50 años de la Argentina vistos por un inmigrante/ 50 years of Argentina seen by an immigrant eyes

26 de Diciembre de 2006            

Nuestra crisis de identidad
¿Quiénes somos? ¿Adónde Vamos? ¿De dónde venimos?

Capítulo vigésimo cuarto: El comienzo del crecimiento...

Sin embargo este empleo me marcó positivamente para el resto de mi vida. Cuando digo positivamente es que he analizado, curiosamente, que para llegar a lo positivo siempre debí transitar por senderos negativos u optar por el correcto de ellos, teniendo la suerte, la mayoria de las veces de no equivocarme .Planteado en mi mente el esquema general de la empresa solo debía tener en cuenta el armado de un plan de trabajo a corto plazo, el de la inmediatez diaria, otro a mediano plazo que se correspondía a poner al día  los grandes atrasos de la  empresa en varios ordenes y a largo plazo el constituir un mecanismo de solidez empresaria basado en un organigrama que se cumpliera y evitara colapsos en su andamiaje.
Para ello el corto plazo me pedía el armado del equipo. El mediano plazo se sustentaba en la capacidad y homogeneidad del grupo de trabajo para desarrollar la continuidad de las tareas con eficiencia y calidad. Separando aquellas tareas que se correspondían  a los atrasos a remontar y que se debían trabar simultáneamente al trabajo diario, debía lograr entonces por un lado:
1)
 El apoyo de la Dirigencia Empresaria.
2)
 La confianza y el apoyo de mis empleados.
3)
Una gratificación a los empleados ( que en general estaban mal pagos )  que se correspondiera a su entrega y una recategorización de sus puestos de acuerdo a los logros obtenidos.
4)
Un reconocimiento de los empleadores a la finalización del trabajo el cual se correspondía a
    4.1) Un atraso de 1 año y medio en la contabilidad y presentación de balances.
    4.2) Una reformulación o creación en realidad del organigrama de trabajo y de un manual de procedimientos interno, para luego, de acuerdo al éxito, crear el Manual de Procedimientos de la Empresa.
   4.3) Formación de un grupo estable de trabajo consolidando a buenas personas y eficientes  trabajadores, pero erradicando a aquellos que en si eran los perniciosos del grupo y que bloqueaban el crecimiento en general y fomentaban el ocio y el continuo descontento.
Era contradictorio, pero necesario,  que debiera empezar por el ultimo de los puntos.
Mi frialdad aria me ayudó bastante sumada a mi aparente apariencia monocorde, muy joven ( apenas había cumplido 20 años )  no parecía saber manejar el personal a lo cual se debía agregar que no tenia cargo alguno anterior como experiencia y menos aun titulo alguno, siendo que empezaba la facultad y mi segundo estaba finalizando la carrera de Contador.
En pocos días efectué el análisis uno por uno de cada persona y sus tareas diarias, exactamente eso:   el análisis uno por uno de cada persona y sus tareas diarias.
Ello me permitió determinar buenos y malos tanto como personas como trabajadores.
La tarea debía empezar y así lo hice, el departamento contable contaba de un personal compuesto por ocho personas de ambos sexos, que incluían a la telefonista general y a los cadetes.
Un día me senté a hablar como en una charla de café, después de hora, con mi asistente, el muchacho a punto de recibirse de contador, cuatro años mayor que yo , fachero, machista, poco afecto al trabajo y con la gran frustración que le correspondía por haber pensado siempre que mi puesto debía haber sido suyo y lo habían traicionado.
No me costó trabajo hacerle entender que yo, mal que le pese, llegaba y para quedarme, que mi puesto no admitía dos personas , que tampoco necesitaba un sub-contador ( ese era su puesto ) adjunto , que mas productivo le seria no tener el sueldo congelado ( no solo porque yo no se lo pensaba ajustar ni aumentar ) por la dirección, y que era mejor buscar otros horizontes, yéndose con buenas referencias y en poco tiempo con un titulo debajo del brazo.
Con los cadetes, uno era una persona mayor que cumplía claramente con su deber diario y estaba siempre dispuesto. El otro era un joven ( bueh apenas dos años menos que yo )  que la vagancia era su atractivo y el dibujo su entretenimiento, de trabajo, bien gracias.
Era importante remarcarle que , también, dos , para el trabajo de uno , eran muchos, que, además había observado que realmente dibujaba bien, ( lo decía con dejo de natural envidia por lo bien que hacia sus trazos gruesos delimitando las figuras y por mi incipiente amor al arte y notoria incapacidad de manejarme con las manualidades ) , que su camino no estaba aquí, que buscara algún puesto de ayudante de dibujo, allí estaría su carrera, no me entendió y no quiso comprenderme, debí echarlo.
Al paso de los años ( unos cuantos ) me lo crucé por una calle del centro y se acercó a mi, supuse que para putearme, pero no, me dijo que  estaba trabajando en una revista de dibujante y que le iba muy bien, bueh, era realmente verdad lo que le había dicho, pero era él el que no me había creído, me alegró mucho pues era un buen chico.
Había una chica muy hermosa y joven, aunque mayor que yo ( bueno, todos eran mayores que yo mis subordinados ) flaca, realmente flaca, como desde hacia un par de años sabía que me gustaban las mujeres, aunque ya sabía que no podría , como así lo hice siempre , mezclar las cosas.
Trabajaba en el archivo, como con todos había charlado con ella , el archivo le quedaba chico, era una chica culta, fina y con buena inteligencia, solo había que darle confianza y posibilidades de futuro que le permitiera creer que vivir en un trabajo valía la pena.
Le dije que necesitaba una asistente y posterior secretaria y que la veía a ella para el puesto, no lo podía creer, pero con el tiempo y la preparación demostró que no me equivoque.
Con el muchacho que llevaba los bancos y conciliaba cuentas no había posibilidades, ni como persona y menos como empleado. Simplemente me senté con él y le fui preguntando, enumerando cada uno de sus trabajos cuanto tardaba para hacer cada uno de ellos . A medida que me decía le duplicaba el tiempo que el mismo se contabilizaba , como conclusión se llegó al total de sus trabajos con un total de empleo de tiempo de casi 6 horas, pese a que , según sus informes le dupliqué el tiempo, encima todos los días hacia horas extras, en síntesis, ante la evidencia clara, le pedí la renuncia para hacer la cosa sencilla, así fue.
Con la telefonista solo le pedí que no cambié, que siga siendo el bombón que era y atienda el teléfono con esa voz tan seductora que nos dejaba muy bien parados.
Había un muchacho grandote, morocho y muy rústico, que trabajaba como data entry , pero que no por ello dejaba de hacer su aporte, muy buen tipo nomás, mejor empleado aún, pero un resentido con justicia por su deterioro salarial y el general y la imposibilidad de crecer. Le prometí que iba a solucionar ambas cosas, no solo por él, por todos., Estaba dentro de mis planes pero buenos líos me traería. Solo le pedí confianza. Era mucho pedirle, pero aceptó. Por ultimo, tenia a una chica, la mayor, 29 años, una rubia ya casada, muy buena persona, de las mejores ( bueno de eso se trataba, tener a las mejores ) y muy buena empleada, era data entry para facturar, pero conocía mucho más, su esquema era parecido al de su compañero, pero con muchos mas años de antigüedad y correspondiente sufrimientos con ultrajes. Le prometí lo mismo que a su compañero pero le dije que , cuando termináramos todo el trabajo atrasado , dividiría el sector y ella seria la encargada del mismo.
Me tropecé con el primer problema, ella misma y sus miedos, desconfianza y descreimiento en si misma
Eso no sería nada, todo recién comenzaba, cuando se lo transmití al director, ( enviado desde España ) se rió y me dijo. “ Usted es muy joven aun, esa chica es la mejor facturista que tenemos desde hace años y no es conflictiva, lo mejor con esta gente es dejarla donde está , pues luego se la pasan pidiendo aumento”.
Allí le explicite en su totalidad mi plan general de reestructuración y actualización de toda el área ,el cual se implementaría en un plazo no mayor de seis meses ( algo impensable para un año y medio de atrasos )  logrando un apoyo total de su parte hasta que llegué a la culminación del mismo: implicaba de tener éxito total un aumento del 40% de los sueldos del personal , retroactivo al inicio del plan, la creación del departamento de computación siendo su jefa la rubia y el encargado el morocho, terminado con la nominación de mi asistente como secretaria.
Se rió, me reitero mi juventud, por lo que decía cosas que no correspondían, pero      que con el tiempo entendería, me dijo con claridad que confiaba en que lograría mis objetivos, que el aumento sería del 10% y no retroactivo y que solo habría un puesto aceptado, el de mi secretaria , mi sueldo sería el duplo del actual.
Simplemente le respondí con soberbia, si no cumple con lo pedido me iré.

Marijan Pirsic 

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