26 de
Diciembre de 2006
Nuestra crisis de identidad
¿Quiénes somos? ¿Adónde Vamos? ¿De dónde venimos?
Capítulo vigésimo cuarto: El comienzo del crecimiento...
Sin embargo este
empleo me marcó positivamente para el resto de mi vida. Cuando
digo positivamente es que he analizado, curiosamente, que para
llegar a lo positivo siempre debí transitar por senderos
negativos u optar por el correcto de ellos, teniendo la
suerte, la mayoria de las veces de no equivocarme
.Planteado en mi mente el esquema general de la empresa
solo debía tener en cuenta el armado de un plan de trabajo a
corto plazo, el de la inmediatez diaria, otro a mediano plazo
que se correspondía a poner al día los grandes atrasos de la
empresa en varios ordenes y a largo plazo el constituir un
mecanismo de solidez empresaria basado en un organigrama que
se cumpliera y evitara colapsos en su andamiaje.
Para ello el corto plazo me pedía el armado del equipo.
El mediano plazo se sustentaba en la capacidad y
homogeneidad del grupo de trabajo para desarrollar la
continuidad de las tareas con eficiencia y calidad.
Separando aquellas tareas que se correspondían a los
atrasos a remontar y que se debían trabar simultáneamente al
trabajo diario, debía lograr entonces por un lado:
1) El
apoyo de la Dirigencia Empresaria.
2) La
confianza y el apoyo de mis empleados.
3)
Una gratificación a los
empleados ( que en general estaban mal pagos ) que se
correspondiera a su entrega y una recategorización de sus
puestos de acuerdo a los logros obtenidos.
4)
Un reconocimiento de los
empleadores a la finalización del trabajo el cual se
correspondía a
4.1) Un atraso de 1
año y medio en la contabilidad y presentación de balances.
4.2) Una reformulación o
creación en realidad del organigrama de trabajo y de un manual
de procedimientos interno, para luego, de acuerdo al éxito,
crear el Manual de Procedimientos de la Empresa.
4.3) Formación de un grupo
estable de trabajo consolidando a buenas personas y
eficientes trabajadores, pero erradicando a aquellos que en
si eran los perniciosos del grupo y que bloqueaban el
crecimiento en general y fomentaban el ocio y el continuo
descontento.
Era contradictorio, pero necesario, que debiera empezar por
el ultimo de los puntos.
Mi frialdad aria me ayudó bastante sumada a mi aparente
apariencia monocorde, muy joven ( apenas había cumplido 20
años ) no parecía saber manejar el personal a lo cual se
debía agregar que no tenia cargo alguno anterior como
experiencia y menos aun titulo alguno, siendo que empezaba la
facultad y mi segundo estaba finalizando la carrera de
Contador.
En pocos días efectué el análisis uno por uno de cada persona
y sus tareas diarias, exactamente eso:
el análisis uno por uno de
cada persona y sus tareas diarias.
Ello me permitió determinar buenos y malos tanto como personas
como trabajadores.
La tarea debía empezar y así lo hice, el departamento contable
contaba de un personal compuesto por ocho personas de ambos
sexos, que incluían a la telefonista general y a los cadetes.
Un día me senté a hablar como en una charla de café, después
de hora, con mi asistente, el muchacho a punto de recibirse de
contador, cuatro años mayor que yo , fachero, machista, poco
afecto al trabajo y con la gran frustración que le
correspondía por haber pensado siempre que mi puesto debía
haber sido suyo y lo habían traicionado.
No me costó trabajo hacerle entender que yo, mal que le pese,
llegaba y para quedarme, que mi puesto no admitía dos personas
, que tampoco necesitaba un sub-contador ( ese era su puesto )
adjunto , que mas productivo le seria no tener el sueldo
congelado ( no solo porque yo no se lo pensaba ajustar ni
aumentar ) por la dirección, y que era mejor buscar otros
horizontes, yéndose con buenas referencias y en poco tiempo
con un titulo debajo del brazo.
Con los cadetes, uno era una persona mayor que cumplía
claramente con su deber diario y estaba siempre dispuesto. El
otro era un joven ( bueh apenas dos años menos que yo ) que
la vagancia era su atractivo y el dibujo su entretenimiento,
de trabajo, bien gracias.
Era importante remarcarle que , también, dos , para el trabajo
de uno , eran muchos, que, además había observado que
realmente dibujaba bien, ( lo decía con dejo de natural
envidia por lo bien que hacia sus trazos gruesos delimitando
las figuras y por mi incipiente amor al arte y notoria
incapacidad de manejarme con las manualidades ) , que su
camino no estaba aquí, que buscara algún puesto de ayudante de
dibujo, allí estaría su carrera, no me entendió y no quiso
comprenderme, debí echarlo.
Al paso de los años ( unos cuantos ) me lo crucé por una calle
del centro y se acercó a mi, supuse que para putearme, pero
no, me dijo que estaba trabajando en una revista de dibujante
y que le iba muy bien, bueh, era realmente verdad lo que le
había dicho, pero era él el que no me había creído, me alegró
mucho pues era un buen chico.
Había una chica muy hermosa y joven, aunque mayor que yo (
bueno, todos eran mayores que yo mis subordinados ) flaca,
realmente flaca, como desde hacia un par de años sabía que me
gustaban las mujeres, aunque ya sabía que no podría , como así
lo hice siempre , mezclar las cosas.
Trabajaba en el archivo, como con todos había charlado con
ella , el archivo le quedaba chico, era una chica culta, fina
y con buena inteligencia, solo había que darle confianza y
posibilidades de futuro que le permitiera creer que vivir en
un trabajo valía la pena.
Le dije que necesitaba una asistente y posterior secretaria y
que la veía a ella para el puesto, no lo podía creer, pero con
el tiempo y la preparación demostró que no me equivoque.
Con el muchacho que llevaba los bancos y conciliaba cuentas no
había posibilidades, ni como persona y menos como empleado.
Simplemente me senté con él y le fui preguntando, enumerando
cada uno de sus trabajos cuanto tardaba para hacer cada uno de
ellos . A medida que me decía le duplicaba el tiempo que el
mismo se contabilizaba , como conclusión se llegó al total de
sus trabajos con un total de empleo de tiempo de casi 6 horas,
pese a que , según sus informes le dupliqué el tiempo, encima
todos los días hacia horas extras, en síntesis, ante la
evidencia clara, le pedí la renuncia para hacer la cosa
sencilla, así fue.
Con la telefonista solo le pedí que no cambié, que siga siendo
el bombón que era y atienda el teléfono con esa voz tan
seductora que nos dejaba muy bien parados.
Había un muchacho grandote, morocho y muy rústico, que
trabajaba como data entry , pero que no por ello dejaba de
hacer su aporte, muy buen tipo nomás, mejor empleado aún, pero
un resentido con justicia por su deterioro salarial y el
general y la imposibilidad de crecer. Le prometí que iba a
solucionar ambas cosas, no solo por él, por todos., Estaba
dentro de mis planes pero buenos líos me traería. Solo le pedí
confianza. Era mucho pedirle, pero aceptó.
Por ultimo, tenia a una chica, la mayor, 29 años, una
rubia ya casada, muy buena persona, de las mejores ( bueno de
eso se trataba, tener a las mejores ) y muy buena empleada,
era data entry para facturar, pero conocía mucho más, su
esquema era parecido al de su compañero, pero con muchos mas
años de antigüedad y correspondiente sufrimientos con
ultrajes. Le prometí lo mismo que a su compañero pero le dije
que , cuando termináramos todo el trabajo atrasado , dividiría
el sector y ella seria la encargada del mismo.
Me tropecé con el primer problema, ella misma y sus miedos,
desconfianza y descreimiento en si misma
Eso no sería nada, todo recién comenzaba, cuando se lo
transmití al director, ( enviado desde España ) se rió y me
dijo. “ Usted es muy joven aun, esa chica es la mejor
facturista que tenemos desde hace años y no es conflictiva, lo
mejor con esta gente es dejarla donde está , pues luego se la
pasan pidiendo aumento”.
Allí le explicite en su totalidad mi plan general de
reestructuración y actualización de toda el área ,el cual se
implementaría en un plazo no mayor de seis meses ( algo
impensable para un año y medio de atrasos ) logrando un apoyo
total de su parte hasta que llegué a la culminación del mismo:
implicaba de tener éxito total un aumento del 40% de los
sueldos del personal , retroactivo al inicio del plan, la
creación del departamento de computación siendo su jefa la
rubia y el encargado el morocho, terminado con la nominación
de mi asistente como secretaria.
Se rió, me reitero mi juventud, por lo que decía cosas que no
correspondían, pero que con el tiempo entendería, me dijo
con claridad que confiaba en que lograría mis objetivos, que
el aumento sería del 10% y no retroactivo y que solo habría un
puesto aceptado, el de mi secretaria , mi sueldo sería el
duplo del actual.
Simplemente le respondí con soberbia, si no cumple con lo
pedido me iré.
Marijan Pirsic
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