobre todo, de sus funcionarios de carrera más que de los designios de la política siempre pastelera.
En tiempos democráticos, desde Bernardo Grinspun hasta Roberto Lavagna han tenido sus entreveros con el organismo que, en última instancia, mide la eficacia de la gestión de los ministros de Economía. Domingo Cavallo tuvo con el Indec, como era su costumbre, peleas dignas de una ópera. Con todo, ninguno de ellos se atrevió a tocar su estructura más allá de algún cambio en la conducción política. Nunca llevaron el cuchillo hasta el hueso; esto es, hasta los técnicos que llegaron por concurso a sus cargos o que ascendieron luego de una larga carrera interna.
Los frenaron dos conclusiones. Pagarían de inmediato un alto precio político por meter mano en un organismo prestigioso y, además, perderían la posibilidad de dar buenas noticias porque en adelante nadie les creería a sus estadísticas. Kirchner, Felisa Miceli o Moreno (nadie sabe quién fue el verdugo) decidieron que son más importantes las primeras páginas de los diarios de mañana que la perspectiva de quedarse frente a una sociedad descreída de los informes oficiales sobre la inflación y los movimientos sociales. A Kirchner le preocupa mañana; ya les llegará su hora a los días posteriores.
No son dos elementos desenhebrados los relevos en el Indec y la fuerte presión sindical por los aumentos salariales. El mensaje del Gobierno a los sindicalistas consiste en que no pueden soñar con un aumento superior al del año último, cuando la inflación era imprevisible y estaba en ascenso. El aumento salarial promedio del año último fue del 19%, fijado de hecho por el primer convenio firmado por el gremio de los camioneros. Pero Hugo Moyano se desbocó en los últimos días (llegó a hablar de un aumento del 30%) y proclamó que su lucha salarial sería sin techo, sin piso y sin plazos. Un libertario en estado puro.
El Gobierno no se metió todavía de lleno en esa pelea, porque no sabe aún cuáles son los márgenes de la victoria o de la derrota. Fuentes empresariales aseguraron, no obstante, que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, puso el termómetro entre los patrones. Su preocupación era saber hasta dónde estaban dispuestos a llegar con la bondad de sus bolsillos. Le dijeron que pensaban en un aumento que reflejara la inflación del año último más dos o tres puntos.
Estirando interpretaciones y generosidades, podría llegarse a un aumento promedio del 14 o el 15 por ciento. "¿Por qué debería ser más alto si las expectativas inflacionarias de 2006 eran mayores que la de este año?", preguntó un alto funcionario del gobierno nacional. El problema es que justo ahora el Indec empezó a analizar una inflación que habría estado en enero por encima de los gustos oficiales. Salarios e inflación son ecuaciones decisivas, según Kirchner, para el estado de ánimo social en el año que prepara, con la dedicación propia de sus obsesiones, para conservar el poder. En el año electoral que se acaba de estrenar no sólo quiere domar el potro de cualquier respingo inflacionario; quiere, también, mostrar mejores índices de pobreza, de indigencia y de desocupación. Eso no se hace, fácilmente al menos, con funcionarios técnicos que nada le deben a nadie.
El problema es que el eventual descrédito del Indec podría tener más consecuencias de las que el poder previó en sus arrebatos: su datos sirven, por ejemplo, para establecer el índice CER de indexación y hasta para pagarles los intereses a los acreedores que le creyeron a las promesas del Estado argentino. Una rectificación a tiempo mostraría un Presidente mejor que el que podrían exhibir los mejores informes del paraíso.
 Joaquín Morales Solá, Diario La Nación

 
31 de Enero de 2007
 
"Cuando los argentinos piensan una cosa, ya creen que está hecha"
“El problema de los argentinos es que cuando piensan una cosa, ya creen que está hecha y resuelta”, dice el catalán Toni Puig Picart, asesor en comunicación del Ayuntamiento de Barcelona e impulsor del concepto de “marca ciudad”, que puso a la tierra de Miró y de Gaudí en la primera división de las ciudades europeas.
Especialista en gestión cultural y en marketing público, Puig Picart es autor, entre otros libros, de Se acabó la diversión y La comunicación municipal, cómplice de los ciudadanos (Paidós, 2003). Ahora pone la lupa sobre Buenos Aires para descubrir sus fortalezas y debilidades.
“Esta ciudad debe dar un gran salto cualitativo y plantearse qué quiere ser en el futuro, porque no se trata solamente de arreglar las cosas para que sigan funcionando, sino de dar soluciones a la cantidad de problemas irresueltos que, evidentemente, existen”, dice quien después de estudiar teología, filosofía y arte, y de crear, en 1974, la innovadora y desenfadada revista Ajoblanco, decidió, a principios de los 80, dar un sorpresivo salto a la gestión pública, a la que llegó para quedarse.
“Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña, me convocó y me dijo: «Lo que has dicho en la revista, hazlo, y cuando tengas problemas con algún funcionario le respondes: el intendente está de acuerdo». Comprendí que para lograr cosas tenía que salir del círculo intelectual, trabajar con jóvenes y con los agentes sociales y culturales de la ciudad, y con semejante respaldo a mi favor, la experiencia funcionó de maravillas", se entusiasma el creativo español.
Desde ese lugar, Puig Picart fue protagonista del derrotero que siguió Barcelona: de una ciudad postergada a primer destino de España. Su experiencia es interesante en tiempos en que la Argentina está viviendo un momento extraordinario en cuanto a recepción de turistas extranjeros.
-¿Qué atrae a los europeos a un lugar tan lejano como Buenos Aires?
-Venimos aquí fascinados porque sabemos que más abajo no hay nada. Este es el último confín de la Tierra. También por la amabilidad increíble, que ya no se encuentra en ninguna otra gran ciudad del mundo, y por la creatividad, la inteligencia, la innovación. Los bares, los restaurantes, la cultura: el mejor teatro de mi vida lo he visto en Buenos Aires, desde lo más underground hasta lo más culto. La oferta es impresionante. Aquí he visto exposiciones que no se ven en ninguna otra parte, y si das una conferencia, se llena. En moda, en diseño, en creatividad, hay gente que se atreve. No tienes que ir a Milán para comprar moda... ¡tienes que ir a Palermo Viejo! ¿Cuántas ciudades pueden ofrecerte todo esto? Yo creo que lo más importante de una ciudad es que el visitante se sienta acogido y esto en muy pocas grandes ciudades del mundo del tamaño de Buenos Aires lo encuentras. Hoy la gente quiere ciudades amables, cómodas, para enamorarse, para sentir emociones. Este tiene que ser el proyecto de Buenos Aires, porque es lo que ustedes saben hacer.
-¿Cree que lo estamos logrando?
-Buenos Aires todavía tiene que decidir qué quiere ser dentro de 20 años. Debe diseñar su futuro. ¿Quiere ser la Nueva York de América del Sur? Así como el norte latino está en Nueva York, el peso del sur económico y cultural, ¿quieren que esté en Buenos Aires? Ahora está en San Pablo, me parece, pero esa ciudad tiene un problema tremendo: la criminalidad, la delincuencia.
-¿Cómo lo lograron ustedes?
-Barcelona era una ciudad de segunda o tercera división en Europa. No éramos París ni Londres, ni ninguna de las grandes capitales europeas. Más bien fuimos una ciudad dejada de la mano de Dios durante muchos años, postergada por el franquismo. Pero en un momento dado nos propusimos revertir la situación, y lo conseguimos. Para eso hace falta una decisión política, por supuesto, pero una decisión de ese tipo no la puede tomar sólo un intendente. El gran ejemplo de Barcelona es que nosotros tomamos las decisiones políticas con el consenso de la ciudadanía, de las asociaciones civiles y de los empresarios, que no querían ser más ricos, sino que la ciudad funcionara mejor, porque si la ciudad funcionaba mejor sus negocios funcionarían mejor. En Barcelona tenemos ahora 12 millones de pernoctaciones al año. No somos capital, no tenemos nada, pero somos la ciudad de Europa adonde los europeos quieren vivir. La gente nos visita y lo que hemos hecho es simple: aeropuerto cerca de la ciudad, vuelos baratos, una urbe acogedora y cómoda, con buenos servicios. No se trata de una cuestión de turismo solamente. Allí hay rediseño de la ciudad, hay propuestas. Yo veo que Buenos Aires tiene condiciones similares, porque aquí hay un talento emergente increíble.
-En algún momento usted dijo que Buenos Aires había perdido el rumbo
-Yo creo que no. Incluso ustedes, con el corralito, ganaron en humildad. Antes yo los veía muy desconectados, como que estaban aquí por casualidad, siempre soñando con irse, con viajar. A partir del corralito y de la feroz crisis que vivieron se han sentado en Buenos Aires y han comprendido, finalmente, que ésta es su casa y que quieren que funcione mejor. Y se han enamorado, incluso, de su país, de la Argentina, y esto es muy importante, porque le da un plus a esa inteligencia que siempre han tenido. Pero tienen que reforzarla con voluntad de hacer las cosas. Porque el problema de los argentinos es que cuando piensan una cosa creen que ya está hecha, resuelta. No es difícil: hay que empezar. No es un milagro: es la voluntad de los ciudadanos y los políticos de tener una ciudad agradable para vivir. Tienen que pensar qué quieren ser y trabajar para lograrlo.
-Usted es un visitante asiduo de Buenos Aires. ¿Cómo la encuentra?
-No se puede tener una ciudad que funcione más o menos, y ésa es la impresión que tengo de Buenos Aires. Yo creo que se necesitan un intendente y un equipo de gobierno que tengan visión para definir cuál debe ser la Buenos Aires de dentro de veinte años y para encarar desde ya problemas que nunca se han resuelto. Lo digo con cariño, porque he estado muchas veces aquí. Algunos explotaron, como Cromagnon, que sacó a relucir el tema de la seguridad de los edificios, pero hay muchos más: cartoneros, delincuencia, transporte. No soy de aquí, pero me doy cuenta de la cantidad de problemas irresueltos que hay en esta ciudad. Porque se trata no solamente de arreglar las cosas para que sigan funcionando, de cubrir baches, sino de dar soluciones.
-Los porteños han perdido el orgullo de su ciudad: piensan que está sucia, deteriorada, con un tránsito caótico, con gran polución visual...
-Todo puede revertirse. Entiendo que Buenos Aires es complicada, porque la ciudad es muy grande y tiene muchos puntos conflictivos, pero en pocos años esta ciudad puede ser una maravilla.
-La tendencia al éxodo hacia los countries y barrios cerrados, ¿no juega en contra?
-Ese es un problema. Por eso, primero tienen que atajar la violencia. La delincuencia es barbarie, no es democracia, y el político que no ataja la violencia no está cumpliendo con el mandato democrático de protección a los ciudadanos que lo eligieron. En Barcelona la gente que se había ido de la ciudad está regresando. Se habían ido a los countries, pero eso es una tristeza, un aburrimiento, es optar por ser eremitas, monjes de clausura. La vida está en las ciudades. Pero, claro: las ciudades tienen que ser seguras. Es cierto que en el mundo de hoy en todas partes los ciudadanos se sienten inseguros. En Barcelona también. Primero, por el trabajo efímero. En todas partes el trabajo para toda la vida se terminó y la gente educada en la cultura del trabajo, que siempre creyó que el trabajo nos hace ciudadanos y nos da identidad, ahora duda, teme, no sabe qué pasará el mes que viene y eso va formando la sociedad del estrés, de las pastillas. La gente se siente mal, piensa que no hay futuro y esto, naturalmente, genera ansiedad.
-¿Qué fue lo que determinó en Barcelona el regreso de la gente a la ciudad?
-En las ciudades, como en todo, funciona la ley de la oferta y la demanda. La gente se va cuando no le ofrecemos nada mejor. Por eso hay que atraerla con buenos servicios: limpieza, barrios remodelados, iluminación, trenes subterráneos y autobuses que cumplan sus horarios, seguridad personal y una ciudad con una buena oferta cultural. Cosas tan simples como ésas. En Nueva York, en los 80, se marchó todo el mundo. La ciudad estaba en una crisis tremenda, el ayuntamiento en quiebra... Los homeless estaban en todas partes. Pero la tendencia se revirtió y ahora todos sabemos que la gente rica de Nueva York vive en el centro de la ciudad, frente al Central Park. La ciudad funciona. Nueva York no es los countries de Nueva York. La gente volvió. A todas las ciudades que funcionan, la gente regresa. Un caso es Girona, una ciudad muy pequeña, de 80.000 habitantes, con un casco antiguo genial, gótico, abandonado, donde no vivía nadie. Tuvo un intendente que dijo: voy a hacer de Girona la Florencia de Cataluña. Y lo logró. Ahí está el casco gótico restaurado por los judíos americanos, la universidad, la inteligencia, y la gente ha vuelto a vivir en las casas que habían abandonado sus abuelos y sus padres. En Madrid, la gente que se había ido está regresando. El concepto clave que debe utilizar un gobierno municipal es cuidar a los ciudadanos, cuidar la ciudad. Cuando la gente siente que no la cuidan, se va. Carmen María Ramos, diario La Nación del día de la fecha
 
30 de Enero de 2007

La basura en estado critico 
De las 27.800 cuadras de Buenos Aires, hay 4.175 en estado crítico por la basura. El dato no surge de ninguna denuncia: son cifras del gobierno porteño. Para los vecinos de una ciudad que tiene el estándar de vida más alto del país y vive una explosión continua de consumo y turismo, la suciedad en las calles es quizás el mayor flagelo cotidiano junto con la inseguridad.
No alcanzan recolectores ni barrenderos, siempre hay algo que explica las calles sucias. Desde la escasa cultura de vecinos y comerciantes que sacan la basura a cualquier hora porque consideran que lo público es ajeno y un problema de otros, hasta el desparejo resultado de las concesiones otorgadas a lo largo del tiempo a empresas de limpieza y recolección, con contratos que han tenido su transparencia y también su turbidez. Desde los escombros y obstáculos que hay a cada paso, mal controlada del crecimiento exponencial del negocio de la construcción, hasta la desaprensión con que muchos cartoneros desparraman aquí y allá la basura que no les resulta redituable.
El Gobierno de la Ciudad está lanzando una campaña para ponerle límite a la agresión de la basura. Podrá decirse que se acuerdan ahora, que es año electoral. Es cierto, se acuerdan ahora. ¿Acaso sería mejor que no lo hicieran?
Nadie ganó una elección por recoger la basura, aunque quizás una ciudad sucia ayude a la mala fortuna el gobernante.
Extraña paradoja la de los candidatos a gobernar Buenos Aires. Entre ellos, que son o han sido académicos de prestigio, embajadores, ministros, funcionarios culturales, miembros del más próspero empresariado o de la resistente aristocracia porteña, gente fina y educada, en la campaña no les quedará más remedio que hablar de lo que se mete en bolsas oscuras, lo que se saca de casa a la noche, lo que a veces se pretende barrer bajo la alfombra. Julio Blank, reproducción de su nota editorial en el diario Clarín de la fecha
---------------------------------------------------------------------------------------------------
El altruismo cerebral
Si antes era el alma humana la sede insondable de cuestiones tales como el bien y el mal, la sede de la pasión y también de la compasión, la ciencia contemporánea tiene una tendencia a localizar y materializar estas cuestiones en el cerebro. Mediante escáneres cerebrales, científicos estadounidenses descubrieron la activación de una porción del cerebro que predice las conductas generosas o egoístas en las personas. El aumento en la actividad del "sulcus posterior superior temporal" predice la probabilidad de que una persona sea altruista. De la batalla épica entre los ángeles nos trasladamos al pequeño teatro eléctrico de neuronas, circunvalaciones y dendritas. Acaso haya una secreta esperanza de que, en el reverso de la noción de alma, el cerebro sea finalmente descifrable. Y cuanto mayor es el misterio que nos rodea, más circunscripto es el espacio en que se le busca una respuesta.
Aunque no tardará en ser localizada también en el cerebro, el alma es siempre incómoda como hipótesis, porque es abismal y está habitada simultáneamente por tendencias opuestas. Uno puede recordar que el altruismo del caso Emaús nació de la alquimia entre un religioso y un asesino. "Conocí a Georges, que había tenido una vida terrible y sólo pensaba en quitarse la vida", dijo alguna vez el Abate Pierre, una de las figuras más populares de Francia, fallecido esta semana. "Eres libre de suicidarte si quieres, pero antes de hacerlo, ¿por qué no me ayudas a montar una casa para los desesperados, para la gente sin techo, sin trabajo?", le dijo. Georges, en una mutación probablemente difícil de reducir a parámetros químicos, se convirtió con este pedido en uno de sus más estrechos colaboradores.
Aunque quién sabe si no tuvieron al unísono un súbito aumento de la actividad del sulcus posterior superior temporal. Lo que opera detrás de estas interpretaciones que localizan con precisión en el cerebro cuestiones que tradicionalmente erraban por el espíritu humano, tal vez sea una voluntad de corregir la realidad, el sueño de detectar con exactitud la zona del mal, para extirparla quirúrgicamente del mundo. O implantar definitivamente el bien mediante una inoculación química precisa. Pero la realidad también se encuentra en mutación constante, se muestra finalmente irreductible, y como un espejismo, tiende a alejarse a la misma velocidad con que se la intenta apresar. Enrique Valiente Noailles, reproducción de su nota, en el Diario La Nación del día 28-01-07
 
29 de Enero de 2007

Un secuestro con aparición mediática presidencial
Gerez apareció varias horas antes del discurso de presidencial, el Gobierno lo sabia,  y lo que se vio por la pantalla fue simplemente un ejercicio de pura manipulación... Buena parte del entorno del albañil está siendo investigada.
Jorge Lanata, escritor
---------------------------------------------------------------------------------------------------No jodan con Perón (IV)
No es complicado comprender las razones de las piruetas del Gobierno, que después de la amable requisitoria de las 62 Organizaciones.” No jodan con Perón”  pasó del : No hay impunidad para nadie” a un más prudente: “ el Gobierno es prescindente”, seguido con el latiguillo: “la oposición usa con fines electorales el juicio a Isabel”, mas allá fue Carlos kunkel ( uno de los integrantes de aquel dialogo entre la juventud maravillosa  y su líder en la cual Perón anunció lo que se venia: “Puestos a enfrentar la violencia con la violencia, tenemos más medios para aplastarla. Y lo haremos a cualquier precio, no estamos aquí de monigotes”) en un reportaje que siguió al “ no jodan..” se tomó el trabajo de sostener que “Perón ni remotamente tuvo que ver con la TRIPLE A , y la señora de Perón, no creo” después se produjo un curioso dialogo ( periodista: Perón elogió a los militares que defendieron el Cuartel de Azul contra el ERP.. Kunkel, pero mas vale! No te cuento que hubiera hecho yo si hubiese tenido la posibilidad de hacerlo ) aclarando que el Presidente no debe de tener una línea distinta a la mía. No hubo desmentidas. Fernando Iglesias. Escritor.
---------------------------------------------------------------------------------------------------La juventud maravillosa ahora en el Poder
No hay una nueva inflexión respecto de la línea general que siguió este gobierno desde 2003. Si confirma el hecho que desde el comienzo buscó identificarse con una generación que había sacrificado su vida en los años 60  y de algún modo quiso retomar la empresa frustrada de ese entonces pero sin los medios y sin la radicalidad de los 70.Pienso que era el esfuerzo por darle una nueva ocasión a esa generación de la que la pareja presidencial forma parte. La recepción de la insigni de Cámpora  confirma esta orientación. Se podría decir:¿Quiénes están en el Gobierno? . Bueno, están en el Gobierno los que se fueron de la Plaza el 1ª de Mayo de 1974. Y en ese momento ellos decidieron irse voluntariamente en la creencia que, la vaciaban y mostraban ante el pueblo peronista imaginario que ellos  no solo representaban un contingente importante, sino que representaban la verdadera continuidad con el peronismo. Es decir, que la tradición peronista se continuaba en la juventud antes que en el propio Perón. Esto estaba implícito en este gesto. Me parece que esta idea está presente en el actual Gobierno y forma parte de eso la reivindicación de Cámpora como el símbolo de aquella ocasión que le permitió a esa generación ser parte del gobierno de aquel momento  y de éste. ...Hay una reanudación de aquella empresa de los años 70 pero en otros términos: Montoneros está en el Gobierno, sin partido armado y sin revolución. Carlos Altamirano, referente de la izquierda Argentina

 
26 de Enero de 2007

Que amplitud idiomática...!!
En pocos años, se ha convertido en la palabra más repetida por los argentinos. Especialmente los que no superan los 40 años. Los chicos la pronuncian estilo ametralladora. Hoy ha perdido todo contenido ofensivo. Y contribuye, nada sutilmente, a aumentar la pobreza del vocabulario de todos los días. Tres hombres de entre 30 y 40 años entran a una confitería céntrica. Ya vienen conversando a un nivel bastante fuerte, aunque sin gritar. Enseguida se nota que son empleados jerarquizados de una empresa cercana al local, y posiblemente alguno de ellos sea el jefe de los demás. Discuten. Alguno se exalta. Otro trata de calmar los ánimos. Y el tercero parece gozar de la situación. Tanto, que intercala un par de veces algún minúsculo chiste. Pronto se descubre que sólo quiere que se rían de sus humoradas, pero que sigan discutiendo. Y que lo miren como a un interlocutor válido. Cerca de esa mesa, y sin proponérmelo, empiezo a contar. Es inevitable. Empiezo a contar los boludos de la mesa.
–Pero sí, boludo. Son 300 tipos, y quieren cobrar cash.
–No, no, cash no, boludo. Los arreglamos como antes. Una factura a 90 días con todo incluido y se van contentos.
–No, no es así. Ya no quieren más esperar tres meses, ni tampoco dos, boludo. Te lo digo porque hablé con ellos, y se pusieron duros. La discusión sigue. Y el boludo, mágica palabra neutra, despojada ya de toda la connotación ofensiva o negativa que supo tener en el pasado, salpica casi todas las frases del trío. Cuando aparece al final, sale disparada casi saltando sobre sus vocales. O-u-o. Con suave acento sobre la u. Ha habido un asombroso proceso de imitación, muy veloz e indiferenciado, a lo largo de los últimos años. Como suele ocurrir con las palabras de moda. En cambio, cuando el boludo aparece al principio de la frase, parece más intencional. Pero nunca es intencional. Es una simple boludez, digamos, repetida y vaciada de boludez propiamente dicha, que sirve para llenar espacios y tiempos, reafirmar alguna cosa (pero no tanto), y hasta para teñir la conversación de un poco de cariño. Porque el boludo del porteño de hoy es casi cariñoso. Y es que existe una confraternidad sutil que se crea a través de llamar boludo al otro. Como una coincidencia generacional. Los más grandes siguen recordando que alguna vez se pelearon a la salida de la escuela primaria porque alguien los llamó boludo en un recreo. En cambio, hoy demarca una suerte de cofradía. No importa que los que boludeen en Buenos Aires sean millones. Será, en todo caso, una cofradía de millones. * * * Entra al café una mujer y se dirige de inmediato a la mesa, donde siguen discutiendo por el cash, las tasas de interés, los cheques voladores y algún misterioso personaje que mencionan en voz huidiza. Uno de los tipos, el que parece el jefe, la ataja apenas se sienta: “¿Y, boluda? ¿Fuiste a verlo a ese Gómez esta mañana?”. La mujer lo mira sin mucho entusiasmo y le contesta con cierta dejadez: “No, boludo. Ya te dije que los lunes no va a la oficina”.Pronunciada por mujeres, la palabreja de moda adquiere un toque ligeramente distinto. Y dirigida hacia las mujeres, suena con un toque de extraña imposibilidad que la hace divertida. Pero es absolutamente neutral: casi se diría que boludo, en masculino o femenino, es el equivalente actual del decadente “che”. Millones de “ches” han pasado a ser boludos en los tiempos que corren. * * * Seis chicos están jugando a la pelota en un parque. Gritando, como siempre han hecho en esos casos. Pero ahora el diálogo es un poco más monocorde:
–¡Pasála, boludo!
–¡Pateá, boludo!
Y el chico patea
–¡Bien, boludo!!
Porque ser boludo hoy no significa absolutamente nada.
Los hombres y la mujer se levantan de la mesa. Siguen discutiendo, pero ya con menos ganas. A pocos metros, tengo ganas de decirles que les conté 123 boludos. Pero me callo. Hubiera sido un boludo. Edgardo Ritacco, Gerente de Medios de Editorial Perfil.

 
25 de Enero de 2007

Respetar las bases de la democracia
Creo que lo que le convendría a Kirchner  es hacer un reconocimiento de la misma dignidad a la oposición que al oficialismo; un reconocimiento de los partidos políticos como instituciones de la democracia. ¡El los llama corporaciones! Y se niega a hablar con los partidos políticos. Convendría también una actitud totalmente diferente de los legisladores oficialistas, que en el Congreso no quieren cambiar ni una coma de los proyectos que llegan del Poder Ejecutivo, que son casi todos los que se votan. En fin, Kirchner debería respetar las bases de toda república democrática. Raul Alfonsin, ex-presidente.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Hacer política demonizando al oponente
El kirchnerismo quiere alejarlo de la Capital, donde el presidente de Boca sigue teniendo posibilidades de ganar, aunque no sin cierto esfuerzo. La segunda es una razón más de fondo: Kirchner no sabe hacer política sin demonizar a sus oponentes. Ganó demonizando a Menem y a la Alianza, venció a Duhalde demonizándolo y necesita demonizar ahora a una figura creíble para vencer con contundencia en las urnas. Macri parece, desde la lógica oficial, mucho más fácil de vapulear que su ex ministro de Economía, a quien no podría acusar de nada que no salpicara su propio living. Jorge Fernández Díaz, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando los jueces coinciden para la desidencia
Ricardo Gil Lavedra, Julio Strassera, Horacio García Lema, Gabriel Cavallo, Gregorio Badeni, Félix Loñ, Gastón Chillier (y algunos otros nombres de primer orden que prefirieron el off the record) son categóricos. El repentino avance de las causas que durmieron por años en los juzgados de Acosta y Oyarbide y la decisión de procesar y extraditar a "Isabelita" -con pocos elementos probatorios en su contra, hasta donde se sabe- son los principales puntos que animan una discusión candente. Y que alimentan, obviamente, todo tipo de especulaciones sobre la influencia que pudo o no haber tenido el Gobierno en este extraño caso de renacimiento súbito de dos causas. Aunque todos los juristas consultados consideran la causa a cargo de Oyarbide algo más razonable -en cuanto al objeto de investigación y la imputación a "Isabelita"- que la que se tramita en Mendoza, ninguna de las dos se salva. Laura Zommer, para La Nación Domingo 21.01.07

 
24 de Enero de 2007

La publicidad y los adolescentes
Antes la publicidad no se dirigía a los adolescentes, y ni siquiera a los jóvenes, porque, simplemente no tenían plata para gastar. Paradójicamente, fue a partir de los picnics de los 60, que organizaban los jóvenes que se rebelaban contra el sistema, los primeros adolescentes en llamar la atención del mercado. Se reunían de a miles y compraban de todo durante esas aglomeraciones. Por su parte, los periódicos underground de San Francisco vendían millones de ejemplares a los más jóvenes, y cuando se organizó el festival de música y arte de Woodstock, en 1969, que reunió a 400.000 jóvenes hippies que estaban en contra de la guerra y a favor del sexo libre, las drogas y el rock and roll, se convirtió en otro de los acontecimientos históricos que ubicaron a los adolescentes en favoritos del mercado capitalista. En esta sociedad, la palabra se convierte en producto y deja de ser comunicación. A partir de la revolución industrial, se impuso una actitud mercantilista en el mundo, que privilegió el dinero, el poder, y la explotación, y despreció todo aquello que tenía que ver con la creatividad desinteresada y el pensamiento reflexivo. Fíjese que una frase muy usada en los últimos cien años es "el tiempo es oro". ¿Quién, en su sano juicio, puede creer que esto es verdad? Ya los filósofos de la antigüedad decían que el hombre es tiempo, de manera que esa frase es absurda. Rodolfo Alonso, escritor y poeta.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
No manchen la memoria del general
Está, candente, la extradición a Isabelita. Ahora sus abogados tratan de probar que está loca o tonta. Pero lo que hizo o dejó a mediados del 70 hacer entonces no fue de tonta ni loca. En medio del grotesco y la superstición su apuesta por López Rega fue una consciente y devastadora elección por el Mal. Estos rancios fantasmas hoy conmueven al país y al peronismo. El jefe de las 62 Organizaciones Peronistas —uno de los eficaces desorganizadores del papelón de San Vicente— habló de "persecución política a Isabel" Y dijo que "quieren hacer aparecer al gobierno de entonces como el responsable por la Triple A y no fue así". ¿No? ¿Cómo habrá sido, entonces? La Triple A, dirigida por el superministro López Rega e integrada por militares y policías, ¿no tenía relación alguna con el Estado? ¿Podía ignorarlo la titular de ese Ejecutivo ejecutor, discípula amada de El Brujo?
Pero el tema va más allá aún y las aguas se agitan, borracosas. El diputado Díaz Bancalari advirtió: "No manchen la memoria del General". Ramón Puerta opinó que a Isabelita "se la vapulea por ser portadora de apellido". Y el prestigioso sindicalista Armando Cavalieri salió a decir que la Tripe A "fue un accidente dentro de nuestro movimiento". Un tropezón, digamos, que costó alrededor de 1.500 asesinatos y desapariciones forzadas. Lo que temen, en realidad, muchos peronistas es que medio de tanta investigación se relean los discursos e intervenciones públicas últimas de Perón quien, en sus desvelos por terminar con la guerrilla que lo acosaba, prefirió palabras irrevocables, fatales: "Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualesquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer y lo vamos a hacer violentamente." ¿Inequívoco o me equivoco? Síntesis de la columna periodística del periodista Marcelo Moreno en el Diario Clarín.

---------------------------------------------------------------------------------------------------Necesaria relectura de la violencia política
Por obra de la Justicia, comienza la revisión de la violencia política y el terrorismo durante los años 1973-76. Los jueces deberán ceñirse a aquello que no está cubierto por las prescripciones, es decir, los hechos que puedan ser encuadrados en el concepto de terrorismo de Estado. Harán lo que puedan, y estará muy bien.
Pero lo más importante es que esta revisión judicial posibilita otra, que no estará atada ni por los límites jurídicos ni por la necesidad de trazar una línea absoluta entre culpables e inocentes. En cambio, es de esperar, estará regida por la necesidad de comprender, explicar y, luego, juzgar de una manera amplia y madura.
Las prácticas terroristas son evidentes para quienes vivieron aquellos años o leyeron alguna de las buenas reconstrucciones sobre el período. Están los muertos de la Triple A; antes que ellos, otros, como los de Ezeiza, el 20 de junio de 1973. Todo lleva al mismo origen: López Rega y Perón.
Están, por otra parte, los muertos de las organizaciones armadas. Los del ERP, aunque no tan conspicuos, no fueron pocos. Los de Montoneros arrancan con Aramburu en 1970, alcanzan su culminación de dramaticidad y sinsentido con Rucci, en 1973, y se prolongan con creciente espectacularidad a medida que la organización se desarmaba. Hay, sobre todo, una historia, que lleva a antes de 1970, y que incluye a Vandor, a Vallese, a Rosendo García, a los fusilados en los basurales de José León Suárez. En suma, no hay dudas de que en la segunda mitad del siglo XX al menos, el terrorismo fue incorporado de manera amplia a las prácticas políticas y se fue convirtiendo en un recurso natural, para sus ejecutores y para el público.
De todo esto, la Justicia sólo investigará la parte correspondiente al terrorismo de Estado. Tal deslinde entre dos tipos de terrorismo, el particular y el estatal, por así decirlo, fue sin duda muy importante en 1983, cuando se juzgó el período iniciado en 1976. Se subrayó entonces la apropiación del Estado por la corporación militar y su utilización clandestina en contra de la sociedad.
Tal distinción era entonces fundamental en términos de principios —sobre ella se construiría la noción de Estado de derecho— y también en términos políticos, pues posibilitó los acuerdos necesarios para la construcción de la democracia. Según la versión convenida, una sociedad inerme e inocente estuvo en la línea de fuego del Estado terrorista. Pocas preguntas se hicieron acerca de lo que cada uno había hecho o había defendido antes de 1976. Ese acuerdo político, probablemente virtuoso en su momento, es el que ha bloqueado hasta ahora el debate sobre los años previos, decisivos sin embargo para entender qué es lo que pasó entonces.
La cuestión es saber si, en el período anterior a 1976, "terrorismo de Estado" significa lo mismo que en nuestros días, y si tiene sentido, en relación con esos años, trazar una línea clara de separación entre el Estado y la sociedad, como enseña la tradición jurídica hoy vigente. Una mirada sobre la evolución de ese Estado, y su relación con los intereses de la sociedad, conduce a conclusiones diferentes.
A lo largo del siglo XX, y claramente desde 1930, el Estado aumentó progresivamente su capacidad de regular las acciones de la sociedad y los conflictos de sus intereses. Simultáneamente, se dedicó a distribuir prebendas, franquicias, privilegios: monopolio de la representación sindical o de las obras sociales, regímenes de exención impositiva, retenciones a la exportación, devaluaciones, por mencionar las más gruesas. Una decisión estatal —a veces la simple resolución de un ministro— aseguraba a un grupo o a una persona una renta privilegiada.
Para defender lo conquistado, que podía perderse por otra resolución gubernamental, las organizaciones y corporaciones avanzaron sobre el Estado e instalaron sus hombres en los lugares en los que se decidía.
Las prebendas crecieron, se hicieron más personales, y la relación entre los beneficiarios y el Estado que concedía se hizo cada vez más estrecha e íntima. ¿Cuántos dirigentes sindicales defendieron sus privilegios con métodos directos, amparados por autoridades complacientes? ¿Cuántos empresarios, como Gelbard, tallaron imperios merced a adecuadas concesiones y los perdieron cuando cambió la coyuntura política, por obra de amenazas o violencia directa?
Lo cierto es que, a medida que transcurrieron las décadas —y como parte de procesos más generales que debemos explicarnos— el uso del Estado terrorista estuvo al alcance de quienes se organizaron para lograrlo. En estos años que nos disponemos a revisar lo hicieron las facciones peronistas. Una con más éxito que la otra, pero ambas apuntando al mismo objetivo: dirimir sus conflictos utilizando los resortes de un poder estatal fragmentado y ampliamente colonizado ya. La línea que separa un terrorismo de otro se hace así problemática.
El Gobierno actual ha impulsado las causas judiciales del período posterior a 1976, pero a la vez ha introducido un fuerte sesgo en la valoración de la violencia política y el terrorismo. En la retórica oficial, parte de sus responsables ha vuelto a ser algo así como "la juventud maravillosa". Es posible que ahora pueda modificarse esta mirada parcial. Para ello, el concepto de terrorismo de Estado debe ser revisado, no ya en los estrados judiciales sino en el de la opinión. Ceñirse a la letra jurídica —como inevitablemente deberán hacer los jueces— conlleva el riesgo de mirar sólo una parte de lo sucedido y con ello, bloquear la posibilidad de comprender un fenómeno —la violencia política y el terrorismo— al que pocos permanecieron ajenos en su momento. Luis Alberto Romero, Historiador. Docente titular (UBA), director Centro de Historia Política (Universidad Nacional de San Martín)

 
23 de Enero de 2007

Kirchner lo hizo... 
Mientras el padre de Axel marchaba contra la inseguridad en Mar del Plata, Lavagna y los radicales optaron por debatir con el oficialismo sobre la violencia de los 70. El ex ministro pareció asociar a Kirchner con "los montoneros que Perón echó de la Plaza de Mayo" y el radical Federico Storani pidió un debate integral en el Congreso sobre aquella época. Es cierto que el kirchnerismo busca restarle méritos a Raúl Alfonsín en su defensa de los derechos humanos y que algunos pretenden hacer creer que la historia de la lucha contra el terrorismo de Estado empezó con Kirchner. Aun así, si la estrategia del Gobierno es discutir el pasado para no debatir los problemas del presente, ciertos sectores de la oposición le están dando insólitamente una gran mano al oficialismo. Fernando Laborda, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------La estupidez del poder
El peor enemigo de la verdad no es la mentira, sino la estupidez. A la mentira se la puede rebatir con argumentos, datos, testimonios. En cambio la estupidez se resbala por los pliegues de la razón y es capaz de resistir cualquier explicación lógica. Pero existe un estadio de la estupidez que es aún más peligroso: la estupidez del poder. Cuando la estupidez es producto de la inseguridad y de la intolerancia, y viene acompañada por la prepotencia del más fuerte, suele volver caricaturescos a sus portadores, pero no menos terroríficos. Estúpidos históricos como Mussolini o Hitler pueden resultar patéticos a la distancia, pero su poder absoluto transformó su locura en actos criminales. La estupidez del Gobierno argentino registra un preocupante in crescendo. Destruyó a su propio partido, compró a opositores claves, demolió a la oposición, mantiene atemorizados a los empresarios y silenció a casi todas las voces críticas del periodismo. La desembozada avanzada contra Noticias es estudiada hoy por una decena de entidades defensoras de la libertad de expresión en el mundo, y comenzó a poco de iniciada la gestión de Néstor Kirchner:  La primera señal fueron las iracundas respuestas públicas de distintos funcionarios, incluyendo al propio Presidente, contra esta revista. En los viajes al exterior, se excluyó a Noticias de la lista de medios invitados. Ese beneficio no sólo incluye viajar en el Tango 01 (algo que esta revista no habría aceptado porque el Gobierno no tiene estipulado un costo por su uso como bien del Estado), sino los trámites para acompañar en cada visita a la comitiva oficial. Al poco tiempo, se nos prohibió el ingreso a la Casa Rosada. Una medida inédita desde la recuperación de la democracia. El Gobierno retiró la publicidad oficial de nuestras páginas y al mismo tiempo redobló la entrega de millones de pesos a medios adictos a los que fue sumando a una suerte de holding periodístico estatal. Un ministro llegó a decir: "Para qué les vamos a poner publicidad, si ustedes nos van a seguir criticando". En ese punto, que desnuda la intencionalidad con que se utiliza ese dinero, tenía razón. Todos los funcionarios del Poder Ejecutivo tienen expresamente prohibido hablar con nuestros periodistas. Sus teléfonos y agendas son controladas por la SIDE. Los contactos que aún se mantienen se realizan a través de insólitas medidas de seguridad para no poner en riesgo a las fuentes, como si viviéramos en un Estado totalitario. El Presidente rechazó cada uno de los pedidos de entrevista que se le formularon. Casualmente o no, la AFIP mantiene controles permanentes sobre la editorial; que son correctos, sobre todo si se hicieran con la misma intensidad en todas las empresas. El año pasado, se usaron fondos de la SIDE para cubrir la Ciudad de Buenos Aires con afiches contra el fundador de NOTICIAS, Jorge Fontevecchia.
En la causa judicial que NOTICIAS tramita ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA contra el fallo de la Corte Suprema menemista que condenó a esta revista por revelar que Carlos Menem tenía un hijo al que negaba el derecho a la identidad (algo que ahora la Justicia dio por probado), el Gobierno ordenó a sus abogados tomar partido a favor de la tantas veces criticada mayoría automática de aquella Corte. Enrique Albistur, secretario de Medios y repartidor de la Caja de la publicidad pública, se transformó en el instrumento más burdo de los ataques oficiales. Llegó a pedir la prisión de Fontevecchia y de otros periodistas y directivos de la revista. Desistió tras una ola de repudios nacionales e internacionales. La campaña sucia del Gobierno dio un nuevo paso la última semana. Buenos Aires y otras ciudades del país amanecieron empapeladas con afiches que reproducían la tapa de uno de los medios de comunicación que utiliza el kirchnerismo para operaciones políticas. Allí se acusaba a Fontevecchia de haber sido "propagandista de Videla, Massera, Bussi y Galtieri" y, como para que no queden dudas, también de ser "vocero" de la dictadura militar. La campaña costó $ 300.000 (imposible de ser costeada por un medio que vende doce mil ejemplares, cuesta $ 3,50 y casi no recibe avisos privados) e incluyó una abundante cantidad de spots en radio y televisión. Por si hiciera falta algo para demostrar que no se trató de una promoción para vender más ejemplares, la revista también se regalaba en los aeropuertos. La caradurez del Gobierno llegó al punto de que la cartelería utilizada para pegar los afiches está concesionada a una empresa propiedad de … sí, del secretario de Medios "Pepe" Albistur. El resto de la difusión corrió por cuenta de algunos periodistas adictos, como Eduardo Feinmann. Curioso, el oficialismo utiliza para este tipo de trabajo sucio a hombres desprestigiados con los que Kirchner tendría vergüenza de sacarse una foto. El dueño de los medios que suele utilizar se llama Sergio Szpolski, de un largo historial que incluye un procesamiento por la escandalosa quiebra del Banco Patricios, negocios con Manzano y Hadad y, por supuesto, ser el beneficiado de la mayor caja de avisos oficiales del periodismo de revistas. Sobre la acusación en sí, Jorge Fontevecchia responde en esta edición con una historia que los lectores más antiguos conocen y que incluye la única condena penal que tuvo en su vida, por denunciar en 1978 la corrupción de la policía de Camps; su detención en el centro clandestino "El Olimpo"; la media docena de clausuras de la antecesora de Noticias durante la dictadura; las bombas a la planta impresora; las acusaciones –primero de marxista y después, durante la guerra de Malvinas, de espía inglés-; su asilo en una embajada momentos antes de una nueva detención y su exilio final hasta el regreso de la democracia. Extraña relación la de los genocidas con alguien que, según el kirchnerismo, fue su vocero.
En otra nota, decidimos utilizar el mismo estilo investigativo de los hombres del Gobierno para demostrar cómo seleccionando una mínima porción de la verdad se puede construir una gran mentira. Y así probar que Noticias hoy es oficialista. Por una trágica coincidencia, todo esto sucede cuando se están por cumplir 10 años del asesinato de nuestro fotógrafo José Luis Cabezas. La brutalidad del poder puede tener distintas caras y niveles de gravedad, pero no deja de ser brutalidad. En cualquier caso, nuestra respuesta seguirá siendo la misma: hacer lo que sabemos hacer, periodismo.
Editorial Revista Noticias del 20.01.2007-01-20

 
22 de Enero de 2007

Cabezas: sus verdaderos asesinos
Resulta más cómodo destinar decenas de páginas al drama de Cabezas y reclamar vehementemente su esclarecimiento, que correr los riesgos de publicar investigaciones concretas, con nombre y apellido, sobre comisarios manchados por el delito, sindicalistas corruptos, empresarios sospechados de prácticas mafiosas y sus vinculaciones con el Gobierno o, peor aún, investigar posibles delitos del propio Poder Ejecutivo y sus allegados. Esta columna apareció publicada en la revista Noticias el 1o de marzo de 1997 cuando la noticia de su muerte hacía eclosión en los medios. Jorge Fontevecchia, fundador de la revista NOTICIAS
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Respetar las leyes internacionales, o no?
Pero qué ocurrirá en la eventualidad de que la Corte Internacional condene a la Argentina a desalojar las rutas a Uruguay obstaculizadas? En la Casa Rosada se admite que el uso de la fuerza sólo victimizaría a los asambleístas de Gualeguaychú, que lograrían apoyos a su modalidad de protesta que hoy no tienen en todo el país. El problema radica en que la propia carta de las Naciones Unidas estipula que todo miembro de la organización se compromete a acatar cualquier decisión de la Corte Internacional. Establece también que en el caso de que una de las partes en un litigio dejare de cumplir las obligaciones derivadas de un fallo de la Corte, la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad para que lleve a efecto la ejecución del fallo o imponga sanciones al país rebelde. Fernando Laborda, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
La obesidad ya no es sinónimo de status
La noticia se las trae: el pasado 20 de noviembre, 15.000 argentinos se reunieron frente al Congreso no ya para protestar por el hambre en el país sino para pedir que se apruebe una ley de prevención y tratamiento de la obesidad..............
En el resplandeciente mundo de las tecnologías digitales y los medios de comunicación globales, los seres humanos desnutridos son aún 800 millones, esto es: 13% de la población mundial total. Su distribución refleja la relación directa entre hambre y subdesarrollo: los hambrientos son el 33% de la población en los países más pobres, el 16% en los países en desarrollo y el 0% en los avanzados, según datos del PNUD. .....
Basta aplicar las ideas de Darwin para entender las causas de la actual epidemia de gordura galopante. En un mundo de escasez alimentaria en el que el acceso a las calorías era decisivo para la supervivencia, las especies cuyo paladar privilegiaba los alimentos de alto contenido calórico gozaron de una ventaja competitiva que les permitió terminar prevaleciendo sobre las especies que preferían comidas con bajo tenor energético. De allí que para nosotros, hijos de aquellos glotones padres, todo lo que es rico engorda.  Digámoslo así: un mundo de escasez es aquél en el que los ricos son gordos y los pobres son flacos. La era de la post-escasez comienza cuando sucede lo contrario: los ricos son flacos y los pobres son gordos. Una tal simplicidad revela, sin embargo, algunas claves básicas del cambio de escenario. El mundo de la escasez es un mundo tangible, en el que la riqueza material define el universo social: quienes disponen de más alimento son más gordos, exhiben más su gordura, más prestigio social poseen. Pero sucede que:
1) Cuando el desarrollo tecnoeconómico es potencialmente capaz de ofrecer una vida libre de la miseria y el miedo, la relación directa y proporcional entre los recursos disponibles y el grado de realización y felicidad personal y social se quiebra. Una persona que pasa de ganar 1.000 pesos mensuales a ganar 2.000 mejora perceptiblemente sus opciones de vida. Una que pasa de 20.000 a 40.000, mucho menos, a pesar de que el salto es mucho mayor cuantitativamente. Los primeros 23 países en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), que mide las condiciones para el desarrollo personal que ofrecen los países, superan unánimemente los 20.000 dólares anuales per capita. Sin embargo, el más rico de todos (Luxemburgo, con 62.298 dólares anuales per capita) está solo cuarto en la tabla, detrás de Australia (3º) e Islandia (2º), cuyos PBI per capita Luxemburgo duplica. Todos los investigadores que han estudiado el tema coinciden en que por encima de los 20.000 dólares anuales per capita las condiciones de vida de una sociedad nacional mejoran muy lentamente, si es que lo hacen.
2) El repetido lamento de que los aumentos del PBI no se reflejan en las condiciones de vida significa probablemente algo más que una crítica merecida a las políticas neoliberales: a medida que se avanza en la post-escasez, ulteriores aumentos de recursos provocan mejoras proporcionalmente menores. Por eso, a pesar de lo que la vulgata anticonsumista sostiene, en los países de riqueza más estable y antigua, como las democracias nórdicas o Inglaterra, el consumismo es mucho menor que en países new-rich como Italia y España y países de inmigrantes como los Estados Unidos y Argentina. En éstos, aún cercanos real o simbólicamente a una miseria reciente, la exhibición de opulencia se considera signo de éxito. En aquéllos, expresa una falta de sofisticación social. Personalmente, me ha tocado acompañar a una pareja, él estadounidense y ella francesa, en Amsterdam, mientras se escondían de sus amistades en el momento de subirse a un taxi para no parecer exhibicionistas. Fuera de las anécdotas, movimientos como el hippismo sesentista o los actuales furitas japoneses, con su desprendimiento de los símbolos materiales y su rechazo al consumismo, representan el ala extrema de una misma tendencia a la austeridad, incomprensible para un aldeano del Siglo XIX o para las clases medias en ascenso de cualquier punto del planeta.
3) En la era de la post-escasez, la pobreza relativa (la desigualdad) se torna simbólicamente más significativa que la pobreza absoluta. Cualquiera que revise las estadísticas de la Argentina de los noventa encontrará una mejora inopinable de la situación de los menos protegidos. Basta considerar los registros del INDEC y de la ONU. Uno de los más expresivos es el índice de mortalidad infantil del INDEC, que pasó de 25,6 (por 1.000 nacidos vivos) en 1990 a 17,6 en 1999, una reducción de más del 30%. Según el PNUD, la esperanza de vida subió en ese período de 71,0 a 73,4 años; el grado de alfabetización de adultos pasó de 95,3% a 96,8%; la población con acceso a asistencia sanitaria adecuada, de 72% a 85%, y la tasa de mortalidad materna bajó de 140 a 41 muertes (por 100.000 nacidos vivos). Sin embargo, dado que los más ricos mejoraron más y más rápido que los más pobres, tuvo lugar un simultáneo incremento de las desigualdades, de resultas de lo cual se considera casi universalmente que la década tuvo un saldo negativo para quienes poseen menos recursos. Lo mismo sucede a nivel mundial, donde la veloz salida de la pobreza de cientos de millones de indios y chinos, el fenómeno de fin de la escasez más explosivo de la Historia, no basta para contrarrestar la percepción, estadísticamente comprobable y éticamente comprensible, de que las desigualdades mundiales se incrementan, de lo que resulta la inaceptabilidad social e inviabilidad política a largo plazo del modelo unidimensional de globalización en curso.
4) En una era de post-escasez en la que los recursos producidos se perciben como suficientes aunque mal distribuidos, la idea de sacrificar la naturaleza a las necesidades de la producción, presupuesto básico de la era industrial, ya no se acepta con facilidad. Un desarrollo ecológicamente sostenible es exigido incluso en países donde la pobreza continúa siendo la principal fuente de sufrimiento humano, y aún por las mismas personas que la soportan. ..........
5) Como Bertrand Russell enunciara, a medida que el avance tecnológico se dispara crecen los beneficios de la cooperación, disminuyen los de la competencia y aumentan los riegos del conflicto. El 11 de septiembre demostró que el bienestar de todos es parte de la calidad de vida de todos, y que la infelicidad y frustración de los otros, no importa cuán distantes estén social o geográficamente, afecta negativamente el propio bienestar. El universo de suma-cero de la era de la escasez, en el que la supervivencia dependía de la lucha violenta por el control de recursos escasos, empieza a acabarse. Acaso habría ya desaparecido por completo si las corporaciones petroleras no hubieran tenido tanto éxito en prolongar la dependencia de los combustibles fósiles mediante el sabotaje del desarrollo de fuentes alternativas y la promoción de las acciones petropolíticas de Saddam Hussein, George W. Bush, Vladimir Putin, Osama Bin Laden, Hugo Chávez y Mahmud Amadinejad, entre muchos otros. Abolir la esclavitud resultó altamente conveniente para que en Silicon Valley no hubiera hoy una plantación de algodón. Acudir a la reconstrucción de Alemania con el Plan Marshall, como se hizo después de la Segunda Guerra, fue una estrategia más inteligente que imponer compensaciones por los daños de la guerra, como se hizo después de la Primera. Aún en el más competitivo de los mundos, el financiero, una caída de la Bolsa de Tokyo causa incerteza y pesar en Europa y Wall Street, lo que demuestra que hasta la más despiadada hipercompetencia se da en un marco de interdependencia. Por su parte, los riesgos de conflicto, que afectaron inicialmente a pocos individuos y después a miles y a millones, ha extendido el carácter de mortal a la misma humanidad. Y a medida que más y más poder destructivo puede quedar en las manos de menos y menos hombres, la seguridad general depende de la abolición de la opresión política y de la pobreza extrema en todos los puntos de un planeta empequeñecido por la tecnología y su velocidad.
6) En la era de la post-escasez, una porción decreciente de los recursos sociales es dirigido a la satisfacción de necesidades humanas básicas, como el agua, el alimento y la habitación. Apenas pocas generaciones atrás la casi totalidad de los seres humanos trabajaba directa o indirectamente para producirlos y reproducirlos. Hoy, la mayor parte de la producción económica mundial está direccionada a satisfacer necesidades no esenciales y a generar productos y servicios que pocos años atrás no existían, como la televisión, las computadoras o Internet. En los países avanzados, quienes se ocupan de producir alimentos han pasado de ser la mayoría a representar menos del 5% de la población, y una misma drástica reducción acontece en el aporte que hacen las actividades agropecuarias al PBI. Y lo mismo está ocurriendo progresivamente con la industrialización clásica y el trabajo manufacturero, reemplazados por el trabajo intelectual y por la producción y manejo de informaciones, conocimientos, innovación y comunicación como principal fuente generadora de valor. De allí el consiguiente desmedro del poder de la clase obrera y de la burguesía industrial, hoy relegada a segundo plano en las tablas de las principales fortunas del mundo, encabezadas por alguien que jamás fabricó un objeto: Bill Gates.
7) Dado que sólo tiene valor de cambio aquello que escasea (como cualquiera puede comprender observando que –en tanto abunde- el aire es gratis), la abundancia de alimentos, primero, y de objetos industriales, después, derivadas de la revolución técnica, llevan a la obsolescencia de las formas económicas encargadas de su producción. A su vez, elementos que eran percibidos como lujos elitistas empiezan a ser considerados hoy como necesidades humanas básicas, como ha ocurrido inicialmente con el derecho a la educación y con el acceso a tecnologías de la comunicación y redes informáticas, más tarde. No es extraño. Cuando la producción de inteligencia se torna la fuente central de valor, casi toda desocupación es desocupación intelectual, es decir: se hace inexistente a medida que aumenta la calificación de la fuerza de trabajo, y la educación se transforma en un derecho tan primigenio como el derecho a la comida y la vivienda.
8) En la sociedad de consumo que resulta de las condiciones de post-escasez, una economía orientada a la producción es reemplazada por otra orientada por la demanda. El proceso económico no comienza ya por un industrial que produce un objeto y trata de venderlo masiva y localizadamente, sino por una encuesta de marketing que detecta necesidades económicamente sostenibles, produce lo solicitado just-in-time y vende en nichos de mercado de dimensión global. El crecimiento exponencial de la economía de la publicidad expresa otro cambio profundo: los deseos reemplazan a las necesidades como motor de la economía. Así, las reglas de la masividad y de la maximización cuantitativa, prototípicas de la era industrial, se hacen impertinentes y obsoletas.
9) En la era de la post-escasez, lo intangible reina sobre lo material, hasta el punto de que la marca que produce la gaseosa de mayor venta en el mundo y su fórmula química son infinitamente más valiosas que las fábricas que la producen, los depósitos que la almacenan y los camiones que la transportan. Aún en el marco de la producción industrial, quien posee la marca y la fórmula consigue el capital para financiar las fábricas, los depósitos y los camiones. Quien tiene las fábricas, depósitos y camiones pero carece de la marca y la fórmula se funde en pocos meses, y tiene que vender al que posee la marca y la fórmula.
10) Donde asoma la post-escasez, el status social no depende de condiciones naturales, locales, pasadas y materiales sino de valores virtuales orientados al mundo y al futuro. Objetivos de pura supervivencia económica se hacen menos relevantes que la capacidad crear sentido para la propia vida. Los estudiantes se preguntan menos ¿en qué especialidad obtendré un trabajo bien pago? y más ¿qué trabajo me gustaría hacer el resto de mi vida? Y ésto, no en el Primer Mundo sino en la mismísima Argentina empobrecida de estos días, en que los estudiantes eligen masivamente el periodismo, el diseño y las ciencias sociales, pese a su mercado de trabajo saturado, en vez de ingresar a ingeniería o informática, carreras para las que existe un creciente mercado laboral.
11) Valores como la diversidad y la diferencia reemplazan gradualmente al espíritu de manada que creó el industrialismo. Y el derecho individual a ser diferente y elegir el propio estilo de vida sin intervención de la familia, la iglesia y el estado se torna un derecho humano esencial. La circunstancias del nacimiento, que ayer determinaban casi todo, se tornan un condicionamiento fuerte pero no insuperable en casi todos los sentidos, hasta el punto en que hasta el sexo se convierte en una cuestión de elección personal.
12) Cuando la existencia está materialmente garantizada (al menos, en el corto plazo), cuando la mayor parte de la humanidad se levanta cada día sabiendo que ese día tendrá algo para comer, un techo en el cual cobijarse y una cama donde dormir, circunstancia que apenas un siglo atrás era un privilegio de minorías, entonces el trabajo no puede ser el centro único de la vida humana y los sujetos se definen más por lo que eligen hacer (soy pintor, soy bailarían de tango, soy jugador de tenis), que por lo que están obligados a hacer (soy oficinista, soy portero, soy obrero de la construcción). Así, las ideologías calvinistas de la satisfacción diferida, cuyo extremo fue el Arbeit-macht-frei de Auschwitz, y la idea del sacrificio de la propia vida a la Nación, cuyo extremo fue la tumba del Soldado Desconocido, son percibidas como una manera irracional de poner el medio por encima de los fines. En tanto gentes de mentalidad obsoleta claman por la tan mentada crisis de valores, Stajanov y el Soldado Desconocido, aclamados héroes de los tiempos nacional-industriales, no pueden ser ya el centro generador de sentido para los jóvenes. El ideal de un trabajo repetitivo y estable, de ocho horas por día, once meses al año, durante cuatro décadas, seguido por la jubilación, ha pasado de ser el objetivo de la lucha social de abuelos y padres a la pesadilla de la que los hijos huyen cuando pueden, prefiriendo la desocupación a desempeñar tareas bestializantes que se reservan a emigrantes escapados de experiencias vitales aún peores. Para no hablar del servicio militar, cuyo rechazo universal ha traído el reemplazo del ejército de leva por el profesional. ¿Una visión rosada del mundo? Desde luego. Pero basta considerar la situación social en el planeta para comprobar que es hoy mucho mejor a la que existía en la Inglaterra decimonónica que lideró la ola industrialista que se esparció por el mundo en dos siglos. Por cuanto inaceptables, los niveles de desnutrición, analfabetismo y explotación existentes en el universo postindustrial y global son inferiores a los que existían en la más avanzada nación de la era industrial-nacional, como cualquiera que se tome el trabajo de leer "La situación de la clase obrera en Inglaterra" de Friedrich Engels, "El capital" de Karl Marx o las novelas de Charles Dickens, comprende inmediatamente. Presumiblemente, la situación mundial mejorará cuando se apliquen al planeta los mismos paradigmas que las naciones industriales utilizaron para sí mismas: no sólo el desarrollo de un marco tecnoeconómicamente avanzado sino la simultánea construcción de ciudadanía e instituciones democráticas en su interior. En tanto, que percibamos como moralmente inaceptables los actuales niveles de bienestar, incomparablemente superiores a los de cualquier era precedente, forma parte de una moral de post-escasez en la que la opresión política y la miseria económica no son tomadas como condiciones inevitables de la vida humana sino como circunstancias excepcionales y transitorias. En 1998, el economista indio Amartya Sen ganó un Premio Nobel aplicando las premisas de la era de la post-escasez a escala nacional. Sen demostró consistentemente que no hay hambrunas donde hay gobiernos democráticos ni gobiernos democráticos donde hay hambrunas. Ahora bien, siendo la era de la post-escasez, por definición, una era global, ¿no es tiempo de aplicar el paradigma de Sen a la dimensión global, sosteniendo que no habrá hambre en el mundo cuando la democracia y sus instituciones sean tan globales como ya lo son los procesos económicos y sociales de la modernidad globalizada? Fernando Iglesias, Escritor

 
19 de Enero de 2007

Los jueces  y el "benefactor" madonna
La sana crítica y, sobre todo, el sentido común no parecen haber sido los ingredientes esenciales de cuanto se ha dicho y actuado acerca de Emilio "Madonna" Quiroz y su descabellada intervención en la batalla campal producida el 17 de octubre último en la localidad bonaerense de San Vicente, durante el traslado de los restos de Perón. Todo lo contrario, a tal punto que, según el peculiar punto de vista del chofer del gremio camionero -coincidente con el de alguno de sus abogados defensores-, habría que considerarlo un benefactor que por haber disparado un arma de fuego impidió males mayores. Es éste un criterio por de más peregrino que, al parecer, fue compartido por los magistrados que le concedieron la excarcelación a Quiroz -el juicio continúa-, quienes decidieron que tan extemporánea conducta tipificaba abuso de armas y no intento de homicidio. Esa conclusión atenta, precisamente, contra el sentido común. No se ha tenido en cuenta que quien empuña un arma de fuego debe saber y admitir que se trata de un instrumento susceptible de matar a quien tenga la desgracia de recibir el impacto de sus proyectiles y que éstos no siempre obedecen a la intención y la mejor o peor puntería de quienes los disparan. Por ejemplo, en el caso de rebotes o, todavía más frecuentemente, de los disparos realizados con propósitos festivos durante las celebraciones de fin de año -balas perdidas-, que tantos episodios con desenlaces trágicos, o poco menos, han sabido provocar. De allí, entonces, que nadie tiene mayor respeto por las armas de fuego que aquellos que las conocen y, por lo tanto, observan al pie de la letra la invariable regla que impone manejarlas con precaución. Mal, pues, se puede interpretar que la intervención de Quiroz tenía por objeto "tranquilizar los ánimos", incluso admitiendo que ésa hubiera sido la peregrina intención del tirador. Por otra parte, ha sido factible fundamentar esa conclusión con sólo observar en forma detenida las imágenes que del hecho difundió profusamente la televisión, en contra de las cuales sólo se ha esgrimido el torpe argumento de que "fueron editadas". A excepción de los ejercicios militares, las armas de fuego sólo deben ser disparadas por los civiles expresamente autorizados por el organismo de fiscalización en circunstancias determinadas y enumeradas por la legislación vigente: legítima defensa, legítimo ejercicio de la autoridad y tiro deportivo.
Los cientos de miles de telespectadores que tuvieron más de una oportunidad de presenciar, como si hubiesen estado en San Vicente, los gravísimos incidentes que dieron pie a este episodio, pudieron comprobar que el desmadre de Quiroz no puede ser encuadrado en ninguna de esas circunstancias. Y si las actuales corrientes de la jurisprudencia imponen considerar dolo eventual a hechos de conducción imprudente, no parece razonable que se exima de esa calificación a un episodio en que sólo el azar o la buena suerte impidieron que, en un escenario de corridas y confusión, alguien se cruzase en la línea de fuego, con las consecuencias previsibles. Editorial Diario La Nación del día 17.01.07

 
18 de Enero de 2007

Pensadores y no pensantes
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, descartó hoy un encuentro con Néstor Kirchner por el conflicto por las plantas de celulosa y reiteró que para negociar, exigen que se levante el corte de rutas. "Hay que esperar los resultados de la facilitación del rey (de España) Juan Carlos", sin perjuicio de lo cual "Uruguay no va a negociar nada hasta que no se levante el corte de puentes", subrayó Vázquez en declaraciones a radio El Espectador. El presidente uruguayo subrayó que Botnia se seguirá "construyendo y el año que viene va a empezar a funcionar". En tanto, aseguró que Ence se instalará "seguramente en Colonia una vez que cumpla con todos los trámites. "Stora Enso -una tercera planta- va a hacer lo propio en el departamento de Durazno. Lamentamos mucho esta situación con Argentina pero para negociar, Uruguay exige que se levante el corte de los puentes", recalcó el primer mandatario uruguayo. Vázquez afirmó que no se reunirá con Kirchner en Río de Janeiro. "Nos vamos a encontrar porque vamos a estar en el mismo ambiente, pero no está agendado ningún encuentro bilateral", señaló. 
En tanto, el vicegobernador de Entre Ríos, Pedro Guastavino, ratificó hoy que "no se desalojará por la fuerza la ruta" que une las ciudades de Gualeguaychú y Fray Bentos, si la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, se pronuncia en contra de los cortes. Guastavino recordó que "el Presidente fue muy claro cuando dijo que no va a levantar la mano contra otro argentino" y que la postura del gobierno provincial "es la misma". Tras participar de un acto junto a Kirchner en Casa Rosada, Guastavino manifestó que aún no se puede asegurar que la decisión de la Corte sea contraria a la Argentina porque "la argumentación fue sólida al plantear que el Tribunal Internacional era incompetente en el tema". Respecto a los cortes, el vicegobernador sostuvo que "es un tema absolutamente secundario, que llevó Uruguay a la Corte" y que esperan que el tribunal "ratifique su incompetencia".  Si bien no existirá una reunión entre los mandatarios, el gobierno de Uruguay alentará una reunión a nivel de ministros para reclamar el fin de los cortes de rutas fronterizas por parte de los vecinos entrerrianos que rechazan la instalación de las fábricas en la costa oriental. El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, anticipó ayer que espera reunirse con su par argentino, Jorge Taiana: "Podría convertirse en un encuentro histórico, porque es la oportunidad para que la Argentina recomiende a la Asamblea de Gualeguaychú que cesen los bloqueos". Según indicó, esa reunión será mañana, poco antes de que los presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez lleguen a la ciudad carioca. "La libre circulación de personas y de bienes es uno de los principales enunciados del Tratado de Asunción -acta fundacional del Mercosur-. Sin embargo, sólo una centésima parte de las personas que solían cruzar el puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos lo han podido hacer últimamente, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación", subrayó ayer Gargano. De todos modos, fuentes del gobierno argentino desestimaban anoche la posibilidad de un avance en la negociación política durante la cumbre, mientras que los vecinos de Gualeguaychú advirtieron que sólo se irán si Botnia relocaliza su planta.

---------------------------------------------------------------------------------------------------
La Argentina racista y Xenofoba
Un abanderado nazi a 16 pesos, un muñequito de Hitler con pedestal a 60 pesos, un ejemplar de "Mi Lucha" a 48 pesos. Es el precio que tiene la difusión nazi en Buenos Aires. Al menos una docena de comercios ofrecen esa mercadería sin que las autoridades hayan creído necesario hacer algo al respecto. Lo muestra la investigación hecha por un periodista de Clarín. Esto contiene dos denuncias: la del hecho en sí mismo, que supone la posible comisión de un delito configurado en nuestro Código Penal; y la de la reiterada tolerancia social hacia esas expresiones del fanatismo ideológico y el odio racial. El informe anual de la DAIA dirá, en pocos días más, que en 2006 hubo un crecimiento fuerte de hechos de antisemitismo en el país. Pero las expresiones nazis, punto culminante de los totalitarismos que la Humanidad se supo proporcionar a lo largo de los siglos, van mucho más allá del antisemitismo: ofenden y amenazan todas las formas de la libertad, sin distinciones de cultura, raza o religión. Nuestra sociedad, mal que nos pese, fue y sigue siendo permeable a la prédica del racismo y la xenofobia. Y, empujada por su propia historia, cíclicamente se mostró dispuesta a escuchar el discurso del orden. Una encuesta publicada por Clarín en agosto reveló que en Buenos Aires, que se precia de cosmopolita y progresista, el 51% de los creyentes está de acuerdo con la pena de muerte, contra la mayoría de los mandatos religiosos. El Latino barómetro, un estudio regional serio y sistemático, indicó hace dos años que el apoyo a la democracia en nuestro país era del 64%. Eso suponía que un 36% de nosotros estaría dispuesto a resignarla si eso les garantizara seguridad y pusiera a salvo su economía. En esa Argentina, la real, puede ser buen negocio vender muñequitos de Hitler.  Julio Blanck, jefe editor de Clarín
 
17 de Enero de 2007

Marginal o escritor de culto?
Escribir me ayudo un montón, me saco del supermercado, me hizo conocer gente. Yo aprendí que con la literatura podía liberarme, que podía contar mi mundo. Washington Cucurto
---------------------------------------------------------------------------------------------------
El celular omnipresente, nosotros ausentes
Hoy se habla más por teléfono móvil que en vivo; se vuelcan más palabras por la red de celulares que en la red de la vida.
No es ya raro que una mucama lo mantenga incrustado en la oreja mientras pasa el plumero y habla sin parar en voz baja para que la dueña de casa no la oiga. Es una suerte que el sonido del mar como fondo mejore en la playa el derrame de los gritos humanos en los aparatitos. Sé que hay partos donde captan el llanto del recién nacido para que sus abuelos en alguna otra parte, por celular, lo escuchen al instante. En un supermercado los miembros de un grupo, cada uno perdido por su lado, se comunican entre sí para orientarse en las góndolas. Y de esa forma se hablan por primera vez desde que entraron; y con un entusiasmo que no sienten hablando cuerpo a cuerpo.
 Es fácil sentirse un intruso ante ese intruso que se entromete en nuestro encuentro con alguien. Y sin embargo su inclusión está más legitimada que la de uno presente. Este año nuevo hubo mesas donde se brindó y se festejó más a quienes se atendía por celular que a los que estaban en la casa.  Hoy se sale a comer y se pone el celular al lado del plato. El que lo hace luce tan natural como un pistolero que nunca pierde de vista el armamento. De pronto suena una musiquita: corresponde al teléfono de mi compañero de mesa. Cada cual elige su ruido sin pensar en el ruido que les gusta a los otros. Con la determinación con que John Wayne empuñaba el revólver, él pone el celular en su oreja. Y habla. Entonces me resigno a mi papel de escenografía. Igual que el tentáculo de un pulpo el celular succiona al que se involucra. Y lo pone en otra órbita distinta. En el restaurante va cundiendo un contagio: decenas de comensales tienen el telefonito en su oreja y hablan. No quisiera creer en una orden prodigiosa a la que todos obedecen al unísono. También en el baño habrá alguien sentado atendiendo una llamada. En tales circunstancias no quisiera ser el atendido. Hay ciertos restaurantes ingleses -no sé aquí- donde no se permiten los celulares. Y si un cliente espera una llamada debe entregárselo a un servidor, quien cuando el teléfono suene invitará al cliente a atenderlo privadamente. En la mesa no. Pero mi acompañante parece feliz prescindiendo de mí. No debe sentir igual entusiasmo dialéctico conmigo. También en las otras mesas los conversadores se animan. Es como si el celular los empujara a un derroche de locuacidad que en el diálogo cara a cara nunca alcanzan. La telefonía móvil logra el milagro de que seres que de ordinario apenas si se expresan con mil palabras, de pronto adquieran el triple, aunque sean las mismas, repetidas. Es cierto que es útil que personas que se buscan logren comunicarse en cualquier parte. Pero la dependencia desata charlatanismo. Acaso el celular produzca algún encantamiento que en la relación social se ha vuelto ausente. Están esas parejas que comen sin casi hablarse. Basta que alguno de ellos atienda el telefonito para que les brote una locuacidad que debería asombrarlos mutuamente. Con excepción de los bebes y de los muy pero muy pobres, ya la mayoría lo tiene. Cuando lo tengan todos casi no habrá más conversaciones fuera del teléfono, gratis. Salvo en algún acto íntimo donde se sigan usando susurros y monosílabos en vivo. Y siempre que esos amantes todavía tengan algo vivo para decirse. Orlando Barone, su columna diario La Nación.

 
16 de Enero de 2007

El marketing del revisionismo
Cuando se prioriza la búsqueda de la verdad, no hay marketing, El juez debe tener elementos. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Saber mirarlo al presidente
Hay que ver lo que Kirchner hace, no lo que dice. Joydeep Mukherji...hoy no se puede copiar lo que hace otro país en mejor situación. La preocupación no son los controles de precios, sino como continuar para que no sean una política para siempre. Joydeep Mukherji, economista indio y director de Standar & Poor's
---------------------------------------------------------------------------------------------------El "loquito", "la tonta" y el "inocente"
En términos de reconstrucción histórica, el peronismo orgánico lo presentó a López Rega como un "nefasto criminal" pero se le negó la funcionalidad política, de la que hizo uso para enfrentar a los grupos de izquierda del peronismo. Es decir, López Rega fue funcional a una idea muy clara del PJ: la noción del enemigo. Un enemigo que compartían, que había ganado la calle, e intentaban disputarle el control del Movimiento. Fue una alianza política, que Perón avaló al colocar a López Rega en el Estado. Tanto López Rega como el PJ querían que Isabel Perón fuera vicepresidenta, frente a la eventual muerte de Perón, para aferrar el poder del Estado. Y tanto el PJ -que tenía el predominio del aparato sindical más que el aparato político- como López Rega querían eliminar a los "infiltrados" de izquierda, porque ya después de la matanza de Ezeiza en junio de 1973 no había margen de negociación política. Otra muestra de esa alianza política entre el PJ y López Rega es que los jefes de la Juventud Peronista República Argentina (JPRA), que López Rega armó desde el Ministerio de Bienestar Social, pasaron a formar parte de la estructuras orgánicas del Partido Justicialista, como rama juvenil. O el dinero que López Rega entregaba desde el Ministerio de Bienestar Social a la CGT. Y además está el documento reservado del propio PJ del 1º de octubre de 1973, que se declara en "estado de guerra", llama a atacar al enemigo en todos los frentes e insta a conformar un servicio de inteligencia en esa lucha y utilizar el Estado contra los "infiltrados marxistas del Movimiento". Lo que dice el PJ en ese documento es lo que termina haciendo la Triple A. La Triple A es la expresión brutal de un peronismo asediado ideológicamente.
Yo jamás encontré un documento en el que el Partido Justicialista, a nivel orgánico, condenara una acción de la AAA. Y creo que es momento de hacerlo porque la AAA ha perseguido y matado a muchos peronistas. -En el caso de Perón, las responsabilidades son políticas. Perón tiene un discurso muy duro contra la izquierda, un discurso de amenaza, de escarmiento, de castigo, que luego, las filas del peronismo, en respeto a esa verticalidad, toman muy en serio. En las reuniones que hacía Perón en Olivos, donde se baja su discurso político, y que luego publicaba la revista Las Bases , participaban muchos dirigentes y grupos que hoy están denunciados en el expediente como integrantes de la AAA. También, el hecho de colocar como jefe de policía al comisario Alberto Villar, sindicado como una de las cabezas de la Triple A. En el caso de Isabel, le cabe haber conducido un Estado desde donde se engendró el terrorismo, como indica el juez Oyarbide en su resolución de declarar delitos de lesa humanidad, y por ende imprescriptibles, a esos crímenes y desapariciones.-Está escrito en el tomo dos del libro de su correspondencia. Pero, cuando Perón lo escribe, está pensando la resistencia a la Revolución Libertadora. Dividir al peronismo en dos fuerzas: una institucional, que negocie, y otra, clandestina, que realice acciones ilegales, en forma insurreccional, para presionar sobre el poder político. Pero el problema es que esta concepción también se aplicó en su tercer gobierno, cuando las fuerzas legales del Estado se convirtieron en ilegales para reprimir a sus opositores del mismo Movimiento. Un Estado no puede tener "cuevas" de bandas ilegales. Durante el peronismo hubo alrededor de seiscientos desaparecidos. Siempre me pregunté si no merecían justicia. Si los responsables institucionales de esas desapariciones no merecían ser enjuiciados. Creo que es un tema que se ocultó durante muchas décadas, incluso en el Nunca Más , que no le dio relevancia histórica y no los investigó. El Nunca más admite que hay 600 secuestros "antes del golpe militar pero es a partir de ese día que son privadas ilegítimamente de su libertad decenas de miles de personas". Creo que esa frontera del 24 de marzo como inicio del terrorismo de Estado hoy está mucho más diluida. Lo que hoy se rompió, o caducó, es el pacto político de la democracia del 83 de no investigar los crímenes de la AAA ni las desapariciones en el gobierno constitucional. Fue una manera de "indultar" de hecho a la AAA. Buena parte de los compañeros de militancia de Kirchner en los setenta fueron muertos por la AAA. La Triple A fue muy fuerte en La Plata. No creo que el tema le resulte indiferente, ni que paralice una investigación judicial sobre la Triple A o sobre Isabel. La reacción de aquellos dirigentes que compusieron el Partido Justicialista de esa época puede ser diferente, pero no creo que altere la alianza con Kirchner. Marcelo Larraquy, escritor ,entrevista en la Nación de Carolina Arenes 

 
15 de Enero de 2007

Humillar a los benefactores
Kirchner que, luego de construir el poder suficiente, se puso a humillar a sus benefactores, cumpliendo así con una recomendación de Nicolás Maquiavelo, Jaimes  Neilson, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------Perdí, los bonaerenses votan a los que los destrozan
Me condiciona y me limita. Yo presenté un debate y la gente lo ignoró. Tal vez deba mejorar o cambiar mi discurso, pero no a cambio mis convicciones. Igual, no entiendo por qué los bonaerenses siguen votando a los gobiernos que los destrozaron. Es algo patológico. Solá fue ministro en 1987. Hace 20 años que está en el poder. Deshicieron la provincia, siguen importando candidatos como Cristina, [Carlos] Ruckauf o ahora [Daniel] Scioli, y los votan. Está claro que mi estrategia no funcionó. Haber armado una campaña larga es el mayor error político que cometí. Sólo con tenacidad no se puede. Se necesitan medios económicos para quebrar semejante aparato. Ricardo Lopez Murphy.
---------------------------------------------------------------------------------------------------La "solución final esta en todos los países"
Hannah Arendt. En el caso Eichmann, se explica que la cuestión de la solución final, que involucró a tanta gente, obedeció a que esa gente creía que le estaba prestando un gran servicio a su país y que por eso tenía que hacer algo contrario a sus normas, para salvar a la patria. Eso es aplicable a distintos países en circunstancias aberrantes. -No soy especialista en política argentina, pero, desde que tengo uso de razón, en la Argentina siempre han habido grupos que creen tener la respuesta. A veces se visten de militares, a veces de civiles. No hay demasiada diferencia, porque no vienen de Marte, sino que son grupos sociales empujados por otros que, a su vez, pertenecen a la misma sociedad y creen tener la solución para el conjunto. Jueza Inés Weinberg.

 
12 de Enero de 2007

Somos solidarios...???
La provincia de Tucumán ha sufrido uno de los temporales mas grandes de su historia, de tal forma que no hay antecedentes.
La ciudad quedó partida en dos, hay muertos y mas de 25.000 evacuados y las perdidas, aparte de ser millonarios, sumergen aun mas en la indigencia a los ya pobres.
Sin embargo los diarios Capitalinos no se han hecho eco prácticamente de tan calamitosa situación que produjo la emergencia de la provincia.
Menos aun (como no es casual) el gobierno central, tampoco ha respondido la ciudadanía toda, como alguna vez pasó en Santa Fe. Que nos pasa argentinos?. Marijan Pirsic.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Lo que kirchner quisiera olvidar
Alarmado, quizás asustado, por la desaparición del albañil y militante político Luis Gerez, el presidente Néstor Kirchner aprovechó la ocasión para arengar al país por la cadena nacional de radio y televisión sobre sus "ideales y convicciones" que, dijo, se basan en el respeto que siente por los derechos humanos y en su voluntad de asegurar la aplicación irrestricta de la ley, de ahí la ofensiva vigorosa que no bien se instaló en la Casa Rosada emprendió contra los militares y policías implicados en la represión ilegal de los años sesenta. Se trató de un mensaje estimulante pero, desgraciadamente para Kirchner, lo que vino después resultaría ser tan grotesco que Carlos Menem y Luis Patti no serían los únicos propensos a sospechar que el episodio fue armado por el Gobierno con el propósito de hacer creer que de no haber sido por la intervención contundente de Kirchner, Gerez ya estaría muerto. No es demasiado probable que todo haya sido cuestión de una maniobra genial urdida por los expertos en propaganda negra del gobierno nacional, pero tampoco lo es que Patti, como pretendió el Gobierno, haya hecho algo tan inenarrablemente estúpido como ordenar el secuestro de un testigo en su contra o que Gerez, un "militante kirchnerista" para más señas, haya debido su vida a su jefe como afirmó luego de reaparecer pocos minutos después de terminar la alocución presidencial. Por ser la credibilidad de todos los protagonistas de este asunto oscuro tan escasa y los intereses políticos en juego tan patentes, sorprendería que un día supiéramos la verdad verdadera sobre lo que ocurrió. Y ya que han transcurrido más de tres meses desde que se perdieron noticias sobre el paradero de Jorge Julio López, es posible que su destino siga siendo un misterio para siempre: por lo pronto, quienes insisten en que fue secuestrado por procesistas con el propósito de intimidar al Gobierno no cuentan con evidencia concreta de que fue así, pero esto no ha sido óbice para que la presunción de que sí fue víctima de alguno que otro grupo de tareas en las sombras se haya convertido en un dato supuestamente confirmado de la realidad política del país. Cuando hablaba a los que sintonizaron debidamente sus radios y televisores, Kirchner atacó con su dureza habitual a los "interesados en echar un manto de olvido sobre los actos criminales que cometieron" los militares y sus amigos en su guerra sucia contra las organizaciones terroristas. No tiene por qué preocuparse ya que a esta altura nadie puede ignorar lo que hicieron. Pero sucede que hay otro contingente de represores estatales igualmente feroces cuyas atrocidades muchos, entre ellos, el propio Kirchner, quisieran mantener bien cubiertas por un manto espeso de olvido con la esperanza de que a nadie se le ocurra tratar de averiguar quién ordenó reclutarlos y organizarlos. Se trata de los asesinos, torturadores y extorsionistas que trabajaron para el gobierno de Juan Domingo Perón primero y después para el de su viuda, Isabelita, antes de colaborar con la dictadura. Por asombroso que parezca, hasta hace muy poco pareció que con algunas excepciones los responsables de iniciar la guerra sucia y de estrenar la metodología aberrante que la caracterizó no tendrían que responder ante la Justicia, aunque sólo fuera la de la historia porque ya están muertos, sin que Kirchner moviera un dedo para corregir la anomalía así supuesta. Esta situación nada satisfactoria cambió cuando el juez federal Norberto Oyarbide decidió que, por haber sido la Triple A un organismo estatal, los crímenes que fueron perpetrados por sus integrantes deberían considerarse tan imprescriptibles como los cometidos por los militares y policías que están en la mira de Kirchner. De este modo, pues, Oyarbide puso en marcha una máquina jurídica que, a menos que alguien logre frenarla a tiempo, debería producir una investigación plena de algo monstruoso que, desde comienzos de los años ochenta, la clase política del país ha preferido tratar como si fuera una mera anécdota sin importancia. De efectuarse una investigación, la resolución de aquel juez habrá sido una muy mala noticia no sólo para Rodolfo Almirón, un asesino profesional de la Triple A que vivió tranquilamente en España durante mas de treinta años hasta que un diario de aquel país optó por entrevistarlo en su casa en Valencia, sino también para Isabelita Perón y, en buena lógica, para todos los peronistas, comenzando con su mandamás actual, Kirchner.Según la historia consensuada por las elites políticas y mediáticas, la Triple A fue obra exclusiva del "brujo" José López Rega que, es de suponer merced a sus poderes ocultos, se las arregló para formarla y dirigirla desde el ministerio de Bienestar Social sin que los Perón se enteraran de nada, Juan Domingo por estar enfermo y su esposa porque era congénitamente ingenua, una pobre mujer que no tenía tiempo para pensar en asuntos tan desagradables como el asesinato sistemático de individuos de ideas a su juicio raras. Aunque ninguna persona racional podría tomar en serio esta versión infantil de lo que sucedía en el país antes del golpe de marzo de 1976, peronistas, radicales, izquierdistas y hasta conservadores han fingido creerla porque de lo contrario les sería imposible negar que el primer jefe formal de la Triple A, una organización estatal, o sea, gubernamental, fue el general Perón, y que por lo tanto le cabe a él, no al general Jorge Rafael Videla, el honor dudoso de haber planeado e iniciado la represión ilegal en la Argentina. La razón por la que incluso algunos enemigos jurados del peronismo optaron por pasar por alto el papel central que desempeñó Perón en la tragedia no es ningún secreto. Lo hicieron "en aras de una supuesta reconciliación", como dijo Kirchner al aludir a quienes están a favor de los mantos de olvido. De haber elegido el presidente Raúl Alfonsín impulsar el juicio de los delincuentes de la Triple A, a los jueces les hubiera sido casi imposible dejar a salvo a Isabel y, lo que hubiera sido más explosivo todavía, la figura de su marido fallecido, el gran ídolo del pueblo peronista. Por motivos prácticos, los radicales decidieron que sería mejor amnistiar tácitamente a los peronistas más emblemáticos. De lo contrario, hubieran tenido que enfrentar no sólo a los militares sino también a los peronistas que, no lo olvidemos, en aquel entonces no estaban tan convencidos como sus jefes actuales de que sería inmoral tolerar la impunidad.
A pesar de sus convicciones e ideales, Kirchner no ha intentado resolver la contradicción supuesta por el hecho indiscutible de que la Triple A fuera creada por el líder máximo de su propio movimiento. Su resistencia a hacerlo puede entenderse. No le sería fácil explicar cómo puede seguir calificándose de peronista cuando sabe muy bien que la guerra sucia empezó cuando el fundador del movimiento estaba en la Casa Rosada y que sería francamente absurdo suponer que ni Perón ni su esposa nunca se dieran cuenta de lo que sucedía en su derredor. El Presidente tiene razón cuando habla de lo fundamentales que son los derechos humanos para que la Argentina se recupere de sus muchas heridas, las más –aunque no lo dice– autoinfligidas, pero se equivoca por completo si cree que el problema se limita a la conducta de ciertos miembros, casi todos retirados, de las Fuerzas Armadas, las fuerzas de seguridad y algunas policías provinciales. Es mucho más profundo. El desprecio por la dignidad ajena está arraigado en buena parte de la derecha, de la izquierda y, desde luego, del movimiento amorfo y en ocasiones anárquico que él mismo lidera. Si Kirchner realmente quiere que no haya impunes, tendría que comenzar en casa depurando el PJ de todos los vinculados, directa o indirectamente, con el empleo de métodos represivos ilegales. Y mal que le pesara, la lista de expulsados tendría que comenzar con el mismísimo general Juan Domingo Perón, el hombre que hizo más que ningún otro para abrir las puertas al horror que nos vino encima en los años setenta del siglo pasado. Si bien Perón murió hace más de tres décadas, su espíritu sigue incidiendo en la vida argentina actual, motivo por el que le correspondería a un presidente auténticamente resuelto a dejar atrás un período aciago intentar exorcizarlo.
¿Lo hará? Es poco probable. Es una cosa ensañarse con militares que aunque están vivos no parecen estar en condiciones de causarle dificultades insuperables, pero sería otra muy distinta, y para un político peronista mucho más peligrosa, enfrentarse en público con el fantasma de Perón a sabiendas de que muchos compañeros saldrían en defensa de quien a su entender fue el hombre más grande de toda la historia nacional con, en opinión de algunos, la eventual excepción del general José de San Martín.
James Neilson, periodista y analista político, ex director de “The Buenos Aires Herald".

 
11 de Enero de 2007

Al final... siempre kirchner
La onda de Lavagna también puede mojar las orillas del poder. Allí exhiben encuestas que muestran al ex ministro con posibilidades electorales bajas. Tampoco su hipotética unión con Macri garantizaría el volumen que cada uno tiene hoy en forma individual. Las encuestas son todavía un reflejo débil. Pero parece claro que Lavagna incomoda al Gobierno ante la sociedad más que el ingeniero. Es un hombre salido de esas entrañas. Otro dilema que deberá enfrentar Kirchner es el del reloj. El Presidente deseaba esperar hasta julio para proponer la candidatura de Cristina y estimaba que la desorientación opositora se lo iba a permitir. La aparición temprana de Lavagna fue un gesto que no tenía calculado. Ahora deberá prestar atención a los movimientos de los otros dirigentes que lo quieren destronar.
Ninguno de todos esos disturbios le importará si no lo obligan, al final, a archivar la candidatura de su esposa y a reponer su propia reelección.
Eduardo van der kooy, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Gualeguaychú, ¿batalla naval?
Los asambleístas entrerrianos han obtenido numerosas victorias contra las pasteras. No hay autoridad que interfiera sus ilegales cortes de ruta, lograron que una de las plantas modificara su ubicación, parecen arbitrar la política con Uruguay y han llevado la relación con ese país hermano a niveles de tensión y aspereza inéditos en el último siglo y medio. Desde su punto de vista tan particular, es tas desdichas constituyen éxitos. Pero van por más. Y buscan impedir la libre navegación entre las dos orillas. A la salida de la asamblea que tomó tan sabia decisión habló una mujer, que ofició de vocera. Se trata de una señora de mediana edad, cuidado cabello rubio, ropa discreta, voz suave y aspecto hogareño. Sin embargo, su lenguaje la desmentía: hablaba de "hacer inteligencia", de logística, del "factor sorpresa", de táctica y estrategia. La familiaridad con ese lenguaje bélico alarma un poco: más que el de una vecina ambientalista parece resonar el discurso artillado del general Karl von Clausewitz, que se batió en muchas de las campañas contra Napoleón y teorizó con fama en el libro De la guerra. Después de semejantes palabras no es extraño pensar, como agita Uruguay, que en que Arroyo Verde velan las armas. Marcelo Moreno, periodista.

 
10 de Enero de 2007

El honor dudoso de haber iniciado la represión ilegal
Sería imposible negar que el primer jefe formal de la Triple A, una organización estatal, o sea, gubernamental, fue el general Perón, y que por lo tanto le cabe a él, no al general Jorge Rafael Videla, el honor dudoso de haber planeado e iniciado la represión ilegal en la Argentina. James Nielson, periodista y analista político, ex director de “The Buenos Aires Herald".
---------------------------------------------------------------------------------------------------Aguas controladas
Influenciados por el boom de las terapias alternativas, del yoga y el Feng Shui, Daniel Brue (UCR) y compañía decidieron darle un marco legal al uso terapéutico del agua termal. Sumergidos en la vorágine del trabajo parlamentario, intentan "promover, orientar, regular y controlar" el termalismo. Según explican, las aguas termales "no han logrado consagración académica", lo que conlleva "un evidente atraso con relación a otros países". Como solución proponen crear cursos de Hidrología Termal para capacitar a interesados. Control de fuga de cerebros. En trámite. Revista Noticias.
---------------------------------------------------------------------------------------------------El inicio de la represión , mucho antes del “Proceso”
Otro de los personajes que ostentaba armas por los pasillos del Ministerio de Bienestar Social era Felipe Romero. Habías nacido en Italia, inició su militancia en Tacuara, y luego prosiguió su actividad política con los nacionalistas del MNA. Siempre aparecía pegado a Luis Palmas de las Carreras. Hacia 1973, Romeo no se desprendía de su Magnum 440, que tenía desde antes de que Clint Eastwood la popularizara en la película Harry el sucio. Romeo ofreció sus servicios al Ministerio con el propósito de cumplir su sueño de publicar un diario nacionalista, para el que nunca había podido reunir fondos. Los obtuvo con López Rega. El ministro necesitaba un arma más poderosa que Las Bases, y le confió a Romeo la dirección de El Caudillo, un semanario que nació por una decisión del Consejo Superior del Movimiento para contrarrestar las críticas de El Descamisado al gobierno peronista.
El Caudillo fue financiada en su mayor parte con avisos de Bienestar Social, que promovían el espíritu de paz y unión de las familias argentinas. Felipe Romeo, al que apodaban “la Viuda” en honor a su devoción por Hitler, solía llegar al Ministerio con cuatro o cinco custodios y algunas mujeres que mantenía. Si lo que Romeo buscaba eran instrucciones, entraba al despacho de López Rega, aunque ya tenía claro dónde estaba el enemigo. No esperaba que nadie se lo señalara. Pero cuando lo que necesitaba era plata, se sentaba en el despacho de Rodolfo Roballos, el director administrativo. El Caudillo salió a la calle el 16 de noviembre de 1973, decidido a representar en forma pública la esencia del documento reservado del Consejo Superior Peronista. En el primer párrafo de su editorial explicaba su razón de ser:“Hace mucho que estamos en la lucha. Por eso sabíamos de antemano que no bien el General llegara al país intentarían copar la revolución popular que tanto nos ha costado. No esperaron mucho. El primer día nomás quisieron apropiarse del palco de Perón. Así les fue. Los sacamos reculando. Podríamos, nosotros sí, hacernos los burros y dejar que se quemaran solos. Pero, como el pueblo lo exige, preferimos desenmascararlos y quitarles la capucha a estos recién llegados. Así lo hicimos. Les dijimos las verdades en la cara y los llamamos, para darles nombre y apellido, ‘traidores infiltrados’.”A través de la revista, López Rega también atacaría a Gelbard: pronto dejarían de ser aliados y el empresario se convertiría en otro de sus enemigos. El editorial del primer número firmado por Felipe Romero ya alcanzaba al “poder financiero” que sostenía a los “infiltrados”. Las críticas se extendieron a Jacobo Timerman, director de La Opinión, por hacerle “el caldo gordo” a la Tendencia. A los dos los consideraban parte de un aparato sinárquico, fuerza de la oligarquía financiera internacional, que comandaba el “frente opositor” a Perón. La guerra que emprendía la revista también atravesaba el campo cultural, y alcanzó a dos periodistas del “repugnante panfleto marxista Satiricón, que promociona la cultura anal y la masturbación: Mario Mactas y Carlos Ulanovsky”. Los periodistas, que habían sido contratados por el Ministerio de Educación para hacer El Diario de los Chicos, fueron los primeros amenazados de muerte de una larga lista: “O Taiana los hace renunciar o el pueblo peronista los va a colgar”, proclamó El Caudillo. En muchos casos, esas sentencias tendrían carácter de profecías, que hacían honor al lema de la revista: “El mejor enemigo es el enemigo muerto”.La columna más temible se titulaba “¡Oíme!”, una doble página que representaba un modo más o menos brutal de marcar al enemigo. En los primeros números, los blancos eran temáticos –una “piba” guerrillera, el barbudo de las manifestaciones, un compañero confundido–, pero luego, cuando la Triple A empezó a sembrar la calle de cadáveres carbonizados, los ¡Oíme! tuvieron nombre y apellido. Las coincidencias entre los señalados por El Caudillo y los muertos serían feroces. Nada de lo que Perón soñó para su tercer gobierno se había cumplido. Desde el mismo día de la asunción, el General vivió agobiado por las presiones. Había contraído muchos compromisos, algunos de ellos contrapuestos, para volver a la Argentina. Y había perdido el control de las fuerzas de izquierda y derecha del Movimiento que empezaba a imponer a los tiros sus opiniones. El 19 de octubre, a una semana de haber asumido el gobierno y poco antes de condecorar a Licio Gelli con la Orden del Libertador San Martín, Perón ya daba muestras de desaliento. Le escribió a Jorge Antonio, que seguía viviendo en Madrid, entre otras razones, porque no podía darle garantías por su vida si decidía trasladarse a Buenos Aires.“¡Qué bien estábamos en Madrid cuando estábamos tan mal! Es lo que puedo decir desde aquí. Yo tengo la obligación de unir a todos los argentinos, pero algunos insensatos no lo entienden y las ambiciones y puñeterías de los apresurados me llenan de amargura. Gelbard anda bien, pero lo tenemos muy controlado. López Rega, enloquecido, me crea cualquier cantidad de problemas; así le irá. Usted no venga todavía; de estar aquí lo jugarán con uno u otro grupo y Usted se debe al país y al Movimiento que lo necesitan...”Perón no envió la carta por correo. La llevó en mano el coronel español Enrique Herrera Marín, una de las amistades desde el exilio en República Dominicana, que había llegado de visita a Buenos Aires. Según el testimonio directo, Herrera Marín traía un plan de represión. El 21 de noviembre de 1973, por la madrugada, Perón tuvo una crisis cardíaca. El médico Cossio era inhallable; Domingo Liotta, funcionario de Bienestar Social, había viajado de visita a China. El jefe de la custodia, Juan Squer, recurrió a un médico clínico que vivía a la vuelta de Gaspar Campos. Cuando el doctor Julio Lagleyze llegó a la residencia, encontró a López Rega asistiendo a Perón con un tubo de oxígeno portátil. El presidente tenía dificultades para respirar. El médico lo observó y diagnosticó un edema pulmonar. Le pidió al ministro tubos de goma para atar las manos y los pies de Perón, a efectos de reducir la circulación y aliviar el trabajo cardíaco, y llamó a un servicio de emergencias. Isabel le acercó una caja de medicamentos y le preguntó si alguno servía. Lagleyze encontró ampollas con aminofilina, e inyectó el remedio en el brazo del General. Al rato llegaron los médicos de la clínica de Olivos. Perón todavía estaba agitado. Unos minutos después, llegó el doctor Cossio, lo encontró en la cama y le recomendó que se durmiera. Había sido sólo un susto, dijo. En realidad, una taquicardia paroxística le había provocado un edema pulmonar supraventricular. Este imprevisto obligó a suspender el viaje a los Estados Unidos que Perón proyectaba para visitar a Richard Nixon, con el propósito de reacomodarse a los nuevos tiempos que corrían. En Uruguay gobernaba José María Bordaberry, un presidente civil dominado por los militares; el general Augusto Pinochet acababa de aplastar la experiencia socialista de Salvador Allende en Chile, y comenzaba a percibirse, en su concepción y sus efectos, la estrategia de represión a la izquierda que había elaborado Washington para el continente. En el último trimestre de 1973, las relaciones entre la Argentina y Estados Unidos fueron rediseñadas en los encuentros entre el canciler Vignes –un miembro de la P2– y el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. Bajo el eufemismo de “Nuevo Diálogo”, la Argentina se había propuesto ser una suerte de “vocero de Estados Unidos” en América Latina. [...] Tras la crisis cardiaca, el argumento oficial para explicar lo ocurrido fue lo mismo de la otra vez: una gripe. Dos días después, Perón, secundado por López Rega, apareció en televisión: —Algunos me echaron con gato y todo, pero están equivocados: no estoy listo todavía. El 26 y 27 de noviembre de 1973, los cables de la embajada norteamericana hicieron una evaluación más compleja. Informaban que aun cuando se tratara de minimizar la seriedad de la situación, el ataque había sido severo y la vida de Perón había corrido peligro. Consideraban que el equipamiento de la residencia era inadecuado para afrontar la emergencia médica, y tenían la información de que los médicos le habían recomendado a Perón que trabajara sólo dos o tres horas por día. En términos políticos, la embajada se inclinaba por la versión de que Perón ya estaba fuera de juego y que sus recaídas ponían a la Nación en constante alerta: la muerte del Presidente podía ocurrir en cualquier momento. Y en caso de que sobreviviera, existían serias dudas de que fuera capaz de hacer mínimos esfuerzos para resolver las divisiones dentro de su movimiento, combatir al terrorismo y lidiar con los problemas económicos, entre otras cuestiones. Sobre la sucesión, una vez ocurrido el deceso o la renuncia por motivos de salud, las especulaciones eran múltiples. [...]
Para diciembre de 1973, el ministro podía presentar con orgullo su balance de gestión en la función pública: la construcción de vivienda en el barrio de Villa Corina de Avellaneda, la inauguración de las piletas populares de Ezeiza, la puesta en marcha del plan “Venecia Argentina”, que preveía la realización de un complejo turístico en las islas del Delta que podría albergar a ocho millones de personas [...] Para festejar la Navidad, López Rega, imitando la costumbre de Victoria Montero en Paso de los Libres con su horno de barro, mandó a elaborar 120 toneladas de pan dulce para distribuir en asilos y hospitales. Pero la obra de Bienestar Social –un “Ministerio con Vida”, como decía su Departamento de Prensa– que coronó el año 1973 fue la instalación del árbol de Navidad más alto del mundo; para ello se utilizó la estructura del Obelisco, en pleno centro de Buenos Aires. En un reportaje televisivo a la prensa, mientras recorría los puestos de las provincias que presentaban sus productos autóctonos, y rodeado de quince de sus custodios, López Rega dijo: Es un motivo de alegría ver que se ha podido concluir esta obra, que es una obra de arte de ingeniería, una obra única en el mundo. Todos los hombres mancomunados han demostrado que esta Argentina Potencia que proclama el General Perón es una realidad, vista en el Obelisco, en el centro de la Plaza de la República, como un símbolo de esperanza para todo el futuro del año que viene. Esta obra se hizo con el corazón y no con la mente. Aquí, bajo este árbol luminoso, se acuna el nacimiento del niño Dios. Una semanas antes, la Triple A había firmado su primer atentado.  El primer atentado que se auto adjudicó la Triple A –primero denominada Acción Antiimperialista Argentina– fue una bomba colocada en el encendido del Renault 6 del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen. El día anterior, en su oficina, había recibido un sobre que contenía un papel que sólo decía AAA. En ese momento no entendió qué significaba. El senador acababa de votar en contra de un proyecto de Ley de Asociaciones Gremiales que favorecía la centralización de la recaudación de las obras sociales de cada sindicato, y multiplicaba las trabas para el funcionamiento de la oposición. Los técnicos de la policía informaron que la bomba plástica era similar a las utilizadas por la OAS francesa. El senador sufrió quemaduras en las piernas. Para esa época, también habían sucumbido las esperanzas de Valori de asistir al alumbramiento del Plan Europa. El 14 de diciembre de 1973 fue a ver a Perón a Olivos y logró ingresar a la residencia, pero un miembro de los servicios secretos le dio un consejo discreto: que se fuera urgente del país. Había un plan para matarlo cuando estuviera ante la tumba de su hermano Leo en el cementerio de Castelar, al que pensaba ir por la tarde. Esa misma noche, Valori viajó a París. En entrevista con el autor, confesó que a esas alturas “había un comité de negocios en la Argentina formado por Gelbard, López Rega, (el almirante) Eduardo Massera y Licio Gelli, con la complicidad de Isabel Perón. En esa época, Perón ya no cortaba ni pinchaba”. Para terminar, su última decepción fue con el embajador argentino en Italia, Adolvo Savino. Según Valori, él mismo lo había hecho designar en Roma, pero luego Savino lo traicionó y se convirtió en un hombre clave de los negocios de Gelli con la P2 (entrevista con el autor). En la actualidad, Valori es titular de distintos organismos del Estado italiano.
Extracto del libro Lopez Rega: La Biografía, de Marcelo Larraqui.

 
09 de Enero de 2007

España un modelo a seguir
Vivo en España y considero a España un modelo a seguir. Y cuando hablo de España lo hago en general, no a la España del PP o la del PSOE, porque todos saben que poco cambia cuando se cambia de partido político en España. Comento esto porque hay gente que cree que yo opino que Kirchner es demasiado de izquierda, cuando lo critico por ser populista, pero en realidad pienso lo contrario. Martín Varsavsky, Empresario, de “Bitácora de un emprendedor”.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Gregorio Badeni, un constitucionalista, una entrevista
“En la Argentina, los partidos políticos desaparecieron y en su lugar hay facciones políticas, es decir, grupos de personas que siguen a una figura carismática y que se dispersan cuando esa figura desaparece. Esto atenta contra los principios de la Constitución nacional, que establece que los partidos políticos son fundamentales para la existencia del sistema democrático”. “Hoy el individuo piensa más en el progreso material que en su responsabilidad como ciudadano”.Tiene la opinión de que el presidente Néstor Kirchner debió haber sido elegido con la mitad más uno de los votos, según lo establece la Carta Magna. "La Constitución no debe claudicar frente a los hechos políticos", sostiene. Badeni dice que la esposa del Presidente, Cristina Kirchner, hubiera debido renunciar a su banca de senadora cuando su marido fue elegido como primer mandatario, para evitar el nepotismo, "que siempre ha sido un factor negativo para los sistemas democráticos". Las mejoras que se anunciaron cuando se proyectó la reforma de la Constitución de 1994, tanto en el plano institucional como en el social, no se concretaron. Basta con advertir los altos niveles de pobreza y las continuas protestas sociales. La reforma no mejoró la situación del país. Es más, creo que esa reforma fue un error, porque no se le dio suficiente tiempo a la consolidación del sistema constitucional, de 1983 en adelante. Pero la reforma se hizo y tenemos que respetarla. Yo fui adverso a la inserción del Consejo de la Magistratura, porque ésa es una institución propia de los sistemas parlamentarios, y no de los sistemas presidencialistas. En nuestro país, el mecanismo de asignación de los jueces funcionaba relativamente bien. Con la intervención del Consejo de la Magistratura se dilata sensiblemente el nombramiento de los jueces y tenemos una gran cantidad de vacantes. Por otro lado, el Consejo es un organismo corporativo, integrado por jueces, abogados y legisladores y no por el ciudadano común, y nuestra Constitución se opone a todo lo que sea corporativo. Pero el esnobismo constitucional que inspiró la reforma del 94 quiso trasplantar a nuestro país instituciones europeas extrañas a nuestra tradición histórico-política, y ahora estamos padeciendo las consecuencias. Para que funcione nuestro sistema constitucional tienen que existir tres libertades: la económica, la social y la política. Ahora bien: en el siglo XX, los valores espirituales que contenía la Constitución, como los ideales de libertad, progreso, dignidad, respeto a los demás, tolerancia y pluralismo, se fueron desdibujando en función de ciertos valores materiales. Ya la bandera no representa aquellos ideales, sino, simplemente, el progreso material del individuo. Así que el valor simbólico y espiritual de la Constitución se ha desdibujado. El egoísmo individualista de los políticos se impone a su deber de preservar la libertad y la dignidad del ser humano y de los grupos sociales. Tendría que coincidir la ética del hombre común, con la del estadista con la del político, pero esto no sucede. Hay  que distinguir, como lo hizo Santo Tomás de Aquino, entre la política agonal, signada por las luchas de poder, y la política arquitectónica, que busca el bien común. En la política agonal, la finalidad es la conquista y la conservación del poder, de modo que los principios de la ética individual no se trasladan al campo político ni al campo social. En cuanto a la política arquitectónica, que sí se inspira en principios morales, considero que ya hace varias décadas que está ausente en la vida política Argentina. Lo que hoy nos parece malo, dentro de veinte años puede cambiar completamente y adecuarse a los valores que consideramos positivos para la sociedad. Creo que el último que tuvo un plan de país y visión de futuro fue Arturo Frondizi. Desde un punto de vista moral, la senadora Kirchner  debió haber renunciado a su banca de senadora cuando asumió su esposo como Presidente.  Yo creo que ella tendría que haberse apartado de la política. El nepotismo siempre ha sido un factor negativo para los sistemas democráticos. La designación de familiares para ocupar cargos públicos no les hace bien a la democracia ni a las instituciones, porque genera una imagen completamente negativa en la sociedad. La idea de que el gobierno está para servir al pueblo se convierte en la idea de que el gobierno está para servirse a sí mismo. No debería ser necesaria una ley para establecer esa prohibición. La prohibición tendría que nacer espontáneamente de la ciudadanía. Pero en verdad es muy difícil que sea comprendida una conducta como la de Roque Sáenz Peña, aunque haya sido una conducta que respondía a fines esencialmente republicanos.  (La renuncia a su banca de senador cuando asumió su padre como Presidente). En nuestra Constitución, la idoneidad moral es la que se corresponde con un sistema de tipo republicano. Los que tienen que juzgar la idoneidad de quienes son elegidos para ocupar cargos públicos son los ciudadanos. Lamentablemente advertimos que ciertos funcionarios políticos incurren en faltas éticas graves y no son pasibles de sanción alguna, sino quizás, a veces, de una leve crítica por parte del periodismo o de unos pocos ciudadanos. Tenemos un Presidente Constitucional, si nos ajustamos estrictamente a la letra de la ley, sí, porque no fue elegido por la mayoría que impone la Constitución, como consecuencia de que no se realizó la segunda vuelta. La falta, en ese caso, residió en una mala redacción de la ley electoral. La ley debió prever, como se previó en 1972, que si una de las dos fórmulas mayoritarias no se presentaba en la segunda vuelta, ésta se podía realizar de todos modos, entre la primera y la tercera fuerza, siempre para obtener la mayoría que exige la Constitución. Pero muchas veces el incumplimiento de un texto constitucional queda avalado por los hechos políticos que se producen y por las decisiones que emanan de los tribunales. Ningún tribunal, y menos aún la Corte Suprema de Justicia, cuestionó ese acto electoral. Ni tampoco se registraron cuestionamientos de parte de ninguna agrupación política sólida.  Ello fue quizá por el momento delicado en el que se produjo la elección del Presidente. Estábamos en una situación muy particular, en la que había que buscar rápidamente la unidad para consolidar y permitir la subsistencia del sistema democrático. Algo similar había ocurrido en las elecciones de 1973, cuando la fórmula Cámpora-Solano Lima no había llegado a obtener la mitad más uno de los votos. Había unos centésimos que faltaban para ello, y el radicalismo optó por no presentarse a la segunda vuelta.  Esto es algo muy malo para una nación, porque altera la esencia del Estado de Derecho, en el que la ley se debe cumplir a rajatabla. Si algo no está bien, hay que modificar la ley, pero hasta que eso no acontezca la ley debe cumplirse sin concesiones. La Constitución no debe claudicar frente a los hechos políticos. Debemos tener la suficiente inteligencia, la suficiente capacidad de adecuar los hechos políticos a la normativa jurídica. Insisto: esto hace a la esencia de un Estado de Derecho. La elección de candidatos presidenciales entre miembros de un mismo partido ,es un grave problema que tenemos hoy en día. Yo creo que hoy en la Argentina no hay partidos políticos, sino facciones políticas, es decir, grupos de personas que siguen a cierta figura carismática, y nada más. Cuando la figura política desaparece, la facción también se disuelve, a diferencia del partido político, que sobrevive a sus representantes. Siempre se dijo que en la Argentina existía un régimen multipartidista, lo cual es cierto. Históricamente, siempre hubo dos, pero también incluso tres, grandes fuerzas políticas bien organizadas. En los últimos quince años, en cambio, advertimos que se impuso una especie de partido cracia y atenta contra el espíritu de la Constitución. La Constitución establece que los partidos políticos son fundamentales para la existencia del sistema democrático. Gregorio Badeni es doctor en Derecho y licenciado en Ciencia Política. Ejerce la docencia universitaria desde 1969. Actualmente, es profesor titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la UBA y de Régimen Jurídico de la Información en la UCA. Es miembro titular y actual presidente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Es autor de 13 libros individuales, de 24 libros colectivos y de más de 480 artículos publicados en diarios y revistas nacionales y extranjeros. Sebastián Dozo Moreno, La Nación

 
08 de Enero de 2007

Juzgar por matar para luego matar
En una experiencia que no parecía posible, la Edad Media ingresó en YouTube y pudo ser transmitida por internet, mediante el video casero del ahorcamiento de Saddam Hussein. Sin duda se trató de una extraordinaria paradoja: se juzgó a un hombre por asesinato, se lo condenó por asesinar a cerca de 150 personas, para luego a su vez asesinarlo. Enrique Valiente Noailles, periodista
---------------------------------------------------------------------------------------------------"Populista", es gastar el dinero público y hacer políticas para los votos
Afuera de la Argentina se caracteriza al gobierno de Kirchner frecuentemente de populista. Personalmente, creo que "populista", es decir gastar el dinero público y hacer políticas con el objetivo prioritario de obtener votos, puede tener lados buenos y malos. Es absurdo decir que los gobiernos simplemente no tienen que intervenir en la economía y que intervenir en si es malo como dicen los neoliberales. Los gobiernos, deben intervenir para crear equidad, igualdad de condiciones y cuando no lo hacen surgen serias injusticias. En el mismo Estados Unidos el "anti trust" consiste en toda una infraestructura legal para impedir el poder monopólico. En el caso de Argentina, por ejemplo, las "intervenciones" de Kirchner apoyando mejoras en la educación y la salud pública son políticas que demuestran que recolectar impuestos e invertir en la sociedad es algo muy necesario. Pero históricamente, la Argentina, estaba demasiado regulada, los gobiernos eran muy intervencionistas y el país necesitaba una cierta dosis de liberalización. Pero esta, cuando llegó de la mano de Menem en los 90, se hizo tan rápido y combinada con una moneda fuertísima y una tasa de endeudamiento insólita que el resultado fue caos y desgracia para la mayoría de los argentinos. La retirada del gobierno sobre la economía dirigida por Menem y Cavallo creó una enorme inequidad, el PBI creció enormemente pero la desigualdad aún más. Y además mucha de esta prosperidad era prestada como se vio en el desastroso default. Es en ese entorno post default que entra Kirchner como el salvador antimercado, que se va al otro extremo, y dirige una política en la que resulta que la gente cree más en el gobierno como regulador de precios que en el mercado. No recuerdo otro país en el mundo en el que el gobierno envíe inspectores a los comercios a decir cuanto tiene que costar la ropa o la comida, como ocurre hoy en día en la Argentina. El Clarín de hace unos días, diario de más tirada en Argentina, tiene un titular en rojo en la portada que dice "Intentan frenar una suba de precios de fin de año". En este artículo el subtitular dice "Quieren que la carne baje en los mostradores desde el lunes. También apuntan a frenar el alza del pollo acordando con exportadores de maíz. Y negocian valores indicativos para la canasta navideña". ¿Por qué puede ser que en Argentina hagan falta precios regulados y en ningún otro país que yo conozca no? Supongo que por dos razones. La primera demagogia pura de un gobierno populista que quiere hacerse amigo del votante haciéndole creer que los empresarios y comerciantes de su país son unos estafadores, y que si ellos no los defienden el mercado va a fallar y el argentino medio será explotado. La idea que promueve el gobierno de Kirchner es que el mercado fracasa y ellos intervienen para salvar al ciudadano, algo que simplemente no es verdad. No es que yo piense que el mercado siempre funciona. Hay industrias que, por su naturaleza monopólica, tienen que ser reguladas, como por ejemplo la distribución de energía. ¿Pero la ropa? No me puedo imaginar al gobierno español de Zapatero llamando a Amancio Ortega para decirle que baje el precio de sus pantalones, ya que en España existe el libre comercio y es H&M que se ocupa que Zara no suba el precio de los pantalones. H&M y muchas otras marcas. Pero en la Argentina eso es lo que ocurre, Kirchner personalmente se mete en estos temas y organiza boicots a empresas como ocurrió con Shell. Supermercados y tiendas varias reciben visitas de inspectores al mejor estilo fascista que controlan que no suban los precios, cuando en el resto del mundo esto es totalmente innecesario porque no hay mejor policía para el mercado que la libre competencia. Pero en la Argentina, curiosamente, la libre competencia no es tan libre, no sólo porque al regular precios se distorsiona el mercado, sino porque la Argentina tiene un absurdo y corrupto sistema de aduanas que hace que los productos que entrarían a competir y bajar los precios no entren o paguen tarifas absurdas y todo tipo de impuestos. Si la Argentina desmantelara sus aduanas y solo se ocupara de que no entren substancias ilegales tipo drogas, la entrada de productos de países vecinos como Brasil haría que los precios de alimentos y otros productos de primera necesidad no suban de precio. Pero como otra de las políticas populistas es llevarse mal no solo con empresarios y comerciantes, sino con otros grupos supuestamente malintencionados como los extranjeros, la relación entre Kirchner y Lula ha sido pésima. Creo que Kirchner debe ser uno de los pocos presidentes que frecuentemente maltrata a sus países vecinos, Chile, Uruguay, Brasil. Todos salvo la querida Bolivia del perdido populista Evo Morales y la lejana Venezuela de Chávez, un gran ejemplo de país fracasado cuyo producto bruto por persona es insólitamente un tercio del ya sufrido argentino medio, pero que Kirchner curiosamente... adora. Así es como Menem se llevaba bien con todo el mundo y su política fue un rotundo fracaso. Malos vecinos. Muchos argentinos liderados por Kirchner creen ahora que "llevarse bien con los vecinos es malo" y la Argentina estrangula injustamente a Uruguay, por ejemplo, por supuestos temas de contaminación ambiental cuando la Argentina contamina mucho más al planeta por habitante que Uruguay. Se supone que Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina tienen una especie de UE llamada Mercosur y que en esta zona los productos, servicios, personas tendrían que circular libremente. Pero no, en vez de abrir a la economía Argentina y eliminar la aduana con Brasil y otros países vecinos y tener menos poder (en Europa al desmantelar las aduanas los gobiernos locales entregaron el poder de regular la mayor parte de su economía), Kirchner prefiere controlar el tráfico de mercancías con Brasil y otros países con un ejército de burócratas aduaneros y luego tener otro ejército de burócratas controlando los supermercados, ya que los burócratas aduaneros pararon justamente a la mejor arma para controlar los precios, las mercaderías más baratas. Esa es la esencia de los gobiernos populistas y este es el lado oscuro del gobierno de Kirchner: desconfianza a los comerciantes, desconfianza a los empresarios, desconfianza a las empresas multinacionales, desconfianza a los países vecinos, desconfianza a los países lejanos y poderosos, desconfianza a sus empresas. Todo esto es lo opuesto que hace falta a la Argentina para crear un entorno de éxito. Para llegar a ser lo que la Argentina puede ser, un país con el ingreso medio similar al español y no un cuarto del mismo, pésimamente distribuido. Martín Varsavsky, Empresario. La columna fue extraída del blog “Bitácora de un emprendedor”: spanish.martinvarsavsky.net

 
05 de Enero de 2007
 

Somos caballos y nos gobiernan caballos

Esmeralda y Corrientes, 5 de la tarde. El calor es insufrible y los estruendos de la calle felizmente se demoran en las dobles ventanas del restaurante del Maipo. En ese primer piso sofisticado, en blanco y negro, y con las luces más bajas por el calor, Enrique Pinti resume, con su típica inteligencia pragmática y deslumbrante, esta nueva obra que fascina a los porteños. —Mirá, El pingo argentino es un espectáculo que yo venía rumiando desde hace tiempo –explica Enrique–. Aunque, bueno, las que rumian son las vacas... En fin, relinchando para mis adentros. Yo considero que el caballo es una cosa muy argentina y nos define en varios sentidos. Primero, porque somos como caballos en muchos momentos de la vida. Segundo, porque elegimos caballos. Tercero, porque nos gobiernan caballos... Y toda esta lista es como un insulto al caballo, que es un animal muy noble y también representa a lo mejor de la Argentina. El purasangre argentino, de fama mundial, ese caballo que hace que vengan los ingleses a buscarlo para sus juegos, con familias reales que se mueren por ellos, es un poco este país. La gente lo considera un país enorme, maravilloso, increíble, con un montón de recursos. Un país purasangre, como también lo es el “pingo”. Fijate, está el costado del turf, de Gardel, de Leguizamo, que pinta de cuerpo entero al hombre porteño y que finalmente es la imagen que da vueltas por el mundo. —El “paquetón” en el Hipódromo... —Desde ya, y mezclado con la corrupción que significa drogar a un caballo para que gane. O sea que el caballo también aparece en las primeras transfugadas argentinas. Por supuesto que es también el del indio, el del gaucho y el del arado primitivo que forma la riqueza del país. El del malón. Por eso, para mí, el caballo es un símbolo muy importante. Y si bien en el espectáculo yo no analizo todos estos aspectos, sino algunos, me pareció que unir la realidad argentina con un caballo no era para nada absurdo. Cuando me preguntaban: ¿Pero qué vas a hacer? ¿Qué estás preparando?, yo no le podía contar todo esto a la gente. Después lo fui organizando y vuelvo a relatar entonces la misma historia que he contado toda la vida, desde Salsa criolla, y aún antes. Eso de la paradoja permanente: ser un país rico, pero anotándonos como uno pobre; subdesarrollado en ciertas cosas y muy avanzado en otras. País contradictorio con un perfil muy importante en ciertos temas y ninguno en otros. Un país sin demasiado apego a sus tradiciones, como sí tienen otros países del Tercer Mundo. Una tierra con aspecto cosmopolita, cosa que a veces nos ayuda y otras, nos hunde... —Todos los temas que tenés siempre en el corazón... —Sí, pero utilizando la metáfora del país-pingo-purasangre montado por gente pesada, muy pesada. Gente que no lo deja avanzar ni en un sentido ni en otro. Inapropiada. Yo, entonces, me personifico en ese jockey que no es un jockey: es un jinete con chaqueta roja, tal como se ve en los afiches, y que tiene una mezcla de inglés por cómo está vestido; de futbolero, porque lleva un gorro con visera azul y blanca; de bacán, y al mismo tiempo de lumpen. Está “puesto” sobre ese caballo, pesando 125 kilos y haciéndolo morir. Es el lastre que lleva el caballo, el pingo argentino: ¡que es el país! El pobre purasangre que está siempre jineteado, como te decía, por gente pesada... Lo notable en Pinti es que con Salsa criolla –excelente espectáculo– comenzó a hacer pensar a la gente. Y hoy no solamente lo logra, sino que el público espera sus observaciones y enojos como una flecha en el camino. —Sí –reflexiona Enrique–, contar la historia... Yo creo que las cosas hay que contarlas muchas veces. Cuando éramos chicos, nuestras abuelas nos contaban Caperucita Roja, La Cenicienta, Blancanieves, Pulgarcito o lo que fuera, 50 veces. Adorábamos que lo volvieran a relatar. Según lo contara tu abuela, tu tía o tu papá, el cuento sonaba distinto, porque cada uno de ellos daba una imagen diferente. O porque lo actuaban o lo contaban muy rápido o simplemente acentuaban tal o cual escena. El mismo cuento contado por esa cantidad de gente era el mismo cuento y, a la vez, ¡tampoco era el mismo! Y yo vengo contando, desde Salsa criolla, de muchas maneras, la historia argentina. El Cabildo, la Escarapela, la Bandera. Qué pasó con Belgrano, con San Martín, con Sarmiento. Y cada tanto vuelvo a hacer una revisión diferente y lo cuento desde un distinto lugar, ¡con la sensación de no haberlo contado nunca! Ojalá que al público le pase lo mismo y no me diga: “¿Otra vez sopa?”. —¡Con vos nunca es “otra vez sopa”! Todos los que te seguimos sabemos que cada noche agregas algo de tu vivencia personal al espectáculo... —Sí, por supuesto. Siempre tengo “espacios” en los que yo puedo, digamos, variar de acuerdo con lo que ocurra. En este caso, por ejemplo, el monólogo de entrada del jockey, ahí, con el caballo, narra todo lo que pasó desde el año 2000 hasta 2007 en el mundo; porque el siglo XXI ha empezado, y no sólo para nosotros, como el culo, con el tema del “corralito”. Es más: cuando uno ve todo lo que pasó del 11 de septiembre al 11 de marzo... Irak, Irán, bueno, todo eso, el “corralito”, que era algo trágico para nosotros e incomprensible para el resto del mundo, aparece como una cosa grotesca sin las consecuencias terribles que tuvieron estos otros acontecimientos. Parecería como que en un lado ocurre la “gran historia” (trágica, tremenda, injusta, sangrienta, horrible), y en estos lares nuestros, en cambio, se desarrolla la “historia bochornosa”, ¡la que te roba los ahorros y te rompe la alcancía! Cosas tan raras... Y afuera dicen: “Pero ¿cómo puede ser? Ustedes, que no tienen los problemas enormes que tienen otras sociedades, consiguen lo más difícil y no pueden tener lo más fácil, que es la mínima confiabilidad de un sistema que diga ‘bueno, la plata la voy a poner en el Banco para que esté bien segura’”. Sobre todo, si son los bancos nacionales... En fin, a nosotros nos azotó 2001, pero si lo comparamos con lo ocurrido en el resto del mundo... Entonces, yo hago una especie de análisis y en ese primer monólogo, lo del mundo puede seguir. Y lo de aquí; es decir, lo que escribí en septiembre de 2006, tiene menos vigencia y lo voy a tener que cambiar. Porque, mirá, hay cosas que quedan siempre fijas. Por ejemplo, el bochorno de cada una de las personas que gobierna. No me refiero solamente a los presidentes, sino a los destacados ministros de áreas como Educación, Salud, Interior y, sobre todo, ¡Economía! Hay cosas que no se borran. Por ejemplo, el autoritarismo de Kirchner cuando, como dicen los gallegos, “se le va la olla de la cabeza” y empieza a gritar; a llegar tarde a todos lados; a mandarse faltazos a las citas, etc. Todo lo que sabemos sobre su mala educación. Eso va a quedar por más que él haga cosas mejores o peores, según mi modesto entender. Por lo tanto, yo tengo una sección dedicada al Presidente, al que identifico como un Pingüino que se cree Luis XIV y que mira lo más fijo que puede y que se enoja con todo el mundo. Es el “pingüinis irritábilis”. Y la Reina Cristina... bueno, ¡es algo más que una marca de medias! ¿No te acordás, cuando éramos chicos, que era una marca, con una mujer divina sentada sobre un caballo que mostraba las piernas? —Por supuesto. Y venían en sobre rojo... —Entonces, esas características que son aparentemente exteriores te indican una manera de encarar el poder desde el Gobierno. Y esto, claro, figura en el monólogo. Y no va a variar. Lo que seguramente, en cambio, va a permanecer, para bien o para mal (y esperemos que sea para bien, pues al país le conviene) es la observación de cuánto meten la pata los funcionarios de manera imperdonable o no. Pero no solamente me ocupo de ellos, sino también de la oposición, que es un abanico lamentable de estúpidos que, con todo respeto, porque yo tampoco me creo tan pícaro, dan pena. Y dan pena porque cuando quieren discutir los errores u horrores del Gobierno, discuten mal, porque lo hacen desde la reivindicación de otras teorías que han fracasado estrepitosamente en nuestro país. Entonces, cada vez que Kirchner se manda un delirio populista, ellos vienen con un delirio privatista de cuarta categoría, que ya se hizo en el país bajo todas las posibilidades: con dictadura, con democracia, con un gobierno más social, con otro más autoritario. Desde el señor Alsogaray y el señor Frigerio, ya todo se hizo. Y si no lo hicieron ellos, lo intentaron a través de sus representantes o de la gente que pusieron en el poder, ¡nunca funcionó! —Y, según vos, ¿qué tendría que hacer, entonces, la oposición? —Te voy a explicar. Como nunca funcionó, cuando uno tiene que oponerse a un delirio populista o a una barbaridad cualquiera, tiene que moverse con medidas muy concretas que no se hayan aplicado nunca en la República Argentina. ¡Aunque estén en los libros de economía! Pero ¡es que no se puede decir alegremente, como dice Menem: “Hay que volver al uno a uno y dolarizar!”. De sólo pensarlo se te paran los pelos... Y los otros, los que no se atreven a decir semejante cosa, se refieren sinuosamente a “ese tipo de cambio”. Entonces, otra vez, etcétera... Te digo: una de las pocas cosas importantes que tuvo la devaluación es que trajo alrededor de cinco millones de turistas y, por consiguiente, un desarrollo que significa puestos de trabajo y una buena imagen de la República Argentina, porque yo viajo por el mundo y todo el tiempo me dicen que se quieren comprar un departamento en Buenos Aires... —En cada esquina aparece un gringo...Están por todos lados, porque de verdad descubrieron que éste es un país fantástico. Tenés una entrada maravillosa que es Buenos Aires y después tenés el Sur, donde parece que te atienden muy bien. Tengo un montón de amigos españoles que han venido a hacer todo lo de Caleta Olivia y lo de las ballenas y dicen que no solamente las ballenas son extraordinarias sino: “¡Hombre! Nos tratan bien. Con gentileza. Hemos ido a muy buenos hoteles. Todo el mundo tiene una sonrisa amable”. Y yo me pregunto: ¿pero qué pasó?, ¿los operaron? Yo tenía una visión completamente distinta: “A ver, ¿qué quiere?, ¿qué le importa?”, etcétera. Todo lo que sabemos. Parecería que una de las pocas cosas positivas que trajo esa crisis es que alguna gente se puso las pilas. Como te decía, empezando por Buenos Aires, maravillosa, cosmopolita, increíble. Si me gusta la ópera, tengo el Teatro Colón que, olvidando a todos los intendentes que querríamos matar, visto de afuera es una cosa impresionante, aunque a nosotros nos parezca que tendría que estar mil veces mejor. Y al que le gustan las comedias musicales y no entiende inglés, puede ver aquí Los productores, Chicago, Cabaret o lo que quieras, con una puesta en escena espectacular. También te digo que la gente gay viene a Buenos Aires porque consideran que es una ciudad “amigable” para ellos, con hoteles específicos y todo. A mí me parece que todo eso se pudo hacer por el 3 a 1. La primera razón por la que vino esta gente es porque es barato. —En general... —Sí, ya sé: están los vivos de siempre, que empiezan a ajustar los precios sin entender que entonces todo ese turismo va a dejar de venir. Entonces, digamos que una de las cosas que trajo ese dólar presumiblemente demasiado devaluado se traduce en bandadas de turistas que no arreglan el problema básico de la Argentina. Pero cuando escucho a la oposición decir que el sistema de cambio no sirve, me agarro la cabeza. ¿Les servía más el 1 a 1 porque se podían ir “pa´fuera” y cerrar las industrias nacionales? ¡Realmente no entiendo a la oposición! Se les ve mucho el plumero, como dicen los gallegos. En seguida se nota lo que quieren hacer. —Por ejemplo, ¿qué quiere hacer Macri? —¿Macri? No sabe. ¡Lo que él quiere es ser presidente! Eso sí es cierto. Pero no sabe si aliarse con Lavagna o con López Murphy o con algún peronista o qué sé yo... Sabe que él solo no da. Necesita aliarse y no sabe con quién. —¿Y la doctora Carrió?Lilita dice cosas que a mí me desorientan. Por ejemplo, decir que el problema del campo no se resuelve porque Kirchner está resentido contra los ganaderos porque son ricos, es una cosa que nunca pensé escucharle a Lilita. Lo puedo escuchar de una María Julia, pero no de ella. “¡Está resentido porque odia a la gente millonaria!”: eso lo puede decir la gente millonaria, los representantes de la Rural. “Claro, ¡este tipo nos tiene bronca porque está en una chiripiorca comunista con Chávez y nosotros, que de alguna manera significamos la oligarquía!” Pero que Lilita diga que es por eso... En fin... Creo que la actitud del Gobierno con el campo es absolutamente desacertada: las retenciones no tienen razón de ser porque el tipo que está en el campo tiene la vaca a un precio, y todos los intermediarios son los que se están haciendo millonarios con eso. La gente de campo, al lado de lo que gana el resto, termina cobrando dos pesos por la crianza y la manutención de ese animal. Te repito que las retenciones están absolutamente de más. —¿Y los radicales? —Los radicales, como dijo nuestro amigo Nik, ¡se dividen como para demostrar que el átomo también se divide! Cuando quedan dos o tres en el padrón, resulta que aparecen los pro-K, los contra-K, los requetecontra-K, y ahora algunos se van para el lado de Lavagna. En fin, no se han dado cuenta de que son un grupito y que no pueden avanzar hacia ningún lado. —Supongo que tu “pingo” también ve que el “pingüino” va rumbo a la reelección. —Aparentemente, sí. Lo que pasa es que el pingo está muy confundido porque por un lado dicen que va a estar Cristina y no va a estar él. ¡Lo cual no se lo cree nadie! Eso implica dos cosas: primero, una total pobreza de la paleta política para que la gente elija otra cosa fuera de lo real e importante que significa una alternativa superadora; y segundo, es muy peligroso, porque la acumulación de poder y la eternización en el poder no son cosas buenas. Nuestra Constitución otorga 4 años y 4 más, y me parece que 8 años no es una tragedia como si fueran 12. Lo de Misiones demuestra que hay capacidad de reacción. Cuando una provincia argentina se plantea tranquilamente que lo de la reelección perpetua es una barbaridad, es una buena señal. A lo mejor se le puede ocurrir a Chávez. Pero Chávez tiene otro esquema, otra historia y viene de otro lado. A nosotros, después de tanta dictadura y veintipico de años de democracia, no se nos puede decir tranquilamente que tiene que haber una reelección permanente, ¡porque eso es la antítesis de la democracia y no tiene ningún sentido! Enrique se indigna. Y con razón. Pero también queremos llevarlo a esos recuerdos de infancia en el que una solícita mamá lo esperaba todas las tardes, al terminar la escuela, con el Vascolet y las vainillas. —Ese fue el tiempo de un chico que nunca se imaginó que podría ser un referente –explica ante nuestra insistencia con lo de la referencia–, pero sí alguien del espectáculo. Cuando tenía 7 u 8 años, soñaba que iba a tener un éxito extraordinario, ¡con la gente aplaudiéndome de pie! Lo que pasa es que yo pensaba también en grandes representaciones como Hamlet o Romeo y Julieta o comedias musicales. ¡Qué sé yo! Me aplaudían, en mis sueños, por mis interpretaciones, pero nunca me imaginé que los monólogos tendrían tanta vigencia. Por ahí en el ’68, cuando yo estaba en Nuevo Teatro, apareció alguien que tiraba las cartas y me dijo: “Tu opinión va a pesar mucho en la política del país. Tené cuidado, porque esa opinión también te va a generar inconvenientes, enemigos. Te van a perseguir (lo cual no ocurrió, gracias a Dios)”, pero pensé que el tipo estaba loco. Nunca me imaginé que podría ser un referente. De todas maneras, yo no soy un referente verdaderamente intelectual, filosófico e importante. La gente me toma como un cronista de la realidad con cierta agudeza y sagacidad. No más que eso. Y me encanta que sea hasta ahí nomás. Yo soy sólo Enrique Pinti, en un reportaje de Magdalena Ruiz Guiñazú

 

04 de Enero de 2007

Arbitrariedades presidenciales
Habría que detenerse un instante en el discurso de Kirchner. Esas palabras marcaron las claves políticas del momento dramático y reiteraron ciertas arbitrariedades que el Presidente comete con la historia. Veamos cuales: volvió a presentar las leyes de Obediencia Debida y Punto Final como una claudicación de Raúl Alfonsín. Cree que esas normas y el final de Semana Santa (1987) signaron el fracaso del caudillo radical. Contrapone a esa debilidad su determinación para enfrentar ahora a los sectores que desafían su política sobre derechos humanos. Una deducción señala que López y Gerez son testigos en juicios contra ex comisarios de Buenos Aires (Patti y Etchecolatz). Esa deducción no alcanzaría para formar una opinión definitiva. Pero Kirchner resolvió incluir en el mensaje televisivo a modo de señal el nombre del ex intendente de Escobar. El Presidente disfruta de un fin de año generoso. Una economía con cifras que galopan. Un tiempo electoral que despunta promisorio. Aunque los casos de López y Gerez deberían servir de lección: la política nunca tiene un curso previsible. Eduardo Van Der Kooy, periodista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Las mutaciones constantes de los políticos
Extraño caso el de Daniel Scioli. Ha sido menemista, duhaldista y kirchnerista sin que nadie haya tomado mal sus sucesivas metamorfosis, lo que en el antropófago mundillo político de la Argentina es un auténtico milagro. Además, pocos dudan que Scioli, con el desparpajo que siempre lo ha caracterizado, podría aliarse mañana con Mauricio Macri, Ricardo López Murphy, Roberto Lavagna, Elisa Carrió o cualquier otro presunto presidenciable de la derecha, izquierda o centro, aunque tal vez en adelante no tenga ninguna necesidad de acoplarse a tales figuras puesto que parece ser perfectamente capaz de recoger por sí solo los votos suficientes como para mantenerse en la cumbre. De tomarse en serio las encuestas de opinión, Scioli ocupa el tercer puesto en la liga política nacional detrás de los integrantes de la pareja presidencial, pero es legítimo sospechar que no le costaría mucho trepar al segundo y, de cansarse la gente del estilo atrabiliario patentado por Néstor Kirchner, erigirse en el más popular de todos.¿A qué se debe tanto éxito? En parte a la amabilidad que le permite congeniarse con una variedad extraordinaria de personas, desde empresarios norteamericanos hasta progresistas criollos que se sienten en guerra contra el imperio, desde las damas de la oligarquía más rancia hasta los toscos intendentes del conurbano bonaerense. A diferencia de su jefe actual, Scioli no suele ofender a nadie. Antes bien, les brinda a los interlocutores de turno la impresión de que entiende muy bien sus preocupaciones y que se dedicará en seguida a solucionar los problemas que los obsesionan. Se trata de un talento que para un político profesional es muy útil y que muchos procuran cultivar, pero que a juzgar por su trayectoria el vicepresidente tiene inscrito en su código genético. Otro motivo del éxito evidente de Scioli consiste en que sus congéneres propenden a subestimarlo, a imputar su ascenso a nada más que la suerte. Puede que estén en lo cierto quienes piensan así y que en efecto Kirchner haya obrado bien al aceptarlo como compañero de fórmula en el 2003 por querer verse acompañado por un hombre que nunca jamás soñaría con tratar de hacerle sombra, pero la verdad es que a esta altura sorprendería que Scioli no haya fantaseado con aprovechar su buena imagen aspirando a algo más que la vicepresidencia seguida, es de suponer, por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Al fin y al cabo, se creen presidenciables muchos políticos cuyos índices de popularidad apenas llegan al diez por ciento del ostentado por él. Scioli jura que no le interesaría subir otro peldaño, pero ocurre que hasta los políticos más ambiciosos siempre hablan de esta manera. Se dice que Kirchner es muy consciente de que tarde o temprano la moda política cambiará y que después de la fase –que espera resulte ser insólitamente prolongada– de predominio populista, progresista y centroizquierdista que estamos viviendo vendrá otra signada por el regreso de los conservadores liberales, razón por la cual preferiría dar un paso al costado al fin del año, dejando las tareas gubernamentales en manos de Cristina, para poder concentrarse hasta el 2011 en reestructurar el PJ para que aquel revoltijo variopinto refleje mejor sus propias prioridades. Sean ciertas o no las versiones en tal sentido, el presidente no se habrá equivocado si da por contado que el péndulo ideológico continuará oscilando y que, tal y como están las cosas, es probable que los próximos que sean beneficiados por sus movimientos sean los centroderechistas. Para Kirchner y sus colaboradores, el eventual repliegue así supuesto ha de ser motivo de inquietud: aunque sus propias credenciales progresistas distan de ser convincentes, han insistido tanto en exhibirlas que les sería difícil transformarse en conservadores confesos. En cambio, para Scioli el asunto carecería de importancia. Como ha mostrado en muchas ocasiones desde que Carlos Menem hizo de él uno de los logros más notables de lo que después se daría en llamar la transversabilidad, Scioli sabe flotar por encima de las corrientes ideológicas. Si los vientos soplan hacia la izquierda, los deja llevarlo a dicha zona política con la misma tranquilidad que manifestaría si comenzaran a soplar hacia la derecha. Puede suponerse que en el fondo tiene mucho más en común con Mauricio Macri, digamos, que con Kirchner, pero no es hombre para sentir angustia por pormenores de esta especie.A inicios de su gestión, los kirchneristas, instigados por Cristina que es la ideóloga de la familia, intentaron expulsar a Scioli del redil. Fracasaron. El intruso optó por mantener un perfil bajo a sabiendas de que sus verdugos en potencia no se arriesgarían provocando una crisis constitucional fenomenal que podría costarles muy pero muy caro. A partir de entonces, merced a la afabilidad por la que es famoso, Scioli consiguió consolidarse hasta tal punto que, luego del balde de agua helada que le tiraron los misioneros, a Kirchner se le ocurrió que sería una idea genial postularlo para suceder en Buenos Aires a Felipe Solá, la víctima más eminente del nuevo tabú reeleccionista. Aquella maniobra sembró pánico en las filas opositoras porque temieron que Scioli podría arrasar sumando los votos de macristas convencidos de que pese a su cargo actual es en realidad un centroderechista a los proporcionados por los peronistas movilizados por la maquinaria clientelista bien aceitada del oficialismo. También desconcertó a los porteños que hasta entonces creían que Scioli se conformaría con probar suerte en su ciudad.
Todos concuerdan en que fue muy astuto de parte de Kirchner persuadir al vice que le aguardaba un destino bonaerense. No sólo logró desbaratar los planes de los macristas y otros que pensaban que con Solá eliminado tendrían una buena posibilidad de adueñarse de un distrito clave, sino que también tendió una trampa sutil a un hombre que andando el tiempo podría ocasionarle muchos dolores de cabeza. Por cierto, Kirchner no tiene intención alguna de repetir el error de Menem que, cuando entregó Buenos Aires a Duhalde, le aseguró que tendría bastante dinero como para manejarla con comodidad además, claro está, de construir para su propio uso un aparato político imponente. Si Scioli gana en la provincia, cuyas finanzas ya están haciendo agua, dependerá por completo de la largueza de la Nación, es decir, del ocupante de la Casa Rosada, de suerte que no le convendría en absoluto emular a Duhalde tratando de convertirse en un barón territorial con la capacidad de enfrentarse con cualquier presidente. Además de salir airoso del trámite electoral, antes de mudarse a La Plata Scioli tendría que superar una barrera constitucional que en un país cuyos dirigentes fueran más respetuosos de las reglas le impediría presentarse. Pero aunque Chiche Duhalde y otros caciques opositores están protestando con furia porque a menos que Scioli fuera un niño tan prodigioso que alcanzó la mayoría de edad a los trece años no tiene ningún derecho a aspirar a ser gobernador de su provincia, es de presumir que los abogados kirchneristas sabrán demostrar que sería groseramente inconstitucional tomar al pie de la letra lo que dice con claridad la Constitución bonaerense. E incluso si, para asombro de muchos, los bonaerenses deciden anteponer sus leyes a la voluntad de Kirchner, éste por lo menos tendría la satisfacción de ver caer a tierra a Scioli, si bien entendería que gracias a la capacidad excepcional del vicepresidente para sobrevivir con elegancia a desastres que hundirían a otros mortales, podría recuperarse del traspié con rapidez inverosímil. Para Kirchner y su esposa es sin duda frustrante la presencia cercana de un hombre como Scioli cuyo atractivo se basa en que en opinión de los demás sus atributos son radicalmente distintos de los suyos. No finge ser progresista. Nunca es agresivo. Se lleva bien con Menem y, hasta hace poco, con los Duhalde. No tiene por qué sentir odio por los militares: es de suponer que como tantos otros adolescentes de su condición fue amigo del Proceso durante al menos algunos meses. A su modo, Scioli es un porteño típico de la clase media adinerada, aunque para no levantar ampollas prefiere definirse como "un muchacho de barrio" sin ambiciones exageradas. Sea como fuere, es innegable que la imagen que proyecta el ex deportista le ha servido para convertirse en una de las estrellas más relucientes del firmamento político nacional, una que, de apagarse ciertas otras, podría brillar todavía más, lo que no necesariamente sería bueno ni para él ni para el país porque gobernar la Provincia de Buenos Aires, para no hablar de la Argentina, requiere cualidades que acaso no posea. Si en realidad es tan liviano como le gusta hacer pensar, los resultados de una hipotética gestión sciolista serían a lo mejor mediocres; a menos que le sonriera la coyuntura, podrían ser catastróficos.
James Neilson, periodista ex-director del Buenos Aires Herald.

 

03 de Enero de 2007

Un demonio no sirve para salvarnos de otro
La dinámica de los conflictos circulares –los de pareja son el ejemplo más simple– tiene un denominador común: cada parte sostiene que la otra la atacó primero. Desatadas las hostilidades, se hace muy difícil discernir quién comenzó, y poco importa ya. Como tampoco importa que la guerrilla de Montoneros y ERP (un verdadero demonio) haya atacado primero a las Fuerzas Armadas, como esgrimen los trasnochados que piden amnistía, porque el Estado no puede convertirse en un demonio para “salvarnos” de otro. Como se desprende de esta introducción, no comparto el maltrato al que Kirchner sometió a Alfonsín y a los integrantes de la Conadep, incluyendo el cambio del prólogo del Nunca más, a causa de la teoría de los dos demonios. Pero me alegra enormemente que la Argentina cuente hoy con fuerzas suficientes para juzgar a todos los beneficiados por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (el primer condenado de estos juicios fue “el Turco” Julián, quien me torturó en El Olimpo). Así como Alfonsín hizo historia al posibilitar el juicio a los comandantes de la dictadura, nadie podrá quitarle el mérito a Kirchner de hacer lo mismo con los más de mil acusados aún impunes. No me preocupa si Kirchner utiliza demagógicamente el pasado para cubrir algunas de sus carencias del presente; o menos aún, si elabora su sentimiento de culpa por no haberse comprometido en la causa de los derechos humanos cuando estuvieron más amenazados que hoy, sobre compensando en el presente. Sí me preocupa la perspectiva desactualizada con la que el Ejecutivo lleva adelante esta batalla, que es una lucha de toda la sociedad y no sólo del Frente para la Victoria. Jorge Fontevecchia, escritor.
---------------------------------------------------------------------------------------------------Esto terminará en Perón o con Perón?
El juez Norberto Oyarbide catalogó los crímenes de la Triple A como de lesa humanidad . El mérito de Kirchner es no haber hecho nada para frenar una investigación que necesariamente recaerá en el peronismo. Cuando el actual presidente inició la revisión del pasado, fue Eduardo Duhalde el primero que dio un brinco: Esto terminará en Perón , vaticinó con acierto López Rega es una figura tétrica que cumplió con ganas y vocación el rol criminal que le asignó la historia. Pero ¿podía un ministro sin atributos personales armar un ejército paraestatal al margen de los dos presidentes que tuvo, Perón y su esposa? Lo que era una conjetura se constituyó en una revelación cuando la implicación de Perón en la Triple A apareció en el libro El presidente que no fue , del actual diputado peronista Miguel Bonasso. Bonasso constató que Perón farfullaba sobre fuerzas paraestatales cuando se disponía a regresar al país y al poder. De hecho, la primera víctima de la Triple A fue el entonces senador radical Hipólito Solari Irigoyen; una bomba explotó en su auto, pero él salvó su vida milagrosamente. Era noviembre de 1973. Perón vivía aún. Murió siete meses después y lo sucedió su torpe esposa. Si la tipificación de Oyarbide fuera definitivamente homologada, no quedarán dudas de que fue el Estado el que cometió los crímenes de la Triple A. La jefa del Estado de aquellos tiempos, aún con vida, es la señora de Perón. Su futuro son los jueces. Esa, y no otra, fue la razón por la cual Raúl Alfonsín resolvió en su momento que la revisión del pasado debía comenzar el 24 de marzo de 1976. No ignoraba la existencia de la Triple A ni las complicidades políticas con esa organización terrorista. Simplemente debió ceder ante la necesidad de cohabitar en el poder con el peronismo, que controlaba el Senado y muchas provincias. Una parte importante del pasado trágico quedó entonces sepultada por la necesidad política. ¿Sabe Kirchner que la investigación de la Triple A podría terminar en Perón? Lo sabe. Ojalá que no sea así. Es lo único que dijo. Isabel Perón le importa menos, casi nada. Así, es un hombre que sólo espera y que no está dispuesto a hacer nada para cambiar el predecible destino. Joaquín Morales Sola, escritor
 

02 de Enero de 2007

Evita e Isabelita
El problema de Evita es que Perón estaba demasiado vivo, y el de Isabel es que Perón estaba muerto. Edí Zunino, periodista.

---------------------------------------------------------------------------------------------------
"El ciudadano tiene que salir de la minoría de edad"
El ciudadano tiene que salir de la minoría de edad", reclamaba el filósofo Emmanuel Kant (1724-1804) en su cátedra de la ciudad rusa de Kaliningrado. Reencontré el texto hace poco y me volvió a sorprender su vigencia., decía eso hace más de 200 años", se sorprende.
"¿Y qué significaba para Kant la minoría de edad? Pues dejarnos llevar por mandatos que vienen de afuera, por lo que nos dicen o nos imponen. Ser como chicos y, lo peor, creer que esa actitud infantil es la mejor, o la única posible".Comenzamos a transitar 2007, una nueva oportunidad para crecer; para ser mejores, más libres, más conscientes, más responsables, etcétera. La lista es interminable. Entre otras cosas, en 2007 habrá nuevamente elecciones. Elegiremos a los hombres y las mujeres que nos van a representar, que van a defender nuestros valores, que en nuestro nombre van a crear leyes y hacerlas cumplir. ¿No es fabuloso? Sí que lo es, emociona pensarlo. Sin embargo, y de buena fe, muchos argentinos piensan que la política no tiene que ver con ellos. Unos días atrás, en uno de los diarios más importantes del país se publicaron declaraciones de viajeros preocupados por la amenaza de los asambleístas de Entre Ríos de impedir la salida de barcos a Uruguay. Uno de ellos sostenía, palabras más, palabras menos, que era injusto que los asambleístas castigaran con cortes a gente inocente que no tenía nada que ver con eso, que eran problemas políticos. Tremendo! Hay estudios que sostienen que votamos de tres maneras: con el voto castigo, el voto consuelo y el voto marketinero. Triste.No voy a decir nada nuevo de cómo hay que votar. El consejo es tan viejo como la creación del sistema: responsablemente. Dándole al hecho de votar (elegir nuestros representantes) toda la importancia que tiene. Analizando prolijamente la plataforma, la trayectoria y la personalidad de cada candidato. No dejándonos influir por campañas publicitarias que suelen destacar atributos que poco tienen que ver con la capacidad de gobernar. Como que fulano es un novelista muy leído, o un jugador de fútbol que defendió los colores argentinos, o un actor que logró hacer llorar a multitudes, o simplemente un buen vecino, un tipo simpático y divertido. Todas estas averiguaciones no son difíciles: la mayoría de los buenos diarios las publican, y por Internet se puede obtener fácilmente una información completa. Para ser un buen candidato, Los griegos tenían un término muy lindo: areté. ¿Qué significa areté? Es la virtud, la perfección, la excelencia en la función, el arte. La areté del corredor de distancia es ser veloz y resistente. La del maestro, conocer a fondo su materia y poder comunicarla, enseñarla. Además, esto también se aplicaba a los animales y los objetos: la areté de un buen cuchillo es cortar bien, tener un buen filo y un diseño adecuado. Ahora bien, ¿cuál sería la areté del político? Evidentemente, ser un gobernante altamente eficiente, honesto, lúcido, muy comprometido con la tarea para la que ha sido elegido. Que tenga muy claro que está donde está para defender los intereses de los gobernados y no los de una corporación. Pero hasta aquí, todo lo que hemos discutido es para el tiempo previo a la elección. Recuerdo a la gente batiendo cacerolas al grito de ¡que se vayan todos! ¿Y después? Siguieron todos, luego todos olvidamos, guardamos las cacerolas, e incluso pensamos que nuestra actitud había sido algo desmesurada. Como siempre, se siguió prometiendo una inteligente e inalcanzable reforma política como solución definitiva para todos los males. La historia está llena de ejemplos de brotes rebeldes contra cosas que luego pasan a ser sólo recuerdos para divertir la sobremesa. Una vez que los representantes fueron elegidos, ¿cuál tendría que ser nuestra actitud? Por supuesto, no puede ser pasiva, no se puede bajar los brazos. Hay que evitar la indiferencia, el frustrante no te metás. Seguir la gestión, controlar, exigir el cumplimiento de lo prometido en el programa por todos los medios a nuestro alcance. Por ejemplo, mediante algo tan próximo, eficiente y económico como las cartas de lectores.
En muchos políticos, no vamos a decir que en todos, hay una confusión entre los medios y los fines. En realidad, conseguir el poder es el medio que da la Constitución para poner en práctica las propuestas que permiten el buen gobierno de la polis. Pero muchos de ellos simplifican las cosas al máximo y creen que alcanzar el poder es un fin en sí mismo. El segundo paso es incrementarlo, y entonces llegamos al absurdo de creer que cuanto más poder acumula un político, mejor gobernante será. Diana Cohen Agrest, hizo el doctorado en Filosofía en la UBA y un magister en Bioética, en el Center for Human Bioethics, en la Universidad de Monash, Australia. Es profesora universitaria, investigadora y autora de varios libros; entre ellos, el reciente Inteligencia ética para la vida cotidiana.

 
 Ver Notas 2006